2.11.18

Eres libre de elegir, pero también eres responsable de elegir lo correcto

QUE CREÍAMOS ENTONCES Y QUE SABEMOS AHORA
Que nos enseñó la falsa espiritualidad


Como todo niño que empieza a andar, necesita de asideros, avanza con paso torpe, se agarra a todo lo que encuentra a su alcance y finalmente cae, una y otra vez. Así hasta que su cuerpo se fortalece, su equilibrio mejora y sus extremidades responden como su mente ordena. Este periodo es corto en la vida de un ser humano, un periodo breve en el que debe aprender el juego de prueba error, hasta que es lo suficientemente fuerte como para no necesitar de nada para moverse por su entorno. Sin embargo en el aprendizaje espiritual, ese periodo en el que necesitamos de esas muletas hasta que aprendemos a valernos por nosotros mismos, nos dura toda una vida y aun así, no logramos aprender lo suficiente como para no necesitar un punto de apoyo, un tutor o un guía, que nos ayude a no tropezar y caer una y otra vez.

¿Qué sucede cuando nuestro sistema y las personas que nos educan, solo nos adoctrina y no nos enseñan a madurar espiritualmente?

Que o bien seguimos a rajatabla esa doctrina impuesta sin plantearnos nada más allá de ese cercado mental, o bien si en el caso hipotético despertamos de esa ilusión, lo que nos sucede es que nos movemos torpemente agarrándonos a cualquier cosa con visos de autenticidad, cayendo en una trampa tras otra, empujados por la inexperiencia, la necesidad de creer y esa sensación de abandono perpetua que en un principio no ayuda a replantearnos nuestra existencia, pero que también nos empuja a los brazos de cualquier desaprensivo con ansias de llenarse el bolsillo.


Esto no pinta un panorama halagüeño, y ciertamente es así, puesto que nos educan para trabajar, producir y competir. La ciencia y la religión usan métodos similares tutelándonos a través de sus fórmulas, los unos basadas en un mundo puramente físico y material, y los otros basados en una espiritualidad basada en el sacrificio, la culpa y el miedo. Al final la combinación de ambas, nos deja plenamente capacitados para cargar con pesadas y esclavas tareas, sin posibilidad de escape, puesto que todo lo que conocemos es lo que vemos y lo que no vemos, hemos de temerlo y entregarnos a ello en sacrificio.

Despertar a esto y madurar espiritualmente, supone responsabilizarnos de nosotros mismos, saber que nuestros actos tienen consecuencias, y pueden dañar a terceros, que somos soberanos, tenemos libertad de elección, tenemos conciencia y somos algo más que un cuerpo físico, que nuestra libertad no debe sobrepasar el respeto a los demás seres vivos, que somos individuos independientes dentro de un inmenso colectivo, y que no somos ni más, ni menos que nadie.

¿Qué nos enseña actualmente la pseudo-espiritualidad que propaga de distintas formas este sistema?

Básicamente no nos enseña nada, pero si podemos aprender. Aprendemos a base de errar, de tropezar y caer, de decepcionarnos con nosotros mismos y de no volvernos a perdonar caer en otra trampa más.

Repasemos algunas de las doctrinas que aún se imparten a través de gurús, médiums, maestros, contactados, personal coaching y otras formas distintas de etiquetarse para continuar captando gente inquieta con un gran potencial, y un miedo y una culpa que aun arrastran de su paso por la religión institucional.

Jerarquía piramidal: Vayas donde vayas, estudies la corriente que estudies, texto al que te enfrentes, allí donde te acerques, siempre hay un ser superior, un hermano mayor, un ser ascendido, un ángel o cualquier otro rol que utilicen, este siempre será superior a ti, tu existencia y sus circunstancias. Esta forma de entender la espiritualidad y el rol que tomamos al seguirla, nos empuja al sometimiento, a no cuestionar y obedecer, y a colocarnos nuevamente en la base de la pirámide. Lo que aprendimos de este error es que todos tenemos un mismo origen, y por lo tanto no existe en el universo (sea o no físico, en este u otro plano) un Ser superior a otro. El respeto a las decisiones y las consecuencias del otro son absolutas, y en base a ese respeto es como se logra una evolución espiritual sana y sincera, además de una interrelación que supera cualquier frontera física, cultural y espiritual.

