LA GUERRA: HITLER o PUTIN Peones fabricados.
Vienen tiempos dificiles, insospechados pero ya definidos.
Los paralelismos abundan. Esto está ya expresado.
El cómo actores, meros actores convencidos o presos de su
entorno, son presa de su áuge, o el áuge de su país, región o istmo, para dar
salida al amortizar la burbuja de falso dinero (1971, y aún 1913 y antes) que
no tiene remedio. No hay remedio, ellos no lo tienen ni quieren y a la vez no
hay remedio, nosotros.
Si pervive el antíguo sistema la guerra amortizará “esos
derivados” o dinero falso. Es una manera, la de siempre de amortizar burbujas
especulativas cíclicas (Venecia y hasta ahora) con pertinentes guerras
como solución a la burbuja. ¿Seres humanos? Carne desechable en pos de las
finanzas y el control de la energía (la madre del cordero absoluto) y por
supuesto el dominio del mundo, dadas sus locuras.
Pese a quien le pese la única manera de amortizar el
dinero falso, fiduciario, y sucedáneos (FIAT en sus vertientes) es la guerra
cíclica que amortiza lo falso poniéndolo en circulación:
La guerra como transformación de una economía civil en
otra militar. A partir de ello la economía florece, quien fabricaba cucharas y
a duras penas sobrevivía, ahora reviva fabricando balas, cañones, tanques,
misiles. Los gobiernos, ahora sí, pueden justificar ante el común su
endeudamiento (para que todo siga igual) pues el endeudamiento seco y como
tocomocho tiene sus límites de miseria hacia el común que inevitablemente va a
revelarse ante tamaña miseria.
Y más allá de ello, si les es necesario, procuran la
prolongación de esa miseria, o sea, la guerra. Propulsada la población mediante
ismos, medios, conductismos, ahora más que nunca, hacia su propia perdición
para que todo les, a ellos, siga igual.
Está referenciado hasta la saciedad. Cómo pergeñan, cómo
se mueven, cómo se movieron en diferentes ámbitos en, especialmente el siglo
XX, para que todo siguiera igual y aún mejorado, mediante el engaño y
obscurantismo hacia el común, sin brujas, eso sí, pero mediante el advenimiento
del electrón, la máquina, las comunicaciones y la informática.
Es en este devenir en el que uno se pronuncia hacia
fenómenos impuestos y ya relatados.
Hitler pasó a la historia? pero ahora viene Putin, como
fenómeno.
Tras el resurgir de la madre patria (orgullo patriotero,
medios inconmensurables propiciados por las mismas bancas que antaño, como lo
fue la de Hitler) Putin “se va a ver impelido” por circunstancias de Occidente
(cuando es ya Oriente) a dar el paso e invadir Ucrania.
Solo un detalle: Si se niega a invadir Ucrania seguirá
siendo Putin, si invade Ucrania será un adlater más en pos, como lo fue Hitler,
de un conflicto, ya anunciado por medios oficiales, de proporciones, del cual
solo va a surgir más muerte y destrucción hacia la población, mientras los
repartos se suceden escandalosamente para el que quiere estar atento.
El conflicto armado generalizado es ya realidad localmente
y regionalmente en el mundo. Queda por ver, aunque Ucrania y su baño de sangre
nos muestran el camino hacia el que vamos, hasta dónde serán capaces de
llevarlo.
Europa entrará en guerra, física, porque ya está en guerra
(preludios)
Oriente Medio no descansará en esa guerra.
Los Mares de la China verán esa guerra y también
Sudamérica.
Solo falta la espita, y la espita es que los mediáticos,
gurús economistas, el Papa, y los gobiernos de turno (Rassmunsen y sus
declaraciones) lo hayan declarado. Además, el botón nuclear está preparado,
tácticamente si quereis, pero preparado como elemento inmediato. Pues la OTAN no
puede competir con Eurasia ni jarto vino. Ante lo cual solo queda lo nuclear si
les es necesario (y lo buscan)
Viene el Armagedón, y está en nuestras puertas llamando.
Ignoro cuándo sucederá y si sucederá, pero hasta que no
pongamos una guillotina en nuestros parlamentos, en nuestros ejércitos y
nuestros bancos y familias de poder NO HAY ESPERANZA.
Y quiera mi Dios que me equivoque.
Aquí el artículo, o como
se crea un monstruo al uso:
HITLER: EL
MONSTRUO CREADO POR LA BANCA INTERNACIONAL
Este 6 de junio se celebra el 70 aniversario del Día-D y del desembarco de Normandía.
Los líderes mundiales,
encabezados por el presidente Obama sueltan sus empalagosos discursos sobre la
heroicidad de la generación que luchó contra el nazismo.
Más de 60 millones de personas,
es decir, el 2,5% de la población mundial, fue asesinada durante la Segunda
Guerra Mundial. La responsabilidad de esa inmensa pérdida de vidas se achaca
principalmente a Adolf Hitler y a los nazis.
Pero lo que queda excluido de la historia oficial es el hecho de que
Hitler y los nacionalsocialistas
no habrían llegado al poder sin la ayuda de los banqueros internacionales y de
las corporaciones estadounidenses y alemanas.
El profesor Antony C. Sutton, en su libro “Wall
Street and the Rise of Hitler” muestra
documentos que acreditan cómo financieros clave de Wall Street y otros
banqueros internacionales, subvencionaron a Hitler y a los nazis.
Sutton documenta cómo JP
Morgan, TW Lamont, Rockefeller a través de General Electric Company, Standard
Oil, National City Bank, los bancos Chase y Manhattan Bank, Kuhn, Loeb and
Company, y docenas de otros intereses empresariales, apoyaron y subvencionaron
a Hitler y a los nazis.
Escribe Sutton que: “Las compañías estadounidenses asociadas con los banqueros
internacionales de inversión Morgan-Rockefeller, estaban íntimamente
relacionadas con el crecimiento de la industria nazi”
General Motors, Ford, General
Electric, DuPont y “un puñado de empresas estadounidenses íntimamente
involucradas con el desarrollo de la Alemania nazi fueron, a excepción de la
Ford Motor Company, controladas por la élite de Wall Street, en especial por JP
Morgan, el Rockefeller Chase Bank y en menor medida por el banco Warburg Manhattan”.
El difunto senador Prescott
Bush, abuelo del ex presidente George W. Bush, fue director y accionista de
empresas que se beneficiaron de la maquinaria de guerra nazi y de la
destrucción de Europa.
En 2004 el periódico The
Guardian obtuvo confirmación, (en archivos recién descubiertos en los Archivos
Nacionales de Estados Unidos) de que una empresa de la que Prescott Bush fue
director estaba involucrada con los arquitectos financieros del nazismo.
Según escriben Ben Aris y Duncan Campbell: “Sorprendentemente
se ha hecho muy poco escrutinio público de los tratos de Bush con la Alemania
nazi, en parte debido a la condición de secreto que aún pende sobre la
documentación que lo involucran”
Curiosamente, gran parte de
esta información que vincula a los banqueros y a las corporaciones con los
nazis es ignorada por los medios corporativos y académicos.
Es hora de decir la verdad sin
adornos ni historietas.
Hitler fue directamente
financiado por Wall Street y por una camarilla de banqueros internacionales, que
se beneficiaron de un asesinato en masa sin precedentes.
La historia que nos cuentan es
una gran sarta de mentiras…y quién sabe si los mismos criminales que entonces
se lucraron, nos llevarán ahora a una nueva guerra, donde millones de víctimas
idiotizadas por la propaganda serán sacrificadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario