24.3.14

Ahora que ya sabes lo que está sucediendo, de ti dependerá que podamos detener esto.

CHEMTRAILS, ¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN NUESTROS CIELOS?
   
“El control químico de la sociedad hará que el rebaño coma de la mano de su dueño sin percibir que va a la matanza”. Aldous Huxley

INTRODUCCIÓN

El que los cielos de nuestros campos y ciudades estén siendo  fumigados a diario, mediante  estelas químicas o chemtrails, por aviones sin identificar y con fines desconocidos, es una  realidad tan misteriosa como inquietante.

Si tenemos en cuenta que, la mayor parte de la población desconoce la existencia de este fenómeno, cuya comprobación  podrá  fácilmente verificarse en cualquier momento, comprenderemos la urgente necesidad de abordar uno de los secretos, a voces, mejor guardados de nuestro tiempo.

Por la trascendencia de su gravedad, por las implicaciones que encierra, por las especulaciones que justificarían el bombardeo masivo de estelas químicas con que dibujan nuestros cielos y por el silencio oficial con el que encubren esta realidad, he acometido la elaboración de este documento con la única finalidad de aportar un poco de luz
            
PRIMERA  PARTE:   DESCUBRIENDO  LAS  ESTELAS

Lo que voy a contarte a continuación, es rigurosamente cierto, aunque si nunca hubieras oído anteriormente hablar de ello, pueda sonarte a ciencia ficción.

Voy a hablarte, de las  “estelas  químicas” o chemtrails,  un inquietante fenómeno de carácter global que viene observándose en los cielos de nuestro mundo desde  1.995.

Un fenómeno que cualquiera de nosotros podemos verificar, preferentemente en horas diurnas y a  la  caída del sol, sin necesidad de sofisticados aparatos ópticos, y sin tener que desplazarte a ningún lugar especial, bastando  con  que observes el cielo en  el mismo  entorno  donde  desarrollas habitualmente tu vida, sea en el campo o en la ciudad.

Confieso que  la  primera vez que me  hablaron de  esto me  sonó muy raro, incluso a broma, lo mismo que  podría  estar pasándote  ahora  a  ti, por eso te sugiero que leas atentamente este documento y luego observes con atención lo que en él voy a tratar de indicarte, pues no estamos ante una cuestión de fe, sino ante  evidencias  perfectamente verificables.

Todo comenzó una veraniega tarde del año 2009, cuando fui invitado a observar, en el firmamento, unas  líneas  rectas  de  color  blanquecino  que, en  ocasiones, aparecían entrecruzadas y otras veces en  paralelo, una  observación  que  me sorprendió.

Tras sucesivas observaciones, constaté  que quién “dibujaba” aquellas  líneas en  el cielo, eran aviones  que, aparentemente, no  parecían tener nada de especiales, una primera  impresión  que  estaba  muy lejos de  ser  cierta.

A  partir de  ese momento, comencé  a  fijarme  en  las  características de las diferentes estelas que iban  dejando  tras de sí, aprendiendo pronto a discernir entre  las habituales  estelas  de  condensación  dejadas por los aviones, y las llamadas  “estelas químicas” cuyas rastros en los cielos nada tienen que ver con las anteriores.

SEGUNDA  PARTE:   ESTELAS  DE  CONDENSACIÓN  Y  ESTELAS  QUIMICAS

Las  estelas de condensación, son finas e inocuas líneas de color blanco, formadas como consecuencia del contraste entre la temperatura de los gases que emanan del avión y la temperatura de la atmósfera, y  que, a larga distancia, visualizamos como rastros  cortos que se difuminan progresivamente, y que no superan en más de 20 veces  la  longitud  de  unos aviones que, además, no están autorizados a volar por debajo de los  8.000  metros de  altura.

Por el contrario, las “estelas químicas”, son marcas multiformes generalmente en forma de líneas, que tras abrirse y  extenderse a lo ancho, persisten durante muchos minutos, hasta teñir  el limpio azul del Cielo en un sucio y feo blanco plomizo,

Además,  las  estelas  de “condensación”  son  siempre  rectas   y  en  una  sola dirección,  lo que  explica  que  el  trazado  de los  “dibujos” multi  direccionales que, tantas veces aparecen en los cielos,  no puedan  ser imputados a los aviones, ya  que  las leyes de la  navegación  aérea  limitan  el  número  de   aviones  que  pueden  sobrevolar una misma  porción  del  espacio  aéreo   en  un  espacio   de  tiempo tan corto

Por lo  tanto,  esos “dibujos” con  los  que  vemos “pintados” nuestros cielos, son atribuibles  a uno  o  varios “misteriosos” aviones que, volando muy bajo para asegurar la concentración de los materiales dispersados, “peinan” simultáneamente nuestros cielos siendo algunos de ellos detectados por los radares  convencionales  mientras que otros no lo son.