Ahora sabemos que cualquier organización, ideología o movimiento que tenga una jerarquía es una trampa, y nunca querrán de nosotros más que los recursos que les proporcionemos, ya sean económicos o energéticos. En un futuro nada debe ser jerarquizado si queremos que llegue a buen puerto, la colaboración y el bien común es avanzar, aprender y crecer en comunidad, las jerarquías son regresivas y absolutamente negativas y condenadas al fracaso, son un sistema control muy básico y primitivo.

Comprender lo que es nuestra soberanía existencial, implica no caer en falsas esperanzas y empezar a caminar solos hacia nuestro propio propósito espiritual, sin instituciones, sin guías, sin muletas. Conseguir esto implica no solo creer en nosotros mismos, sino que implica superar la tentación de delegar nuestra responsabilidad en cualquier verdad que nos quieran vender.

Ceremonia y ritual: Es raro encontrar un movimiento espiritual que no tenga un ritual, y alguien (un maestro, sacerdote, brujo o mago) que lo lleve a cabo. El ritual en sí mismo implica una forma cerrada, un procedimiento metódico y estricto, de cómo debe de hacerse aquello que se persigue. Es cíclico y repetitivo, y siempre, siempre beneficia a un tercero. Siempre nos deben saltar las alarmas cuando nos enfrentemos a un ritual, esto siempre está ligado al sacrificio, a la entrega y al sometimiento voluntario por nuestra parte ante una entidad o persona representante física de esa entidad. Por supuesto un ritual siempre es una forma de brujería o magia, tenga la forma que tenga, sea aparentemente inocente o no, es muy probable que escape a nuestra comprensión a priori, y por lo general nos dejemos llevar por la confianza que nos trasmite la persona o personas que nos invitaron a participar.

El ritual siempre implica un sacrificio y por su carácter cerrado, también implica que no somos libres de elegir otras vías, y si estas nos interesan o no, o nos enseñan o no. Este es uno de los motivos por los que las religiones están destinadas a desaparecer, porque un Ser cuando madura espiritualmente sabe que existen forma infinitas de lograr un objetivo sin dañar a un tercero, ni sacrificarlo en una ofrenda. Existen posibilidades infinitas de lograr lo que te propones sin tener un método, un ritual o una ceremonia, internamente solo tú sabes que es lo correcto, escúchate y no sigas a nadie.

Dualidad: Este es otro de los típicos clichés que nos hacer errar y caer en la trampa, la eterna dualidad. Es la tergiversación de esta dualidad, la que nos perjudica y nos hace caer, ya que estamos programados y adoctrinados a no ver más allá de dos posibilidades, vemos la vida en unos y ceros, y esa es la Matrix. Buenos y malos, blanco y negro, vamos de un extremo a otro como siempre, dando bandazos y equivocándonos de forma inexorable. Es una forma de control muy útil, ya que es una forma de pensamiento simplista y de fácil desarrollo para dominar a un colectivo. Esto nos ciega empáticamente y nos desconecta de los múltiples matices que existen en cada una de nuestras decisiones. Con un pensamiento dual, jamás detectaremos a un manipulador, jamás detectaremos una conspiración, ni una intención aviesa y oculta.

La madurez espiritual nos enseña que vivimos en un océano de probabilidades, todo es posible y nuestra intención contamina el resultado, por lo tanto hay tantas posibilidades como seres existen, y hay tantos matices como colores o números, por lo tanto nos enfrentamos a una infinita cantidad de caminos posibles para lograr aquello que nos proponemos. No tenemos por qué definirnos, ni  encerrarnos mentalmente, siempre podemos encontrar la forma de dar con aquello que nos proponemos, el error solo nos dice, que no calculamos de forma correcta, o que no vimos más allá de lo dual. No es mala suerte, no existe el azar, solo tu elección y los resultados y consecuencias de estas.

