28.10.14

El tesoro oculto del Ser humano es el alma y es lo que hará que el humano se salve, evolucione y trascienda a esta época oscura que toca a su fin.

EL TESORO OCULTO DEL SER HUMANO

Ocultación, confusión, conspiración y ofuscación, todo ello sumado al constante mare magnum de emociones y sentimientos que nos abotargan. Somos nuestro propio
enemigo, gracias a la programación mental imbuida en nuestra educación, sumado a una realidad hipócrita y farisea, que nos permite tocar su fina piel y nos sume en un letargo, que acaba por enjaularnos de por vida. Un proceso costoso y altamente estudiado, una tecnología social tejida en una oscura y opaca lona, que por mas que dediquemos toda nuestra existencia en rajarla y descubrir lo que oculta, una mentira tan bien tejida y tan extensa, que finalmente no nos dará tiempo físico a deshilacharla completamente. Eso es lo que el Ser vestido de humano, no acaba de ser consciente, esa es la autentica verdad que no quieren que termines de averiguar.

Desde el minuto uno de vida la maquinaria del sistema se pone en funcionamiento, para evitar que conserves intacta toda tu luz, que el Ser que se encuentra estrenando traje humano, se percate de cual es su verdadero fin, los primeros años de adaptación al medio y de total dependencia maternal, están constantemente programados, para que ese pequeño e indefenso Ser, se centre y se adapte cuanto antes a la virtualidad física, a la programación de lo normal y a la asimilación de lo lógico. Son los padres, que inconscientes buscan insertar en la matriz a ese Ser recién llegado. Unos primeros años de reeducacion para que esa alma, desconecte definitivamente de la verdadera realidad. La inocencia, la curiosidad, la imaginación y la creatividad, son convenientemente extirpadas, para que el sistema educativo no detecte esas taras. Memorización, cuadriculación, esquematización… mentes robóticas y racionales. Finalmente terminan su educación programada y obligatoria, convirtiendo al Ser, en una herramienta engrasada y lista para lubricar la maquinaria social. El alma atrapada en un cuerpo y una mente esclavizada, aislada de su esencia y transformada en un simple recurso, una materia prima, sin sentimiento y sin alma.


…Pero, ¿Qué es el alma? Es eso que las religiones tergiversan, la ciencia niega y el 
humano temeroso rehuye. Es la verdadera partícula de Dios que jamás logramos encontrar en nosotros mismos, hasta que quizá es demasiado tarde o estamos demasiado enfermos. Es el secreto mejor guardado de aquellos que nos pastorean, es  la causa oculta y primordial, el delito no confeso, el pecado original con el que nacemos, es nuestro verdadero Yo. Todo aquel que se topa con la mentira, que logra ver la pesada lona que oculta la verdad, dará vueltas de peonza intentando encontrar el resquicio, por el que rasgar esa gruesa y oscura tela. El uroboro que girara inútilmente tratando de encontrar el modo, dar con la tecla y destapar definitivamente el pastel. El sistema tiene los resortes activos, para confundir y reinsertar a todo Ser que intente destapar la verdad. Todo aquel que persigue la mentira, jamás dará con la verdad, y esas piezas son estratégicamente repartidas en el tablero terráqueo, con el fin de que el sabueso olisquee el hueso, pero nunca dé con el.

Historia oculta, pirámides, arqueología inconexa, evolución, ciencia, objetos fuera de tiempo, dioses galácticos, mitos, leyendas, textos sagrados o apócrifos, ovnis, contactos, canales, filosofías, técnicas revolucionarias, tecnología, chakras, espiritualidad, reencarnación… teorías y mas teorías, hilos y mas hilos, falsos hilos de los que tirar, hilos que nunca se acaban y que nunca revelan nada, mantas de las que es imposible tirar, trozos infinitos de falsedad y mentira, con las que seguir comulgando, en una enorme rueda de hámster, quijotes que luchan contra los gigantes de la mentira, la conspiración y la ocultación, y se estrellan una y otra vez contra el mismo molino. El decorado de cartón piedra que estratégicamente fue puesto ahí, con el fin de marear la perdiz, pruebas y mas pruebas, que no prueban nada, indicios que indican lo estúpidos y errados que estamos. Lo lejos que nos encontramos de llegar a rozar mínimamente la causa de todo, y lo que todo esto esconde es el alma. El alma es el pegamento que todo lo une y todo lo relaciona, es la conciencia eterna la que persiguen estos, que se ocultan tras los roles de dioses, ángeles, demonios o extraterrestres. Todos y cada unos de estos personajes se mostraron ante el humano con miedo y recelo, a pesar de su supuesta superioridad tecnológica, porque la conciencia humana es tan poderosa que precisan de una compleja red tecnológica de control para mantenerla amansada. No son nuestros genes lo que buscan, no es nuestra sangre lo que nos distingue, no es el cuerpo lo que persiguen, si no el alma, esa conciencia inmortal que nosotros tenemos y ellos perdieron hace eones.

