UN
DISEÑO PARA LA VIDA
Llegan
vientos de cambio, no solo la conciencia global esta en periodo de
transformación, sino que también se avecinan cambios al ras de
suelo, allí donde realmente
se palpa el drama. La política, la economía, el trabajo…
interiormente
sabemos,
que hay algo, que no sabemos describir, pero que intuimos que va a
salir fuera
y que va a ser palpable por todos.
Después
de años de espera, de ver que el cambio queda para más tarde, que
todo se
retrasa,
por fin se empiezan a notar las primeras brisas. La corrupción
política nos
salpica
a diario y nos damos cuenta que la democracia era la etiqueta que
justificaba el
reparto
de bienes, entre los nietos de los mismos que se lo llevaban en
regímenes anteriores.
La
democracia fue el modo en que nos dicen que elegimos, pero no quien
nos gobierna, sino quien nos roba, y a diario va quedando palpable
que ninguno puede tirar la primera piedra,
por mucho que traten de vendernos la honradez política y
democrática, de esos hombres y mujeres, queda claro que desde el
concejal del pueblo mas modesto hasta el presidente del gobierno, no
quedan manos limpias, ni bolsillos vacios.
Ninguna
institución se salva, la oscuridad que reinaba en la sociedad
acomodada de las décadas pasadas, no era más que una sociedad
dormida, metida en una burbuja de ilusión, vacaciones mentales con
pulserita “todo incluido” que ha permitido, que esto sea un tonto
el ultimo y que al ser explotada esa irrealidad, muchos se dieran
cuenta que vivían el sueño del quiero y no puedo. La banca era una
mentira, el dinero no lo era menos. Todo se consumió entre los
labios como tabaco seco, las mieles del éxito, realmente fueron las
hieles del fracaso y el todo vale, dejo paso al hasta aquí hemos
llegado. La santa crisis puso cada cosa en su sitio y ya no pudimos
mirar para otro lado, la miseria que veíamos en los anuncios de las
ong´s, ahora llamaba a nuestra puerta y se instalaba en casa
indefinidamente. Nos dimos cuenta de lo que realmente importa y nos
bajamos de la nube de una hostia.
Algunos
aun siguen en la inopia y a pesar de los palos, aun guardan la
esperanza nostálgica
de volver a caer en el sueño eterno de la falsa comodidad anterior,
otros se
zambulleron en el mar de la alternativa, la pancarta y la
indignación, pero el sistema fue diseñado para esquivar al pueblo,
para alimentarse de él, funcionar con su sangre, así
que esto tampoco supuso una solución, las protestas fueron
deglutidas y defecadas sin
ninguna consecuencia. Ahora nos venden el cambio y casi podemos
tocarlo con los dedos, lo tenemos delante y corremos para alcanzarlo,
solo podemos desear que cuando el cambio se produzca no nos demos
cuenta, que como auténticos burros, estuvimos persiguiendo otra
zanahoria mas.
La
detonación controlada del sistema ha hecho que súbitamente cambien
papas, monarcas, gobiernos (algunos próximamente). Los viejos
títeres que formaban parte de las vacas sagradas del mundo
empresarial, están siendo “jubilados” de forma súbita. La
balanza esta moviéndose hacia otro extremo, el imperio del
capital-deuda esta mostrando sus últimos estertores antes de morir,
este imperio como todos los anteriores mueren de éxito, como una
flor, justo cuando esta en su máximo esplendor, es cuando le
comienza a acechar el rigor mortis.
Cuando
por fin conquistan el mundo y consiguen imponer por la fuerza su
dominio, despierta en sus entrañas la metástasis que provoca que
todo se desmorone y con ellos, todo lo que tocaron. Esa es la
verdadera crisis. Un imperio que muere y un pueblo que pasa por todas
las fases de duelo, la negación, la frustración o indignación, el
dolor y finalmente la aceptación, solo a partir de aquí se puede
plantear un cambio social y este es el momento que estamos viviendo
hoy, hemos aceptado el fin del imperialismo, y vamos a enterrarlo con
mas pena que gloria, solo cabe esperar que al finalizar el sepelio,
sepamos encauzarnos y responsabilizarnos como es debido.
