EL DESPERTAR DE 2013 SE CONVERTIRÁ EN ACCIONES CONCRETAS EN 2014?
¡¡Ojalá!! - Adrián Salbuchi
El agua en la que se encuentra inmersa la rana del cuento ha
ido poco a poco calentándose, suave e imperceptiblemente a lo largo de los
años. Cada año un poquito más… Y un poquito más…
Se acaba 2013. Y miles y miles… millones de ranitas
calentitas en sus respectivas cazuelas desarrollan ahora los rituales de
celebraciones familiares, comilonas y consumo, diciendo las mismas idénticas
frases que el año anterior… “No pasa nada… – les gusta decir – y si
pasa… ¡se le saluda!”
Así es como van a cerrar el ciclo de un año, preparándose
para el comienzo del siguiente, como si no pasara nada… como si no pudieran
hacer nada diferente que repetir las mismas frases y rituales, ajenas por
completo al hecho de que el agua empieza a estar demasiado caliente… Sin
embargo, a pesar de esa inmensa mayoría de ranitas, que constituyen la “opinión
pública”, entre todos los acontecimientos ocurridos a lo largo del años 2013,
quizá el más importante de todos haya sido…
¡Que
el permanente croar de las ranitas “despiertas” ha empezado a dar sus
frutos!
Por eso en esta ocasión, el post de la serie Uniendo los Opuestos, se centra en el
artículo de una ranita bien despierta y muy trabajadora, el analista
internacional Adrián Salbuchi, que realiza un
análisis muy interesante de lo sucedido en 2013 en el lado que llamamos Creando la Nueva
Realidad, ya
que muchos miles de ranitas en todo el mundo han despertado este año.
Pero también toma conciencia del mucho mucho trabajo que
queda todavía por hacer, puesto que las ranas dormidas siguen siendo mayoría,
mientras el El Avance de la NADA sigue adelante a mucha
velocidad…
Cada diciembre los
periodistas suelen entrar en modo “las-diez-noticias-del-año”, haciendo
análisis del tipo “¡qué-año-que-tuvimos!”, como una suerte de recapitulación
anual. Pareciera tratarse de un factor psicológico que se activa cada vez
que se aproxima enero. Enero –’January’ en inglés; ‘Januar’ en alemán– toma su
nombre del dios romano Jano, que con su doble rostro observa al viejo año que
muere y escudriña hacia el nuevo año que nace.
Una (re)visión de 2013 y 2014…
Cualquier
enumeración de ‘Las diez noticias del año 2013′ resultaría obvia e incompleta.
Obvia, al elegir las noticias más importantes: guerra civil en Siria, Egipto,
Libia e Irak; la renuncia y reemplazo del papa en Roma; la caída del meteorito
en Cheliábinsk, Rusia; la muerte de Hugo Chávez en Venezuela; las revelaciones
de Snowden sobre espionaje de Washington, etc. Incompleta, porque innumerables
noticias quedarían en el tintero, aunque más no sea porque los medios globales
eligieron distorsionarlas, desenfatizarlas sino simplemente ignorarlas…
De
manera que con tantas cosas ocurriéndoles a tantas personas en tantos lugares
distintos, no solo resulta imposible seguir a cada una de estas noticias, sino
que nuestros cerebros se ven superados por la velocidad creciente con la que
nos vemos inundados por cantidades cada vez mayores de información y datos. Nuestros
cerebros simplemente no pueden procesarlo todo; nuestros intelectos no pueden
ordenarlo de manera de poder entender todo lo que ocurre; todo lo que realmente ocurre
detrás del telón de los multimedios globales.
Jamás
en la historia hemos estado tan bien informados como lo estamos hoy; y sin
embargo la vasta mayoría de las personas no tiene idea de qué ocurre realmente
en nuestro oscuro mundo. Ello es así porque mientras los multimedios
globales de altísima tecnología nos arrojan toneladas de información, rara vez,
sin embargo, nos dan el necesario “manual” que permita armar este complejo
rompecabezas mundial.
Créanme que armar correctamente ese rompecabezas hace toda
la diferencia. ¡La misma diferencia que hay entre tener un automóvil BMW total
desarmado en su garaje (sin que falte ni una pieza, tornillo o tuerca), y
tenerlo totalmente armado y listo para arrancar y salir!