No hay visitantes, no hay dioses, no hay más que un teatro de confusión, un 
entretenimiento bien elaborado con el que mezclarse en el rebaño y no levantar sospechas, estos lobos, se ponen esas pieles de cordero, escondiendo su verdadero propósito. Ellos son tan presos como nosotros, ambos estamos completamente aislados al resto de civilizaciones que observan el partido ojiplaticos, que no se explican, como aun no nos hemos dado cuenta de este amaño. Nuestros pastores son mas esclavos que nosotros, porque nosotros somos eternos e inmortales, y tarde o temprano, por mucho tiempo que pase, miraremos esta etapa y nos reiremos, de esos entes que trataron de capturar a Dios. Ellos tienen fecha de caducidad, tienen el tiempo contado y su final ya esta escrito, solo hay que coger buen sitio y sentarse a esperar. Tenemos la mentalidad reducida por el concepto tiempo, una falsa medida que nos acota y nos impide enfocar desde una perspectiva mas amplia. Somos incapaces de englobar grandes espacios temporales, no vemos mas allá de unos pocos meses o años, por eso un plan que rige desde hacemiles de años nos supone un puzzle de una complejidad insalvable.

Los dioses extraterrestres que ayer nos manipularon y nos dieron las bases de una civilización, corrupta y psicópata, una sociedad idolatra y egoica, convenientemente engañada y confundida. Ellos, se toparon con el Ser y lo prostituyeron, lo esclavizaron y lo enjaularon. ¿Qué poseía ese Ser que lo hacia tan peligroso? Ese Ser tenia encerrada en si, la esencia divina, un verdadero tesoro, lleno de proezas y capacidades propias de un Dios, una esencia que ellos lograron extraviar. Su tecnología permitió apresar y enjaular a esos seres llenos de la esencia de amor de Dios, esos seres que poseían para si, la eternidad. El peligro que albergaba para sus captores era que si lograban desarrollar mínimamente todo su potencial, nada podrían hacer contra ellos. Estos Seres al tener alma, partían con la ventaja de un futuro plenipotente, algo que llenaba de miedo a los demiurgos que trataban de apoderarse de ellos, por eso utilizaron su miedo, para inundar el corazón y nublar la mente humana.

Las viejas religiones hinduistas, y el conocimiento oculto rezaba, que el alma solo era privilegio de unos pocos, que somos cuerpo, mente y espíritu, pero almas, solo hay unas pocas, para unos pocos. Este conocimiento esta contaminado y solo era un antiguo intento de despegar al Ser de su alma, ocultársela y no hacerle participe de su propio Yo. Trataron de evitar que recordara, manipularon y controlaron su mente y hasta el día de hoy, continua la confusión. Lograron la amnesia del Ser y la desconexión total con su alma. Esos entes sin alma, interactuaron, intervinieron y engañaron al Ser, consiguieron que olvidara y desconectara, lo transformaron en un Ser sin alma, un Ser racional, un Ser lógico, un psicópata, un desalmado. Una copia a viva imagen de su “creador”, ese creador manipulador, usurpador del trono real, en la realidad del Ser álmico. Ese psicópata usurpador que se hizo llamar dios, disgrego al Ser y lo enfrento en una burla a su naturaleza, una envidia y una ira, que descargo sin miramientos en sus primeros actos y provoco que la emanación del miedo de esos Seres, fueran los barrotes con los que enjaularlo eternamente.

