Aquí tienen una primera acción efectiva para desbaratar sus planes.
LO QUE SE OCULTA TRAS LA RENTA BÁSICA UNIVERSAL
Este
inicio de 2017, hemos sido testigos de una noticia que ha empezado a
circular en los medios de comunicación y que promete marcar, no solo
este año 2017, sino los años venideros.
Estamos
hablando de los primeros pasos en diversos países, para implantar la
conocida como Renta Básica Universal o Renta Ciudadana.
A
continuación reproducimos la noticia, tal y como, por ejemplo, nos
la presentaron en
RT
La
renta básica universal podría estar más cerca de lo esperado, con
varias pruebas piloto arrancando este año en diferentes partes del
mundo.
Varios
gobiernos están considerando proveer a sus ciudadanos con un salario
básico incondicional, conocido como renta básica universal (RBU),
con el objetivo de erradicar la pobreza de una vez por todas.
Entre
la lista de proyectos de RBU para el 2017 se cuenta el de la
provincia de Ontario, Canadá, donde antes de mediados de año se
implementará un millonario plan piloto que proporcionará a todos
los ciudadanos una renta básica universal de 970 dólares
estadounidenses.
Finlandia,
por su parte, elegirá aleatoriamente a 2.000 ciudadanos que
recibirán 500 dólares mensuales por dos años, el mismo período
durante el cual 250 residentes de la ciudad de Utrecht, Holanda,
cobrarán 1.000 dólares mensuales a partir de este mes.
Estas
no han sido las primeras pruebas realizadas. En la India, estudios
piloto de RBU llevados a cabo en 2011 incrementaron tanto la fuerza
laboral como las posibilidades de trabajo. Los resultados mostraron
un cambio del trabajo asalariado tradicional hacia la agricultura por
cuenta propia y las iniciativas empresariales. Además, el flujo
constante de ingresos alivió las ansiedades económicas, permitiendo
a las familias centrarse en su salud e invertir en el futuro.
Por
otra parte, en otro estudio realizado en el pueblo de Dauphin,
Canadá, se reportan “menos
contactos médicos relacionados con la salud mental y menos ingresos
por accidentes y lesiones”.
Un
sistema de RBU podría ser la única alternativa para lidiar con la
automatización continua de puestos de trabajo y su creciente efecto
en el desempleo generalizado, según opina Elon Musk, fundador de
Tesla.
Sin
embargo, esta posible solución deja abiertas varias preguntas
importantes, como ¿cuánto dinero se necesita para proveer un
verdadero ingreso ‘básico’? ¿Los beneficiados van a trabajar o
se dedicarán a otras cosas? ¿Cómo va a cambiar la sociedad como
resultado? ¿Debería ser verdaderamente incondicional, o universal?
Con suerte, estas pruebas piloto proveerán respuestas para algunas
de ellas.
Aunque
las pruebas para la implementación de la Renta Básica Universal
parezcan solo simples ensayos, todo apunta a que el proceso de
instauración de esta renta de ciudadanía será imparable y forma
parte de un proyecto a escala mundial, que configurará la forma de
las sociedades futuras.
Algo,
que a primera vista, puede parecer muy positivo, pero que en
realidad, oculta elementos tremendamente oscuros.
ASPECTOS
POSITIVOS
Por
un lado, y aparte de su posible influencia inmediata en el mercado de
trabajo actual, parece que la existencia de este salario garantizado,
podría ser una buena noticia para acabar con el sufrimiento de mucha
gente pobre o que vive en estado de precariedad en todo el mundo;
personas o incluso familias que apenas disponen de recursos para
sufragar los gastos más básicos para subsistir, como son la comida
o el pago de la electricidad, el suministro de agua y gas o el acceso
a Internet.
Además,
sería un primer paso para afrontar un problema inmenso y acuciante
que se avecina a gran velocidad: la destrucción masiva de puestos de
trabajo, debida a la creciente automatización de gran parte de las
actividades industriales y otras actividades humanas que serán
reemplazadas por inteligencias artificiales y robots.
Es
de prever que millones de personas se quedarán sin trabajo en un
futuro no muy lejano y la existencia de esta renta de ciudadanía,
garantizaría su supervivencia y un cierto grado de tranquilidad para
afrontar un futuro incierto.
Otro
aspecto positivo de esta paga que cubre las necesidades básicas, es
que podría beneficiar a un tipo de personas muy determinado.
