6.9.17

Convertir el planeta en un jardín donde nadie tenga que comerse a nadie.

LA PUERTA DE SALIDA                                                         

Un esclavo es alguien sin decisión propia, alguien que debe recibir órdenes para realizar algo, no posee proyectos propios, carece de creatividad, sólo sabe obedecer y lo hace de manera traicionera. Roba lo que puede. Aprovecha cualquier descuido. Si accede a un puesto de gobierno, se regocija en los lujos y la corrupción. Jamás hace nada por los demás.

El esclavo puede reaccionar en masa, si un líder sabe manejar su energía. Y entonces tenemos grandes sublevaciones, pero no hay ideas detrás de ellas, tal vez alguna que esté de moda o que haya abrazado el líder. Como sea, ellos no están en condiciones de elegir.

Entonces llega el sacerdote, el patrón, el gobernador y les dice qué hacer y que sus objetivos son:

Hacer grande a su nación, que su bandera flamee alto (?), poner en alto el nombre de su país, volver a los tiempos, siempre pasados, de bienestar y abundancia.

Pero siempre, en el presente, hay que tomar medidas de austeridad…

Ahora bien… esto es lo más opuesto a un espíritu libre que podamos concebir.

Un espíritu libre… ha venido… a ESPIRITUALIZAR LA MATERIA.

Y cómo lo hace, si no sabe qué quiere, adónde ir, cómo afirmar sus propios objetivos.

Queremos un mundo de paz, justicia, alegria… donde todo sea jardines… pero estamos esperando que lo haga… quien?


Desde niños nos entrenan para ideales menores: ser medico, mecánico… “ser” una profesión… “ser” una situación económica… Trabaja… Produce… Cumple tus horarios…

Estamos confundidos todo el tiempo, adaptándonos a la “realidad”, renunciando a nuestros sueños por los hijos, la familia, el cónjugue, la situación…

El Dios de la tierra y sus esbirros tienen el dominio del TIEMPO. ¿Por qué? Porque lo inventaron ellos, es una dimensión ilusoria que, simplemente, evita que lo que tiene que suceder, suceda.

El tiempo nos limita, nos envejece y finalmente nos mata…

La energía que alimenta esa ilusión proviene de nosotros mismos, de nuestros depósitos áuricos. No podrían alimentar el tiempo sin nuestro consentimiento. No podrían hacer nada sin nuestro consentimiento.

Entonces, si tienes un objetivo, ellos le pondrán tiempo y tu objetivo parecerá que nunca llega. En el medio aparecerán miles de obstáculos y nuevas oportunidades que te alejarán de tu objetivo, harán que lo olvides, que renuncies.

Sin embargo verás que hay personas realmente espirituales, que sí realizan sus objetivos. Son personas que, en general, generan riqueza y bienestar a su paso. No tienen pretextos para sus planes, renuncian a lo que tengan que renunciar, pero son inexorables en su marcha.

No necesitas cambiar el mundo, basta con que conviertas en un jardín la tierra que pisas.
En el mismo pedazo de terreno, unos crean un paraíso y otros fealdad.

No te conformes, crea futuros de esperanza, futuros de paraísos posibles. No cedas a la tentación de darle la razón a los demonios.

Si no sabes como hacerlo, únete a alguien que sí sepa, acepta ser aprendiz, sé leal. No es malo reconocer que se sabe menos, lo malo es querer demostrar que somos lo máximo cuando no es así.

Renunciemos a la pesadilla del ego, para dar lugar al futuro brillante de la solidaridad y el amor. Pero hagámoslo ACTUANDO, creando proyectos de abundancia.

Ya me cansé de las amenazas de posibles catástrofes, de hambre y muerte. Cambio el sueño de los demonios por el mío:

Convertir el planeta en un jardín donde nadie tenga que comerse a nadie.


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