22.6.18

Despertar es darse cuenta de en qué medida cada uno colabora al Mal.

¿QUÉ SENTIDO TIENE TODO ESTO?                                     
Muchos llevamos años señalando con nuestro dedito a los malos malísimos que están destruyendo a la Humanidad. Pero creo que debemos pasar a la siguiente fase. Ya no basta con señalar afuera. Miremos adentro.

1. PUNTO DE PARTIDA

Vacunas tóxicas que vuelven autistas y estériles a los niños.
  • Comida basura llena de sustancias tóxicas que nos enferman.
  • Educación que adoctrina, embrutece, impide el desarrollo natural de la inteligencia, castra las habilidades innatas y nos prepara para ser dóciles esclavos mal pagados o desempleados.
  • Mentiras y más mentiras de la historia que se atornillan a golpe de carísismos libros de texto, teatro de los expertos  Premios Nobel y ojito con el que se atreva a ser negacionista.
  • Identidad de género que lleva a la confusión y la autocastración, mientras la pretendida lucha por la igualdad ha conseguido enfrentar a varones y mujeres.
  • Música que arrastra al inframundo del ruido y la enajenación.
  • Juventud que se "distrae"  autodestruyéndose con ruido, alcohol y drogas, mientras se envenena la piel con tatuajes y piercings.

  • Dinero falso  que nos esclaviza en la deuda eterna.
  • Elites satanistas que violan y matan a niños para mantener su control sobre los gobiernos lacayos.
  • Arte basura usado como magia negra contra el pueblo que se somete, cegado por el glamour de los millonarios.
  • Sistema judicial que protege a las élites corruptas mientras castiga y persigue sin piedad  al pueblo indefenso.
  • Ingenieros sociales que, con toneladas de dinero, montan falsas revoluciones y primaveras para poder entrar con ejércitos, destruyendo países para retrotraerlos a la edad media, y someterlos en más deuda impagable.
  • Guerras eternas con terroristas descerebrados que violan, empalan y matan a mujeres y niños delante de sus familiares.
  • Guerra climática del poder en la sombra que desertiza unos campos, inundando otros, con el beneplácito de los gobiernos lacayos.
  • Encadenamiento a los combustibles fósiles cuando hace más de un siglo que Tesla inventó la energía libre.

2. SEGUNDA PARTE DE LA PRIMERA PARTE CONTRATANTE.

Mientras todas estas cosas ocurren delante de nuestros ojos, aparcamos a nuestros hijos en guarderías desde los 4 meses hasta los 18 años, les obligamos  a estudiar cosas inútiles, falsas y absurdas, mientras les regalamos tablets y jueguitos violentos que los vuelven psicópatas e indiferentes a todo, los alimentamos con comida basura y chuches tóxicas.

Nos enajenamos con el fútbol, las carreras de fórmula 1, las fiestas alcoholizadas y depravadas de los orgullos varios, las cirugías estéticas, las revistas y programas del corazón, la compra compulsiva de cosas inútiles que se amontonan en nuestras casas o se rompen y acaban pronto en la basura.

Ponemos nuestro dinero a intereses o en cuentas remuneradas volviéndonos meros usureros como fieles imitadores de la banca jázara, nos endeudamos para irnos de vacaciones o para comprarnos una casa que al final se la queda el banco,  aunque no sea suya...

3. ¿QUÉ SENTIDO TIENE TODO ESTO?

Después de mucho reflexionar, he llegado a esta conclusión, (por ahora, porque estamos en proceso constante de descubrimiento de la Luz). 

Como describe el Libro de Urantia, vivimos en el mundo de Satanás.

Esto que he descrito, que es tan terrible, no es una "mala noticia". Es la realidad.

En otoño se caen las hojas, y en invierno hace frío,  no son "malas noticias" , es simplemente la realidad.

El mundo ahora es así. La Humanidad sigue los deseos de Satanás. Por eso todo es muerte, destrucción, enfermedad, solipsismo, egotismo, pérdida de identidad...

Tal vez hace 20.000 años el mundo era diferente. Pero ahora es lo que hay. No querer verlo, o no verlo, no lo hace desaparecer. 

Hace mucho tiempo que esto es así, pero ahora lo vemos con más claridad. Es más, nunca fue la realidad  tan evidente. Antes, sólo lo veían algunos maestros espirituales, pero ahora lo ve hasta el tato.

Por eso, en el fondo, estamos viviendo una etapa muy importante de la Humanidad.

¿Qué sentido tiene entonces?

Satanás nos dice que debemos ganar dinero, ser famosos y triunfar. Pero no es cierto. Hemos venido a este mundo a aprender. A aprender a hacer el Bien. Por eso, cuanto mayor y más evidente es el Mal, más fácil es ver el Bien.

La vida es la escuela y todo esto a lo que nos enfrentamos a diario es una prueba. Estamos a prueba, constantemente. 

