Vuelo MH370: La mayor conspiración negra de las últimas décadas
Gordon Duff,
veterano de la marina norteamericana en Vietnam, ha manejado en su sitio, veteranstoday.com,
una interesante hipótesis sobre el destino final del vuelo MH370 de Malasyan Airlines, en la que compromete
directamente a la CIA y al gobierno norteamericano -tanto con la desaparición
como la destrucción posterior del aparato en una remota e inalcanzable zona,
aún no determinada con exactitud-, validando la creencia de que las 239 víctimas poco
importaron a las autoridades estadounidenses.
La primera cuestión esencial es que la desaparición de
avión ha sido objeto de un manto de silencio, propiciado por varios servicios
de inteligencia, interesados en no dar luz pública a tan escabroso asunto. Fue, sin lugar a dudas, una operación negra de la CIA, bien pensada desde
antes y que involucró a todo el mundo de inteligencia actual. Algunos servicios
estaban interesados en parte de la carga y algunos pasajeros del vuelo, otros
se apresuraron a colaborar con la CIA para evitar que estos objetivos cayeran
en manos de otras agencias. Fue una batalla de acechanzas y ocultamientos, en
la que los hilos del espionaje se movieron con rapidez y precisión.
La aparición de indicios que ubican los restos en zonas
remotas e inexpugnables levantan las dudas sobre el paradero de las cajas
negras del Boeing 777-200 y si se podrá acceder alguna vez a las mismas.
¿Valdrá la pena obtenerlas alguna vez? Estoy seguro que ya fueron previamente
manipuladas y no arrojarán verdad alguna sobre la verdad,
Luego de que se avisara a los familiares de las
víctimas sobre la posible caída del avión en una zona remota, se trató de bajar
posicionamiento a la manipulación mediática sobre el tema. ¿Buscar resignación
en ellos? Tal vez. Esta noticia se apuntaló con las dudas de que los restos
fueran encontrados alguna vez y con un juego de especulaciones sobre el sitio
donde se produjo "el accidente".
Otro hecho que quiso esconderse es que EE UU, quien
cuenta con la tecnología capaz de hallar una aguja en un pajar, hecho del que
han alardeado desde su declaración de guerra contra terroristas en cualquier
lugar de la tierra, más que cooperar con la investigación la han obstaculizado.
Ellos cuentan con los medios capaces de manipular un avión desde tierra para
redirigir los vuelos, luego del secuestro de los aviones domésticos que
condujeron al ataque del 11 de septiembre. Es por ello que el
Boeing 777/200 contaba con un Fly by Wire, hecho para realizar
estas operaciones en caso de emergencia y devolver el avión, incluso sin ayuda
del piloto, hasta un lugar predeterminado en tierra.
No cabe dudas de que la prensa ha servido mucho para
cubrir ese manto oscuro sobre el MH370 y ha sido parte vital de la labor de
encubrimiento de lo que realmente ocurrió, jugando maliciosamente con la
opinión pública y con los sentimientos de los familiares. Especulación tras
especulación, rumores y dudas, han servido con ese propósito.
Lo cierto es que el avión siempre estuvo vigilado y
manipulado desde tierra. La vigilancia la realizaron los radares del Comando de
Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD) y los sistemas
instalados en el propio avión. Por otro lado, como señaló John Croft, en
un artículo en Flight Global, publicado en año 2006,
"Boeing recibió una patente de EE.UU. para un sistema que, una vez
activado, elimina todos los controles de los pilotos a regresar automáticamente
un avión comercial en una ubicación de destino predeterminada."
También desde hace años la CIA encargó a la
Raytheon Corporation, junto a la Administración Federal de
Aviación, la creación del sistema ARES, que les permitía dar seguimiento al
vuelo desde tierra y poder ubicarlo en cualquier momento de su ruta con
absoluta precisión. No obstante, también el fabricante de los motores para
estos aviones implantó en los mismos un dispositivo para emitir señales sobre
la posición de las aeronaves. Esto confirma que la labor comunicacional sobre
el caso fue falsa y manipulada, a pedido de la CIA y otros servicios de
inteligencia comprometidos en el caso.