Estamos
hablando, por ejemplo, de personas creativas, con un impulso
artístico irrefrenable, que con esta paga ciudadana, podrían
garantizarse una plena dedicación a su creatividad, aunque ello
implicara que no tuvieran acceso a una vida de lujo.
Muchas
personas con pasión por el arte, por poner un ejemplo, sacrificarían
sin dudar el acceso a lujos innecesarios, si con ello pudieran
dedicarse plenamente a hacer aquello que les gusta y les llena como
personas.
Por
lo tanto, en muchos aspectos, esta renta ciudadana es una muy buena
noticia.
ASPECTOS
NEGATIVOS
Sin
embargo, cuando se empiezan a juntar las piezas y se observa con más
atención, descubrimos que tras esta iniciativa, se ocultan aspectos
tremendamente oscuros e inquietantes, no solo respecto a la
configuración de las sociedades futuras, sino también sobre el
futuro de la propia especie humana.
Y
es que estamos hablando de la creación de una sociedad conformada
por una gran cantidad de personas DEPENDIENTES del estado.
La
propia aparición de la Renta de Ciudadanía, nos habla de la llegada
inminente de un problema de subsistencia a escala masiva de gran
parte de la población. Y el propio hecho de que se empiece a
trabajar en la instauración de esta renta de ciudadanía, antes de
que el problema se manifieste en toda su magnitud, demuestra que la
propia iniciativa, no es una solución puntual para un problema
circunstancial, sino la base para establecer un nuevo modelo de
sociedad que se perfila como inevitable.
Una
nueva sociedad en la que potencialmente habrá un alto porcentaje de
población que necesitará una ayuda externa continua para poder
subsistir.
Es
decir, un alto porcentaje de población, completamente dependiente. Y
alguien completamente dependiente, es alguien completamente sometido
y sin más salida que obedecer a aquellos que garantizan su
supervivencia.
Pero
lo que es peor: alguien completamente dependiente y en este caso,
improductivo porque no puede trabajar, es también una carga y un
elemento innecesario y sacrificable.
De
hecho, estamos hablando del potencial nacimiento de una nueva clase
social desconocida hasta ahora, inferior incluso a los esclavos que
encontramos en las antiguas culturas y modelos económicos.
Porque
al fin y al cabo, los esclavos sí eran necesarios y productivos en
esos ámbitos, pues eran una mano de obra indispensable para sostener
el sistema en pie y las élites de turno; sin embargo, las personas
que vivirán subsidiadas y sin posibilidad de trabajar, no serán
nada más que una molestia y un dispendio para el sistema y las
élites futuras.
Llegados
aquí, vale la pena repasar las advertencias del considerado como
antropólogo más influyente de la actualidad, Yuval Noah Harari y
que exponemos de forma sintetizada
Según
Harari, una de las características básicas de esta sociedad futura
será una división bastante clara entre una élite de superhumanos,
que tendrá acceso a los más sofisticados avances en biotecnología,
y una gran masa dominada por esa élite, que apenas tendrá nada a lo
que dedicarse, puesto que la mayoría de los empleos que existen
ahora desaparecerán, debido a la sofisticación.
Tal
y como expone Harari, otros problemas, como por ejemplo el hambre,
desaparecerán y será posible alimentar a la población gracias a
los avances tecnológicos.
Sin
embargo, lo difícil será dotar de sentido a las vidas de todas esas
personas, no solo dependientes, sino aisladas de cualquier toma de
decisiones y del acceso al poder.
Como
bien indica el antropólogo, el Estado y las élites, van a ver a la
población como prescindible.
Harari
recuerda que en el siglo XX los políticos, incluídos los dictadores
de turno, invertían en hospitales y en carreteras, porque
necesitaban a la gente ya fuera como votantes, soldados u obreros
para las fábricas.
Sin
embargo, sucederá lo contrario en el futuro, puesto que la población
ya no será necesaria para mantener a las élites, tal y como hemos
advertido antes.
Pues
bien, si tenemos en cuenta que este es el futuro que se dibuja en el
horizonte, obtenemos una visión clara de cuál es la auténtica
función de la Renta de Ciudadanía.
No
hay nada al azar. Todo encaja.
La
renta ciudadana no es más que el primer paso hacia ese mundo futuro,
conformado por dos castas muy diferentes.
Una
casta superior de
“superhombres”
prácticamente inmortales y una casta inferior, conformada por
consumidores de recursos, inferiores, inútiles e improductivos.
