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8.8.18

Toda nuestra “biología” responde al deseo de nuestra propia consciencia

LA GUERRA HUMANOS VS. REPTILES                                

Mencionada en los mitos de todas las culturas,  formando parte activa de muchas de las teorías de conspiración, relatada en las comunicaciones con extraterrestres, presente en nuestra vida cotidiana y ADN, representa el mayor desafío de la Humanidad, sin que esta tenga, siquiera, consciencia de ello.

¿Es, acaso, la guerra en los cielos, de Dios contra Lucifer, el relato mítico de dos civilizaciones extraterrestres en lucha? Y si es así, ¿quienes son los positivos?¿Quienes los negativos?¿Y que somos nosotros en esa contienda?

¿Está la humanidad controlada por seres reptiloides que forman un gobierno oculto o que, al menos, ha negociado con poderosos gobiernos del mundo?

¿Fue la humanidad manipulada genéticamente, hace miles de años, para convertirnos en lo que hoy somos? ¿Qué papel tienen los dioses, los Annunaki, kurus y pandavas o el llamado Yahveh en toda esta cuestion?

Seguramente, hay miles de preguntas similares, la mayoría sin responder coherentemente o lo que es peor: ignoradas totalmente por la mayor parte de la población del planeta.

El mito psicológico y moral básico, con sus elementos más importantes, podría resumirse así:
  • Un dragón (reptiloide) luciendo irreductibles poderes, azota una región, matando y sometiendo a sus habitantes.
  • Por incapacidad de enfrentarse al monstruo, los habitantes, deciden contratar a un guerrero (singularidad) o este aparece sin ser llamado y a veces, siendo, inclusive, despreciado por el vulgo.
  • El guerrero suele tener la cualidad de ser puro, virtuoso.
  • Se enfrenta al dragón y a pesar del aparente desequilibrio de fuerzas, lo vence.
  • A veces el guerrero aparece montado en un caballo (la mente y emociones controladas)
  • Y tiene, también, alguna espada mágica (la voluntad, la agudeza espiritual, el discernimiento)

El relato que circula en las redes, con sus implicancias histórico-evolutivas, dice así:
  • La Tierra fue “sembrada” por una civilización reptiloide denominada “terraformadores o jardineros”. Ellos pusieron todo para integrar un eco-ambiente: plantas, bacterias, animales… todo.
  • Esta civilización reptil provenía de otro universo, más antiguo, que fue destruído.
  • Las culturas nativas de este universo (humanoides) no son reptiloides y son completamente diferentes (playadianos, arcturianos, etc).
  • Las especies fueron poblando el planeta y recibiendo modificaciones y aportes por parte de esta civilización y otras.
  • Se llegó a un punto donde un reptil prevaleció de entre los demás y fue seleccionado para una mayor modificación. Se presume que estas modificaciones las realizaron los annunaki, posiblemente reptilianos, aunque la palabra no lo define y se refiere, más bien,  a un grupo formado por diferentes especies.
  • Debido a que los annunaki manejan bancos de genes de muchas especies diferentes, pueden generar diversidades casi infinitas.
  • Así, hicieron varias manipulaciones, hasta obtener un humanoide, al cual reproducían mediante clonación, hasta que esto se les tornó inconveniente y decidieron separarlo en “sexos” y que se reprodujeran por unión sexual (Génesis bíblico)
  • Posteriormente, hace unos 350.000 años, la humanidad recibió un aporte humano de los arios de sumi u otras civilizaciones. El antiguo egipto y sus protegidos los griegos, los mayas y en general los conocidos como hiperbóreos, formarían parte de ese aporte inicial.
H.P. Blavatsky y otras tradiciones, nos dan una visión diferente.
  • Según la fundadora de la Sociedad Teosófica, basada en las Estancias de Dzian, la evolución sucede en forma de 7 globos por los que la humanidad transita, cambiando y ampliando su consciencia, desde un plano arquetípico, bajando a uno físico y elevándose luego nuevamente al arquetípico, según el esquema que vemos a continuación:
  • Para este esquema, la civilización hiperbórea ha sido la del 3er. globo, ellos eran gigantes y no tenían diferenciación sexual. Este concepto es mencionado en muchas tradiciones, habla de ellos Lao Tzu cuando se refiere a los “hombres altos como torres” , son los cíclopes de la mitología griega, tal vez los hijos devorados por Kronos (la 4ta raza) y en general se hace mención de ellos como bondadosos, artísticos y solidarios. Son retratados como “malos” por la tradición bíblica, empeñada en establecer que lo bueno surgió después del diluvio.
Opino que la descripción de Blavatsky se refiere al ciclo del espíritu, el cual encaja en la historia física de la humanidad, de manera tal que el descenso completo del espíritu en la materia (y su prisión) se produce en el 4to. globo.

