LOS
OCHO VELOS DE LA PERCEPCIÓN
A lo largo de los últimos años he desarrollado y descartado
diferentes teorías en un intento de explicar cómo es posible que la mayoría de
personas no puedan ver la verdad, incluso cuando la tienen delante de sus
narices. Aquellos de nosotros que podemos perfectamente ver la “conspiración”
hemos participado en innumerables conversaciones para compartir la frustración
de constatar la imposibilidad para la mayoría de personas de comprender los
tremendamente bien argumentados, demostrados y probados argumentos que usamos
para describir y explicar el proceso de la explotación y la esclavitud global a
la que estamos sometidos. La explicación más común a la que llegamos es que la
mayoría de la gente, simplemente, no quieren ver lo que realmente sucede en el
mundo.
Personas extremadamente negativas, que conforman la elite del
poder en el planeta han cultivado, muy inteligentemente, un prado de hierba tan
verde y frondoso que poca gente, raramente, se molestan en mirar con
detenimiento, el tiempo suficiente, para darse cuenta que no es más que un
campo de hierba artificial. Las mismas personas que no son capaces de ver el
sistema de esclavitud no declarada en el que viven tienen una tendencia a
tachar de “teóricos de la conspiración” insanos, aquellos de nosotros que
podemos no solo ver la hierba, sino la granja y el castillo de los señores
feudales que controlan todo desde lejos.