El
cambio ha de ser para tomar la soberanía, que nos fue negada durante
milenios. Debemos convencernos que no somos los seres viles y
monstruosos que nos vendieron los viejos sabios de Sión, que somos
soberanos y estamos por encima de todos ellos, que tenemos autoridad
y la vamos a ejercer.
Nuestra
toma de poder debe pasar por unos pasos transitorios, pero finalmente
debe desembocar en unas condiciones, por las que no debemos renunciar
en modo alguno, ni como raza, ni como pueblo. Unas condiciones
inapelables e innegociables, que garanticen la verdadera libertad del
Ser humano, su soberanía y su legitimidad para iniciar su propio
proyecto sin intervención externa, ni influencia de terceros.
SIN
DINERO
Existe
la engañosa creencia que el regreso al patrón oro garantizaría el
regreso de la
estabilidad
a nuestra sociedad, esto no solo es mentira, sino que es una treta
bastante
oscura
y evidente. El patrón oro no es nuevo, y nunca garantizo nada.
Anteriormente con
este
patrón vigente, existieron crisis y hambrunas, por lo tanto esto no
debe ser tomado en cuenta mas que como un modelo transitorio. El
verdadero objetivo que nos debe mover es la desaparición total del
dinero, sin concesiones, ni sustitutos, nada de trueques, ni valores
materiales en especies. Los metales preciosos y las gemas, deben
perder el estatus que poseen y ser un recurso natural mas, para el
desarrollo tecnológico humano.
Una
vez desaparezca el dinero, desaparece la desigualdad, el clasismo, la
delincuencia, la corrupción, la exclusión y todo lo negativo que
aporta el tener o no tener dinero. No solo debe ser tomado esto, como
algo utópico e irrealizable. No podemos aspirar a conceptos como la
energía libre mientras exista el dinero, no podemos aspirar a tener
derechos humanos mientras exista el dinero, ni podremos tener
autosuficiencia mientras exista el dinero.
SIN
PATRIA
La
territorialidad, la mentalidad fronteriza, encerrada en una bandera,
jamás podrá ser una mente libre. Luchar y morir por un trozo de
tierra debe quedar anclado en el pasado para siempre, nadie debe ser
dueño de nada en el planeta. Debemos subir al siguiente escalón y
tener una mentalidad planetaria, sin fronteras, ni banderas. Este es
otro escollo que debemos solventar, erradicar la programación
patriótica y borrar definitivamente la identidad encerrada en un
trapo de colores. Esta mentalidad básica y reptil, es la que nos ha
impedido progresar y es la que ha provocado que se justifique la
invasión y el sometimiento de una regiones sobre otras. Tenemos un
planeta entero que nos ofrece de forma desinteresada todo lo que
necesitamos, pero preferimos seguir acotando esos tesoros que se nos
ofrecen y continuar impidiendo que todos disfrutemos de ellos
libremente. Todo un planeta, pero lo despreciamos y caemos en
nacionalismos estúpidos e inútiles, los mas abiertos de mente se
proclaman ciudadanos del mundo, pero en realidad somos huéspedes y
debemos garantizar, que al irnos debemos dejar esto, mejor de lo que
lo encontramos. No somos dueños de nada, ni tenemos autoridad sobre
la tierra que pisamos, la Tierra es un ser vivo y debe ser respetado.
SIN
RELIGIÓN
La
religión es el cáncer del alma, es la negación de su propia
esencia, es la autoridad de la oscuridad. Una civilización que
pretende progresar en igualdad, sin diferencias económicas y
sociales, sin diferencias territoriales, con libertad física, debe
también liberar su mente necesariamente. Abolir la esclavitud física
que da el dinero y la esclavitud mental que otorga la religión.
Desterrar esos dioses que se transformaron, que cambiaron su nombre y
manipularon al hombre.
No
podemos caer otra vez en el mismo error, el dios que hundió las
antiguas civilizaciones, que saboteo todos los intentos de progreso,
que salvó y eligió a unos pocos, para continuar sembrando el caos y
la destrucción, para después transformarse en el dios del amor
jesuítico y seguir derramando sangre inocente dos mil años mas.