Ego: Es una de las herramientas indispensables dentro de la espiritualidad, el control del ego es un pilar esencial desde el que se ha construido todas las nuevas corrientes espirituales de nueva era, y es lógico, ya que el que controla y domina el ego, domina a la persona, domina y controla su mente, y su voluntad. Es así como estos movimientos espirituales han dominado y controlado el despertar de la gente. El ego es el yo, y esas dos letras (YO) engloban todo lo que somos, luchar por el control del ego es luchar contra nosotros mismos, y mientras nos autoaniquilamos, dejamos de prestar atención a todo lo que nos rodea, ya que el constructo programado en nuestra creencia dice que es nuestro ego quien nos sabotea. La falsa espiritualidad ha utilizado el ego como herramienta de control de aquellos que con ansias de búsqueda, escapaban a las religiones institucionales, y caían en las redes de movimientos que con aires positivistas. Programaban el control del ego, para dominar y reducir a esa gran cantidad de rebaño descarriado que llegaba a ellos indefensos y con ansias de creer.

El ego encierra tu individualidad, tu personalidad, tu sensibilidad, tu creatividad, aquello que te hace distinto y a la vez único, el ego es aquel que hace aportar a la comunidad global. Lo contrario es la mente colmena, un rebaño manipulable y fácilmente controlable, es por ello que todas las corrientes que abogan por el control del ego, son intrusivas y sectarias, no buscan tu iluminación sino tu control, apoderarse de tu voluntad, para fines muy oscuros.

Otro engaño del ego que es muy utilizado también, sobretodo sobre aquellos que ansían el contacto. El engaño consiste en potenciar el ego de aquel que se desea controlar, diciéndole lo especial que es, lo distinto y diferente que es del resto de personas, el típico rol del “elegido” el cual ha propiciado que durante miles de años exista un porcentaje muy pequeño de población que se crea distinto del resto, esto es muy útil, y pocas veces el sujeto logra darse cuenta del engaño, lo que lo convierte en un títere perpetuo.

El siguiente paso será asignarle una etiqueta asociada a un rol (trabajador de luz, guerrero, semilla estelar, índigo…) y ese ego programado hará el resto, porque esa persona se creerá distinta y jamás se sentirá parte de una comunidad, y trabajara solo para sí mismo (y para aquellos que la programaron y controlan), para recibir su dosis de expectación/adulación/aprobación del resto de mortales que están varios escalones por debajo de él. En ambos casos la meta es la misma, control, o bien creando ganado a través de la lucha contra el ego, o bien adulándolo hasta convertirlo en otra cosa para posteriormente controlarlo, y usarlo contra aquellos que llegan buscando respuestas.

La Sombra: Forma parte de la dualidad anteriormente mencionada, pero es un sistema de control tan potente que merece una mención propia. El lado oscuro del ser humano, o lo que algunas corrientes llamaron la sombra. Esta sombra fue ampliamente difundida y provechosamente usada, si bien es cierto que se usa para controlar al ser humano desde que tenemos memoria, unos camuflándola en forma de culpa, otros como una especie de lado oscuro inherente al Ser, incluso la ciencia saca provecho, etiquetándola de mil formas en la moderna psicología.

Todos se empeñan en culpar al Ser humano y a su lado oscuro, de todos los males que asolan el planeta, la guerra, el hambre, la codicia, y la enfermedad, forman parte del Ser desde que nace, y todo forma parte del paquete. Es su lado malo y espiritualmente hay que lidiar con ello y responsabilizarnos de esa carga. Evidentemente esto es completamente falso, y a pesar de que este sistema lleva miles de años inculcándonos esto, se desmonta fácilmente.

