10.4.13

Si todo el mundo te dice que no estás en lo cierto, puedes estar convencido: Vas por buen camino.


MEDIDAS PREVENTIVAS A NIVEL ECONÓMICO


Continuando con esta dinámica de entregas o posts centrados en materia económica de combate, o de emergencia, que PLANETAGEA está dedicando a que todos elevemos un poco más nuestros conocimientos en materia económica personal y familiar, creo que ha llegado el turno de centrarnos en una serie de principios o bases acerca de la ECONOMÍA que la mayoría de las personas desconoce, o que, por lo menos, no suele tener en cuenta.

Como es costumbre en quien escribe estas líneas, todo lo que vas a leer es mucho más que simple teoría. De ti depende decidir aplicarlo o dejar que pase y se olvide. Es tu elección, pero ahora, en estas páginas al menos tienes la oportunidad de informarte, formarte y conocer más. Cambiar de prisma. Comprender que, dependiendo de la manera en que consideres las cosas, éstas pueden ser completamente distintas.

El dinero, tu prosperidad y la de tu familia, funcionan exactamente bajo estos mismos parámetros. Si únicamente lo consideras como hasta ahora, o como te han “enseñado” a hacerlo, o como ves que lo hacen otros, permanecerás siendo un número más; otra persona que no piensa, que no modela su mente a su conveniencia, y que prefiere jugar según las reglas de otros, a un juego que otros han diseñado y en el que, lógicamente, es fácil perder.

En este post vamos a continuar cambiando prismas, pero siendo MUY PRÁCTICOS. Todo lo que vas a leer es susceptible de convertirse en práctica y debes ponerlo en práctica. Pero ten en cuenta que…
Si no estás dispuesto a mejorar. Este post no te servirá de nada.
Si no crees que las cosas puedan ser o hacerse de manera diferente. Estas líneas no te aportarán nada. Si eres igual a los demás, o no te sientes distinto. No gastes tu tiempo y energías en leer esta entrada.

Pero, si no te identificas con la mayoría. Si te niegas a que piensen por ti. O si, sencillamente, intuyes que la economía, como tantos otros aspectos en la vida, no es lo que te han contado, tengo algo para ti. Algo nuevo, que quiero mostrarte.

No te enseñaré apenas nada que no sepas ya en algún lugar de tu mente, pero sí te haré recordar lo que habías olvidado. Lo que te habían hecho olvidar.
La verdad, a veces, al estar sumergida bajo tantas capas de mentira puede tornarse increíble, incluso, impensable. Puede llegar a parecer imposible. Pero no deja de ser la Verdad.

Como siempre, empezaremos por una simple decisión: Si quieres dejarlo todo como está. Si te parece que todo se encuentra en su sitio y que nada necesita mejorar: No sigas leyendo.
Seguir leyendo es avanzar. Vamos a cambiar muchas cosas ahí dentro, en tu mente. Vamos a usarla como quizá no lo habías hecho antes.

¿EMPEZAMOS?
 
PARADIGMAS DEL DINERO:
La economía y la prosperidad que siempre debes tener en cuenta en tu vida. 

PARADIGMA GENERAL: ¿Comprarías un ordenador, sin sistema operativo, o con programas instalados que no supieras manejar?. ¿Por qué permites entonces que tu vida se dirija con el más potente ordenador que existe (tu mente) sin una programación adecuada que entiendas y que controles?

PARADIGMA DEL MOMENTO PRESENTE: 
No podemos vivir ayer, ni mañana. El único momento y lugar que podemos vivir, por mucho que intentemos otra cosa, es hoy, este instante y aquí. Esta regla de la vida, opera exactamente igual en materia de dinero.

PARADIGMA DE LA CONFIANZA (o fe):
Nuestros miedos y la fe, son muy similares. La fe es la certeza del logro de cuanto queremos. El miedo es la certeza del logro de aquello que no queremos.


LAS 4 REGLAS DEL DINERO Y LA GENTE:
El dinero no cambia a las personas. Sencillamente, las muestra tal y como son.

1ª REGLA: El dinero es una creación del hombre, lo que significa que, por definición, no puede quedar fuera de su control y conocimiento.