Maniobras con  las  que  no respetan las  distancias mínimas exigibles por las leyes de la navegación aérea, como la de que tengan que mediar distancias de 300 metros  en vertical  y, un mínimo, de  9  kilómetros, en  paralelo,  actuaciones que confieren a la atmósfera una  rara  sensación  de  neblina  antinatural, de hecho es fácilmente observable como los cielos cambian radicalmente del color azul inicial formando nubes artificiales de color blanco plomizo

En este sentido, he sido testigo de estallidos iridisados que recuerdan a las auroras boreales, como consecuencia de la entrada en contacto con la luz solar de metales cristalizados que esparcen las estelas en la atmósfera.

Pero, ¿qué son estos “misteriosos aviones”? Según el Observatorio de Geoingeniería  de  España, serían  aviones militares acondicionados al efecto  modelo comercial Mc Donnell Douglas KC-10, sin distintivos ni colores, fabricado  por  la  Fuerza Aérea  de los Estados Unidos, aunque otras fuentes que circulan por la red, sostienen que se tratarían de otros modelos como los  boeing 747 o el hércules sin  ventanas, reconvertidos para camuflar  su  verdadera  naturaleza evitando  despertar sospechas, lo que parece avalar la tesis de que, según la zona del mundo de que se trate,  los  modelos utilizados podrían ser diferentes. 

¿Cuáles serían  las bases  de despegue  y aterrizaje de estas aeronaves fumigadoras en territorio español? Según fuentes altamente cualificadas, los aeropuertos militares de  Manises, Torrejón de Ardoz, Jerez  de  la Frontera y San Javier, serían las bases  desde las que  estos aviones, aprovisionados de noche  por  camiones  de color blanco y protegidos por escoltas camufladas, cargarían sus arsenales químicos para dispersarlos horas más tarde sobre nuestra atmósfera.

Unas  aeronaves, cuyas  tripulaciones parecen estar compuestas por 4 miembros, desconociéndose  si los  pilotos  son   o  no  conscientes  de  sus  misiones y de quiénes las  ordenan, aparatos que, tras la carga de los aerosoles que van a fumigar, alcanzan un peso aproximado de 267  toneladas  (167 más que en vacío), 

Según  fuentes científicas de reconocidos laboratorios internacionales, estas estelas, que  algunos  conocen  como “ vertidos de la muerte”, estarían integradas por componentes químicos altamente  perjudiciales  para la biodiversidad, como el óxido de aluminio, sustancia altamente tóxica  que  no desaparece  una  vez  esparcida, sino que se concentra y acumula, provocando gravísimos e  irreversibles  daños a  todas las formas de vida conocidas.

Lo mismo sucede con otras sustancias que igualmente se ha demostrado que conforman dichas estelas tales como los  óxidos de titanio, sales de bario, silicio, estroncio y fibras de polietileno, o la diatomina, (producto que China ya ha reconocido estar utilizando para impedir las precipitaciones),

El esparcimiento de estas partículas tóxicas sobre la atmósfera está teniendo lugar, principalmente, sobre grandes núcleos de población, aunque también sobre superficies forestales, ríos y campos.

La dispersión en la atmósfera de estas partículas, constituye una desconcertante realidad y uno de los “secretos” oficialmente mejor guardados de nuestro tiempo, máxime teniendo en cuenta que, en  un  momento en el que la  desclasificación  de  documentos  es una práctica común, los chemtrails, por el contrario, continúan siendo  un enigma sin desvelar, aunque algunas instituciones, como el Parlamento alemán,  se hayan  visto obligados a admitir estar haciéndolo con el fin de “proteger al Planeta de las radiaciones solares”.

En esa misma dirección, tampoco los medios de comunicación se refieren a ellos como no sea para ridiculizar el fenómeno y, de paso, a  través de sus secciones meteorológicas, desinformar, calificando a quiénes denunciamos la existencia de esta realidad de “conspiranoicos” cuando no de paranoicos.

