VAIVENES ENTRE REALIDADES PARALELAS
La
forma en la que el ser humano comprende el mundo está condicionada
por cómo nos han enseñado que el mundo es, por lo que no es de
extrañar que no conozcamos lo que nos han dicho que no existe. Si
alguien nos abriera los ojos de repente a las múltiples realidades
que conviven en el mismo espacio-tiempo que ahora ocupa el lugar
donde estás leyendo esto, posiblemente te preguntarías en que
película de ciencia ficción te has metido, y qué es lo que está
pasando a tu alrededor que no tiene ningún sentido.
Imagínate
qué, de repente, eres el único en tu entorno que puede ver esas
otras realidades, y vas andando por la calle y empiezas a dar rodeos
y hacer movimientos para esquivar cosas, personas, edificios u otros
obstáculos que tu percibes como reales, pero que nadie más capta,
ya que la gente a tu alrededor solo ven una acera libre de obstáculos
que tu vas sorteando como si de un eslalon se tratara. ¿Qué haces?
Te preguntarían. ¿Pero no ves que hay un árbol aquí en medio y
que venían dos personas en bici? Pues no, aquí no hay árbol y no
ha venido nadie en bici.
Multiversos
en acción
Afortunadamente
no vemos esas otras realidades, al menos no la mayoría de la
población humana, pero eso no significa que no existan. La teoría
de los multiversos o muchos
mundos,
una de las teorías de la física cuántica y de tantas películas de
ciencia-realidad,
nos hablan de todas esas existencias paralelas que coexisten sin
molestarse unas superpuestas a las otras, y que se mantienen
separadas y sin molestarse por las diferencias infinitesimales
existentes en la orientación de los ejes de las partículas básicas
que conforman cada realidad.
Es
decir, que tu estás donde estás y ves el mundo que ves porque estás
orientado y sintonizado, cuánticamente, con una de esas realidades,
pero las otras siguen estando ahí, simplemente, la orientación de
los ejes de tus partículas cuánticas que forman tu existencia y tu
mundo, son diferentes o están orientados de forma que no pueden
captar el resto de realidades que, sub-atómicamente, comparten el
mismo espacio y tiempo. Don Juan de Castaneda decía que moviendo lo
que denominaba el punto de anclaje podía sintonizar y moverse a
otros mundos, lo cual es algo así como resintonizar un punto
concreto de la estructura del ser humano para cambiar el dial de la
radio y captar esas otras dimensiones laterales que coexisten con la
nuestra.
Portales
y puntos de conexión que se abren
Entender
esto nos sirve para ampliar nuestra concepción de la realidad,
aunque en el día a día pudiera parecer que no tiene ninguna
aplicación práctica para ninguno de nosotros, ya que ni percibimos
esto que no deja de ser pura teoría cuántica, ni nos interesa
percibirlo para mantenernos mínimamente sanos y cuerdos. Ahora bien,
¿que sucede cuando se rasgan o se producen fisuras en las membranas
que separan esas realidades? Es cuando empezamos a hablar de los
famosos portales dimensionales, entradas y salidas que permiten la
interacción con esos otros mundos y realidades, y que, de alguna
forma, son los responsables de multitud de eventos aun por explicar
en nuestro planeta: personas que desaparecen sin dejar rastro,
aviones y barcos que se esfuman en el aire, gente que va conduciendo
por una carretera en un país y de repente aparece conduciendo a
miles de kilómetros en otro. Estos casos existen, se han reportado y
se han tachado simplemente de fenómenos sin explicación, en el
mejor de los casos, o simples habladurías y majaderías de sus
protagonistas, en la mayoría de ellos.
El
planeta es un tablero de juego multidimensional, así como la
realidad que forma la estructura de planos que sostiene la vida,
tablero al que tenemos acceso pero del que solo percibimos unas pocas
casillas y dos o tres de las fichas que corresponden a los jugadores,
eventos y estructuras que nos tocan percibir. Pero tanto de forma
natural por el potencial que tiene el ser humano de interactuar con
otras realidades, como de forma forzada por la habilidad que tienen
ciertos sectores del sistema bajo el que vivimos de manipular y abrir
el paso entre estas, el resultado es que constantemente se producen
muchas interconexiones de las que realmente llegamos a tener cero
constancia.
Cuando
las realidades se solapan
El
efecto del cambio frecuencial, vibracional y evolutivo que estamos
viviendo, además, está provocando el colapso, solapación y
reunificación de muchas de estas otras realidades en una sola, a
veces de forma coordinada y suave, otras veces con oleadas y vaivenes
cual choque de trenes donde las diferentes realidades con sus
respectivas micro-líneas temporales adyacentes (estamos todos en una
gran macro línea temporal global para nuestra especie, pero
coexisten otras laterales y paralelas que corren por diferentes
futuros potenciales y alternativos para todos) se influencian de
forma masiva y empiezan a manifestarse cambios en ambas, hasta que se
unifican, o una de las dos líneas termina por difuminarse del todo
para solo quedar prevalente aquella con mayor potencial para tomar
las riendas de la situación, por el número de personas unidas a
ella, co-manteniéndola y manifestándola.
Algunos
de los eventos que vemos ahora en nuestra realidad, en el planeta,
son producto de choques e interacciones entre esas energías y
dinámicas que están sucediendo en una de esas otras líneas
temporales y que podrían no afectar a la nuestra, pero lo hacen,
provocando aquí otros movimientos energéticos que entonces
influencian a la realidad física dando la impresión de que algo se
está poniendo patas arriba de golpe y sin previo aviso. No todo lo
que vemos ahora últimamente en el mundo es producto de los sucesos
de nuestra propia co-creación solo, sino que se están dando
interacciones entre diferentes realidades para ver cual termina
prevaleciendo.
Sigue
habiendo intentos por parte de aquellos que están en control de
mover toda la masa de la humanidad hacia líneas temporales más
adecuadas para sus fines, aunque todo esfuerzo, en general, sea en
vano, pues la línea temporal actual en la que estamos ya esté bien
anclada y asentada, aunque se pueda mover hacia micro-futuros
potenciales diferentes según los vaivenes a los que sea sometida.
Que
no descarrile nuestro tren particular
Mantenernos
firmes en una línea temporal que nos lleva poco a poco a un futuro
existente ya, pero aun sin manifestar en nuestra percepción lineal
del tiempo mucho más positivo, amable, con otro tipo de estructuras
etc. requiere que cada uno se mantenga firme en su propio deseo de
vivir en esos futuros potenciales que nos aguardan. No hay que
dejarse empujar por vientos laterales que nos quieran mover de un
lado a otro, sino mantenernos bien sujetos en el tren actual que
tiene un rumbo claro y decidido, pero al que aun intentan cambiarle
las vías regularmente para que tome otra dirección cada vez que
energéticamente se presenta la oportunidad para ello, en puntos de
inflexión concretos que existen en el devenir de la co-creación
nuestra realidad.
Que
cada uno se aferre a sus potenciales de amor, felicidad, paz y
armonía, que sea eso lo que “emitís” hacia fuera, partiendo de
que es eso lo que sentís y vivís dentro, y así no os podrán
desenganchar de este camino del que ya llevamos un largo trozo
recorrido, y que, aunque aun nos falte por andar, tiene un final
feliz, y como en todos los finales, hacen que valga la pena el
esfuerzo dedicado a alcanzarlo por muchas turbulencias que, a priori,
parece que nos vayamos encontrando en el camino.
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