2ª REGLA: Las probabilidades de que una decisión sea errónea en materia económica es directamente proporcional al número de personas que coinciden en estar de acuerdo con ella.

3ª REGLA: Cuando muchos hagan una misma cosa, o dispongan de una misma información en cuestión de dinero, es hora de comenzar a pensar justo lo contrario.

4ª REGLA: (La Regla de Buda): No creas nada, no importa dónde lo hayas leído o quién lo haya dicho, incluso si lo he dicho yo, si no está de acuerdo con tu propia razón y tu propio sentido común.

LAS 4 REGLAS DEL DINERO Y LA INTELIGENCIA DE LAS PERSONAS:

1ª REGLA: El verdadero Banco Central que le da valor a su dinero, al que tiene en su bolsillo o en su cuenta, es usted y sólo usted.
Si tenemos la libertad de gastarlo, invertirlo o cambiarlo por los bienes y servicios que queramos, tenemos también la libertad (desconocida para muchos) de determinar su valor. El billete tiene un valor, eso es indudable, pero no es inalterable, no lo marcan otros, ni lo retiene el dinero en una especie de personalidad propia. Es mi intención crear en la mentalidad del lector una ruptura, un quiebro, para que comience a observar la gran capacidad que tiene a la hora de determinar cuánto vale su dinero. Cuánto vale para él. En qué lo empleará y qué procesos mentales determinarán su elección de ahorrar, gastar o invertir. ¿Comprará artículos aún sabiendo que en el mismo Mercado libre puede encontrarlos de idénticas calidades por mucho menos precio? Con lo que su dinero valdrá menos. ¿O sondeará posibilidades para que el mismo billete, con su valor aparentemente inicial, le cunda el doble y le permita comprar más bienes y más servicios con la misma cantidad de euros, con lo que su dinero doblará su valor?

2ª REGLA: Si los que más saben son los que menos hablan, ¿Por qué hay tantos que asesoran o afirman tener información privilegiada para compartir?

3ª REGLA: Si algo es simple, es probable que sea la solución. Si algo es complicado de entender, seguramente ahí está el problema. ¿Por qué crees que se preocupan tanto de hacer que la economía y las finanzas parezcan complejas y sólo al alcance de especialistas?

4ª REGLA: “Todo necio confunde valor y precio.” Antonio Machado

TU ESCALA PERSONAL DE LA RIQUEZA Y LA POBREZA:
Creer que eres pobre o que las cosas no te van bien, porque ves que hay gente que tiene más dinero que tú. El error puede ser todavía peor si crees que eres pobre o que las cosas no te van bien, porque ves que hay gente que, parece, tener más dinero que tú.

UNAS CIFRAS QUE CONVIENE NO OLVIDAR NUNCA, PARA QUE SIEMPRE SEPAS CÓMO TE VAN LAS COSAS EN MATERIA DE DINERO Y PROSPERIDAD:

Si tienes, tú solo, todas estas cosas: algo de comida en la nevera, ropa en tu armario,
un techo sobre tu cabeza y un lugar donde dormir, eres más rico que el 75% de las personas del planeta.

Si, además de lo anterior, tienes algo de dinero en el banco o en tu cartera, en este instante, por poco que sea, te encuentras entre el 8% de la gente más rica del mundo.

¿Bajo qué perspectiva ves las cosas?. ¿Tienes una mente comparativa al alza o a la baja?.
Conviene que te plantees estas preguntas porque son muchos los que no saben que ya son verdaderos afortunados económicamente. Y el desconocimiento es la base de las desgracias en cualquier materia. Por supuesto es importante saber lo que nos falta, ansiarlo y tratar de alcanzarlo en la vida. De eso no cabe la menor duda. La sana ambición no sólo es legítima, sino que opera como un auténtico motor de la sociedad en todas las áreas. Pero no menos vital resulta ser conscientes de lo que ya tenemos y del hecho de que, a veces, nuestro suelo es el techo que mucha más gente de la que nos gustaría, nunca alcanzará.