El
sueño de los elitistas y los eugenistas más recalcitrantes,
convertido en realidad.
Y
quizás, en todo caso, existirá una clase social intermedia
absolutamente minoritaria, que separará ambas castas y que estará
conformada por individuos altamente capacitados, que cumplirán una
triple función:
-Servir
a la clase superior de recursos intelectuales y desempeñar
actividades que no puedan realizar las máquinas
-Controlar
a la casta inferior garantizando que “estará
entretenida”
y confinada
-Ejercer
de puente entre ambas castas, con el objetivo de permitir que un
porcentaje infinitesimal de miembros de la casta inferior, puedan
llegar a acceder a puestos más elevados, para así generar la
ilusión y el anhelo de una posibilidad de realización entre
aquellos individuos de la casta inferior que, por las razones que
sean, no se conformen con vivir la vida miserable que diseñarán
para ellos y que por lo tanto, podrían resultar potencialmente
problemáticos si no tuvieran dicha posibilidad, aunque fuera remota.
No
hace falta ser muy listo para percatarse de que todo lo que estamos
viendo, forma parte de un plan largamente diseñado y dirigido hacia
la construcción de un nuevo mundo y de una nueva sociedad.
Un
mundo dirigido por “seres
superiores semidivinos”,
que dictaminarán el futuro de las masas, basándose en fríos
conceptos de eficiencia, es decir “en
resultados”.
Y
para empezar a caminar en esa dirección, nada mejor que apartar a un
lado a todos esos ineficientes políticos corruptos del “viejo
mundo” y empezar a sustituirlos por grandes empresarios
“triunfadores”, que sí saben cómo obtener “resultados”
pues dirigen el estado “como
una empresa”…¿empiezan
a atar cabos con lo que está sucediendo a su alrededor y con los
intentos de glorificación de algunos personajes?
En
estos momentos, estamos en la fase en la que se están sentando las
bases psicológicas, sociales y económicas del Nuevo Orden Mundial.
Y
todo el mundo está cumpliendo su función según lo previsto,
mientras las masas idiotizadas siguen imitando como clones
descerebrados la última moda estúpida del “manequin challenge”.
Pero
volvamos al asunto central de este artículo: la implantación
paulatina de la Renta de Ciudadanía a escala planetaria, que muy
posiblemente, veremos desplegarse en los próximos años de forma
asimétrica en diferentes países.
De
momento, no sabemos cuáles serán las características de esta renta
básica ni si se aplicarán de forma similar en todas las naciones.
No
sabemos si será una Renta Incondicional, es decir, una paga que
cobrará cualquier ciudadano con independencia de quién sea o de lo
que haga, o si será Condicional, es decir, si irá ligada al
cumplimiento de una serie de requisitos.
A
estas alturas, no hace falta ser demasiado perspicaz para ver que
finalmente, esta Renta Ciudadana será Condicional. Porque solo
siendo condicional, se podrá usar como la mayor herramienta de
control social jamás creada para garantizar la plena obediencia de
las personas que la necesiten para su subsistencia.
Dicho
de otra manera: si te “portas
mal y no obedeces”,
te la podrán restringir o limitar parcialmente.
Y
aquí es donde entra en juego otra de las maniobras a escala masiva
que vemos reproducirse a nuestro alrededor: la eliminación del
dinero en efectivo y su sustitución por dinero electrónico.
Todo
forma parte del mismo plan a largo plazo: la omnipresencia de
Internet en nuestras vidas, la proliferación (convertida en
dependencia) de las terminales móviles para gestionar los pagos y
los cobros (el dinero electrónico y el pago a través del móvil) y
la implantación paulatina de la Renta de Ciudadanía.
Los
3 elementos forman parte de la configuración de esta sociedad
futura, y avanzan en paralelo, cumpliendo con un plan trazado a
priori, punto por punto.
Así
pues, las personas que en el futuro necesiten de la Renta Ciudadana
para subsistir, recibirán el dinero por vía exclusivamente
electrónica y solo podrán realizar sus pagos por la misma vía. No
podrán ocultar dinero bajo la almohada para hacer sus trapicheos
fuera de la ley, porque pronto no habrá la posibilidad de comprar
nada, ni tan solo una chuchería, si no es a través de un pago
electrónico.
Por
lo tanto, el control sobre los que necesiten dicha Renta para
subsistir, será total y absoluto. Esas personas tendrán que
obedecer sumisamente y con la cabeza gacha, si quieren seguir
recibiendo el dinero que les permita sobrevivir.
