DERECHOS Y LEYES PARA LOS ROBOTS
Si
hace un par de décadas nos hubieran dado esta noticia, habríamos
pensado en películas de ciencia ficción. Pero ya empieza a ser una
realidad:
Los
miembros del Comité del Parlamento Europeo para Asuntos Legales
votaron a favor de una moción para garantizar estatus legal a los
robots, a los que se les otorga la condición de “personas
electrónicas”.
La
propuesta, que fue aprobada por 17 votos a favor, dos en contra y dos
abstenciones, establece que “los
robots autónomos más sofisticados podrían recibir el estatus de
persona electrónica, con derechos y obligaciones específicos”,
incluyendo la de subsanar los daños que causen.
Los
androides quedarían definidos según distintas categorías, en
función de su autonomía y capacidades, presuponiendo una mayor
responsabilidad por sus actos a los robots más avanzados.
Asimismo,
se estipula que los robots deben contar con mecanismos externos de
emergencia, como un botón, para poderlos desactivar en caso de
necesidad y emergencia.
La
propuesta especifica que los desarrolladores de inteligencias
artificiales deben asegurarse de que sus creaciones se rigen por una
serie de normas, inspiradas en parte por las tres leyes de la
robótica de Isaac Asimov, que les impidan hacer daño a un ser
humano o que, por inacción, permitan que un humano sufra daño. Por
lo tanto, un robot podrá defender su integridad siempre y cuando no
inflija daño a alguien.
Las
6 reglas de la robótica que deberán cumplir los robots, serán:
1-Todo
robot deberá tener un interruptor de emergencia
La
Inteligencia Artificial tiene la capacidad para entrenar y volverse
cada vez más inteligente. Lo sabemos porque Google ha comunicado que
la suya lo hace en juegos online contra jugadores humanos. Ante esta
situación, la pregunta lógica es si puede llegar la IA a volverse
tan inteligente como para constituir un peligro.
La
respuesta, según la UE, es que sí. Por eso una de sus primeras
propuestas de ley consiste en un interruptor de emergencia para
desactivar al robot si fuera necesario.
2-Ningún
robot podrá hacer daño a un humano
Esta
ley consiste en una mera variante de las conocidas Leyes de la
Robótica de Asimov, sólo que en versión europea y real. Es una
extensión del anterior apartado, por el que quedaría expresamente
prohibido crear robots que tengan como intención hacer daño a los
humanos.
3-Estará
prohibido crear vínculos emocionales con ellos
Los
robots humanoides no tienen sentimientos, al menos de momento, pero
estar en contacto continuamente con ellos puede llevarte a pensar que
sí.
4-Habrá un seguro obligatorio para los de mayor tamaño
4-Habrá un seguro obligatorio para los de mayor tamaño
Tanto
el fabricante como el propietario del robot serán responsables de
cualquier problema que éste pueda causar. Por eso, la UE obligará a
contratar un seguro de accidentes similar al de los coches.
5-Los robots tendrán derechos y obligaciones
5-Los robots tendrán derechos y obligaciones
“Personas
electrónicas” es
la figura legal elegida por la encargada de elaborar el informe del
Parlamento Europeo para definir a los aparatos impulsados por
Inteligencia Artificial. Que se les llame, aunque sea con
apellido, “personas”,
implica que tendrán derechos y obligaciones.
Aún
está por ver cómo quedará configurada la futura carta de derechos
de los robots, si es que llega a haberla. Se especula con que
significará que estos son responsables ante la ley de sus actos,
junto a su propietario y desarrollador.
6-
Deberán pagar impuestos
El
sexto punto, el de los impuestos, es uno de los aspectos más
controvertidos de las propuestas de leyes de la UE sobre robótica.
Para reducir el impacto social del desempleo causado por los robots,
el Parlamento propone que coticen a la Seguridad Social y paguen
impuestos como si fueran personas físicas.
Al
producir una plusvalía con su trabajo, generan un beneficio
económico. Para evitar que la caja de los distintos estados deba
asumir la búsqueda del beneficio empresarial con la sustitución de
trabajadores por software, estas dos figuras impositivas son la
recomendación oficial.
También
se habla en el informe de la renta básica universal, que ayudaría a
aliviar la transición desde un modelo económico basado en la mano
de obra humana a la casi completa mecanización del trabajo.
Ya
hablamos de lo que en realidad representará la renta básica en el
artículo
Por
otra parte, se especifican una serie de reglas para los usuarios,
donde se aclara que todo el mundo tiene derecho a tener un androide
siempre que se haga un uso legal del mismo, no se le use para dañar
a otras personas y propiedades ni para modificar al propio robot para
que sea capaz de portar y usar armamento.
Según
explicó en una entrevista la eurodiputada que aprobó la moción,
Mady Delvaux (del grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y
Demócratas), “la
humanidad se encuentra en el umbral de una nueva era donde la
Inteligencia Artificial desencadenará una revolución industrial”.
En
cualquier caso, Delvaux sostiene que los robots nunca serán humanos,
ni nos quitarán los puestos de trabajo. “Se
tratará de mera cooperación entre robots y humanos, y creo que todo
el mundo puede aprender a trabajar con ellos”.
Además,
los androides “no
deben ser fabricados para que parezcan seres emocionales que puedan
hacer creer a los humanos que son capaces de amar o de estar
tristes”,
señala la eurodiputada.
La
propuesta de la Ley Robot, será presentada a toda la cámara del
Parlamento Europeo en febrero, siendo aprobada si obtiene una mayoría
absoluta de votos a favor.
Lo
que demuestra esta noticia, es que aunque alguna gente se niegue a
creerlo, la humanidad va cabalgando hacia una nueva era, en la que
aspectos como la inteligencia artificial, los robots o los seres
artificiales creados genéticamente, abrirán una brecha insalvable
entre los más ricos y los más pobres.
Y
lo más preocupante del asunto, es que entre la gente de la calle,
nadie se preocupa por las consecuencias que todo esto tendrá sobre
nuestras vidas, como si fuera una mera fantasía nacida en la mente
de cuatro alucinados. Nos dejamos llevar sumisamente, como un rebaño,
mientras otros empiezan a tomar decisiones trascendentales para
nuestro futuro, a años y décadas vista.
Y
a los seguidores de las teorías de la conspiración, les debería
quedar una idea bien clara: la clave del Nuevo Orden Mundial, en
realidad no orbita alrededor de la geopolítica, los Trumps, los
Putins o la puñetera OTAN.
La
clave de todo está en la tecnología, porque es la tecnología la
que marca una diferencia crucial entre el momento que vivimos y
cualquier instante previo de la historia humana.
No
se puede extrapolar ninguna situación pasada para interpretar la
actual, porque jamás nos hemos enfrentado a cambios de esta
magnitud; ni tan solo la entrada en el neolítico, cuando aprendimos
a cultivar y nos convertimos en sedentarios, se puede comparar con el
cambio que se avecina…porque dentro de unos años, la tecnología
permitirá crear semi-dioses de carne y hueso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario