Es
sabido que el demiurgo
Yahve (Yaldabaoth)
tergiversó el modelo universal de la creación, proclamándose a sí
mismo como dios único, ignorando la existencia del Padre
(El
Altisimo Incognoscible) y dando fin de esa manera al predominio de
los hiperbóreos, la verdadera Humanidad que se regía con parámetros
de paz, solidaridad y respeto por la Tierra. Desde entonces, por
7.500 años, ha reinado sobre los hombres sometiéndolos al escarnio
más doloroso: la esclavitud. Peor, aún, mediante la intervención
de Enki
(Lucifer)
realizaron la profanación del cuerpo original humano (mediante
manipulación genética), convirtiéndolo en lo que es hoy: un ser
finito que necesita de matar para sobrevivir.
Junto
con su profanador general, surge la horda de ángeles y arcángeles a
sus órdenes, quienes se encargaron de desarrollar los grandes
imperios, como Roma, para someter a quienes aún se resistían al
cambio, mediante vergonzosas inquisiciones, verdaderos torturadores y
asesinos de una crueldad inimaginable.
Pero
también hay ángeles y dioses del lado del Altísimo y Nuestra
Señora y analizando un poco los relatos tradicionales, me surge la
pregunta: ¿Fue la Tuatha
de Danann una
de las últimas intervenciones del Verdadero Cielo, para recuperar a
la humanidad?
Según
relata el Libro de las Invasiones de Irlanda, por el año 2.000 AC
llegaron a la isla los Dioses de la Tuatha de Danann. Lo hicieron en
“naves rodeadas de nubes que se detuvieron en el cielo”.
Si
bien es innegable la comparación que pueda hacerse de la diosa
Danann con Tiamata, la diosa Annunaki madre de Enki y Enlil y del
propio Enki con el tuatha Dagda, la característica evidentemente
benéfica de estos dioses, algunos de los cuales se establecieron
para siempre en el corazón de los hombres, como es el caso de
Brigidh, es evidente.
Estos
dioses pelean todo el tiempo contra los dioses Fomore (¿Cabala?)
hasta que los vencen, para ser finalmente derrotados por los
milesianos (gallegos) provenientes de Escitia (norte del Mar Muerto).
Sin
embargo los Celtas han sido los grandes creadores de la cultura
europea, por su dominio de las artesanias, la medicina y la guerra,
aprendidos de los tuatha. Enseñoreados de la tierra hasta la llegada
de la invasión de Julio Cesar, quien exterminó a 2.5 millones de
celtas para asegurarse su poderío político y finalmente terminar
acuchillado por sus propios compatriotas (Siglo I ac), su legado
permanece hasta nuestros días.
Se
dice que los celtas representaban la cultura hiperbórea hasta que
fueron infiltrados por la “mano oscura” de la Atlántida: los
denominados Golem por el misterioso escritor Nimrod de Rosario.
¿Fueron,
entonces, estos dioses de la tuatha de Danann, los últimos enviados
para corregir el error de Yahve, justo 2.000 años antes de la
llegada de Jesus?
Cuál
fue, entonces, la verdadera misión del Nazareno; enfrentado al dios
Yahve y a los sacerdotes judíos. ¿Fue, realmente, crucificado? Por
que razón los templarios se negaban a besar el crucifico y, más
bien, reclamaban que “ese no era el hijo de Dios”.
La
historia verdadera tiene mucho que contarnos, siempre que estemos
dispuestos a quitarnos los velos que nos hacen ignorar la realidad.
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