28.9.16

Pensamiento Único… Intentan que creas que es la única opción posible

FILOSOFÍA CRÍTICA: ¡Pensad y desobedeced!

Filosofía:
·  Conjunto de reflexiones sobre la esencia, las propiedades, las causas y los efectos de las cosas naturales, especialmente sobre el hombre y el universo.
·   Sistema filosófico o conjunto sistemático de los razonamientos expuestos por un pensador.

La dictadura del pensamiento único: Pienso luego estorbo

El clásico planteamiento filosófico Pienso luego existo, del filósofo francés René Descartes se ha transformado actualmente en algo parecido a Pienso luego estorbo…
Algo que se ha conseguido gracias a la Dictadura del Pensamiento Único, de la que habla en este post el filósofo italiano Diego Fusaro, quien la describe como la dictadura más absoluta que haya existido hasta el presente.

Nunca en la historia de la humanidad una dictadura había llegado al nivel de dominio  de la actual. Un dominio conseguido gracias a la presión sobre el individuo de todas las maneras posibles, pero especialmente desde los medios de comunicación y la educación.

La desaparición de la Filosofía como asignatura en el Bachillerato, y de las carreras de Humanidades son pasos adelante para lograr el objetivo principal de hacer del ser humano alguien completamente dependiente, aborregado e idiota…


Idiota, un término de origen griego, cuyo significado es explicado con mayor precisión por Ana Cuervo Pollán, estudiante de tercer año de Filosofía, en Carta a quien no estudie Filosofía en Bachillerato, que se incluye en este post

Relación de textos que integran el post:

·         Ana Cuervo Pollán Carta a quien no estudie Filosofía en el Bachillerato
·         El Pensamiento Único de nuestra era socializa el conocimiento
·         Diego Fusaro: El “Pensamiento Único” Qué es y cómo combatirlo
·         Diego Fusaro: La dictadura del “Pensamiento Único” y la Ideología de Género
·         Diego Fusaro: Yo estoy de parte de la Rusia de Putin
·         Diego Fusaro: Crítica del orden capitalista y neoliberal

Carta a quien no estudie Filosofía en Bachillerato

Ana Cuervo Pollán es una estudiante de tercer curso de la carrera de Filosofía y dedica sus palabras a los alumnos de Bachillerato que no estudiarán la materia debido a la reforma educativa del Gobierno
“Filosofía ha perdido horas y se ha convertido en optativa, y sólo para algunas ramas, en otras, como en Ciencias, no se puede cursar ni como optativa”, critica

Querida alumna, querido alumno que este año empiezas 2º de Bachillerato y no podrás cursar Filosofía. Lo lamento. Luchamos, pero no lo conseguimos. Pienso si pedirte perdón por perder la batalla, pero muchas de las gentes que ocupamos las sillas y las pizarras del Aula de Historia de la Filosofía, nos dejamos la piel para que los que venís detrás, tuvierais vuestro sitio asegurado. No lo conseguimos. Es un hecho. Fracasamos. Pero, querida alumna, te aseguro que no habrá sido por huelgas, manifestaciones y movilizaciones. Pero, querido alumno, te aseguro que no han faltado protestas, denuncias, recogidas de firmas, artículos y cartas enfurecidas, aunque cargadas de razón, para evitarlo. Os puedo prometer que el profesorado y el alumnado comprometido –que somos mayoría– hemos luchado durante años, ya casi cinco,  para que en este septiembre, tuvierais garantizado vuestro sitio en clase de Historia de la Filosofía, y sin embargo, fracasamos. Al menos, de momento. Porque no os vamos a abandonar en manos de esta derecha nauseabunda.

Querida, querido: os escribo desde la Biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras donde estudio. Me rodean libros y estudiantes, compañeras de clase, y compañeros de las carreras de Humanidades. Leen y escriben con atención. Quiero que lo sepáis: si ahora os escribo desde este lugar es gracias a la escuela pública y más concretamente, a mis clases de Historia de la Filosofía, que, aunque me encuentre inaugurando el tercer curso de la carrera, las recuerdo vivamente con agradecimiento y nostalgia.

Querido, querida: este año no os preguntaréis cuál es el origen del Universo. Tampoco os hablarán de que existieron en la Antigüedad unos filósofos que, en esta facultad tan amante de palabras raras pero de ideas claras, denominamos presocráticos. No estaréis al tanto de la polémica entre Sócrates y los Sofistas. El debate entre lo natural y lo convencional –Physis y Nomos– no se os pasará ni por la imaginación.

