BASES PARA LA TIRANÍA QUE PRONTO SUFRIREMOS TODOS
Atención a lo que vamos a contar en este
artículo: el nivel de tiranía y control al que nos estamos acercando es tan
terrorífico que parece propio de una película de ciencia ficción.
Y como veremos en este artículo, todo apunta a que nos afectará a
todos.
Según informa la web Techdirt: China va a crear un
método para clasificar a los ciudadanos según su obediencia y sumisión a las
autoridades.
El
gobierno chino ha ordenado un sistema de calificación para todos sus ciudadanos
conectados a la red. Se parece a una calificación crediticia, pero es algo
mucho más profundo que simplemente una medición del riesgo financiero ligada a
una cifra.
Es una
manera de definir a las personas en términos de los objetivos del gobierno.
Todos los
ciudadanos recibirán una puntuación de entre 350 y 950, que estará vinculada a
su documento nacional de identidad. Actualmente esta puntuación será
voluntaria, pero el gobierno chino ya ha anunciado que va a ser obligatoria a
partir del año 2020.
Esta
calificación numérica servirá para medir la conformidad de cada ciudadano con
el gobierno.
Las cosas
que harán que la puntuación de una persona baje, serán la publicación en las
redes sociales de opiniones políticas sin la autorización previa de las
autoridades, o la publicación de información que al régimen no le guste, como
por ejemplo, hablar de la masacre de la Plaza Tiananmen o del colapso de la
bolsa de Shanghai, por poner dos ejemplos.
Para
mantener la “puntuación”, el gobierno necesitará vincular los carnets de
identidad con la actividad en línea. Esto permitirá que el gobierno alcance un
control casi total de Internet y de sus ciudadanos.
Estos
ránkings no afectarán solo la actividad en la red, sino que afectará casi todos
los aspectos de sus vidas.
Se cree
que muchos ciudadanos considerarán las puntuaciones más altas como símbolos de
estatus social.
Tristemente,
muchos chinos parecen estar abrazando la puntuación como medida de valor
social, con casi 100.000 personas presumiendo de sus puntuaciones en el
equivalente chino de Twitter.
Este
programa gubernamental se alimenta de los deseos competitivos naturales de los
seres humanos. Puede que no haya tabla de clasificación oficial, pero no sería
descartable que en un futuro se publicaran estas “puntuaciones de los
ciudadanos”, para que cualquier persona pudiera participar en este concurso de
puntaje de medición no oficial.
El
gobierno, obviamente, se da cuenta de esto, ya que ha vinculado determinadas
ventajas a determinados niveles de puntuación.
Las
personas con puntuaciones más altas serán recompensadas con beneficios
concretos.
Los que
llegan a 700, por ejemplo, obtienen un fácil acceso a un permiso de viaje a
Singapur, mientras que los que llegan a 750 obtener consiguen visados aún más
valiosos.
Una forma
tremendamente efectiva de controlar los corazones y las mentes de una gran
parte de la población.
¿Y quién
va a administrar y ejecutar este sistema enfermizo de control social?
Pues
bien, el programa será administrado por Alibaba (la respuesta de China a
Amazon) y Tencent (la enorme red social compatible con el gobierno del país).
Dos grandes corporaciones.
La
puntuación de cada ciudadano será generada no sólo por sus actividades, sino
por las actividades de los amigos en su gráfico social, es decir, las personas
que se identifican como amigos en las redes sociales. Su puntuación bajará por
hacer cosas como especular sobre la corrupción oficial, criticar a las
autoridades o participar en las actividades que en estos momentos el Estado
chino quiere combatir, como por ejemplo, jugar a videojuegos.
Esta
idea, propia de una distopia de ciencia ficción, permitirá controlar a la
población mediante un paternalismo estatal, una vigilancia completa a nivel
tecnológico y social y asociar la desobediencia a las autoridades a un
sentimiento de desprestigio social y culpa.
Quizás
mucha gente crea que esta idea disparatada solo puede aplicarse en una
dictadura comunista como la china, pero que nadie se engañe: los primeros pasos
hacia la instauración social de estos conceptos en las sociedades occidentales
ya existen y los vemos reflejados en las visitas, los followers o los likes en
Facebook.
Todos
ellos representan un nuevo y sutil sistema de clasificación social y llevan
asociado algo parecido a un “estatus social” y a una “popularidad”.
Solo hace
falta cambiar los términos utilizados para construir un artefacto similar en
cualquier país considerado “democrático”.
Por
ejemplo, para instaurar en occidente un sistema de puntuación de los ciudadanos
parecido al chino, lo único que debería hacerse sería cambiar la nomenclatura,
es decir que en lugar de asociar explícitamente la puntuación a la “obediencia
al gobierno”, la calificación fuera asociada con “la actitud cívica o
convivencial” de cada ciudadano.