Nuestra cultura, empañada por la tradición bíblica, desconoce toda su gesta y cree que fue “creada” durante el génesis relatado en el libro hebreo, cuando, según parece, este génesis se está refiriendo al momento aciago y trágico de la humanidad, cuando fue manipulada por un “dios” (en verdad una cultura extraterrestre) para separar sus sexos, producidos artificialmente a partir de un homínido andrógino (Adan) y con el sólo objetivo de obtener mano de obra gratuita y descartable.

Y en este sentido, el relato del antiguo testamento, tomado sin dudas de tradiciones anteriores, toma como bueno y religioso el momento del sometimiento brutal del hombre.

Ahora bien… durante el período de la 3ra. raza, se dice que el hombre, andrógino, poseía un cuerpo más sutil que el actual y se auto-regeneraba  voluntad.También se dice que en ese tiempo se comunicaba directamente con los dioses y tenía percepción amplia de los diversos planos del universo.

Genéticamente hablando, el hombre posee todos los elementos para habitar y percibir todas las dimensiones universales, mientras que los reptiloides, provenientes de otro universo, sólo pueden vivir en este 4to. globo, en dimension 3D (más tiempo), por lo que han producido, con su alta tecnología, una “trampa” dimensional que retiene toda la experiencia en este plano. A eso le llamamos la matrix. Y está hecho para mantenernos aquí, en el plano material que nos sofoca.

Como somos una construcción híbrida humano-reptiloide y poseemos las características de ambos, se da en nosotros una constante lucha interna, que nos produce mucha angustia.

Las características reptiles son:
  • Prioridad a la supervivencia a cualquier costo, por ignorancia de la propia inmortalidad.
  • Ego egoísta basado en emociones y pensamientos manipulados desde la matrix, los cuales creemos que son el tesoro del ser humano.
  • Tendencia hacia la práctica y desarrollo de la lujuria y las satisfacciones materiales e individualistas.
  • Necesidad de controlar a los demás mediante la violencia, la intelectualidad o el engaño religioso-espiritual. Competencia.
  • Respeto y veneración hacia las costumbres y moral inducidas artificalmente por la matrix: familia, propiedad, maternidad, matrimonio,etc.
  • Manipulación para que demos un paso más grande hacia el materialismo a partir del incentivo de la libido: erotismo generalizado, promoción del erotismo en los niños, homosexualidad, travestismo, pedofilia, sado-masoquismo, etc.
  • Concentración y solidificación en la experiencia 3D (4to. globo)
En cambio, las características humanas son:
  • Conocimiento de la inmortalidad del espíritu.
  • Base en el espíritu, no en la materia.
  • Carencia de ego hacia una experiencia de amor espiritual colectivo.
  • Solidaridad absoluta y carencia de competitividad.
  • Búsqueda de satisfacción en los planos dimensionales superiores.
  • Experiencia multidimensional.
  • Sed de conocimiento, espíritu de búsqueda, viajeros estelares.
  • Desaparición de la sexualidad y la lujuria, hacia una experiencia de amor universal.
Como decía, estas dos tendencias están en nosotros y proyectan un cuerpo físico acorde, con un cerebro que tiende a acrecentar las características reptiloides.

Porque, entendamos, que toda nuestra “biología” responde al deseo de nuestra propia consciencia y está acorde con la experiencia que estamos buscando.

Y que, desde la matrix, se emiten todos los impulsos necesarios para mantener las cosas como están y que sigamos buscando y luchando por la obtención de comida, sexo, lujos y confort…

La batalla del cielo no se ganará con naves estelares o porque la humanidad trascenderá automáticamente a la 5ta. dimensión, por designio de las estrellas. Tampoco llevando a la horca a los reptilianos que nos gobiernan. En realidad, el libre albedrío es lo que predomina en el cosmos humano y esto signfica que es NUESTRA DECISION la que podría producir un cambio que, incluso, cambiará las características de nuestro “cuerpo”.

La decisión se basa fundamentalmente, en elegir entre las cualidades reptiles o las humanas y esta decisión producirá singularidades que es posible que alienten a otros a tomar la misma decisión.

No veo otra forma de salir de la matrix

EL CENTINELA NOCTURNO


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