Las hipótesis manejadas sobre el piloto y su ayudante,
especulando desde posible intenciones suicidas hasta una acción terrorista,
reclamada por algunos anónimos grupos violentos, así como su posible ruta hacia
Pakistán y Afganistán, fueron deliberadas falacias impostadas en la mente
inquisidora de las gentes. ¿Para qué esperar tanto tiempo para cometer un acto
de suicido? ¿Tienen los grupos terroristas la capacidad para esfumar un avión
de tales dimensiones, sin ser localizada su posición con la tecnología actual?
Claro que no.
Lo cierto es que el Boeing 777-200 se desvió de su ruta
inesperadamente y tuvo la capacidad técnica y disponibilidad de combustible
para alcanzar largas distancias. Esto no lo puso en duda nadie, de que el
desvío deliberado hacia el Índico sur es un absoluto disparate. El vuelo MH370
fue dirigido hacia otro lugar y se hizo usando la más sofisticada tecnología,
junto a la complicidad de varias naciones que hicieron la vista gorda,
involucradas en una de las mayores historias de conspiraciones negras de la
historia. Hasta la propia Rolls Royce, luego de armar aspavientos sobre señales
provenientes de los motores, dejó de dar partes al respecto y el MI6 no procuró
dar interés a estos avisos.
Las conspiraciones negras son así de tenebrosas. Los
doctores Dr. James Fetzer y Dean Hartwell insistieron que el ataque al World
Trade Center pasó inadvertido por cuanto existió un manejo deliberado de sus
señales de vuelo que los ubicaban siguiendo otras rutas, mientras los
mismos ya habían chocado contra sus objetivos. ¿Pudo Al Qaeda realizar esta
diversión de tal magnitud? Evidentemente no y esto confirma la implicación del
propio gobierno de EE UU y la inteligencia israelí en este auto ataque.
La hipótesis más consistente evidencia dos momentos
decisivos en la ruta del vuelo MH370. El primero fue su traslado enmascarado al
atolón de Diego García, donde se cumplió el objetivo de la CIA. Un segundo
objetivo fue el envío de avión, igualmente enmascarando su ruta, hacía una zona
remota del Índico o hacia la Antártida. La intención era desaparecerlo y no
dejar huella alguna, incluyendo la desaparición de algunos de los pasajeros, ya
que cuatro de ellos permanecieron secuestrados indefinidamente.
Otras dos hipótesis que no pueden descartarse son las
que evidencian que Israel tuvo que ver de alguna forma en la conspiración. De
acuerdo con un video transmitido por Dynamic Duo Weekly News, en que
intervienen Kevin Barrett y Jim Fetzer, se manejó el interés de Israel de
repetir la historia del aciago 11 de septiembre, estrellando el Boeing 777-200
contra algún objetivo situado en Europa y culpar deliberadamente a Irán. Lo
cierto es que, según Christopher Bollyn, Israel tenía escondido desde noviembre
de 2013 un avión réplica del Boeing 777-200 de Malasya Airlanes, identificado
como Boeing 777 2H6 (ER) - 28416/155, el cual presumiblemente usaría en
un ataque fatal contra objetivos en Europa o en algún país del medio Oriente
para culpar a Irán. La otra hipótesis es que el avión cargado de armas
biológicas podría ser usado como falsa bandera para propiciar una ataque contra
Ucrania, buscando culpar a Rusia. Este plan fue denunciado por Anonymus Ukraine
y puso al descubierto el interés de EE UU y otros países de la OTAN para buscar
un pretexto para atacar al gobierno de Putin.
Conspiración negra contra vuelo #HM370 (2)
Marzo 29, 2014
Rusia recibió una alerta temprana
en relación con una oscura conspiración que se tramaba por la CIA contra China
y contra su propio país, relacionada con el vuelo MH370. Al evaluar tal
amenaza, Putin ordenó a la Dirección de Inteligencia del Cuerpo de Estado Mayor
de las Fuerzas Armadas (GRU), al FSB y a las Fuerzas de Defensa Aeroespacial
(VKO) mantener un estrecho monitoreo a dicho avión y buscar antecedentes
relacionados con el mismo. Como resultado de las investigaciones, la
inteligencia rusa verificó que EE UU se involucró en el secuestro del Boeing
777-200, desviándolo a una base secreta ubicada en un atolón en Diego Garcia.