Nuestra
puntuación de “prestigio social” podría ser rebajada si insultamos, si faltamos
al respeto a alguien, si nos mostramos políticamente incorrectos con algún
colectivo que sea considerado “vulnerable” (mujeres, gays, gente de otras
razas, etc…); y una vez conseguido esto, también podría bajar si nos ponen
multas de tráfico, si cometemos actos incívicos como escupir en el suelo o no
recoger las cacas de nuestros perros, si no pagamos a tiempo nuestros impuestos
o si compartimos opiniones consideradas inadecuadas, como “teorias de la
conspiración”, “creencias no apoyadas por la ciencia oficial”, o ideologías que
sean consideradas “anti-sistema” o “extremistas”.
¿A
alguien le parece una locura todo esto? Pues está a la vuelta de la esquina y
será un proceso que se irá desarrollando de forma progresiva sin que nos demos
cuenta de ello.
Lo que
nos muestra esta iniciativa china es que las posibilidades son infinitas y que
la mente de muchas personas ya está convenientemente sembrada para establecer
la pero tiranía que jamás habrá existido: una tiranía psicológico-social.
Como ya
hemos dicho otras veces, China no es más que un enorme campo de experimentación
donde se ponen a prueba las características del Nuevo Orden Mundial del futuro,
regido por una élite tecnocrática…
Y si
alguien cree que este tipo de iniciativas de control ciudadano solo se
limitarán a la “malvada dictadura comunista china”, va muy equivocado.
Lo
siguiente ha sido extraído de la web “Washington Examiner”…
CHINA
PIDE AL MUNDO IMPONER UN “CÓDIGO DE CONDUCTA” EN INTERNET
Un
funcionario chino pidió a las Naciones Unidas que se imponga un código
internacional de conducta en Internet.
“Es muy necesario y urgente para la comunidad internacional que de
manera conjunta se cree un código internacional de conducta para el
ciberespacio en una fecha próxima”, dijo Wang Qun, director
general del Departamento de Control de Armas del Ministerio de Relaciones
Exteriores chino, en la Asamblea General de la ONU.
“China, por su parte, continuará en su compromiso de establecer un
ciberespacio pacífico, seguro, abierto y cooperativo y presionará por un código
internacional de conducta aceptable para todos”, añadió
Wang.
La ONU va
a considerar las normas relacionadas con la seguridad del ciberespacio este
mes.
El consejo asesor de la ONU ha pedido “una cooperación efectiva entre los Estados para
reducir los riesgos para la paz y la seguridad internacionales”,
y dice que los actores estatales “no deberían conducir o
tolerar el crimen cibernético“.
A raíz de los ciberataques de alto perfil recibidos por el
Departamento de Estado de EE.UU., por parte de hackers de China y Rusia,
los funcionarios han expresado el deseo de establecer normas sobre la materia.
Sin
embargo, al mismo tiempo, el presidente Obama ha estado impulsando un plan para
transferir el control de las funciones de nombres de dominio de Internet a un
cuerpo de múltiples partes interesadas. Junto con Rusia, China ha sido el país
que más ha urgido por una conclusión rápida de ese proceso, y por la creación
de una estructura de gestión que asegure que los gobiernos retienen poder sobre
los actores privados. Como resultado, los observadores estarán atentos para ver
qué significa exactamente ese “código de conducta” que China trata de impulsar.
Como
vemos, la excusa para impulsar estos “códigos de conducta”, íntimamente
relacionados con la “calificación de los ciudadanos”, será la presunta
persecución del ciber-crimen.
Y es
obvio que todos los gobiernos del mundo irán a una a la hora de establecer
estos controles, porque Internet es un gran peligro para las autoridades y los
poderes fácticos.
Durante
una primera fase, se ha impulsado el desarrollo de Internet para que todo el
mundo acabe dependiendo de esta herramienta para vivir en sociedad. Esta
primera fase ha sido caracterizada por unos ciertos niveles de libertad de
movimiento, opinión y publicación y todos hemos acudido a Internet como moscas
atraídas por la miel, hasta que todos nos hemos quedado “enganchados” y ya no
sabemos vivir sin ello.
A lo
largo de esta fase de libre desarrollo, se ha impulsado la creación de diversos
gigantes que han empezado a monopolizar el control de la red, entre los que
destacan, obviamente, Google y Facebook.
Pues
bien, terminada esta fase de implantación de Internet, que nos ha convertido a
todos en dependientes de la red, ahora llega la fase de control.
Internet
será controlado y será la principal herramienta de control de nuestras vidas y
nuestras mentes.
Las
excusas para implantar el control y la tiranía serán infinitas: luchar contra
el terrorismo, el tráfico de drogas, el bullying, el racismo, el extremismo, el
cibercrimen, la pedofília, el maltrato a las mujeres o otros colectivos.
Todos
hemos caído en la trampa y si no buscamos soluciones urgentes (todas
implicarían grandes sacrificios), lo vamos a pagar muy caro…
Fuentes:
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