ARMAGEDDON
NOW!
Digamos que nos cansamos de que nos anuncien el fin del mundo, o que
éste en realidad nunca llegará, o faltan millones de años para que
suceda, o que no hay tal cosa como el fin del mundo o el rapto… No
sería hora de que los creyentes y no creyentes comenzáramos a
cuidar de verdad el planeta… digo… por si hay que vivir en él un
tiempo más…
Los ateos quisieran que los cristianos se fueran de una vez por todas
con su Jesús, claro… Eso no va a suceder porque no existe… Los
creyentes quieren irse con Jesús, cuanto más no sea para no ver más
a esos engendros demoníacos que no creen en Dios y son la causa del
mal en el mundo. Los gnósticos deseamos que el Dios del
Tetragramaton se vuelva a su planeta y nos deje en paz y si quiere,
con él, se lleve a creyentes y ateos para seguir sacrificándolos en
sus altares.
Sin embargo, parece probable que vayamos a convivir un tiempo más
juntos… una semana… sesenta millones de años… ¿?
Los gnósticos, en general, creemos que no hay liberación individual
y que debemos arrastrar con esta masa de adoradores del demonio
bíblico y los ateos hasta el fin de los días, a una liberación en
masa difícil de imaginar; sin embargo, existen pasos intermedios que
nunca podremos evitar.
Es decir… hay una gran posibilidad de que no pase nada extremo y
haya que seguir viviendo aquí… y en esto todos podemos coincidir
que no podrá ser en las mismas condiciones.
Lo que más pesa, obviamente es la condición ambiental; pero ésta
está íntimamente ligada a las circunstancias sociales y económicas.
Es decir, no podemos pensar en un ambiente limpio dentro de un
entorno de explotación comercial de los recursos.
Tampoco podemos seguir tolerando esta situación de esclavitud. El
hombre no está aquí para “servir” a otros hombres, no desde el
punto de vista de lo laboral. Mucho menos para servir a banderas,
instituciones, estados y otros entes abstractos.
El hombre está para SER.
A VER SI LO ENTIENDEN: no somos muñequitos para el festín de algún
magnate, somos seres libres y espirituales y cada día que ustedes
nos mantienen en esclavitud, lo deberán pagar cuando llegue el
verdadero juicio: la ley de causa y efecto universal.
Y superado esto, queda el problema entre nosotros.
Digamos que aceptamos que sigan adorando a un Dios diferente, porque
su ignorancia y falta de ganas de profundizar en su fe los lleva a
seguir incorporando arcontes creyendo que se trata del espíritu
santo o pidiéndole favores a la figura de un crucificado; pero, al
menos, cuiden el planeta donde viven, no ensucien, reciclen y canten
y prediquen en voz baja.
¿Es mucho pedir? ¿Acaso han visto que nosotros procedamos de otra
forma? Y eso que somos los malos del planeta…
Cuando tenemos sexo, no necesitamos salir a la calle a proclamarlo,
es algo íntimo… lo mismo sucede con nuestras creencias religiosas,
podemos dialogar acerca de ellas, pero no estamos difundiéndolas por
altoparlantes.
Hasta podríamos hacer el ejercicio de vivir en continentes
diferentes, sólo se trata de que nos organicemos un poco.
Sin embargo es difícil cuando “lo que gobierna” este mundo es un
dios tribal celoso y demoníaco, servido por humanos traidores a la
especie que se han quedado con todo, gracias a su alianza con ese
“señor’.
Tenemos un sentido de la propiedad muy gracioso. Nos sacrificamos
para comprar una casa, o tierras y estas, en realidad, nunca nos
pertenecen. ¿Por qué razón no nos damos cuenta de que no es real
la posesión de tierras? ¿Por que razón no nos damos cuenta,
tampoco, de que el dinero es irreal?
Unos pocos trabajamos para producir algo que el gobierno distribuye
entre gente que no trabaja, armas y fuerzas de seguridad. Si hacemos
la cuenta, es posible que más del 60% de lo que se produce vaya a
esas “cuentas”. ¿Cuál es el sentido de que sigamos manteniendo
este despropósito cuando en realidad NO ES NECESARIO QUE NADIE
TRABAJE?
¿En realidad crees que vives mejor que un nativo americano
pre-colombino? ¿Que posibilidades tenían ellos de que les cayera
una bomba en su barrio y los volara a todos? ¿Cuál de que su río
principal se contaminara?¿Acaso no extrañas el círculo de amigos
alrededor del fuego?
Ahora bregamos con contaminación, autismo, epidemias, guerras de
exterminio, hambrunas…
Quiero volver a ese espíritu… a esa forma de vida… al águila y
al lobo…
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