No tendréis ni la más remota idea de por qué Platón propone una escisión entre el mundo sensible y el mundo de las Ideas. Tampoco sabréis que Aristóteles habla de cuatro virtudes y alaba los beneficios de la prudencia. Ni veréis el gran cambio que sufre el objeto de estudio de la filosofía cuando irrumpe en ella la patrística y el pensamiento cristiano. No sabréis de qué forma justifica Descartes la existencia del mundo como entidad real y no sólo como posible objeto de la imaginación. No sabréis que Hume critica con una agudeza asombrosa el concepto de causalidad. Bueno, ni siquiera, queridos, os plantearéis si en el mundo existen causas y efectos.

Tampoco veréis al viejo Kant y su imperativo categórico. No lo veréis porque en el mundo que nos ha tocado, está prohibido que alguien os enseñe a tratar a las personas como fines y no como medios con los que satisfacer vuestros deseos. No estudiaréis a Marx, ¡ni por asomo estudiaréis a Marx! El PP necesita que os alienéis; no lo contrario. Y tampoco estudiaréis a Nietzsche.

Estos tipos que os cito, cada uno con sus propios puntos de vista – a menudo enfrentados–, tuvieron la dichosa idea de procurar a la gente la capacidad de hacer un análisis crítico del mundo que nos rodea y de cada sujeto para poder luchar por una sociedad más libre y justa; por eso, porque os quieren idiotas. Exactamente eso. Idiotas. (Tampoco os explicarán que ‘idiota’ es un término procedente del griego que designaba a aquel ciudadano que evitaba interesarse por asuntos sociales y políticos y en consecuencia, se hacía necesariamente súbdito).

Querido, querida. Fracasamos. Pero aún hay una salida. Kant decía “razonad todo lo que queráis y sobre todo lo que queráis pero obedeced”. Lo primero me convence, lo segundo no. Por eso yo, humildemente, invertiré la máxima. Queridos, queridas: para que os dejen razonar, para que no piensen por vosotros/as, para que no os conviertan, mediante una educación mediocre, en súbditos del capital y de la ignorancia, desobedeced. Desobedeced la Lomce.
Exigid tener Filosofía y más Filosofía en todas las ramas de Bachillerato. Leed.

Pensad. Interrogaos. Preguntaos si todo esto tiene sentido. Leed, leed y leed. Invadid las clases de Filosofía.
Negaos a cursar otra asignatura en su lugar. No hacen falta armas para derrocar a esta derecha neoliberal y enemiga del conocimiento. Sí desobediencia.
Basta con que luchéis para que no os hagan definitivamente estúpidos/as; necesariamente idiotas. Razonad, y después desobedeced, porque lo que se os ordena, es que seáis rematadamente idiotas.

Fuente: Eldiario.es

Pensamiento Único…
Intentan que creas que es la única opción posible

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La globalización no es sólo material, económica, cultural o política, también lo es a nivel ideológico. El producto ideológico de la Globalización es el pensamiento único. La visión del mundo que cae de los medios de comunicación, de los discursos de los políticos convencionales, de los académicos e intelectuales protectores del sistema vigente.

El pensamiento único se hace dominante tras la caída del telón de acero, y va extendiendo sus influencias ideológicas por todo el mundo durante la década de 1990. Este pensamiento es el rostro de la cultura del triunfo del capitalismo en el mundo, en cuanto a su presencia. Y al hacerse dominante este pensamiento, en los medios, en las cabezas de la gente, funciona como un factor de alienación, que nos hace vivir en una sensación de “aparente normalidad“. Es la ideología casi omnipresente en las voces “realistas, sensatas o convencionales”. Es el corazón del capitalismo anclado en el pensamiento.

El nuevo orden mundial se ve amparado por el pensamiento único, que nos dice que no hay más opciones, que es esta realidad en que vivimos el sistema verdaderamente humano. El sistema que sí nos interesa. El sistema de la democracia. El sistema de la libertad. Y que fuera del sistema, nos aguarda multitud de regímenes totalitarios, a cada cual más sangriento e irracional. Y sin embargo, es el mismo sistema el verdadero peligro para la humanidad y el planeta.
Un sistema que confía el destino de la inmensa mayoría a los apetitos financieros de una minúscula oligarquía, de una camarilla de herederos y nuevos ricos.

¿No resulta cada vez más sorprendente la aceptación de esta idea?

FILOSOFÍA CRÍTICA (2): Contra la Dictadura del Pensamiento Único.

Durante años me ha sorprendido el hecho de que no hubiera ninguna figura en el ámbito académico hablando claramente del Nuevo Orden Mundial.
Por fin, hace muy poco, la he encontrado en la persona de Diego Fusaro, Doctor en Filosofía, que ha sido profesor de la Universidad de Harvard, y actualmente da clases de Historia de la Filosofía en la Universidad San Raffaele de Milán, y que cumple con lo que se podría esperar de la figura del intelectual que parecía haberse tragado la niebla…

Diego Fusaro habla con claridad bien argumentada sobre lo que es el Nuevo Orden Mundial, la Dictadura del Pensamiento Único, en la que se apoya, y otra serie de aspectos, como la Ideología de Género, que conforman la actual dictadura invisible en la que parecemos encontrarnos tan cómodos… Creo que merece la pena prestar atención a sus opiniones.  
  