¿Empiezan
a tener una visión clara del futuro que están diseñando para todos
nosotros dentro de unas décadas?
A
estas alturas, es posible que muchos de ustedes entren en fase de
negación y afirmen: “nunca
podrán llevar a cabo sus planes, porque la gente no lo permitirá.
La población se rebelará”
Y
esa es una posibilidad para la que, probablemente, las élites que
impulsan este proyecto a largo plazo, ya están trabajando.
Como
bien advertía Harari: “lo
difícil será dotar de sentido a las vidas de las personas”
y es cierto, la implantación final de este nuevo modelo girará en
gran parte alrededor de este aspecto.
A
medida que crezcan las generaciones de personas subsidiadas desde su
nacimiento, también crecerá la posibilidad de que muchas de estas
personas no tengan ningún interés o no encuentren ninguna
motivación en sus vidas, pues tampoco tendrán la posibilidad de
acceder a puestos de trabajo en los que realizarse, difícilmente
tendrán la posibilidad (ni el interés) de formar una familia (un
concepto que ya está siendo destruido), ni tampoco tendrán la
opción de intentar cumplir “sus
sueños de triunfo social”.
Estamos
hablando del nacimiento de generaciones enteras de personas
potencialmente frustradas como seres humanos, sin apenas ninguna
razón para vivir, más allá de la satisfacción de sus necesidades
fisiológicas más básicas.
Y
una persona que no tiene sueños, no vé la necesidad de un futuro. Y
alguien sin futuro, es alguien sin nada que perder, lo que, combinado
con una frustración vital absoluta, lo puede convertir en altamente
peligroso e impredecible. Auténticas bombas humanas de caos y
destrucción a punto de estallar.
Por
lo tanto, la mejor forma de combatir esta potencial frustración de
estos individuos, que pudiera desembocar en una conducta altamente
destructiva e incontrolable hacia sí mismos y hacia su entorno, será
fabricar
sueños artificiales
para ellos.
Como
decíamos, la inmensa mayoría de ciudadanos que conformen las masas
pobres, dependientes y subsidiadas, no tendrán ninguna posibilidad
de cumplir con los viejos conceptos de “sueño
de triunfo social”;
es decir, jamás tendrán la posibilidad de ser ricos, famosos, o de
crearse un patrimonio.
Sin
embargo, estos viejos sueños
“tan caros”,
pueden ser fácilmente sustituídos por sucedáneos altamente
efectivos.
Sueños
“baratos”
y asumibles para sus exiguas capacidades económicas, con los que
convertirlos en individuos controlables y sumisos.
Y
para ello, nada mejor que ofrecerles la posibilidad de vivir en una
realidad virtual paralela, con su propio paquete de sueños, sus
propios modelos de triunfo social y sus propios objetivos
vitales-virtuales.
Es
decir, darles la posibilidad de creerse héroes, o de soñar con
serlo en un entorno virtual.
Una
realidad paralela, en la que, por ejemplo, cazar muchos Pokémons,
sea sinónimo de alcanzar un estatus y de ser admirado y respetado
por ello.
Y
en la sociedad actual, ya empezamos a atisbar los primeros modelos
que apuntan en esa dirección.
Ya
tenemos a cada vez más personas desesperadas por acumular “likes”
o seguidores en las redes, que consideran como un tesoro personal o
como un símbolo de estatus virtual-social.
Ya
hemos visto a masas de personas corriendo literalmente por las calles
para cazar bichos virtuales que atesoran en la memoria de sus
celulares, como si fueran un logro vital.
Ya
tenemos a jóvenes que viven encerrados en pequeñas habitaciones,
evadiéndose de su triste realidad, inmersos en videojuegos en cuyos
mundos virtuales son héroes respetados.
Ya
vemos los primeros esbozos de estas realidades paralelas virtuales,
que afectan especialmente a las nuevas generaciones, precisamente
aquellas que deberían luchar contra la materialización de estos
planes.
¿Se
imaginan lo que sucederá en el futuro si a generaciones enteras de
jóvenes desmotivados, sin sueños ni posibilidades, les garantizaran
una paga perpetua para poder jugar indefinidamente a videojuegos, sin
tener que preocuparse por su subsistencia?