Vivimos en un sistema depredador, que nos inculca desde la más tierna infancia que solo los más fuertes sobreviven, tratan de matar nuestra sensibilidad, y nuestra empatía, a base de programarnos para competir, racionalizar y relativizar, diciéndonos que no existe el bien y el mal, y que no importa el medio sino el fin. Con estos ingredientes de partida, no se nos puede culpar de nada, adaptarse a un medio hostil para sobrevivir, es nuestro único pecado, por lo tanto no hay lado oscuro, sino que ese lado oscuro lo creamos para no ser devorados por el propio sistema.

El mero hecho de que existan personas que hacen el mal en sus formas más horrendas, no puede ser ápice para meternos a todos en el mismo saco, habría que cuestionarse que son realmente esas personas, y por supuesto, si realmente se las podría llamar Humanos. Es evidente que debajo de una apariencia común, puede haber múltiples y dispares orígenes los cuales aún están por ser demostrados, pero que muchos intuimos. Solo su forma de ejecutar sus horrendas acciones sin arrepentimiento, con una frialdad que abruma, demostrando una total falta de empatía o arrepentimiento, también nos indica que algo falta en su interior.

Lo que aprendemos aquí, es que somos puros e inocentes, que el mal y la oscuridad no son parte de nosotros sino que es una influencia, y por supuesto alinearse y reconocer a esa sombra es una elección. Lo correcto, lo humano, lo que dicta la conciencia es no alinearse a esa influencia maligna, resistirla y superarla.

Karma: El Karma es otro de los pilares sobre el cual se sustenta la falsa espiritualidad que nos adoctrinan. El karma solo tiene sentido dentro de una espiritualidad fuertemente jerarquizada, culpabilizadora y con un sentido del perdón inexistente. La clave es la deuda, y el sentimiento de culpa, que es lo que nos empuja a tener que reponer el supuesto daño infringido, esto si es encima acumulativo, vida tras vida, nos encontramos ante algo que responde a un interés, y como en nos enseñó el capitalismo, el interés solo corresponde a la banca y la banca siempre gana (el gestor del karma, juega el mismo papel que el usurero).

Si aplicamos este mismo sistema a la espiritualidad veremos que aquellos que gestionan el karma como una moneda fiduciaria sin asentamiento en nada real, o material, ni siquiera espiritual, concluiremos con que solo es algo mental, una creencia que nos empuja a delegar nuestra voluntad en terceros, los cuales a través de contrato, nos imponen unas normas abusivas que se sustentan únicamente en nuestra creencia de que no hay alternativa, lo que nos atrapa en esa famosa y eterna rueda del Samsara. El karma y cómo se gestiona tras la muerte, es muy similar a un esquema Ponzi, si conoces este esquema basado en una estafa piramidal, no necesitaras saber nada más sobre el karma y entenderás perfectamente como se ha estado gestionando esta ilusión de deuda.

El karma tal y como lo predican las distintas corrientes espirituales, no existe. El karma no responde a ningún tipo de equilibrio que tenga que ser compensado, ni responde al ojo por ojo y diente por diente, las consecuencias de nuestros actos son asumidas por ambas partes, y estas consecuencias no tienen que ser directas e instantáneas, una misma experiencia puede servir a las dos partes de formas distintas, las posibilidades son infinitas, y los resultados no tienen por qué ser públicos y notorios, la conciencia misma, es quien balancea la situación y da a cada parte lo que les corresponde, y no es otra cosa que una valiosa lección. Si elegimos ofuscarnos y repetir, la lección será más y más severa (puede que no entendamos la forma y ni el lenguaje que emplea nuestra conciencia para hacernos ver el error, pero esto no implica que no se aplique de forma justa), pero es la conciencia la que otorga a cada uno a través de nuestros actos lo que es justo, no un gestor, ni un maestro, ni un representante de dios en la Tierra.