Hoy, la “opinión pública global” es un perfecto ejemplo del
primero de estos dos ejemplos: miles de millones de “ciudadanos bien informados”
conocen todas las “piezas, tornillos y tuercas” de este mundo loco y
desquiciado, pero pídale a alguno de ellos que arme un modelo para entender
todo este lío -en la secuencia correcta, utilizando las herramientas idóneas, y
poniéndolo todo “a punto” de manera consistente y coherente- y lo quedará
mirando con la proverbial “mirada Homero Simpson”…
Por si aún no se entiende, pensar “fuera de la caja” según
los nuevos paradigmas es lo que
tratan de hacer los nacientes medios alternativos de noticias: RT, PressTV, Telesur, HispanTV…
‘Fabricando Consenso’
Este es el título de
una de las principales obras de Noam Chomsky publicada en 1988, derivado de una
frase de Walter Lippmann, cofundador del Consejo de Relaciones Exteriores de
Nueva York, y durante décadas director de su publicación ‘Foreign Affairs’.
Entiéndase bien: la
principal tarea de los grandes multimedios occidentales -TV, radio, Internet,
periódicos, ‘entretenimiento’– no es la de “educar al soberano”, sino más bien
la de confundirlo, echándole encima enormes cantidades de información para
luego armársela de la manera que mejor convenga a los dueños del poder global.
Los
multimedios son el instrumento que arma el relato que
genera una determinada percepción de la realidad, que favorece una
interpretación específica, que conduce a conclusiones que terminan resultando
en el apoyo (o al menos la pasividad) del público hacia la realización de metas
y objetivos de los poderosos.
En
pocas palabras, los multimedios son el vehículo para fabricar consenso: en verdad, “el medio
es el mensaje…” Se trata de una acción psicológica que, gracias a enormes
adelantos tecnológicos, ha crecido vertiginosamente hasta transformarse
en una guerra psicológica, que ya no
distingue entre ‘enemigos’ extranjeros o locales. Pues desde la óptica
de los dueños del poder global, “Nos,el Pueblo…” en todos los
países somos su enemigo, especialmente el creciente número de
pensadores independientes que los desafiamos a diario.
La capacidad de la
guerra psicológica para fabricar consenso entre las “mayorías democráticas”
permitió que se cometieran horrendos crímenes a plena luz del día ante
poblaciones complacientes y fofas que permanecen como observadores pasivos.
Desde la destrucción
obscena de Afganistán e Irán a partir del 2001, el genocidio de Palestina en
los últimos 60 años, el colapso artificialmente creado en 2008 del sistema
financiero de EEUU/Reino Unido/Unión Europea por megabanqueros ladrones luego
salvados con el dinero de los trabajadores; pasando por el financiamiento de
políticos perversos y corruptos que son catapultados a los máximos puestos de
poder del Estado en país, tras país; hasta la insidiosa promoción mediática de
las más crudas perversiones sociales: abuso de menores, ‘cultura’ de las
drogas, prostitución, creciente violencia urbana….
Esta situación es
bastante parecida en todos los países, en parte porque todos miran los mismos
canales de TV, leen los mismos diarios, y son víctimas de la misma guerra
psicológica
El sapito en la palangana
Así
son las cosas desde hace más de un siglo.
Es
igual que el proverbial sapito arrojado dentro de una palangana con agua
hirviendo que al saltar muy dolorido, al menos se salva. Pero colóquese a ese
mismo sapito en la misma palangana con agua tibia y auméntele la temperatura un
grado cada cinco minutos, y se habrá cocido sin darse cuenta de ello…
Hoy, la ‘opinión
pública’ consiste de miles de millones de ‘sapitos’ descansando en las tibias
aguas de sus palanganas…
Un punto de inflexión
Quizás
uno de los hechos más importante del 2013 -que esperemos se intensifique
dramáticamente a partir del 2014- sea que cada día son más las personas en
todo el planeta ¡que sienten ese creciente calor y presión que los dueños del
poder global nos aplican!
Ha
comenzado una creciente toma de conciencia de que la verdadera función de los
multimedios globales de noticias y ‘entretenimientos’ consiste en falsificar la
realidad. Por lo que debemos esforzarnos para ver a través de esa confusa
nebulosa de numeritos verdes de la Matriz, para ver todo esto según realmente
es: un gigantesco plan para fabricar consenso urdido por una
pequeñísima e ilegítimamente poderosa minoría que hace todo lo que crea
necesario para imponerle a la humanidad un gobierno mundial controlado por
ellos.
