18.8.16

Crees en Dios para justificar las cosas que no sabes y te atemorizan

REALIDAD Y COHERENCIA


Puedo decir que es normal que la gente nos vea como personas raras, que siempre estamos buscando explicaciones para las cosas más extrañas, que vemos conspiraciones en todas partes y tenemos creencias que generalmente son chocantes para ellos. Sin embargo, me preocupa más la forma en que vemos la realidad y actuamos dentro de ella, siempre que somos representativos de un movimiento mundial que se expande geométricamente.

Todo en el universo es energía, o tal vez debería decir “data”, porque es energía cargada de información y conciencia. Cuando veo un objeto, tanto el objeto como el yo observador, somos de la misma materia: data. 

El fenómeno es una combinación de data/energía que se une para formar sustancias, las cuales adoptan la forma de molécula y ésta se asocia en cuerpos u objetos. Lo mismo somos nosotros como personas, aunque portamos, además, un alma… o, al menos, eso creemos.


La persona está dotada de órganos de percepción (sensores) que recogen la data y la decodifican en un sexto órgano que llamamos mente, la cual, además, recoge data de nuestro almacén de memoria y la mezcla con la recibida del exterior, emitiendo un juicio y desarrollando una reacción.

Esto significa que nuestras reacciones y juicios están formados no sólo de la data de la realidad, sino de las creencias acumuladas a través del paso de nuestra experiencia de vida, a lo que debemos sumarle, sin dudas, la experiencia acumulada de toda la humanidad y grupos sociales locales, en lo que se llama inconsciente colectivo.

Data almacenada erróneamente o constituida en forma irracional, llevará a juicios erróneos y reacciones equivocadas.

De nosotros depende que nuestra base de datos sea coherente o un contenedor de basura.
Y allí radica la diferencia entre ser racional o estar enfermo mentalmente.

Hay enfermedades mentales muy graves que llevan al individuo a ser hospitalizado en centros especiales; pero hay muchas más que son aceptadas socialmente (tal vez porque están generalizadas como una epidemia), pero que resultan en acontecimientos a veces más graves que la que puede originar un esquizofrénico, por ejemplo. Me refiero a enfermedades como el fanatismo, el extremismo, la ambición, la competencia, el fundamentalismo, etc.

Nuestra “alma” terrestre (psique) está integrada por dos centros: emocional y mental. Ambos están tan íntimamente ligados que muchas veces es difícil discernir entre una emoción y un pensamiento y de hecho, la mayoría de la gente los confunde.

Por ejemplo: la fe religiosa es una emoción, porque en general no tiene ninguna prueba concreta que la sustente. La convertimos en “creencia”(lo cual es fijar un juicio fuertemente a nuestra consciencia) y a partir de allí pasa a intervenir en todos los procesos “racionales” contaminándolos con elementos irracionales e IRREALES.

Algunos místicos (autodenominados espirituales) afirman que se llega a la verdad a través del amor (por ejemplo), lo cual es una emoción, incapacitada totalmente de discernir entre falso y verdadero. La INTUICION no se desarrolla a partir de emociones descontroladas, sino que surge desde el vientre de una mente coherente y disciplinada.

Para quienes estén realmente interesados en desarrollar un discernimiento apropiado para los grandes desafíos, sugiero la lectura profunda del VIVEKA CHUDAMANI (version gratuita en pdf haciendo click en el titulo).

Todos estos conceptos equivocados provienen de la misma trampa tendida para evitar nuestra liberación espiritual, trampa elaborada cuidadosa e inteligentemente.

Una vez que tenemos a nuestra psique domesticada y somos realmente dueños de lo que produce, se abrirá el terreno del discernimiento (Buddhi), que es nuestra alma divina y que está, también, plagada de trampas y mentiras; por lo cual, mantener el discernimiento funcionando al cien por ciento y la consciencia despierta todo el tiempo resulta fundamental si quieres seguir vivo (espiritualmente).

Desde allí es posible que surja la energia SHAKTI, que es verdadero amor y se nos presente la oportunidad de hallar a una guerrera con quien compartir el MAYTUNA y hallar la energía espiritual o VRIL, mediante el sexo tántrico. Pero esto es terreno más complejo.

Volviendo a lo concreto, nada de esto es posible si no eliminamos los elementos ILUSORIOS de nuestra existencia, percepción y memoria.

Si decimos que creemos en Dios (y cito esto porque es el elemento de mayor distorsión en el ser humano), debemos reflexionar en qué nos basamos. Si la respuesta es FE, debiéramos preguntarnos qué es fe para nosotros. Y si es creer en algo que no puede probarse concretamente, entonces no es fe, sino fanatismo. Porque la verdadera fe surge como resultado del conocimiento.

Es preferible no creer en dios y buscar las pruebas de su existencia, durante toda la vida, que basar la misma en una fe ciega.

Tú crees en Dios porque tú necesitas creer en él para justificar todas las cosas que no sabes de la vida y te atemorizan.

Pues… eso no es lo correcto.

Y qué sucedería si llegas a la conclusión de que dios existe, pero es un ser galáctico cruel e injusto… ¿seguirías adorándolo?.

Pues, esto es lo que sucede con nuestras instituciones religiosas, adoran y promueven la adoración de ídolos y dioses oscuros y es por esto que son corruptas desde sus entrañas y no desde hace unos pocos años, lo han sido durante toda su historia.

Jesus crucificado representa al espíritu encadenado a la materia, es también una advertencia para quienes osen rebelarse.
Porque sé que esto que acabo de escribir le va a generar caspa a mucha gente, quiero aclarar que Jesús no es un símbolo de la oscuridad, pero crucificado lo es.

No podemos seguir adelante en un mundo donde lo irracional prima sobre lo racional, donde multitudes se levantan en nombre de una fe, a matar a los que profesan otra, es lamentable y vergonzoso que en estos tiempos estemos repitiendo los mismos errores de hace miles de años.

Por falta de coherencia encontramos masones que son también católicos, lo cual es una contradicción ideológica del tamaño del Everest, sacerdotes pedófilos, explotadores sentados en la primera fila del templo, ministros que bendicen armas, etc.

Deberíamos estar atentos a las contradicciones y a los HECHOS que nos rodean, y no establecer juicios y creencias a partir de lo que “siempre hemos hecho”, lo que es “legado familiar”, o “socialmente aceptado”.

No me preocupa que dios me juzgue y me encuentre culpable, no me preocupa el infierno, lo que me preocupa es perder mi Espíritu Increado.


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