Con esto aprendemos que somos y siempre fuimos libres de elegir y no debemos nada a nadie. Tener la capacidad de soltar ciertas emociones y sentimientos es la llave, no necesitas venganza, solo permítete no quedar atrapado en situaciones de dolor, desesperanza o trauma.

Muerte y reencarnación: La muerte es un recurso del cual todas las religiones conocidas sacan rédito, así como todas las corrientes espirituales surgidas después. El miedo a la muerte y nuestra total ignorancia sobre ella, es lo que llena los templos y sus arcas. La reencarnación es un recurso útil para aquellos que necesitan esperanza, igual que los que creen en la resurrección, pero esto finalmente no tiene ningún sustento.

Si tenemos un sistema espiritual y metafísico fuertemente jerarquizado, donde existen unas entidades que tras la muerte,  nos reevalúan y nos dicen siempre, pase lo que pase, vivamos como vivamos, seamos como seamos, que tendremos que volver si o si, imponiéndonos unas condiciones cada vez más espartanas, salvo que estemos dispuestos a realizar ciertos roles, a cambio de no seguir viviendo en la miseria (en la mayoría de los casos) tendremos que llegar a la conclusión de que por desgracia vivimos en un sistema antinatural, una rareza, la cual no sabemos cómo, pero existe y la vivimos vida tras vida.

La reencarnación es una elección, no un sistema de reciclado de almas, y esta debe responder a un propósito muy bien definido, no tiene sentido repetir una y otra vez sin poder sacar nada de esa experiencia. Puesto que olvidamos de una vida a otra, y no tenemos posibilidad de recordar, ni saber dato alguno de quien somos y qué y para que nacemos aquí, qué sentido tiene un sistema de reciclado como este.

El propósito real de la reencarnación lo elegimos conscientemente y en conciencia, y según el propósito de la misma podremos elegir recordar o no, quien somos, para finalmente y a lo largo de esa vida que elegimos o al finalizar la misma, recordar y poder continuar nuestro libre albedrio, para que la experiencia tenga sentido y tenga una justificación, si no se atesora experiencia carece de sentido y justificación. Evidentemente esto no es así, y se ha creado un sistema de reciclado con nuestra conciencia y los recursos que manan de ella, que es sano y lógico, cuestionar absolutamente todo lo que concierne a este tema y concluirás que ni un solo libro o texto antiguo que hable de la reencarnación sirve absolutamente para nada, si no cuestionas el propósito tras esta imposición.

Meditación: Se ha vendido que la meditación yoghi es la única forma de lograr la iluminación, o cualquier meta que queramos conseguir como camino en nuestra espiritualidad. Reducir todas la posibilidades a una  única posibilidad tiene un único propósito, control. No estoy en contra de la meditación, pero si estoy en contra del método. No puede ser, que solo haya una manera universal de meditar, que curiosamente es el método que se usa en la kabbala, quizás deberías sospechar, pero nadie cuestiona. Existen infinitas posibilidades de lograr una meta en un universo infinito de probabilidad, ¿por qué se insiste tanto desde absolutamente todas las corrientes espirituales, en usar un tipo de meditación concreto? quizá porque todo queda canalizado en una única forma de control.

Una reflexión profunda, llega al discernimiento, que no es otra cosa que la comunicación entre la conciencia y la mente consciente, la cual nos dice que, y que no, es correcto. Esto es meditación, pero curiosamente lo que se suele pedir es vaciar la mente y apagar el ego, o sea ser una vasija vacía, un vehículo orgánico dispuesto a ser manejado por otras entidades. Si esta es encima grupal, con un rito marcado, con fecha programada y un propósito un tanto abstracto, puede llegar ser un arma. Es por ello que no recomiendo meditar de forma guiada, grupal, o con personas que no tengan un propósito definido. Lo ideal sería que cada uno actúe en conciencia y sabiendo que esto no es un entretenimiento, ni es algo que se practique deportivamente, o por conocer gente y compartir actividad.