Somos todos llamados a combatirlos. En tiempos recientes,
este proceso va acercándose a un punto de inflexión a medida que más y más
personas piensan con su propio cerebro, en lugar de hacerlo con el de CNN, ‘The
New York Times’, FoxNews, la BBC o los multimedios-canalla repetidores en todos
los países hispanoparlantes.
Este, y no otro, es El Evento del
Año 2013. Mucho más que un nuevo papa, o alguna impactante
catástrofe natural o artificial, o algún nuevo acuerdo o cumbre de
políticos-esclavos mostrando sus sonrisas de pasta dentífrica y miradas vacuas
haciendo hipócritas declaraciones en favor de la “paz”, los “derechos humanos”
y la “democracia”…
¡El hecho de que millones y
millones vayan despertando es una verdadera maravilla!
Desde luego, aún falta un largo camino a recorrer hasta
lograr la necesaria “masa crítica”, que se produce cuando este cambio interno
intelectual y espiritual dentro de cada hombre y mujer, se transforma en
saludables cambios masivos externos en toda la sociedad, la política, economía,
trabajo, educación, salud y cultura.
2013
ha sido un año clave en términos de gente que despierta. Quizás no
todos hayan despertado totalmente como para comprender el “quién, qué, cuándo,
por qué, dónde y cómo” de los dueños del poder global.
Quizás aún no
entiendan cabalmente las funciones de Bilderberg, la Comisión Trilateral, la
Americas Society y otros entes planificadores y ejecutores de las elites. No
importa: no pretendamos que todos despierten completamente al unísono.
Lo
importante es que haya millones de personas despiertas trabajando duro para
derrotar al Leviatán global. Y que haya otros millones más que lentamente van
despertando lo que, aunque no es ideal, es sin embargo un gran paso en el
camino correcto. Esto lo vemos en movimientos populares como los
Indignados, Caceroleros, Ocupa Wall Street, en los seguidores de Assange y
Snowden, y en todos quienes desenmascaran a los gobernantes títeres colocados
en buena parte del mundo y, desde luego, en prácticamente toda Latinoamérica.
Como
cualquier persona medio dormida, ellos cometen errores y están mal organizados;
a veces sus protestas callejeras terminan en enfrentamientos violentos con la
policía (trágicamente, son siempre pobres peleando contra otros pobres), pero
también es cierto que las verdaderas revoluciones vienen acompañadas de fuertes
dolores de parto. ¿Quién alguna vez no se levantó de la cama medio dormido y no
se llevó algo por delante? Por eso, no nos preocupemos demasiado.
¡Estoy terriblemente enojado…!
En
1976, el actor Peter Finch protagonizó en la película ‘Network’ (‘Poder
que mata’ en Latinoamérica, en España ‘Un mundo
implacable’ (*) dándole vida a un periodista angustiado de nombre Howard
Beale, quién de la noche a la mañana se transforma en héroe televisivo
al aparecer en las pantallas desenmascarando toda la locura que ya entonces
estaba siendo organizada.
Su
monólogo de hace casi 40 años encaja casi a la perfección con este 2013:
“Yo no les tengo que decir que las cosas andan mal. Todo el
mundo sabe que las cosas andan mal. Estamos en una depresión; todo el mundo
está sin trabajo o aterrado de perderlo. Hoy un dólar apenas te compra lo que 5
centavos te compraba antaño; los bancos están quebrados; los comerciantes
tienen un revolver debajo del mostrador; los saqueadores y delincuentes andan
libres y enloquecidos por nuestras calles, y todo esto parece no tener fin.
Sabemos que nuestro aire no es apto para ser respirado, y nuestros alimentos no
son aptos para ser ingeridos. ¡Y nos sentamos a mirar todo esto por televisión
mientras algún periodista nos informa que hoy hubo 15 homicidios y 63 crímenes
violentos, como si eso fuera normal!”
“Todos sabemos que las cosas andan mal –peor que mal– las
cosas están locas. Es como que todo el mundo se está volviendo loco, así que
dejamos de salir a la calle. Nos quedamos en nuestras casas y lentamente nuestro
mundo se hace más y más pequeño, y todo lo que atinamos a decir es “por favor,
al menos déjenme tranquilo en el ‘living’ de mi casa. Permítanme quedarme con
mi tostadora y mi televisor y mis llantas radiales y prometo no decir nada.