Estaríamos
ante el nacimiento de toda una nueva clase de parásitos sociales,
sin sueños y sin ninguna necesidad de desarrollarse intelectualmente
para competir por los puestos directivos o de privilegio en la
sociedad.
Una
población dependiente, sumisa, totalmente controlada, que se pueda
almacenar en cubículos cerrados como si fueran gallinas y que pueda
ser sacrificada en masa cuando llegue el momento.
Y
si encima los tuviéramos drogados todo el día, con algun tipo de
sustancia que los tranquilice y los vuelva menos agresivos, pues aún
mejor para la casta superior…¿qué tal si legalizamos la marihuana
en todo el planeta y los tenemos fumados todo el día?
Otra
maniobra que se está desarrollando a nuestro alrededor y que encaja
en todo lo que estamos diciendo.
¿O
acaso creían que la legalización de la marihuana era un triunfo
social de base?
No
sean inocentes…la legalización de la marihuana (aparte de un
inmenso negocio en ciernes para las multinacionales), es el primer
paso para legalizar drogas de diseño del futuro, absolutamente
necesarias para tener sometidas a las masas.
Este
es el futuro que están creando para nosotros o para nuestros
descendientes.
No
es algo que veremos de un día para otro: se irá desplegando poco a
poco ante nuestros ojos, en forma de mil y una iniciativas
aparentemente positivas, que la mayoria de la gente abrazará
gustosamente, creyendo que se tratan de un “avance
social”.
¿Cuánta
gente estará dispuesta a ver más allá de la punta de su nariz,
viendo las implicaciones a largo plazo de todo lo que está
sucediendo?
Y
sobretodo, ¿cuánta gente estará dispuesta a hacer algo al
respecto? Al fin y al cabo, el mundo está lleno de miserables que
dicen: “a
mi no me importa todo esto, cuando suceda yo ya estaré muerto”.
Auténtica
basura humana a la que le dices “debes
hacer algo, o tus hijos y nietos sufrirán las consecuencias en el
futuro”
y que te responden “es
su problema, ya se apañarán”.
Estamos
rodeados de gente así. Quizás algunos de nosotros hayamos dicho
necedades de este tipo alguna vez, sin pensar en lo que realmente
implican.
Y
mientras tanto, mientras todo el mundo está distraído con mil y una
estupideces, seguimos cabalgando desbocadamente hacia este futuro
abismal…y cuando queramos reaccionar, ya será demasiado tarde.
Como
ya viene siendo habitual, muchos de ustedes me dirán “tu
visión del futuro siempre es pesimista, nos estás vendiendo estas
desgracias como si fueran inevitables”
Y
completarán su repetitiva cantinela, cargada de impotencia y miedo,
con la habitual frasecilla: “muy
bien, ya nos has asustado a todos ¿Y tú que propones para detener
todo esto? Porque hablas mucho, pero no aportas soluciones”
Pues
bien, aquí hay una primera maniobra que todos podemos hacer, a nivel
doméstico.
Un
gesto pequeño pero demoledor, con el que empezar a destruir todos
estos planes.
Y
no, no estamos hablando de “no
votar nadie en las elecciones, que eso les joderá“,
ni estupideces por el estilo.
Es
algo mucho más simple… Tiren
el móvil a la basura.
Desháganse
de su celular y no vuelvan a usarlo más.
Y
en todo caso, si no quieren quedar incomunicados, tiren su bonito
smartphone de última generación al contenedor y busquen un teléfono
móvil que solo sirva para realizar o recibir llamadas. Un teléfono
puro y duro, de los de siempre, sin pantallitas, sin cámaras, sin
whatzapps, sin jueguecitos, sin apps y sin polladas.
¿Les
parece una tontería?
Pues
les aseguro que es como lanzar un torpedo a la línea de flotación
del Nuevo Orden Mundial. Quizás no hundiríamos el barco, pero
abriríamos una vía de agua que provocaría auténticas escenas de
pánico.
Si
realmente quieren luchar contra los designios de estas élites, si
realmente son unos “despiertos” luchadores que quieren cambiar el
mundo, aquí tienen una primera acción efectiva para desbaratar sus
planes.
Y
ahora miren su bonito smartphone.
Obsérvenlo
bien. Con sus prácticas aplicaciones y jueguecitos, con sus sonidos
hipnóticos, con su cámara de nosecuantos megapíxels, con sus miles
de canciones, fotos y videos guardados, con todos sus mensajitos y
grupitos de Whatsapp con los que hablan todo el día con sus amigos…
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