NO HUBO NINGÚN GÉNESIS: El hombre nunca fue creado
Tu
crees lo que te han contado: que la Humanidad es joven, que su
génesis se gestó hace 7.000 años, que los hicieron de barro y
aliento divino. Hace poco, unos arqueólogos descubrieron tablillas
que hablan de tiempos remotos, de cuando la historia aún lo
consideraba “primitivo” y la realidad es que ya construía
templos, pero fue instruído y controlado por los Nephilim y los
dioses Annunaki (Anu, Enlil, Enki), que lo reconstruyeron a partir de
un protohombre derivado de un reptil. Pero su historia es más
antigua aún y la verdad es bien diferente… mi nombre es
Erikepaios, y soy el primero de los Primordiales.
Adam
Kadmon fue el primero, el arquetipo que ya estaba desde siempre,
emanado del Ain Soft, el Anthropos para unos, el Arbol de la
Vida, para otros, también conocido como Purusha, divinidad única
omnipresente, el pleroma, el Innombrable.
No
podemos hablar de antes o después, de primero o segundo en el
universo infinito y eterno, el tiempo no existe y todo se da como la
manifestación de un instante; de manera que fue en esa manifestación
que Lucifer, el ángel de la mañana, descubrió al Creador,
Narayama, “empacando” los espíritus increados en almas creadas
por él.
Y
creó cuerpos “a su imagen y semejanza”, no la de él mismo, sino
de Adam Kadmon.
Y
allí fue la rebelión de Lucifer y sus seguidores y el triunfo del
Señor de los Ejércitos y Metraton, que terminó en la derrota del
Angel que Trae la Luz, que fue enviado a lejanos mundos como castigo.
De manera que los
espíritus increados y el mismo Lucifer perdieron aquella batalla. Esa
fue la llamada caída de los ángeles, anterior y diferente al relato
bíblico de los nephilim.
Como
Gaia creara la tierra con infinito amor hacia sus criaturas, ayudada
por los primordiales, los dioses de los elementos y los
tierra-formadores, quedó esta lista para ser habitada.
Y
aquéllos habitantes eramos parte del proyecto Tierra y lo amábamos
tanto como ella.
Aún
siendo espíritus increados danzábamos con alegría, componíamos
hermosas canciones, creábamos excelsa poesía, con tierra de
diferentes colores pintábamos paisajes y flores en el cuadro de la
Naturaleza y recorríamos la Tierra mostrando nuestras producciones y
halagando a todos con ellas.
No
había matemáticas ni ciencias de ese tipo en nuestros corazones,
porque el hombre, era, en su forma primordial, un creador estético
por naturaleza.
Habitamos
el planeta en sus comienzos, cuando todo era grande y todavía había
capas de vapor en la superficie, la materia era más liviana y
podíamos moldearla sólo con pensar en ello.
Pero
las cosas no quedaron así para siempre, la materia comenzó a
ponerse más densa y nosotros a mutar con ella, sin comprender con
exactitud adónde nos llevaría.
Y,
luego, llegaron ellos, en sus naves poderosas, con sus armas que
queman y truenan, con sus conocimientos de física y genética. Los
Annunaki y sus vigilantes nephilim.
Algunos
pueblos se opusieron desde el principio a esta invasión y fueron
tratados como enemigos. La condena y la aniquilación se balacearían
peligrosamente sobre sus cabezas, por siempre.
Recordad,
antes que continuemos, que nosotros seguimos siendo aquél Adam
Kadmon que se tomó como prototipo de la creación, ahora reducido a
una masa de barro llamada Adan.
Los
invasores les dieron un cuerpo pesado y carnoso, difícil de
controlar y lleno de defectos, pero, sobre todo, un cuerpo que
necesitaba matar para sobrevivir y engendrar para perpetuarse, pues
su vida era muy corta y su memoria eliminada al término de cada
vida.
A
esto la humanidad tenia ya grandes ciudades e inventos tecnológicos,
pero recordaba todavia su origen, pues lo pasaban de padres a hijos y
esto debía ser corregido.
Para que los
pueblos no los rechazaran, los convencieron de que eran sus dioses, a
quien deberían adorar, primero por la fuerza, luego por la
repetición y la costumbre, hasta que más tarde los tentaron con el
engaño de la riqueza y el poder.
Las
tribus se dividieron y hubo grandes guerras con armas devastadoras
que arrasaron con pueblos completos.
Jugaron
también con los tiempos. Necesitaban hacernos creer que éramos
noveles en la Tierra y que carecíamos de historia. La misma fue
reducida y reescrita en solo 7.000 años al llegar a nuestra era.
Entonces
fue que, entre sus mentiras, crearon el relato del génesis, con el
que encubrirían por siempre la manipulación genética de los
humanos.
Y
luego del génesis, viendo que aún así había tribus que no los
aceptaban, arrasaron la tierra con grandes inundaciones y lluvias que
cortaron la existencia de muchos. Al reducir a la humanidad, sería
mas sencillo convencer a las nuevas almas de la historia que ellos
relataban. Al mismo tiempo, en otras civilizaciones se ignoraba todo
esto.
Asi
que los dominadores firman un pacto. Lo firman los falsos dioses con
los sacerdotes de las tribus fieles. Y les prometen poder y riquezas
a cambio de aniquilar a las tribus que no creen en ellos. Y habia
tribus enemigas cuyos dioses eran los mismos, pero con diferente
nombre y firmaron el mismo pacto, con lo que la lucha se
mantendria aún cuando fueran exterminados todos los no-creyentes.
Y
unos pocos conservaban el conocimiento y la memoria de la sangre,
pero eran exterminados, familia por familia y así como hicieron con
ellos, veréis que trataran de hacer lo mismo con lo que resta de
aquella memoria en los pueblos hoy conocidos como Rusia y la tribu
Kurda.
Los
que van naciendo, olvidados de todo, son reprogramados con la
historia y las creencias falsas, de manera de continuar con el
dominio.
Pero
algunos comienzan, de todas maneras, a recordar y es por esto que han
planeado un nuevo armagedon.
Los
“creyentes”, las almas débiles que no recuerdan nada de su
pasado y se han adherido a la mentira annunaki, se burlan de los
Viryas y los llaman conspiranoicos y atrapados por el demonio. La
lucha es difícil y las posibilidades de ganar son cada vez menores,
pero continuará hasta el último Virya porque el sometimiento es
inaceptable.
Si
quieres saber más sobre ese tema, te recomiendo la lectura de :
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