Quizá me repita y aun a riesgo de ello, vuelvo a recalcar que todo lo que sea metódico, programado y calculado, con un maestro guía, y una forma concreta de conseguir un objetivo (por lo general pintado muy bonito, y muy enmascarado) no suele ser correcto, si aun así dudas, siempre puedes y tienes la opción de elegir.


Mitos, métodos y errores comunes en la espiritualidad

Dentro de las creencias espirituales colectivas, existen algunas que en algún momento fueron tomadas como verdades absolutas y que no tienen ningún sentido, aun así hoy día es muy común verlas extendidas y asumidas como algo, que forma parte del patrón o programa dentro del común adoctrinamiento social.

A continuación voy a desgranar algunas de ellas, y ver como en realidad no responden a ninguna verdad.

La vida es un juego lleno de experiencias”

Es uno de los programas más exitosamente vendidos por los movimientos nueva era, que no es otra cosa que una forma de relativizarlo todo y así evitar una implicación directa por nuestra parte, lo que nos desconecta, nos disocia y anula nuestra voluntad, de la realidad. Como con casi todas las enseñanzas adoctrinadoras de estos movimientos espirituales se esconde el control tras ese halo de positivismo, abrazo fácil y sonrisa boba. La vida y las experiencias que contraemos al relacionarnos unos con otros, podrían ser tomadas como un juego, fuera de este sistema carcelario impuesto. Sí podríamos tomarnos las experiencias vividas como parte de un juego, si pudiéramos elegir las reglas del mismo, y recordar esas experiencias, pero como no es así, es estúpido siquiera sugerirlo.

Solo importa el aquí y ahora”

Uno de los Mantras más populares, repetido hasta la náusea, propagado por gurús de todo tipo. Cuantas mansiones se habrán vendido gracias a estas pocas y simples palabras. Al colocar a las personas en un único tiempo, ese aquí y ahora, los condenas a repetir sus errores del pasado, y le eliminas las posibilidades de un futuro distinto. Si no hay pasado y no hay futuro, y solo existe el ahora, puedes controlarlos fácilmente porque no tendrán referencia alguna, y acabaran por vivir en una perpetua relatividad moral. Esto unido al otro mantra que decía que no existe el tiempo, obtenemos la cuadratura del círculo del control de la voluntad.

Esto es básicamente, barrer para casa, como tomar algo que en según qué situaciones y según qué personas puede ser útil este mantra (sobre todo para aquellos con tendencia a la depresión o la ansiedad, que son trastornos en los que el individuo quedó anclado en el pasado o se anticipa demasiado) lo utilizan para condicionar la percepción de las personas y así eliminar su sentido común. Al igual que al propagar que el tiempo no existe, algo que desde el punto de vista del espíritu es así, pero que no se aplica a una vida orgánica sujeta a ciclos, en los que el tiempo existe y está marcado por esos mismos ciclos biológicos. Otra cosa es como han usado el tiempo para convertirnos en seres productivos, mostrándonos el tiempo de forma lineal, esto no tiene nada que ver con la existencia del tiempo en sí.

Puedes atraer lo que desees…”

Somos frecuencia y vibración, todo lo vivo tiene pulso, y este pulso está en una frecuencia. Este dato básico y puramente elemental, ha trascendido toda lógica y sentido común, y ha sido transformado en distintas creencias y formas de manipulación. Un conocimiento que una vez fue hermético y oculto, porque da pie a entender la mecánica universal de la realidad, hoy es una especie de método para hacerse rico sin esfuerzo. Hay que ser muy torpe, para creerse que podemos atraer el dinero y la riqueza, usando el principio de atracción, y si alguna vez lo creíste, es que no entendiste nada. Si toda tu búsqueda de conocimiento, e iluminación se reduce a buscar comodidad, tampoco entendiste nada. Muchos usaron esto para engañar a los incautos y ellos no atraían el dinero, sino a los que se lo dejaban en el último atajo de moda.