Prosperar y evolucionar es, más que la lógica, la naturaleza que mueve a toda persona.
Esto se aplica a nuestro hogar, empleo, empresa o cualquier otro recurso del que dispongamos. Dos motores dan testimonio del valor de cuanto poseemos: Aquello de lo que carecemos y aquello que ya tenemos. Valorar, sin tener en cuenta estos dos factores por igual, es un error que nos conduce a carencias en nuestra percepción de dónde estamos.

PARADIGMA FUNDAMENTAL: LA ECONOMÍA ES TAN SÓLO UN ESTADO DE ÁNIMO.
Otro error: Creer que tú, basándote en aquello que piensas y en cómo lo piensas, no intervienes en tu prosperidad.

 

La calidad del pensamiento depende del estado de ánimo con el que se formule.

Lo que significa que, dependiendo del estado de ánimo con el que abordes tu situación económica, así tomarás las decisiones en esta materia. Cuidado con la forma en la que entiendes TU dinero y TU economía.
Quienes operan en bolsa lo saben bien. Cada persona responde a un determinado perfil psicológico y anímico que le cataloga como inversor (estado de resistencia al riesgo, valentía o conservadurismo) y ello determinará qué valores comprará, qué grado de especulación está dispuesto a soportar o bajo qué parámetros dará órdenes de venta.
Los operadores de bolsa y valores, saben bien que sus decisiones dependen de un estado mental y de conocer sus capacidades anímicas. Algunos especialistas, por tanto, tienen asumido que sus economías personales y su forma de pensar y sentir, van de la mano. Vaya teniendo en cuenta que deberá comenzar a familiarizarse con esta idea-fuerza: Hay una relación directa entre su economía y sus estados de ánimo o planteamientos personales a la hora de operar con su dinero.

Y es que la Economía no es un ente inerte. Está tan viva como cada uno de nosotros por cuanto son nuestras decisiones las que hacen que nuestro dinero crezca o merme. Ganamos o perdemos dinero en muchísimas ocasiones por las oportunidades que dejamos pasar o por aquellas otras que sí supimos aprovechar cuando se presentaron. Es decir, por el miedo o el arrojo que nos inundó cuando llegó el momento de decidir y actuar. Estados de ánimo y patrimonio.
También nos enriquecemos (que no siempre es hacerse millonario) o vemos disminuir nuestras finanzas personales a causa de las decisiones que tomamos e incluso por aquellas que no tomamos. Es decir, por la capacidad de no confundirnos creyendo que no actuar es sinónimo de inactividad. Mi madre siempre me dijo algo que me ha ayudado con el tiempo tanto a ganar mucho dinero, como a salvarlo de ser dilapidado: Cuando no sepas qué hacer, no hagas nada. Estados de ánimo y patrimonio.

Si tenemos todo esto claro, ahora que lo leemos, no comprendo cómo todavía puede haber personas que no se dan cuenta de que sus impresiones personales y la forma en que estructuran su mente cuando de dinero se trata, determinan constantemente su éxito o su grado de fracaso en materia económica.

REGLA GENERAL DE LA ACCIÓN INTELIGENTE:
Cuando no sepas qué hacer, NO hagas nada. Debes aprender a esperar.

Y ya para terminar esta segunda entrega de estos post que estamos dedicando especialmente a la Economía y a la forma en que debemos programar nuestra mente para poder avanzar en tiempos de gran crisis como los que corren, aquí os dejo con unas cuantas…

REGLAS QUE AFECTAN AL DINERO Y QUE NO APLICAMOS, NO CONOCEMOS U OLVIDAMOS CON DEMASIADA FRECUENCIA

I - Los negocios y el dinero responden siempre a este esquema: Un tiempo de acción por tres tiempos de espera.
Ten paciencia. Cuando hayas hecho tu parte, realizado tu inversión, efectuado tu trabajo o llevado a cabo lo que dependía de ti, ejercita la espera. Los resultados económicos vienen siempre más despacio de lo que uno querría.