Las fuentes rusas determinaron que
el vuelo HM370 de Malaysia Airlines, identificado también como el
vuelo 748 China Southern Airlines, se escapó subrepticiamente del monitoreo que
le realizaban desde su despegue. Los rusos tenían conocimiento que este avión
constituía una seria amenaza para su país y para China por cuando era portador
de una carga con posible material radioactivo o armas biológicas.
Según las investigaciones
preliminares del GRU y la FSB, la sospechosa carga montada en el HM370 fue
trasladada vía EE UU- República de Seychelles, en un barco de bandera
estadounidense nombrado MV Maersk Alabama. Desde allí fue enviada a
Malasia en apenas unas horas, bajo la protección de dos agentes de inteligencia
de la US Navy, Marcos Daniel Kennedy, de 43 años, y Jeffrey Keith Reynolds, de
44 años, quienes fueron asesinados sospechosamente. Los mismos, se pudo
determinar, eran especialistas en traslados de arsenales bioquímicos y
nucleares, encontrándose empleados en una tapadera conocida como grupo Trident,
fundada por el Pentágono y ubicada en Virginia Beach, para servir de cobertura
para las Operaciones Especiales ejecutadas por los SEAL 's y otras
operaciones ultra secretas realizadas por grupos especiales de
tierra, entre las que se encuentran el traslado de materiales atómicos y
biológicos por todo el mundo, así como operaciones negras, particularmente las
relacionadas con el empleo de banderas falsas.
Cuando el GRU se percató de que la
carga había sido depositada en el vuelo HM370 con destino a China, avisó de
inmediato al Ministerio de Seguridad del Estado (MSS) de la posible y peligrosa
amenaza. China, por su parte, activó todos sus sistemas de defensa y
movilizó para recabar información en tiempo real. La medida principal adoptada
por el MSS fue desviar dicho avión a otro destino, es decir, cambiar Beijing
por un aeropuerto ubicado en Haikou Meilan International Airport
(HAK), en la isla de Hainan.
Todo estaba entonces preparado por
China para recibir el peligroso vuelo, pero parece que una filtración puso en
alerta a los EE UU, quienes determinaron el desvío del Boeing 777 – que por
entonces se acercaba al Mar de China Meridional, cerca de
las Islas Spratly-, hacia Diego García, distante a unos 3.447
kilómetros.
¿Cómo lograron pasar
inadvertidos en su maniobra de secuestro?
Primero que todo lograron
inutilizar temporalmente la actividad de China Mobile y particularmente los
centros ubicados en las Islas Spratly. Luego pasarían a emplear los más
sofisticados medios tecnológicos a su disposición para hacer “desaparecer” el
avión. Para lograr este escamoteo del avión ante la vigilancia de los radares y
satélites chinos, rusos y de otras naciones, emplearon el equipamiento de que
disponía el Boeing 777-200ER, es decir, manipularon Fly-by-Wire (FBW), logrando
mediante una interfaz electrónica convertirlo en un enorme drone. Igualmente,
hicieron que el avión volara a una altura tan baja que les permitiría burlar
los radares. Esencial era hackear también sus sistemas de
comunicación y el trasponedor, lo que se hizo por uno de los viajeros no
identificado hasta el momento.
Lo otro era relativamente fácil
por cuanto los satélites norteamericanos escudriñan al detalle esta zona y
disponen de información sobre el escape manipulado del avión hacia el atolón de
Diego García, que es un atolón de coral en forma de huella-tropical,
considerado territorio del reino Unido y usado por EE UU en forma de
arrendamiento. Es considerada una de las más secretas de las casi mil
bases usadas por el Pentágono y la CIA. Ha sido
empleada reiteradamente como punto de espionaje en el Índico y como
cárcel para aquellas personas que el gobierno norteamericano quiere “desaparecer”.
Fue una plataforma para desarrollar sus guerras contra Irak, Afganistán, Libia,
Siria e Irán.