Por  su  parte, la clase política, continúa ignorando o incluso negando su realidad, como así ocurrió el 17  de  diciembre  de  2007 por parte del Alto Comisionado del Medio Ambiente de  la  Comunidad  Europea  a  preguntas del euro  diputado belga Erik Meijer, aunque, también es cierto que, el ex primer ministro italiano Antonio Di Prietro, admitió públicamente que los chemtrails estaban relacionados directamente con las bases que la OTAN tenía establecidas en Italia.

TERCERA  PARTE:   HIPOTESIS  DEL  FENÓMENO

Llegados a este punto, ha llegado el momento de plantearse cuáles serían las diferentes hipótesis que explicarían la existencia de este fenómeno:

La que cuenta con mayor aceptación sostiene que el objetivo pretendido sería la modificación  del clima y del tiempo meteorológico, para lo que se estaría creando una pantalla de protección frente a las radiaciones solares, dentro de una compleja operación secreta de carácter militar de bioingeniería, aunque estas prácticas estén prohibidas internacionalmente desde 1977.
Hay una segunda  hipótesis, que personalmente no comparto, según la cual se trataría   de una  experimentación biológica  a gran escala, cuyo objetivo  sería provocar  un cambio  obligado  en  las formas naturales  de producción agrícolas y, en consecuencia, en los  hábitos de consumo de los seres humanos y de numerosas especies animales, tesis que no comparto por la sencilla razón de que dicho objetivo ya están consiguiéndolo desde hace mucho tiempo con los pesticidas.

Una  tercera  teoría que tampoco suscribo; abogaría  por un presunto plan eugenésico con el que diezmar la población, un presunto ánimo genocida que encontraría, en la fumigación tóxica, una de sus armas más rápidas, silenciosas y efectivas de propagación de enfermedades, y cuyo principal beneficiario, producto del progresivo debilitamiento de los sistemas inmunológicos de los seres humanos, serían las multinacionales farmacéuticas, teoría que no suscribo porque existe una clara contradicción entre hacer desaparecer mucha gente si lo que se quiere es “explotar” económicamente sus enfermedades

Pero la  que es, sin duda la hipótesis más inquietante por estar avalada  por  las investigaciones  científicas más recientes,  es  la  que sostiene que se trataría de una compleja operación de nanotecnología cuya finalidad  sería  implantar, a través de los poros de la piel y de la respiración...  dentro del organismo humano, sensores microscópicos “más  finos que un cabello”, con el objetivo último de controlar la población mundial a distancia, hipótesis que ha trascendido tras la desclasificación parcial del proyecto de los servicios secretos aeronáuticos norteamericanos  “El Tiempo es una fuerza múltiple”, un plan a largo plazo que no estaría concluido hasta el año 2025.
Aquellos finísimos microtubulos, fruto de ingeniería genética, una vez penetraran por los poros de la piel tendrían la capacidad de auto regenerarse y auto reproducirse en el interior del organismo, y actuarían como balizas de seguimiento, según la investigadora Loretta Polgrassi, facilitando todo tipo de datos que se recogerían en un ordenador central ubicado en un satélite espacial, posibilitando así un control total de todo organismo viviente.

CUARTA  PARTE:    EFECTOS  QUE  PROVOCA

Veamos ahora algunos de  los efectos más importantes que están provocando la dispersión masiva de estas partículas nocivas:

El  primer efecto, como consecuencia de la dispersión de metales pesados, sería la contaminación del medio ambiente, a través de minúsculos trozos de plástico o fibras de vidrio principalmente de aluminio tanto   en  la  lluvia, como  en  el  agua  de  los ríos, plantas y masas  forestales (con incendios de dimensiones jamás vistos hasta ahora) o el cabello de los  humanos.

Un segundo efecto, sería la enorme modificación que están experimentando nuestros suelos de cultivo, ya que la acidez ha aumentando más de diez veces por encima de lo admisible, en puntos concretos del planeta,  repercutiendo en los humanos a través de los alimentos, el agua y la ionización del aire

Una tercera consecuencia, serían las  enfermedades directamente relacionadas con este “fenómeno”, pues, además de cuántas afectan al aparato respiratorio, dermatológico y nervioso, destaca especialmente el conocido como “síndrome de Morgellons”, descubierto por la doctora  norteamericana Hildegarde Stanninger, enfermedad de carácter psico somático reconocida por la OMS un síndrome referido al “polvo inteligente” que  el Pentágono denominó  “tecnología  estratégica del nuevo milenio”, y que  se manifiesta en forma de sarpullidos en la piel .tras la inhalación de miles de sensores microscópicos creados artificialmente, nano fibras encontradas en la piel cuya relación con los chemtrails ha sido sostenida  ya por algún científico y que más de dos millones de personas en todo el mundo podrían estar portando ya sin el menor conocimiento.
          
