EL
SEGUNDO CEREBRO
“El
cerebro es un órgano tridimensional compuesto por células llamadas neuronas
cuya función es controlar todas las funciones del cuerpo. Este órgano o
glándula se caracteriza por ser el más complejo e importante del sistema
nervioso central del cuerpo humano, cuya información fisiológica pueden
encontrar en cualquier texto de medicina o anatomía. Pero aparte de su
fisiología el cerebro cumple una función no estudiada por la ciencia
tradicional, y es la de ser un radio-receptor-transmisor de ondas
electromagnéticas”. Cerebro y mente.
Estamos acostumbrados a pensar que el único y más
importante órgano del cuerpo humano, que tiene la capacidad innata de procesar
información proveniente del sistema nervioso central y los sentidos, es el
cerebro. Desde tiempos inmemoriales se conoce que no sólo el cerebro tiene esa
capacidad, sino que además existe otro órgano que procesa determinada
información y está íntimamente conectado también con el sistema nervioso
central y que ahora la ciencia lo reconoce como tal. Este órgano fundamental
para la vida de la unidad de carbono, está asociado a algo que también es
considerado desde siempre, como el fluido sagrado de los dioses, la
sangre.
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Se sabe que los trasplantados cambian sus hábitos,
gustos y emociones siendo similares a las de sus donantes, hasta el punto de
tener "recuerdos" del donador, demostrando que
el corazón no sólo palpita, sino que también recuerda.
Después de esta pequeña introducción médica e histórica, pasemos a lo que nos
interesa realmente, el verdadero propósito del Corazón, no como órgano
principal del sistema circulatorio, sino como el segundo cerebro del hombre.
Se ha descubierto que el corazón contiene un sistema
nervioso independiente con más de 40.000 neuronas y una compleja red de
neurotransmisores, proteínas y células de apoyo. El corazón puede tomar
decisiones independientemente del cerebro. Puede aprender, recordar y percibir.
El corazón tiene cuatro tipos de conexiones que van hacia el cerebro.
- Conexión neurológica, mediante la transmisión de
impulsos nerviosos. El corazón envía más información al cerebro de la que
recibe, es el único órgano del cuerpo con esa propiedad, y puede inhibir o
activar determinadas partes del cerebro según las circunstancias.
- Conexión bioquímica, mediante hormonas y
neurotransmisores. El corazón produce la hormona ANF (factor natriurético
atrial). Uno de sus efectos es inhibir la producción de la hormona del estrés y
producir y liberar oxitocina, conocida como la hormona del amor.
- Conexión biofísica, mediante ondas de presión. A través
del ritmo cardíaco y sus variaciones, el corazón envía mensajes al
cerebro y al resto del cuerpo.
- Conexión energética, mediante el campo electromagnético del corazón,
que es 5.000 veces más intenso que el del cerebro. Su potencia genera lecturas
de campo magnéticos entre dos y cuatro metros alrededor del cuerpo, que cambian
en función del estado emocional del sujeto. Esto último lo convierte en el
mejor radio-receptor-transmisor
de ondas electromagnéticas que disponemos, mejor aún que el cerebro.
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Pensar con el corazón, sentir con el corazón, amar
con el corazón, aprender con el corazón, hacer con el corazón, decir con el
corazón. Si tuviéramos que buscarle un lugar físico al centro emocional y
espiritual, sería el corazón. Todas las energías primordiales tendrían
que ser procesadas por el segundo cerebro, el corazón, pero como éste no se
encuentra activado ni entrenado para tal propósito, es procesado con el primer
cerebro, el de la cabeza, y desvirtuada completamente.
Actualmente el corazón trabaja con el centro motor e
instintivo produciendo un desequilibrio emocional y espiritual al procesar la
energía primordial de forma incorrecta, que ya pasó primero por el centro
intelectual, terminando en una falsa humanidad y pasiones contenidas, incluidas
las que consideramos humanitarias como la caridad, lástima y compasión.
El verdadero propósito del corazón, es el de ser el
cerebro encargado de procesar las energías de la Humanidad, “la capacidad del
hombre de alumbrar y guiar, como un verdadero faro de luz, a otros hermanos,
respetando el camino elegido en esta existencia, sea el que fuere, mediante la consideración
externa hacia el prójimo.”
En otras palabras, el corazón es el cerebro del
Humano, mientras que el cerebro es el corazón del humano. Comencemos a usar
nuestro segundo cerebro para pensar, decir y actuar; quizás nos llevemos una
sorpresa y descubramos desde el corazón, que la nueva Matrix ya está
aquí.
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