Diego Fusaro (Filósofo)

El “Pensamiento Único” qué es y cómo combatirlo


(…) El “Pensamiento Único” tiene como único objetivo el imponerse a sí mismo como único pensamiento admitido, deslegitimando inmediatamente al que ose cantar fuera del coro, a quien ose aullar con lobos (como decía Hegel), satanizando inmediatamente como fascista, comunista, estalinista, nazi, es decir, silenciando preventivamente al posible mensaje positivo. Hoy yo no diría quemado en la hoguera, como sucedía en tiempos de Bruno, de Vanini el disidente, pero es, de hecho, silenciado y difamado del coro virtuoso del “Pensamiento Único Dominante”

Y por otra parte, el “Pensamiento Único Dominante, al deslegitimar todo pensamiento alternativo crítico, se impone a sí mismo como el único capaz de pensar aceptado. De hecho, quien intenta salir del perímetro del trazado preventivamente por el “Pensamiento Único Dominante” es acallado inmediatamente, silenciado, difamado y presentado como disidente respecto al “Pensamiento Único Dominante”

Es evidente que un verdadero pensamiento crítico debe ser hoy forzosamente el que pone en discusión los axiomas del “Pensamiento Único Dominante”, el que vuelve a proponer a la crítica lo que, gracias al “Pensamiento Único Dominante” habitualmente se le sustrae.
De hecho, el “Pensamiento Único Dominante” impone toda una serie de categorías como si fuesen obvias e indubitables.
En cambio, es tarea de la filosofía regresar a la discusión crítica a la problemática de lo obvio, eso de lo que habitualmente se aparta.
Por eso, hoy  no se puede estar en Filosofía más que en reivindicada antítesis con el “Pensamiento Único Dominante”

La dictadura del “Pensamiento Único”

(…) Estamos viviendo en el mundo de la máxima injusticia social. El mundo en el cual existe gente que posee lo superfluo y existe gente que no tiene ni lo más necesario para vivir
1989 se proclamó como el año del triunfo de la libertad; en cambio es el año en que comienza una época en la que la injusticia domina como nunca antes

A. SORTINO: Dices que existe una dictadura cultural ¿en qué sentido?
D. FUSARO: Sí, la del pensamiento único. Se dice que vivimos en la época del fin de las ideologías, esas grandes ideologías que atravesaron el siglo XX coloreándolo de lágrimas y sangre. Pero es una afirmación demasiado apresurada, porque estamos viviendo la época más ideológica de toda la historia de la humanidad.

A. S: Esta es un época ideológica? ¿Cuál es la ideología?
D. F: Totalmente. Existe una sola, este es el aspecto. En el pasado había una reproducción de ideologías: católica, marxista y otras— Hoy domina una sola: la neoliberal, que predica el mercado como la única realidad posible, y que predica las relaciones de fuerza internas al sistema económico como naturales.
Este es el aspecto más terrible de nuestra época, que el sistema de la injusticia realizada no se predica como lo perfecto sino como el único mundo posible. Es decir, se presenta como natural y por tanto, anula el hecho de pensar realidades diferentes.

A. S: Por tanto es una época que impide el cambio, es decir, una ideología de la inmovilidad, digamos que es reaccionaria…
D. F: Una ideología de total inmovilismo como probablemente nunca antes se ha tenido en la historia. A este respecto, yo hablo de una segunda restauración; es decir, la época que se ha abierto desde 1989 es una época que anula toda pasión utópica, toda pasión de rescate social respecto a la injusticia y presenta este mundo así injusto como el único posible.

A. S: Existen valores que se están afirmando, como el de la ideología de género, según la cual la orientación sexual no es determinada por la naturaleza, sino que, de alguna forma, es elegida… ¿Piensas que esto es una expresión de esta ideología?
D. F: Sobre este punto sería muy larga la argumentación. Estamos presenciando un desmantelamiento progresivo de todas las instancias comunitarias capaces de resistir a la afirmación del “do ut des” del Mercado, y entre estas instancias que resisten está la familia. La familia, por su naturaleza, es inaccesible al nexo mercantilista económico. La relación entre una madre y un hijo nunca será de tipo mercantil. Por tanto, el capital debe anular a la familia para únicamente dejar al consumidor.
(…) Todas las ideologías que se están implantando tienen por objetivo destruir determinados valores e imponer como único valor el valor de cambio. Porque no olvidemos que esta es la época en el que el único valor que queda es el que se calcula en precio, y el humano mismo se convierte en algo vendible en el mercado.