Esto también se usó para el amor, el trabajo y la salud, más de lo mismo. Este sistema está acotado y hay quien controla el flujo de dinero, y todo lo que rodea al hecho de tener o no tener dinero. Se propagó la creencia que el dinero es una energía y como tal podemos atraerlo. El dinero no existe, ni es real, es un diseño para controlar la mente del hombre, no existe en el cosmos y no es un recurso natural, por lo tanto esto no se puede atraer. Tampoco podemos asociar el concepto de abundancia a la riqueza material, porque la abundancia en la espiritualidad no tiene nada que ver, con casas, yates o ferraris, y menos aún con fama o poder. Por lo tanto “el  secreto” es solo un timo más, surgido de una malformación de la información malintencionada para hacer el enésimo negocio.

Lo que comes eleva tu frecuencia”

Al igual que en el punto anterior existe la creencia de que la comida vegetal orgánica, puede elevar nuestra frecuencia. Esto no solo es falso, sino que carece de sentido, ya que proviene de un planteamiento un tanto snob y elitista. De entrada una dieta de esas características, solo sirve para hacer que nuestro cuerpo este más saludable y vital, evitando ingerir ciertos tóxicos de la alimentación industrial, pero hasta aquí, tu frecuencia por lo demás seguirá siendo la misma, porque esta, está sujeta a un ritmo planetario. Si esto fuera totalmente cierto y real, sería injusto para todos, ya que impediría que aquellos que no pueden o no tienen los recursos para acceder a ese tipo de alimentos, no van a poder ascender o elevar su frecuencia, lo cual implica algo más que un problema ético y moral, que per se, va en contra de la conciencia.

También está el clásico atajo de aquel que se niega a trabajar en su propia conciencia y compra barato el último atajo que alguien se invente. Elevar la frecuencia significa haber hecho un trabajo interno inmenso, y haberse deshecho de toda la programación, miedos y traumas emocionales, que son realmente los que nos bajan las frecuencias, habernos desecho de los prejuicios, los anhelos y las necesidades mundanas. Por lo pronto no veo casi nada de esto en quienes comparten en redes sociales su última dieta orgánica, pero la frecuencia solo la elevan en su mente y su pensamiento pijo, el resto sigue vibrando igual que siempre.

Me alegra que la gente se quiera alimentar de una forma ética y sana, pero no que pretendan ascender solo por esta vía, que nada tiene que ver con su frecuencia, para esto requiere tener una conciencia activa y consciente.

El poder de la palabra”

Muchos se perdieron en esto y lo entendieron erróneamente. La palabra tiene poder, pero el poder está en quien la usa, no en la palabra en sí, ni en su significado etimológico, o gramatical. Los signos son neutros y es la intención del que los usa lo que imprime la fuerza y el poder en ellos. Nosotros impregnamos estos símbolos de la energía que necesitan para que tengan un valor o un poder, mientras tanto las palabras no son más que eso, palabras. Las palabras se usan para programar y controlar las mentes, pero hay que saber que esa era la intención primaria de aquel que diseñó la terminología específica, o programación neurolingüística, es igual que cuando cargamos nuestras frases de odio, o ternura, dolor o cariño, es nuestra intención y la carga de energía que imprimimos en ella, la que hace el trabajo, las palabras solo son vehículos. Como reza la sabiduría popular “No es lo que dices, sino como lo dices”.