¡Solo déjenos tranquilos!”
Suena como que este
señor tenía una bola de cristal en el ropero, ¿no?
En
realidad hay una explicación más simple: las semillas de la destrucción mundial
ya habían sido sembradas por aquel entonces (en verdad, fueron sembradas antes
de la Segunda Guerra Mundial).
Por aquellos años,
el planeamiento a largo plazo de los dueños del poder global para arrastrar al
mundo hacia un gobierno mundial empezaba a acelerarse. Así que este mundo
espantosamente violento, perverso e injusto de hoy no es el resultado de algún
“error” o “mala administración”, ni se debe a algún imprevisto que hizo que
todo saliera “terriblemente mal”.
No. Este oscuro
mundo que hoy padecemos es el resultado de un planeamiento global alineado con
los intereses y objetivos de un grupo muy pequeño e ilegitimo -pero
tremendamente poderoso- de individuos y organizaciones que controlan todo el
dinero, detentan todo el poder, y toman todas las decisiones que luego nos son
impuestas a todos nosotros pequeños trabajadores del mundo: sea por la vía
“democrática” o como sea necesario…
No
se equivoque: el mundo actual no es ningún “error”; todo fue planeado así desde
hace al menos un siglo.…
2014: la lucha debe continuar…
Entonces,
a nuestro amigo Howard Beale se le ocurre una brillante idea.
Dirigiéndose a su enorme audiencia televisiva le dice,
“Bueno: yo a ustedes no
los voy a dejar tranquilos. Porque yo quiero que ustedes se enojen. No
quiero que protesten. No quiero que les escriban a sus congresistas, porque no
sabría decirles qué deben escribir.
Yo no sé qué hacer con la
depresión y la inflación y con los rusos y el crimen en las calles. ¡Lo que sí
sé es que primero usted tiene que enojarse! Usted tiene que gritar “¡Maldito
sea, yo soy un ser humano! ¡¡Mi vida tiene valor!!”
Buena actitud. Vamos por buen
camino…
La
escena termina mostrando a gente común levantándose de la indolencia del sofá
para empezar a hacerse cargo de sus vidas cuando Beale les ordena:
“Así que quiero que
ustedes se levanten ahora mismo. Quiero que se levanten de sus sillas y que lo
hagan ahora mismo; vayan a la ventana, ábranla, saquen la cabeza por la ventana
y griten “¡¡Estoy terriblemente enojado y no voy a tolerar todo esto ni
un minuto más!!”
Aquello
fue en 1976. Hoy, en la antesala del 2014, nosotros entendemos todo mucho
mejor. Sabemos que debemos recuperar a nuestras respectivas naciones,
ilegítimamente secuestradas por usurpadores locales enquistados en el Estado,
al servicio de los dueños del poder global y su dinero que procuran fagocitar y
fusionar a nuestros países dentro del venidero gobierno mundial que nos tienen
preparado. Esta lucha debemos librarla con inteligencia y astucia.
Que este creciente despertar vaya transformándose en
acciones concretas es decididamente un hecho clave del año 2013, en el camino a
crear la necesaria masa crítica que nos permita empezar a revertir el desastre
planetario que estos monstruos han creado.
¿Será este el evento clave del 2014? No sé… ¡Ojalá!
Sí sé que una vez que se llega al punto de inflexión, las
cosas empiezan a moverse muy rápido; dramática y a menudo imprevistamente.
VER TRAILER |
(*) Un mundo implacable
Network, (Un Mundo Implacable) año 1976. Con Peter Finch,
Faye Dunaway, William Holden y Robert Duval, bajo las órdenes de Sidney Lumet,
en una película brillante.
Un análisis sobre el poder de la televisión, que retrata un
mundo competitivo donde el éxito y los récords de audiencia imponen su
dictadura. Howard Beale (Finch), veterano presentador de un informativo, es
despedido cuando baja el nivel de audiencia de su programa.
En dos semanas tiene que abandonar
la cadena, pero anuncia que antes de que llegue ese momento, se suicidará ante
las cámaras. Este hecho sin precedentes provoca una gran expectación entre los
televidentes y los propios compañeros de Howard, que tratarán de convertir la
destrucción de este hombre en un negocio muy rentable. Ganadora de cuatro Oscar
en 1977
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