No se puede negar que la trama de
espionaje, propia de las más insólitas películas de James Bond, ha dejado a los
propios servicios de inteligencia con múltiples incógnitas. La certeza de que
la carga era una amenaza contra China no da lugar a las dudas. El material
biológico, trasladado en complicidad con varias naciones, estaba dirigido a
atentar contra el país asiático, Corea del Norte o Vietnam.
Fuentes anónimas rusas ofrecieron
al diario Komsomólskaya Pravda algunas hipótesis que se estaban
manejando por el GRU y el FSB, así como el MSS. Una de ella se refiere a la
composición de personas que viajaban en el avión. Sin certeza y
especulativamente, el diario ruso sugiere lo siguiente: “Queda la sensación de que solo individuos
sospechosos iban a bordo: el piloto era partidario de la oposición malasia; dos
iraníes con pasaportes robados; demasiados pasajeros chinos con apellidos
iguales; un pasajero australiano que antes de volar dejó a su esposa su anillo
de boda y su reloj, y le pidió que lo entregase al primero de sus hijos que se
casara, como si supiera que no iba a regresar.”
Lo cierto es que dentro de los
viajeros había cerca de una veintena de empleados de la empresa estadounidense
Freescale Semiconductor, radicada en Austin, Texas, y
perteneciente a la multinacional Blackstone, propiedad
del famoso multimillonario Jacob Rothschild, la que se dedica al
empeño de elaborar un avión invisible para los medios actuales de detección, lo
que le da una notable importancia militar. Según algunas fuentes, dentro de
este grupo iban cuatro espías chinos que transportaban sensibles secretos que
afectarían a EE UU y que debían ser eliminados antes de entregar sus secretos.
Es evidente que esta amplia
conspiración ha estado encaminada a esconder la verdad, manipular a la opinión
pública mundial, con el apoyo de los grandes medios de comunicación, quienes utilizan
todo tipo de expertos, elaboran conjeturas y llenan de interrogantes hasta a
los mismos servicios de inteligencia de todo el planeta.
Descartada una decena de hipótesis
relacionadas con posibles suicidios, actos de terrorismo, alienígenas, complicidad
de los pilotos, desvio hacia otros países como Afganistán y Pakistán, parece
que la incógnita nunca será develada al público. Mucho hay en juego.
Por un lado queda la suspicacia de
que esta operación se le fue de las manos al gobierno norteamericano y la misma
pudo haberse filtrado al Mossad, al FSB y a otros servicios de inteligencia. No
caben dudas de que la suerte de los 239 pasajeros es y será incierta, así como
las indemnizaciones irrisorias en poco compensarán a los familiares de las
víctimas.
El gobierno malasio, presionado
por Estados Unidos guarda celosamente cualquier información relacionada con el
caso y demuestra un desmedido interés por cerrar el penoso evento. Muchas
habrán sido las presiones y promesas ejercidas sobre el mismo. Los casi 26
países implicados en la búsqueda estiman que los gastos de la mismas ascenderán
a casi 400 millones de dólares, mientras aún siguen buscando restos del avión
que indiquen su paradero.
Rusia y China, aunque tuvieron la
información precisa en tiempo real, vieron frustrados sus propósitos de
frustrar esta trama de la CIA y el Pentágono, capturando la peligrosa carga que
venía en el Boeing 777-200. No obstante, sacaron una victoria importante al
impedir que el vuelo llegara a su destino previamente concebido.
La pregunta que nos hacemos todos
es si el presidente Obama tenía conocimiento de esta operación negra realizada
por los servicios de inteligencia de su país, la cual arrojó 239 posibles
víctimas. Sería una prueba más de que es un portador inmerecido del Premio
Nobel de la Paz.
Algún día, espero que no muy
lejano, saldrán a la luz las informaciones sobre este triste episodio en el que
se mezclan la indolencia, la impunidad y la prepotencia. Por ahora, la gran
perdedora es la Humanidad.
Fuente: http://percy-francisco.blogspot.com.es/2014/03/conspiracion-negra-contra-vuelo-hm370-2.htmlnte
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