Los dioses “creadores” eran Seres o alguna vez lo fueron, tenían alma y esta se expresaba y experimentaba a través de ellos, (como todo en la creación) de sus cuerpos, sus mentes y sus espíritus, pero la tecnología les ofreció la posibilidad de la inmortalidad. Estos Seres ignorantes eran inmortales, pero querían conservar su avatar, su reputación, su memoria y su nombre. Quisieron evitar el proceso de muerte, lograron vidas de miles de años, largas vidas en las crear imperios y conquistar mundos. Cuando llegaron a La Tierra y se toparon con sus inquilinos, y vieron en ellos la forma de alargar sus existencias utilizándolos como recurso energético. La tecnología les permitió manipular y atrapar al Ser en una jaula, una jaula invisible de la que no podría escapar, su propio cuerpo. Una vez los mermaron hasta el límite, tuvieron ante si, su mayor creación, su mayor conquista, atrapar y esclavizar al alma a través del cuerpo humano, y así esclavizando al hombre, lograron esclavizar a Dios.

Prosiguieron su búsqueda, en tratar de perpetuar su existencia, crearon los recursos y pusieron los medios, para que el flujo de Seres quedara atrapado en el planeta. Sus cortas y breves vidas, sin memoria y sin identidad, el Ser debía quedar atrapado y sin salida. Su tecnología les permitió crear el holograma, que los controlaba en vida y los reinsertaba tras la muerte. Un constante fluir del Ser, yendo y viniendo, a través de un medio antinatural de encarnación, una trampa en la que asegurarse un rebaño que fluía constante, un proceso industrial de reciclado con, una falsa muerte, un falso cielo, un falso plan de vida y una vida llena de farsa. Una filosofía y una religión como herramientas en las que cimentar las creencias que a ese sistema le convenía. Nacer con la tara de la culpa y vivir con el miedo al castigo, fueron las herramientas, para lograr su propósito, llenarles esa perenne nostalgia fruto de la desconexión con su Fuente, con mitologías que fueron transformando y adaptando según les fue necesario, nombres distintos, historias parecidas.

La celda del hombre acabo atrapando a su carceleros, los ángeles caídos, los demonios aquellos que reflejo las escrituras, quedaron atrapados en la cárcel, que tan sabiamente construyeron al hombre. Su tecnología no evito sus muertes, ellos como los humanos que fabricaron, acabaron muriendo, pero su tecnología les permitió perpetuar su memoria y su nombre, pero no sus almas. Muchas quedaron apegadas a esas identidades que quisieron conservar a toda costa y vagaron en ese estado entremundos, otros cayeron en su trampa y reencarnaron en humanos. Esa élite de antiguos dioses que hoy son humanos mediocres, psicópatas, que tratan de mantener su vieja gloria, a través de las herramientas que crearon en los inicios de esta civilización, hace miles de años. Estirpes y linajes, familias en las que acotar ese defecto de forma, en el que se convirtieron, sus existencias. Antes lograron extraer sus memorias y crear copias de seguridad que insertaban en cuerpos biológicos prefabricados. Clones de cuerpos casi robóticos, meras carcasas que momentáneamente servirían para mantenerse vivos y alimentar sus memorias, una forma antinatural de mantenerse virtualmente vivo, algo que esta escrito en la agenda transhumanista de la élite. Esos cuerpos prácticamente robóticos, habían sido usados para distintas labores antiguamente, pero ahora además servían como contenedor de memoria de estos fundadores, que intentaban no perderse para siempre, mientras aguardaban desencarnados como meros parásitos.

Esto de momento les servia a sus propósitos, perdieron su alma, pero perpetuaron su memoria, su nombre y su linaje, seguían siendo dioses eternos, pero sin la esencia de Dios. La tecnología les ha servido hasta ahora a sus propósitos, pero muchas de esas almas de antiguos dioses quedaron atrapadas, rehusaron a encarnar y decidieron parasitar de múltiples formas al Ser humano, otros continuaron su plan para tratar de insertar su memoria en el Ser. Secuestraron durante siglos a humanos y trazaron dos proyectos paralelos, por un lado atrapar el alma e insertar en ella sus memorias, por otro, tratar a su vez de hibridar nuevamente a ese humano, para lograr que esas almas que encarnen en esos nuevos cuerpos, adopten esa memoria parasitaria, tras el borrado de memoria postparto, una operación compleja de apropiación del alma y su manipulación, como si esta fuera un recurso mas. Estas dos formas de tratar de capturar o hacerse con el alma humana, nunca se realizo con éxito y no tiene visos de llegue a lograrse jamás, a pesar de siglos y siglos de experimentación, jamás lograron doblegar y manipular esa esencia divina, y continúan parasitando y manteniendo ignorante al Ser humano. Sus abducciones y sus tecnologías ovni, no son mas que un agónico recurso por tratar de evitar lo inevitable, por tratar de perpetuar lo finito. Su imperio cayó muerto hace siglos. Son sus tecnologías, las que tratan de evitar que el alma se percate de su esclavitud, que por fin sepa que este tiempo que experimenta, no es a través de su voluntad, si no a través de una conspiración por recuperar algo que nunca les ha pertenecido.