Para ahondar aún más en la dimensión de este enigma, me referiré, a continuación, a esas formas esféricas que han podido ser filmadas junto a los aviones que dispersan esas sustancias y que son conocidas con el  nombre de “caneplas”. ¿Pero qué son estas formas esféricas?

Por un lado, algunos investigadores sostienen que, dichas  esferas, marcarían el paso a seguir por los aviones a los que acompañan, mientras que otros especialistas, sostienen, por el contrario que, aunque todavía no se conoce el origen de estas formas geométricas, de lo que no hay duda es de que se tratarían  de una serie de artefactos cuya finalidad sería la destrucción de los vertidos químicos dispersados por aquellos.

QUINTA  PARTE:   CONCLUSIONES

Después de analizados todos estos puntos, cabe preguntarse:¡A quién se le ha podido ocurrir un plan tan maquiavélico? 

La respuesta es que son los mismos que llevan siglos haciéndote creer que eliges libremente a tus representantes, que provocan las guerras, que envenenan lo que comemos y el aire que respiramos, que nos intoxican con sus medicinas y que condicionan tu vida de deudor en base a un dinero que ni siquiera existe.

O es que, acaso, alguien, en su sano juicio, puede creerse que los políticos de cualquier país del mundo afirmen no saber nada de este fenómeno cuando no se atrevan a negarlo? Lo cierto es que estamos amordazados por la mano oculta de grandes corporaciones que han creado una “legalidad clandestina” en la que nadie se atreve a cuestionar lo que parece estar autorizado.

Pero, ¿qué están haciendo con nosotros?
Lo que parece claro es que, sea lo que sea, no parece  nada  bueno y si no  ¿por qué tanto secretismo?  ¿Qué hay de cierto en el presunto acuerdo secreto de los gobiernos del mundo con un tercero en  la  sombra, con objetivos que jamás se han dado a conocer?

Llegados a este punto hay que reseñar que, aunque oficialmente se hayan encargado de desprestigiar este fenómeno tildándolo de “leyenda urbana”, su  evidencia es ya tan incuestionable que, o bien este asunto se les ha ido de las manos (algo bastante improbable), o bien están interesados en que, cada vez, seamos más los habitantes del Planeta que  vayamos “familiarizándonos” con esta inquietante realidad.

En  este  sentido, se calcula  que  sólo  en  torno al 10%  de  la  población  mundial es  consciente de este fenómeno, mientras el resto, continúa  absorta  en la ignorancia, o lo que es peor, convencida de que se trata de una invención conspiranoica, sin imaginar siquiera, lo que podrías estar haciéndose con ellos (al  respecto, el primer Congreso Internacional sobre chemtrails se  celebró en  Bélgica  el  29  de  mayo  de  2010, mientras que  sólo  50  personas  acudieron en Madrid el pasado 17 de abril de 2011  a la concentración convocada exigiendo explicaciones sobre los chemtrails).

Después de haberte aportado estos pocos, pero creo que esclarecedores datos, te rogaría solamente una cosa: no te creas nada de lo que te he contado pero, a cambio, deja a  un lado tu  indiferencia y, cuando salgas a la calle un día soleado cualquiera, o en el atardecer de una tarde noche  limpia de nubes, simplemente observa  al  Cielo y, posiblemente, los verás; y si no fuera así, no te preocupes demasiado e inténtalo varias veces más, te aseguro que no te será difícil visualizarlos.

Tenemos una labor por delante consistente en dar a conocer al  máximo número de personas posibles y por todos los medios a nuestro alcance, la conspiración a la que estamos siendo sometidos, poniendo a disposición  de  nuestros  interlocutores, todas las evidencias de que tengamos noticia, con el fin de que comprueben, ellos mismos, la veracidad de los datos que les aportamos.

A partir de ese momento, has adquirido una  gran responsabilidad, porque  ahora ya  sabes  lo  que  está  sucediendo, de manera que de  ti dependerá  que circule esta información, única manera que tenemos para exigir que nos expliquen lo que ya no pueden ocultar.

De ti depende que podamos detener esto.


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