EL MAGO, LA MANIPULACIÓN INVISIBLE (3)
" Te advierto, quien quiera que
fueres, ¡Oh! tú que deseas sondear los Arcanos de la Naturaleza, que si no hallas
dentro de ti mismo aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera. En
ti se halla oculto el tesoro de los tesoros...
¡Oh! hombre, conócete a ti mismo y
conocerás al Universo y a los Dioses"
4.500 años ha esperado este texto en el frontis del
templo de Apolo de Delfos para desvelarnos su secreto. Muchos antes, una
contracción de este texto deslumbró a los grandes pensadores como Sócrates,
Heráclito, Quilón de Esparta, Tales de Mileto, Sócrates, Pitágoras, Solón de
Atenas:
"Conócete a ti mismo"
La frase se atribuye en ocasiones -erróneamente- a
Sócrates, pero él ya la conoció de sus antepasados, transmitida quizás por los propios
dioses a través del Oráculo de Delfos (*), uno de los más importantes de la
antigüedad. Dioses que ya sabemos que no eran más que un sincretismo de los
dioses sumerio-anunnakis, cuya longevidad les ha hecho transversales a todas
las civilizaciones de la historia.
(*) Oráculo es el mensaje que daban los pitonisos y sacerdotes (los
primeros delegados del poder divino o capataces) en nombre de
los dioses. Por extensión, también se llama
así al lugar sagrado donde se acudía para consultar a los dioses.
"Conócete a ti mismo" ya es de por si una frase tan sugerente como breve,
pero si es observada en el contexto de un oráculo, que la recibe directa de los
dioses, se abre un nuevo significado de mucho más alcance: Averigua sobre tí mismo,
sobre tu cuerpo y tu mente y conocerás la historia, conocerás el Universo y
conocerás sobre nosotros los dioses, que de hecho es la frase completa grabada
en Delfos:
"Conócete a ti mismo
y conocerás al Universo y a los Dioses"
No pretendemos estar a la altura de Sócrates y sus
colegas, ni de las pitonisas de Delfos pero recogemos el desafío de los
diositos y lo estamos dando todo para que su mensaje encriptado se les vuelva
en contra y les estalle en su "divina" cara.
Eso sí, con toda modestia, nosotros lo mejoramos porque le añadimos otra gran
frase, también en su versión completa (Juan 8:32)
"y conocerán la verdad, y la
verdad los hará libres"
Otra gran frase que no ha perdido valor a pesar de
su banalización.
Entonces, proponemos esta fusión:
"Conócete a ti
mismo, conocerás a los dioses y conocerás la Verdad,
y la Verdad te hará libre
Aunque esta frase tan completita también tiene otra
lectura:
"No busques siempre fuera la solución, pues está
dentro de ti", donde "fuera
representa a una extensa colección de
libros, cursos, técnicas espirituales, amuletos, gurús, adivinos, terapias
revolucionarias, etc
En los dos artículos anteriores hemos conocido los
diferentes algoritmos -disonancias y sesgos- que los dioses programaron en
nuestro cerebro, para perpetuarse en su olimpo divino sin que los humanos
inferiores pudiéramos ascender a él. Quedan aún más intervenciones sobre
nuestra raza a las que posiblemente aludían los dioses en su mensaje de Delfos
y los iremos desvelando en el resto de artículos, pero en esta entrega nos
vamos a dedicar a conocer cómo de importante puede llegar a ser la sentencia
favorita de Sócrates. "Conócete a ti mismo", porque si tú no lo
haces, vendrá alguien que te conoce más que tú y podrá jugar contigo como el
ventrílocuo hace con sus muñecos. Quizás los sacerdotes de Delfos quisieran
avisarnos... o amenazarnos.
Como moldearon nuestro
cerebro
Si quieres conocerte a ti mismo... debes antes
conocer tu mente, sobre todo si eres de "los que confunden lo que piensan con lo que son". Todos los grandes magos e ilusionistas
conocen tu mente a la perfección y eso les permite engañarte a voluntad, pero
ahora vamos a desvelar su verdadero secreto...todos sus trucos, manipulaciones y engaños
ocurren primero en tu mente.
A continuación descubriremos que sus palabras
mágicas no son del tipo "Abracadabra", sino
mucho más simples y cotidianas. "El Mago" sólo necesita pronunciar estas dos palabras
"Atención" y "Continuidad" para construir todas sus trucos
y manipulaciones...
1 ·La ecuación de la Ansiedad
2 ·El arte de la Atención
1·La ecuación de la
Ansiedad
Los grandes ilusionistas
nos engañan con tanta facilidad porque conocen bien las debilidades de nuestra
mente y porque son expertos manipuladores de la atención. Su éxito radica simplemente
en saber dirigir nuestra atención lejos de donde están efectuando sus trucos.
No es que su mano sea más rápida que nuestra vista, sino que sabe cómo funciona
nuestro cerebro y sabe cómo ocultarle las cosas. No es nuestra vista la que
falla, sino la mente y es que un mago posiblemente sabe más sobre su
funcionamiento que muchos psiquiatras y neurocirujanos.
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