Esclavitud, envenenamiento, control mental, control social, control sexual fracción territorial, fracción lingüística y fracción de Fe. División y reubicación, dentro de una nueva división, un eterno fractal de filiaciones engañosas, de hermanos contra hermanos, del Ser contra el Ser, del alma humana enfrentada a si misma, en una perpetúa burla a Dios. Una mofa constante y ridícula de cómo el hombre mata al hombre, de cómo lo somete y como lo destruye. Como esa maquinaria se diseño para que jamás se reconociesen, jamás se amasen y jamás se encontrasen a si mismos. Lo físico es tan real, que nada que no pueda tocarse, podría intentar siquiera ser candidato a esa existencia. El alma expulsada de su hogar, en un coto privado de caza, en el que el predador, el lobo, entra en el gallinero pisando la alfombra roja y consumiendo con cubierto dorado, el fruto del sacrificio voluntario hacia ese endiosado monstruo.

Se acaba la transición, se acaba el imperio de la ignorancia, se acabo el ser fruto maduro de entes predadores. Ha comenzado la mudanza y estos incómodos inquilinos se van definitivamente, por muy remoto que parezca, por muy improbable que sea esa sensación, la realidad es esta. Nuestros ojos nos engañan, las muertes, las guerras, las pandemias, las operaciones de miedo social, no son mas que el inicio de los últimos estertores. Los amos de la granja no abandonaran lo que consideran suyo tan fácilmente, montaran un gran final en el terrario, digno de un Oscar de la academia. La última falsa bandera que ondee en su mástil, confundirá a muchas mentes, provocara muchas dudas, generara mucho miedo y provocara mucha muerte, será una salida desesperada y agónica, en la que muchos caerán en sus redes y formaran parte de la nueva franquicia holográfica. Ellos se llevaran sus elementos de control de la Matrix, su Luna y su tecnología y la instalaran en Marte, donde a día de hoy, esta construyéndose una bonita instalación para aquellos que presos del miedo, caigan en la trampa y sean “salvados” de las catástrofes que en la Tierra se produzcan.

Eso va a ser lo que haya que elegir, entre un mundo en supuesto caos o un nuevo puerto en el que empezar de cero. Un nuevo edén, en el que el nuevo Adán, no tendrá la opción de probar la manzana y será sometido bajo el yugo de un nuevo dios, que en el fondo seguirá siendo el mismo parásito. Mientras el alma humana libre, conocerá una nueva Tierra, en la que no habrá secretos, no habrá ocultación y no habrá velo que borre la memoria. Seres que vivirán sin enfermedad y sin miedo, conscientes e inmortales, pero para disfrutar de esto, hay que dejar de ser creer, dejar de temer y dejar de culpar, ser sordos ante sus mentiras, ser ciegos ante sus pruebas y ser mudos ante sus presiones.

El aislamiento del Ser humano es tal, al día de hoy, que la cúpula que lo aísla, es vista como una virtud, chocamos contra el vidrio, pero no nos percatamos, que su existencia es solo mental y no física. El tesoro oculto del Ser humano es el alma y es lo que hará que el humano se salve, evolucione y trascienda a esta época oscura que toca a su fin. Se acabo el perseguir la zanahoria conspirativa, se acabo la función para los illuminati, los reptiles o los grises, su película se acaba y al final el bueno siempre gana. El futuro es nuestro, ya hemos pasado por esto antes y sabemos como no tropezar de nuevo en esta piedra, esta vez ellos pierden, esta vez ellos se marchan y nosotros liberamos el planeta. Esto es obra de todos, es el fruto que recolectaremos al fin, que mas pronto que tarde, toda esta progenie negativa se marche para siempre de nuestra casa.


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