A. S: Yo te he hecho pasar con un poco de temor. Por Dios, entra el marxista a TV200… y estás diciendo las mismas cosas que se le oye decir a la Iglesia…
D. F: Bueno, si se me permite decirlo con una frase un tanto divertida: actualmente el último marxista –si quieres usar esta categoría – es el Papa Francisco. Es el único que habla acerca de la dignidad del trabajo, de dignidad humana, de crítica a la explotación, crítica al sistema financiero…

A. S: Yo no creo que él sea marxista, pero es interesante que tú, desde esta perspectiva, de alguna manera reconozcas una identidad de visión. Es como si Don Camillo y Peppone fuesen aplastados por una amenaza más grande…
D. F: Te diré algo más. Tras la caída del comunismo decimonónico (Berlín 1989), queda actualmente una sola gran potencia que es capaz de luchar contra el fanatismo de la economía y de defender la dignidad humana. Esta potencia es la Iglesia Católica con su mundo de valores. Esto ya lo había entendido Pasolini, por tanto, no es necesario estar en el interior del mundo católico para apreciar los valores.

A. S: Pero reconoces que, frente a esta ideología del mercado, esta nueva religión que domina el mundo, existe una fuerza de oposición y esta fuerza de oposición actualmente ha permanecido unido ante el resto no logra organizarse
D. F: Efectivamente. De hecho, mejor que yo sabes que la Iglesia y el mundo católico están constantemente bajo extorsión y bajo acusación por parte del fanatismo de la economía, que busca por todos los medios deslegitimarlo, y la Iglesia Católica y el mundo cristiano están resistiendo heroicamente.

Diego Fusaro (Filósofo)

Yo no estoy de la parte de “los buenos”. Yo estoy de la parte de “los malos”.
Estoy de parte de la Rusia de Putin y en seguida explicaré por qué…

Crítica del orden capitalista y neoliberal

(…) El capitalismo es, efectivamente, un sistema totalitario, porque logra totalizar también la conciencia, poniendo a todos los individuos a merced del capitalismo, en una condición parecida a la del preso que ama su propia celda, porque no es capaz de imaginar un mundo exterior a ella.

Esta es la fuerza ideológica del capitalismo: ser un totalitarismo suave, flexible y flojo. Es decir, un totalitarismo que te da la ilusión de vivir en el mejor, o de todas formas, en el único de los mundos posibles, y que logra presentarse como la única realidad posible, neutralizando a priori la posibilidad de pensar que existen otras realidades.

Hoy en día, dentro del capitalismo plenamente realizado, estamos convencidos de que el capitalismo no es necesariamente bueno de por sí, pero no hay alternativas a él. De esta manera, metabolizamos la gran ideología capitalista, la más grande ideología capitalista, que se resume (como siempre me gusta decir) en un axioma de tipo religioso, en un mandato teológico: “No tendrás otra sociedad fuera de esta”

Desde este punto de vista, se puede afirmar con razón que el capitalismo actual es una ideología muy poderosa, en el sentido marxista. Es decir, en el sentido de falsa conciencia necesaria con la que se metaboliza el orden existente, se metaboliza la relación de fuerzas existente, viviéndola como natural y necesaria. De hecho, el capitalismo – o fanatismo de la economía, si se prefiere – logra convencernos a todos sobre lo ineluctable del capitalismo, al presentarlo como destino. Este es el punto clave.

Es capaz de hacernos creer que, efectivamente, no hay otros mundos posibles. Nos garantiza una “felicidad barata”, la felicidad de quien renuncia a todo anhelo de liberación y de transformación de lo existente y hace las paces con la sociedad fragmentada, gozando de los bienes más o menos baratos que nos ofrece.

La religión mercantil, la idea de que hay que calcular el futuro siempre y solo dentro del capitalismo, como consecuencia del perfeccionamiento de las mercancías producidas por el capitalismo mismo. Los teléfonos móviles de nueva generación, la moda, todos son fenómenos que fortalecen “el espíritu del capitalismo” (…)

En este sentido, me parece que se puede decir que la ideología capitalista gana, en la medida en que logra tener de su parte también a los esclavos potenciales, a los rebeldes potenciales, a los que todos los días sufren en carne propia las contradicciones del capitalismo: alienación, explotación, desempleo, precariedad laboral…

Quienes padecen todo esto, en lugar de aliarse para derrocar el orden dominante, se ponen en cola pacífica y tranquilamente para comprar las nuevas mercancías: los nuevos móviles que el cosmos capitalista pone en venta a diario, sin tener en cuenta que las huellas de los teléfonos móviles a menudo acaban en la sangre, en China o en países eufemísticamente “en vías de desarrollo”.

Por eso creo que es preciso reanudar el programa marxista de crítica de las ideologías, sin él no se va a ninguna parte. Sin la crítica de las ideologías, la misma Filosofía tiende a estructurarse como santificación de la ideología dominante.



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