No
podemos seguir por más tiempo engañados, hoy señalamos a Sión y
esperamos su muerte, no debemos reencarnarlo, en forma de Dragón
encarnado u otra hermandad o
familia
foránea. Basta ya de someternos a voluntades externas, a dioses
traidores y guías oscuros.
Ningún
demiurgo debe continuar sembrando el caos en este planeta, ningún
pueblo debe ser tocado por la mano de ningún ente, nadie ha de ser
el elegido y ningún mesías leproso debe guiar nuestros pasos. Sin
religión, sin intervención, sin control mental, sin culpa y sin
miedo. Un Ser libre debe tener una mentalidad libre, de este modo,
existirá un libre albedrío real y tendrá la opción de reconectar,
si lo desea, a su propio origen, a su propio Dios real, a su propia
fuente y religar verdaderamente su alma.
SIN
MENTIRAS
Un
inicio bajo el convencimiento de delegar la soberanía a la
humanidad, debe pasar por un proceso de desclasificación
obligatorio. Se nos debe otorgar por derecho el verdadero
conocimiento de nuestros orígenes, saber realmente quien estuvo
detrás lastrando nuestro progreso e impidiendo que la paz aflorara
en nuestro pasado. Poner cara, nombre y apellidos a todos aquellos
que conspiraron e impidieron nuestro proceso evolutivo,
como seres conscientes, sean estos humanos o no.
Conocer
no solo nuestra historia y nuestro origen, sino también que se
esconde tras todas aquellas cuestiones que nos impiden vivir sanos,
conscientes y equilibrados. Conocer nuestro entorno, conocer nuestro
planeta, conocer nuestro sistema solar, sacar a la luz del día, toda
la información relativa a la habitabilidad de nuestro sistema y las
estructuras de vida que existen en nuestro entorno. Es indispensable
que nuestro arranque tenga consigo un proceso de responsabilización
tanto personal como colectiva y esto no puede ser efectivo sin el
conocimiento que nos ha sido negado.
Estas
cuatro grandes losas que hemos ido arrastrando en nuestro camino,
deben ser
elevadas
y acompañadas por unas pautas para asegurar la verdadera intención
que nos
indique
que realmente vamos a poder hacernos responsables de nuestro futuro.
Un ahora,
donde toda la tecnología y toda la industria creada para nuestro
sometimiento y nuestro
control, sea desmantelada y destruida.
Debemos…
Desmantelar
y destruir, toda la tecnología de control mental insertada en
nuestro sistema, desactivar la Luna, destruir el sistema de pirámides
y obeliscos y dejar de emitir en frecuencias electromagnéticas que
fueron claramente diseñadas para la hipnosis colectiva.
Desmantelar,
destruir y erradicar toda la tecnología de control del clima,
calentamiento ionosférico, fumigación de nanopartículas en los
cielos, y la manipulación artificial de las placas tectónicas. Es
totalmente necesario empezar a respetar el clima y evitar convertirlo
en una herramienta de extorsión.
Eliminar
todos los tóxicos químicos de las aguas y de los alimentos,
erradicar toda la manipulación genética de los vegetales y
erradicar la explotación animal.
Desmantelar
toda la industria alimenticia basada en la explotación y la
artificialidad, que no es responsable ni con el medio ambiente, ni
con la salud del consumidor.
Equilibrar
y repartir de forma global los recursos, liberar las semillas e
impedir que la burocracia mercantil se apodere de esos recursos que
el planeta nos dona.
Erradicar
las formas de energía que supongan un lastre en nuestro avance, y no
permita el libre acceso de esos recursos de forma universal. La
energía debe ser libre, gratuita, accesible y limpia, para todos, y
para el planeta. Los sistemas de explosión deben dejar paso a otros
sistemas que sean mas justos y mas inmediatos, que impidan una
monopolización de ese recurso y abra la posibilidad de desarrollo y
progreso, de todos aquellos, que finalmente se beneficien de estos
modos de energía.
