Refundar la humanidad sin referencias impuestas, tal es el reto si de verdad queremos SER.
¿EL
FINAL DE ALGO?
REFLEXIONES DE DOS AÑOS DE TRABAJO.
Si
les sale bien (y tienen casi todos los números) precisamente aquí no va a
cambiar nada. Sencillamente porque nada cambió.
El siglo XX fue el siglo oscuro, del engaño, de “su
electrón”, de la sustitución de reyes y emperadores por corporaciones, nuevos
rostros para las bancas, papel de colores, medios de información ultra-caros y
por tanto basados en el crédito y dominados absolutamente por la gran banca y
sus vertebraciones. Guerras, esta vez sí de exterminio (recuerdo referencias
acerca del inicio de bombardeos de ciudades en la segunda guerra mundial y
creciendo hasta que hoy, las bajas civiles en casi cualquier
conflicto representan el 90% de las víctimas de esos conflictos, y lo que es
peor: estamos acostumbrados e instintivamente acojonados (500 millones de
muertos dentro de ese siglo por causas no naturales nos dan ese motivo de
acojone)
No,
no es un final, es una refundación geo-estratégica, social, económica y
hasta militar (no digo política pues esta nunca existió verdaderamente). Y nos ha tocado
y ya huele a pólvora.
Sencillamente
y dentro de esta encrucijada les es inevitable, en medio de la catarsis, que
algunos vean qué hay detrás de los siete velos, pero la inmensa
mayoría de la población no lo va a ver así, pues el siglo
XX procuró el dominio absoluto y estadístico (informática, coerción y medios)
de la información y los movimientos de masas en todos los ámbitos.
Nunca
hemos dejado de ser esclavos, aunque vestidos con hormigón, máquinas,
bonitos parques en donde pasear a nuestros hijos o a nuestros perros a partes iguales, asumiendo que “hoy me toca
consumir y mañana pasar hambre”.
Por
tanto nunca dejamos de estar en el Medioevo realmente y lo que nos
toca como alternativa real es asumir que una vez fuimos, tirando
“patrás” cazadores-recolectores libres y, renunciando a
todo lo que no sea eso y lo que significa esa renuncia, atrevernos a ser
cangrejos, dar pasos atrás (que es lo que no van a permitir en beneficio de
“su” crecimiento perpetuo) hasta llegar a esa era en la que fuimos genuinos y
no conducidos porque simplemente éramos seres libres y no condicionados.
Todo
esto es una opinión de “buenos días” y en eso se basa esa opinión: Recuperar lo que
nos quitaron y que en modo alguno se basa en cualquier forma de vida que nos
puedan, ellos, ofrecer. Ninguna.
Refundar
la humanidad sin referencias impuestas, tal es el reto si de verdad queremos
SER.
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