II – No todo es dinero, pero sí que todo es Economía.
En la vida no todo se reduce a dinero, pero sí que encontramos la Economía a cada paso:
Economía de movimientos (buscar el mayor desplazamiento con el menor esfuerzo y tiempo);
Economía energética (cuidar y renovar los recursos de que disponemos);
Economía social (rodearse sólo de las personas que contribuyen a nuestro crecimiento y evolución);
Economía intelectual (hacer que nuestros recursos mentales estén siempre a favor y no en nuestra contra a cada paso)…

III – Si alguien te dice que estás equivocado con tu planteamiento, tómate un tiempo para recapacitar y revisar si estás seguro de él. Si todo el mundo te dice que no estás en lo cierto, puedes estar convencido: Vas por buen camino.

IV – No se puede resolver un problema económico continuando en la misma frecuencia mental que lo originó.
Mientras permanezcas en el estado de ánimo que originó el dilema o mantengas los esquemas mentales que dieron lugar al mismo, sencillamente, no podrás encontrar la solución.

V – El dinero no tiene vida ni criterio propios. No caigas nunca en el error de considerar que el dinero es un ente en sí mismo. 
El dinero no es el que decide a qué bolsillos dirigirse o de cuáles huir. Cuando coges un billete de tu cartera y lo miras, sólo uno de los dos tiene la facultad de pensar. Y no es el billete.

VI – En cuestión de dinero, nunca tomes una decisión con prisas, bajo presión o sin calma. Estos tres factores siempre, y reitero, siempre jugarán en tu contra. La prisa es el arte de no dejarte pensar. La presión es el arte de impedirte pensar libremente. No tener calma es el arte de hacerte pensar sólo con una mínima parte de tus recursos mentales.

VII – No confíes tu dinero a alguien pensando que está más capacitado que tú para gestionarlo, protegerlo o invertirlo.
No creas que hay “expertos” en gestión económica. Siempre me gustó el planteamiento de Warren Buffet (el inversor más rico del mundo) cuando se refiere a los asesores de inversión. Él siempre se pregunta, ¿Por qué no son riquísimos esos asesores financieros que trabajan en bancos y consultoras?. Si son especialistas en el arte de invertir, ¿Cómo es posible que no tengan un elevado patrimonio y se dediquen a convencer a terceros para invertir su dinero?. Piénsalo.

VIII – No aceptes dogmas de fe cuando se trate de tu dinero. Desarrolla tu propia y personal visión de la Economía y piensa siempre de forma independiente. 
No hay materia en la que confluyan más intereses externos que en el dinero, de forma que los consejos y el asesoramiento que te ofrezcan en cuanto a tu economía estarán siempre viciados por quien te pretenda aconsejar.

IX  La inactividad no es sinónimo de no hacer nada.
Esperar el momento adecuado, cuando se trata de dinero, es igual de importante o incluso más que estar permanentemente “haciendo cosas”. También se está haciendo algo cuando, aparentemente, no se hace nada en materia de inversión.

X – El dinero y la Economía se gestionan con un trabajo exclusivamente mental. Cuida la herramienta de trabajo.
Quien quiera manejar bien su dinero debe entender que no trabaja con las manos. De manera que la herramienta de trabajo más importante que debes atender es tu estado mental. Eso implica, entre otras cuestiones, eliminar el estrés, desarrollar la paciencia, pensar por uno mismo y no dejarse engañar por las apariencias externas de un determinado asunto. Cuando no cuidamos la herramienta de trabajo con la que operamos ésta se sobrecarga y deja de rendir adecuadamente. Cuida tus procesos mentales porque de ahí surgen las decisiones que tomas cada día y, cuando se trata de dinero, necesitamos la más alta calidad de decisiones.

Lo dejaremos ya aquí en esta segunda entrega porque es conveniente que la mente asimile los conceptos y, sobre todo, que éstos germinen en ella. Espero de todo corazón estar ayudándote a cambiar unas cuantas cosas ahí arriba, porque sólo así, dispondrás de las herramientas necesarias para poder salir adelante incluso en circunstancias económicas como las que estos tiempos nos están deparando.

Os emplazo a tod@s en la TERCERA Y ÚLTIMA ENTREGA DENTRO DE UNOS DÍAS.
Abrazos.
Alquimista de la Verdad

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