4. ESTAMOS DE EXÁMENES:¿Cómo superar la prueba?

Para ser felices, no se trata de hacer lo que nos dé la gana, sino que se trata de elegir el Bien, y abandonar el Mal. No es fácil, porque estamos rodeados de muy apetecibles tentaciones que nos atraen aunque sepamos que no es bueno para nosotros ni para los demás.

El Bien no es relativo, no es cuestión de costumbres y tradiciones sociales.

El Bien existe, y el ser humano sabe muy bien dónde está. Porque el ser humano es, ante todo, un ser moral.

Pero ¿cómo podemos ver con claridad dónde está el Bien?

He encontrado una pista que nos ayuda a encontrar el camino del Bien, justamente en algo que antes se enseñaba desde la infancia, y que ahora, qué casualidad, se desconoce.

Los llamados pecados capitales o pecados mortales pueden servirnos de guía. (Son cristianos, por cierto, no están en el Antiguo Testamento). Y llevan bien su nombre, porque todos ellos nos llevan a la muerte, bien sea física o espiritual. 

Los pecados son:

- La pereza, esa que hace que entreguemos nuestros hijos al sistema, porque es más cómodo que educarlos de otra manera, este vicio nos lleva a echar herbicida al huerto por pereza de cavar las malas hierbas. Esa pereza que nos hace darle la tablet al niño para que nos deje en paz. Esa misma que nos hace comer comida precocinada por no tomarnos el tiempo de preparar buenos alimentos. Esa que acompaña a la gula. 

- La gula nos hace comer en demasía, con los ojos, dejándonos llevar por "es que me apetece mucho",  y luego nos enfermamos. Cedemos, a sabiendas, a un apetito infantil, caprichoso y que nos perjudica. Toda la publicidad sobre la alimentación va dirigida a despertar la gula. Y caemos plácidamente en la trampa.

- La avaricia. Todo el sistema bancario funciona sobre la avaricia. Nosotros también somos avaros, por eso entregamos nuestro dinero a la banca ladrona, porque especulamos, practicamos la usura cada vez que buscamos que nuestro dinero nos dé intereses mientras  no hacemos nada. Las loterías están basadas en este vicio. Antes el dinero había que invertirlo en alguna empresa para que produjera beneficios, ahora basta con entregárselo al banco, y éste se encarga de darnos una parte de su ganancia, mientras cerramos muy fuerte los ojos para no enterarnos de que lo invierten en armas, guerras, expolios o tráfico de personas.

- La ira es la guerra, la violencia, el abuso de poder, los ejércitos suelen estar al servicio de la ira. Las personas violentas que pegan y maltratan, física o verbalmente están movidas por la ira, que viene de la rabia y ésta de la frustración. La ira se expresa con frecuencia en los partidos de fútbol, de hecho, para eso sirve este opio del pueblo, para que la población frustrada dirija su ira hacia su vecino, en lugar de dirigirla hacia el causante verdadero de su frustración.

- La lujuria no es sólo la lascivia como en la fiesta de los orgullos, con personas que fornicaban en el medio de la calle. Lujuria es también exceso de lujo, es despilfarro innecesario, gasto excesivo que, con frecuencia, va unido a la necesidad de aparentar, a la soberbia. Los centros comerciales son espacios de lujuria convertido en negocio.

- La soberbia es  lo que  alimenta las revistas de la moda y el corazón. Vivimos para la imagen, gastamos fortunas en ropa y complementos que vuelven a Amancio Ortega multimillonario, mientras nuestros armarios rebosan de ropa que no nos ponemos. Toda la publicidad se basa en la soberbia, pero también en la envidia. 

- La envidia es el mecanismo predilecto de la publicidad: mira lo que tiene tu vecino ¡y tú no! Pero además, es el peor de todos los pecados o vicios o hábitos satánicos, porque todos los anteriores producen cierto placer cuando se cometen, en cambio, el sentimiento de envidia es muy desagradable. En este pecado ya va la penitencia, envidiar no sienta nada bien, nos pone la tez amarga y verdosa como la hiel.

5. Resumiendo: 

Satania, el mundo en el que estamos, es el mundo del Mal, pero es necesario tomar conciencia de que está permanentemente, y de múltiples maneras, alimentado por nosotros mismos. Somos nosotros los que hacemos que una gran parte de este Mal exista. Y nuestra vida sólo trata de esto: darnos cuenta de lo que hacemos y superar la prueba.

Despertar no es sólo darse cuenta del engaño y de que hay un grupo muy poderoso que controla mucho. Despertar es darse cuenta de en qué medida cada uno colabora al Mal.

Luego, está en nuestras manos dejar de hacer lo que hacemos, dejar de alimentar al monstruo que nos destruye, y empezar a actuar en base al Bien.

El Bien para nosotros y para los demás.
La caridad bien entendida empieza por uno mismo.

Empieza por ti mismo.




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