Nadie tiene la verdad, todos están equivocados”

Es una de las frases que más he oído, muchas veces casi como una disculpa obligada a la hora de argumentar, pero es falso. Todos tenemos la verdad, y todos la conocemos, otra cosa es como unos y otros la interpreten, y como unos y otros la mezclen con mentiras para sacar provecho, tener control o ganar poder. Por lo tanto no estaríamos hablando de la posesión de la verdad que es un bien natural que todos tenemos intrínseco en nosotros, sino en cuál es la vía correcta para llegar a reencontrarla, y esto es la síntesis de tanto debate, odio y rencillas volcados en múltiples debates. La verdad no requiere de explicación, interpretación, dobles lecturas, terminología específica o conocimiento previo, es universal y todos la llevamos dentro. Deberíamos centrar nuestros esfuerzos en recuperar la memoria y averiguar porque a alguien le interesa que seamos seres amnésicos, en vez de malgastar recursos en buscar un conocimiento que ya portamos, pero que se nos privó de él.

Conclusión:

Si tuviéramos que resumir en tres palabras toda la confusión y la desinformación acumulada durante miles de años sobre el verdadero carácter de nuestra espiritualidad, serian CONTROL, CONTROL y CONTROL.

No hay más, no olvides el papel que juegas en todo ello, por qué naces, vives y mueres completamente amnésico, y por qué tu experiencia de vida se resume en rutinas absurdas y vacías, que no aportan nada a tu crecimiento interior, ni te enseña nada, ni te ayuda en nada. Tu papel es el de un simple recurso humano. Mano de obra y banco genético, para las elites un esclavo, y para otras entidades un ratón de laboratorio.

El mundo en el que vives no sirve para incrementar tu experiencia espiritual puesto que ésta es completamente borrada y empiezas de cero una y otra vez, por lo tanto este concepto (crecimiento a través de la experiencia) queda desterrado, tampoco queda patente en la conciencia colectiva cualquier motivo para creer en una evolución, puesto que seguimos siendo empujados a ideologías y creencias que nos empujan a su vez, al enfrentamiento mutuo constantemente, esto es prueba de una inducción y de una infiltración, más que de un propósito de experiencia espiritual.

Seguro que todos tenemos una interpretación distinta de todo según la experiencia que hemos tenido, según lo hemos vivido, según lo intuimos o lo comprendemos, múltiples matices para un mismo concepto que fluye de fondo. Nos han engañado, nos engañan y nos engañaran, porque somos amnésicos, crédulos e inmaduros y es la mayor tara que arrastramos, y nos hace caer una y otra vez en el error.

Somos sobretodo, inocentes, y esa pureza es estratégicamente una desventaja cuando sales a un mundo potencialmente depredador en el que el egoísmo campa a sus anchas. También la irresponsabilidad nos lastra la mayoría de las veces, pues buscamos y seguimos a personas en las que creemos y confiamos, que nos van a dar la clave, y esa clave no es otra que hacernos la vida más fácil, esta era de pseudo comodidad propicia que el esfuerzo no sea valorado, y busquemos siempre alguien que nos saque las castañas de fuego.

No implicarse, no mancharse, no responsabilizarse, no concienciarse, pero sí quieren evolución y ascensión, vivir la edad dorada del hombre y volar en una nave espacial sin haberse siquiera arrugado la camisa. Es de sentido común que los atajos implican tener que errar, nadie ha conseguido construir una casa sin tener que mancharse las manos, la espiritualidad es igual, no conseguirás nada si no haces nada, nada ocurrirá y nada trascenderá de ti.

Detrás de todos estos movimientos espirituales de nueva era, está la misma causa que detrás de la religión, las ideologías políticas y sociales… control, control y más control. Para el sistema somos ganado, un simple recurso, sin más valor que ese, y cualquier disidencia que surja debe ser apagada, y métodos los tiene de sobra. Nosotros solo intuimos lo que somos y el sistema lo sabe, por eso nos quiere controlar, porque de lo contrario, es este sistema el que corre peligro.

Tenéis lo que a mi parecer son las herramientas básicas para no caer en manos de cualquier timador, secta o grupo, que quiera controlar tu mente y convertirte en parte de otro rebaño más, ahora eres tú quien debe saber elegir.

No olvides:

Eres libre de elegir, pero también eres responsable de elegir lo correcto.



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