28.12.18

Como vivamos en este plano, marcará la pauta de si debemos ascender a otro

RECUPERAR LA VIDA                                                   

Hace muy poco, descubrí muchos de los puntos grises que han afectado mi vida y de qué forma, un sistema que busca desalentarnos en todos los sentidos, ha logrado tanta efectividad en reducirnos a nada.

Una de las ideologías que pululan en la red y tienen como origen, en parte, la filosofía nacional-socialista, expresada principalmente en los escritos de Nimrod de Rosario, es la de que el espíritu increado, atrapado en la materia en forma involuntaria, odia -necesariamente- a la vida y sólo puede reaccionar contra ella con violencia.

Esto, sumado a la creciente sensación de asfixia que vivimos los humanos en este sistema (y a mayor consciencia, mayor sentimiento de ahogo) nos lleva a arrastrarnos penosamente por la existencia y principalmente, a despreciar cualquier propuesta de lucha en este plano.

En la espera de un salto cuántico hacia la 5ª dimensión, menospreciamos la vida en esta dimensión actual y parece no importarnos quién se adueñe de ella.

Por otro lado, están los convencidos de que este mundo no es de dios, sino del diablo (lo cual es cierto, como es cierto, también que “su dios” es ese mismo diablo) y esperan pacientemente el “rescate”, la “salvación”, el “rapto” que provendrá obligatoriamente de otro mundo y otra voluntad.

Con una u otra forma, además de muchas otras que no menciono, han logrado su objetivo: que cedamos nuestra voluntad a la voluntad de otros, ya sean gobierno, extraterrestres o dioses.

Jehová murió hace mucho y con él, su designio de dominación, capricho, egoísmo y miedo… pero los hombres han tomado su insignia y mantienen vigente su mandato.

Si no es el clero, será el gobierno y si no, tu vecino o amigo más cercano o hasta tu pareja… porque las mentes y los corazones ya están tomados por esta idea de sometimiento y horror por la vida.

Hombres de barro, pecadores, violentos, abusadores… el mensaje está claro en todos los discursos y en todos los noticieros.

El resultado es que abandonamos la voluntad de vida y libertad en este plano, por el sueño de una existencia plena en otros planos, dimensiones, planetas o cielos…

Mientras, los que son conscientes de la mentira y la han aprovechado y propagado en su beneficio, se quedan con todo, hasta con nuestra energía individual, sometida a trabajos monótonos e infructuosos.
Ya no importa si son humanos, élite, sionistas, dioses o alienígenas… hasta es posible que sean todos ellos, lo que importa es que están ganando terreno, habida cuenta de nuestra propia desidia.

Nos olvidamos de nuestra inmortalidad, de nuestra grandeza espiritual y sobre todo y como no me canso de repetir, de que somos EXPLORADORES y no TRABAJADORES.

Somos espíritus increados o mejor dicho, estamos ligados a uno, pero nuestra existencia en este plano, marcará la pauta de si debemos ascender a otro. ¿Cómo sería eso si nuestra existencia aquí no ha cumplido con su cometido? ¿Cómo alcanzaríamos la deseada libertad si nunca hemos luchado por ella donde fuimos sometidos?

Siento que, tal vez, tenemos que recapitular sobre nuestra falta de protagonismo en esta existencia, la aceptación inconsciente de nuestra esclavitud, la incapacidad de vivir una vida plena, la aprobación que hemos dado a circunstancias limitantes como el matrimonio, el empleo, la dependencia social, la “fe” y todo aquello que, de una forma u otra, convierte nuestras vidas en deleznables monotonías.

¿Por qué pensamos que en otro plano seremos premiados con lo que no ganamos en este? ¿Por qué se nos entregará una tierra promisoria, si hemos abandonado ésta en manos de los depredadores?


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