Erradicar
la industria química y la industria farmacéutica, que a día de hoy
carecen de ética y no velan por la salud ciudadana. Convivencia de
distintas terapias y distintas formas de tratamiento libre y
gratuito. Un gremio medico destinado a sanar y no a paliar como hasta
ahora. Volver a poner en activo el código hipocrático deontológico
que a día de hoy ha dejado de estar generalizado dentro del sector
medico.
Restauración
de los valores de género que a día de hoy han quedado desvirtuados
y tergiversados. Devolver a cada género el rol que le pertenece y
dar la opción de elegir de forma libre el patrón que desempeña
cada genero en el entorno social, laboral y familiar. Convivencia
basada en el respeto, protección a la vida, la infancia y la vejez.
Guardar un equilibrio natural entre los roles masculinos y femeninos,
sin que supongan una solapación o posición de autoridad de unos
sobre otros.
Eliminación
de todo tipo de armamento así como la desaparición de las milicias
y los cuerpos de seguridad. Demolición de lugares de confinamiento
como acuartelamientos, cárceles, campos de concentración o de
refugiados, y reservas raciales. Identificación de entes sin
conciencia, los cuales han estado históricamente relacionados con la
política, la iglesia, la banca, el crimen y el tráfico humano.
Eliminar
el corporativismo, la burocracia legislativa, los documentos
identificativos, los reglamentos, tratados,pactos, contratos, todo lo
que implique una posición de superioridad de un ser sobre otro o una
desigualdad. Nadie es más que nadie y los elementos de juicio han de
ser suprimidos, así como todas y cada una de las leyes.
Finalmente
erradicar toda aquella tecnología e ingeniería social, que este
pensada y diseñada para la fragmentación, la división, el
enfrentamiento, la exclusión, la desigualdad y la iniquidad. La
tecnología debe obedecer a la conciencia, debe ser una herramienta
de progreso, no un objeto de sumisión como sucede hoy. El
pensamiento ideológico debe ir orientado al bien común, al avance
general y al compromiso social, ninguna idea debe quedar por encima
del ser humano, nada surgido de la mente puede pesar más que la
conciencia.
El
diseño final de una civilización soberana, debe ser un diseño para
la vida, para
mantenerla,
para cuidarla. Un diseño de vida en común en libertad, disfrutando
de la Tierra que nos acoge y recorriendo su orografía sin trabas.
Casas con puertas abiertas, puertas sin cerraduras, el fuego del
hogar disponible a cualquier hermano, compartiendo con orgullo tu
plato, regalando con honra tu esfuerzo y tomando con humildad las gracias.
Esto
no puede ser una utopía simple, si de verdad nos están ofreciendo
una posibilidad real de cambio. Esta debe ser una revolución
progresiva, lenta, pero segura, no una simple reforma, ya aprendimos
que las promesas de hoy son las cadenas del mañana, no podemos caer
otra vez en el mismo error y confiar en el pan para hoy, hambre para
mañana, como hasta ahora. Si reclamamos la libertad, debemos tener
la responsabilidad de saber administrarla, ser ciudadanos del mundo y
a la vez soberanos de la Tierra. Gobernar con mano de hierro nuestros
bajos instintos y alimentar con guante de seda nuestras emociones.
Sin caer en la vergüenza, ni el ridículo, que durante siglos nos
señalaban las mentes psicópatas al ver manar nuestras lagrimas. La
sangre no puede manchar más la tierra, las vidas de los inocentes no
deben quedar más expuestas, la injusticia no debe gobernar los
corazones y el rencor se lo ha de llevar el viento.
Ni
los sabios de Sión, ni la familia Dragón, ni la hermandad blanca,
ni nada que se le parezca, ningún grupo de iluminados, son los que
deben decidir sobre nuestro futuro. No es momento de remiendos, ni de
nefastas segundas partes, no debemos aceptar ningún parche, no
queremos salvadores, tampoco reformadores, gestores o tecnócratas,
sino revolucionarios con conciencia, gente comprometida con el
pueblo, con nuestra raza y con el planeta, humanos tomando las
riendas del futuro humano, personas sintientes, sin miedo, con los
pies en el ahora y la mirada en el mañana.
Nuestro
próximo paso ha de ser, conquistar nuestra propia soberanía
No hay comentarios:
Publicar un comentario