3.2.17

Donde alcanza un teleobjetivo, alcanza la mira de un francotirador

LA PREGUNTA QUE NADIE SE HACE                                                

Según ha revelado el Washington Post en una noticia de la que se hace eco RT, se ha producido una grave violación de las normas de seguridad en una reciente sesión privada del Gabinete gobernante del Partido Republicano. Y es un tipo de suceso, que invita a hacerse preguntas que mucha gente no quiere afrontar.
La cuestión es que, según The Washington Post, una mujer que se hizo pasar por la cónyuge de uno de los legisladores participantes en la reunión no solo traspasó el perímetro acordonado del Loews Hotel de Filadelfia (Pensilvania), donde se celebró el evento, sino que permaneció en el lugar durante todo el día y fue capaz de grabar un número sin precedente de reuniones, una de las cuales estaba dedicada a cuestiones de seguridad nacional.

Esa sesión contó con la participación del presidente de EE.UU., Donald Trump, el vicepresidente Mike Pence, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y muchos otros funcionarios de alto rango.

Posteriormente, la “mujer misteriosa”, como la ha bautizado el periódico, ha enviado la grabación de forma anónima a varios medios de comunicación. Tras revelarse la intrusión, las autoridades han calificado el fallo de seguridad de inaceptable, puesto que la persona infiltrada podría haber sido peligrosa. La mujer utilizó un pase falso para entrar al edificio, donde permaneció durante casi 11 horas.


No es la primera vez que se produce un suceso de esta índole, pero de forma sistemática, hay un aspecto que nadie quiere tratar o que nadie quiere tratar en voz alta.

Y es que sucesos como este, demuestran que el terrorismo no es como nos lo cuentan.

Si una desconocida es capaz de entrar en el lugar donde están los más altos mandatarios y permanecer entre ellos durante 11 horas, es lógico preguntarse: ¿por qué los terroristas, sean del tipo que sean, no intentan hacer lo mismo para acabar con los más poderosos, en lugar de dedicarse a atacar cafeterías, discotecas o paradas de autobús repletas de gente inocente y políticamente irrelevante?

¿Por qué la mayoría de la población acepta sumisamente la idea de que un malvado terrorista pueda matarla en un tren y no se pregunta, cuando aparecen noticias como esta, por qué razón los terroristas no atacan a los poderosos?

Informaciones como ésta, demuestran de forma fehaciente que podrían llegar hasta ellos.

Hace unos días, pudimos ver al ex-primer ministro francés Manuel Valls siendo agredido por un joven tras un acto público.

O hemos visto a políticos recibiendo impactos de huevos.

Como también hemos visto algunas veces a altos cargos europeos, recibiendo tartazos o otros ataques inocuos por parte de activistas.

O al mismísimo Henry Kissinger, uno de los mayores símbolos de poder, rodeado de activistas con esposas, chillándole a la oreja.

Resulta que todas esas personas pueden pegar en la cara a ex primeros ministros, llevar huevos ocultos, acercarse a ellos y arrojárselos, esconder tartas y estrellarlas contra la cara de altos cargos o introducir pancartas y esposas en edificios hasta ponerse a un metro de líderes importantes…y los malvados terroristas internacionales, del tipo que sean, que están teóricamente entrenados, financiados y altamente motivados y que incluso están dispuestos a inmolarse…ni tan solo lo intentan.

¿No les parece sospechoso y contradictorio? ¿Nadie se ha preguntado en qué consiste realmente el terrorismo?

¡Lo bueno es que la gente se traga estas incongruencias sin rechistar!

¡La población se ha acostumbrado a que los “terroristas” maten a gente pobre y que jamás intenten hacer daño ni a ricos ni a poderosos!

¡Lo ven como algo lógico y normal!

Consideran razonable que un tipo venga de la otra parte del mundo y se inmole o se arriesgue a pasar la vida en la cárcel, para matar al panadero de la esquina que viaja en metro, pero no se preguntan por qué no intentan matar a los ricos, a las celebrities o a los mandatarios en sus yates, con el impacto social y propagandístico que ello tendría para “su causa”, sea la que sea.

Nos dirán: no lo intentan porque es imposible que se acerquen a ese tipo de genteSon inaccesibles”.

Pues bien, también debería resultar igual de imposible para los paparazzis que a escondidas les sacan fotos robadas con teleobjetivos…y donde alcanza el teleobjetivo de un paparazzi, alcanza la mira telescópica de un francotirador…

Pero eso la gente prefiere no preguntárselo. Incluso acusarán “de violento” al que denuncie estas evidentes contradicciones.

Buscarán mil excusas para no tener que enfrentarse a estas cuestiones, porque pondrían bocabajo todo su mundo de creencia en el sistema y lo que es peor: les obligaría a actuar.

Noticias como esta de la infiltrada en la reunión de Trump, que nos presentan con todo descaro en los medios como en tantos otros casos similares, solo demuestran una cosa: el profundo lavado de cerebro que han practicado sobre la población, hasta convertirla en una masa sumisa y conformista…

COMENTARIO ADICIONAL:
Fíjense con mucha atención en el espacio de comentarios de este artículo.
Verán que hay mucha gente en los foros trabajando para que ustedes no se cuestionen cosas como estas.
Harán todo lo posible por tergiversar y confundir, para que ustedes no se hagan preguntas realmente incómodas que pongan en peligro a aquellos que están en el poder, es decir, a los amos a los que ellos sirven y al sistema que les alimenta.
Si son perspicaces, es posible que incluso intuyan que algunos de estos comentaristas llevan o llevaron uniforme.
Lo que pone más nerviosa a esta gente es que ustedes no adoren al líder de turno, al “amo bueno”, que se enfrenta a “los malvados”, y que en su lugar empiecen ustedes a pensar que “no hay amo bueno”…

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