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29.10.15

El universo funciona por solidaridad amorosa y libertad absoluta de cada una de sus partes que comparte la energia/información/conciencia

LA PROYECCION DEL NUEVO FUTURO


Ya todo depende de nosotros. Dos mil años de silencio e inacción frente a los horrores del mundo han hecho que empecemos a desconfiar de la bondad de Dios, considerando que es, al menos, indiferente. Sin embargo, esto no es así; la confusión surge de nuestro desconocimiento y de creer que Él iba a hacer las cosas por nosotros, mientras tan sólo lo adoráramos.

Personalmente, creo que ese Dios bíblico de los judeo-cristianos es un impostor, en cierto sentido. Creó la Tierra tal como la conocemos, o, para ser más exactos: creó las circunstancias por las cuales la tierra es como es. Su creación contradice la Ley Universal (Dharma), pero nadie cree en quienes hemos venido a corregir el error, ya que su maquinaria de poder y manipulación supera el alcance de la razón.

Además de esto, la verdad es demasiado grandiosa como para ser creíble. Cómo mostrale ahora a la humanidad que su Dios Yahve es un impostor, que somos monitoreados desde la Luna; que la Luna es, en realidad una nave gigantesca con un servidor, que siempre estuvo habitada y que nos dominan a través de nuestros centros emocional y mental.

Muchos reclaman: si aseguran eso y tanto quieren ayudarnos, por qué no vinieron antes… Lo hemos hecho. Vinimos hace 350.000 años e intentamos, muchas veces, derrotar a la mentira, con éxitos parciales. Como no somos una raza exterminadora, no es difícil para el enemigo reconstruirse y encontrar nuevos idiotas a quienes convencer de sus patrañas. Siempre hay gobernantes dispuestos a la conquista.
Sin embargo, hay un punto de inflexión en todo esto y es que, una vez, que el individuo deja de ser controlado totalmente por el inconciente colectivo de la humanidad (el programa lunar), comienza a despertar a toda la realidad con rapidez.


Aún así, uno u otro vestigio de debilidad pueden retornarlo, también rápidamente, a una postura recesiva donde negará con furia la verdad que antes veía tan claramente. Esto es porque existen unos programas “reprogramadores” que actúan en determinadas circunstancias y con bastante efectividad.

Nuestro trabajo es mostrarle al individuo los hilos del titiritero, para que él mismo los corte a voluntad. Nosotros no hacemos nada por el paciente, excepto señalarle cuál es la enfermedad y dónde está el remedio.

El programa lunar, por su lado, incluye un recuento falso de la historia, no sólo del pasado, sino de acontecimientos tan cercanos como la Segunda Guerra Mundial. Algunos estragos del presente nos dan prueba de elementos que nos hacen dudar de la veracidad de la historia, pero mientras estamos dispuestos a ver con cierta facilidad lo que sucede con respecto a Siria, Afganistan, etc. no somos tan amplios cuando se trata de indagar la verdad acerca de los hechos de la segunda guerra.

En verdad que, para limpiar nuestra conciencia de las mentiras que han sembrado en ella, debemos barrerla por completo, comenzando por el Genesis y llegando a nuestros días, dudando hasta del Holocausto.
Las doctrinas orientales, por su lado, tienen más elementos de liberación que las judo-cristianas, pero el nivel de infiltración que han sufrido las hace merecedoras de una profunda reflexión antes de aceptarlas aunque sea en forma parcial.

Sin embargo nosotros no somos negadores de los “maestros”. No creemos en la adoración, porque ellos son iguales a nosotros.

Como asegura una escritura védica: “Nada por nada es superior a mi, todo incluído está en mí, como sarta de cuentas en hilo de collar”.

Concebir un universo jerárquico, piramidal, es parte de la falacia de la Kabalah; pues así es como ellos controlan sus posesiones (con nosotros incluídos)

Observen cómo funcionan las instituciones religiosas, los gobiernos, los bancos, las empresas y las fuerzas militares: en base a jerarquías y estructuras piramidales.

Ese es el arquetipo básico de la estrategia de la Kabalah: poder, competencia, piramidalidad… Donde la base de la pirámide somos, siempre, la mayoria sudorosa y sufriente.

La vieja nueva es que el universo no funciona por competencia ni por jerarquías. El universo funciona por solidaridad amorosa (comparte) y libertad absoluta de cada una de sus partes que comparte la energia/información/conciencia en forma igualitaria.

Desde el centro de todas las galaxias, hasta el centro de cada galaxia, hasta el de cada sistema, la energia/informacion/conciencia se traslada como en una gran red “wi-fi” tocando por igual a todos los seres… menos a los que están controlados por el programa de Yahve.

La humanidad tiene que reemplazar el programa lunar de Yahve, el inconsciente colectivo, por el programa del creador del Universo, el programa cosmico “Dharma”.

La acción individual se basa en la difusión de estas ideas y en el trabajo en uno mismo, el cual se trata sólo de ESTAR ATENTO, mantener “tibia” la conciencia, evitando que el programa emocional nos controle, evitando difundir ideas y creencias del arquetipo Yahve. Buscando el diálogo, la lectura y la asistencia a espectáculos edificantes. El contacto con la naturaleza es fundamental para este regreso a lo básico, incluyendo el programarse para desarrollar cierto tipo de agricultura.

El nuevo paradigma no implica la renuncia a los avances científicos, sino su uso racional y benéfico. Básicamente lo que puedas, personalmente, imaginar como un futuro feliz y avanzado, con recursos suficientes para todos.

No se necesita que pienses cómo se realizará este sueño. El ponerse a buscar cómo, nos pondrá de nuevo en las manos del demiurgo que controla nuestra mente. El acto de soñar es intuitivo y espiritual, es un acto de creación no de especulación.

Una vez que estemos sintonizados en la frecuencia del sueño positivo del futuro, las energías universales acudirán para hacerlo realidad. Otra gran mentira del demiurgo fue :”ganarás el pan con el sudor de tu frente”; cuando la verdad es que todo nos llega “por añadidura”, por el sólo deseo.

El futuro nos espera en la quinta dimensión, cuando podamos superar la visión del tiempo que obstaculiza nuestra mirada. La quienta dimensión es el plano de nuestras proyecciones, de nuestros sueños, el plano astral. Todo lo que imprimamos en esa dimensión quedará en espera de que la masa crítica de seres humanos sueñe en lo mismo. Entonces, se producirá el cambio.

Ya hemos impreso en el futuro la nueva realidad, donde impera la fuerza del verdadero amor universal, donde la vida no cesa, no hay enfermedades, ni violencia, ni sufrimiento, donde somos titanes creadores de nuevos universos. Esa realidad está allí esperando… a que tú llegues…

 https://centinelanocturno.wordpress.com/2015/10/23/la-proyeccion-del-nuevo-futuro/

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