18.1.19

Nuestras relaciones afectivas tienen una enorme influencia en nuestra salud

CIENCIA DE VANGUARDIA Y COMPASIÓN                   

Para hacer frente a los efectos del trauma

Compassionate Inquiry [Investigación Compasiva] es un método psicoterapéutico desarrollado por el Dr. Gabor Maté que revela lo que subyace a la apariencia que presentamos ante el mundo

Al utilizar la Investigación compasiva, el terapeuta revela el nivel de conciencia, el clima mental, las suposiciones ocultas, los recuerdos implícitos y los estados corporales que forman el mensaje real que las palabras expresan y ocultan.
A través de la Investigación Compasiva, el cliente puede reconocer las dinámicas inconscientes que rigen sus vidas y cómo liberarse de ellas.

¿Qué promueve una salud mental positiva y cómo sería una sociedad que respalda y fomenta individuos estables y saludables?

Esta es la pregunta a la que trata de responder la ponencia del Dr. Gabor Maté, especialista en el tratamiento de adicciones, a la que dedico este post, y que, a mi entender, plantea cuestiones
fundamentales, poniendo en contexto una serie de preguntas básicas sobre la salud, toda la salud: la mental y la física, dado que previamente hemos separado, de manera artificiosa, una de la
otra, y poniendo también de manifiesto una serie de puntos ciegos que caracterizan a nuestra medicina y a nuestra cultura en general, como son:

Que el ser humano no puede ser separado de su entorno, por lo que para entender al ser humano hay que entender su entorno. Ello implica que, si queremos promover seres humanos diferentes tenemos que producir cambios en el entorno.


Unos puntos ciegos de los que nos vamos a tener que hacer cargo si queremos conseguir que las cosas cambien de manera efectiva.

¿Con qué tipo de mentes estamos creando el mundo?

Pensamos en la medicina como ciencia, como una práctica científica, pero es tan ideológica, como cualquier otra cosa. Lo que pasa por ciencia en nuestra cultura es una combinación de información científica, pero interpretada a través de una lente ideológica.

Desafortunadamente, no es una lente ideológica consciente, de modo que los médicos no son conscientes de que tienen una ideología. No eligieron esa ideología, simplemente se criaron en ella, y creen que están mirando el mundo objetivamente.

Pero Buda dijo que creamos el mundo con nuestras mentes, así que el tipo de perspectiva que tengamos, delineará lo que veamos. Y esto es absolutamente cierto para la ciencia también.

Podemos no responsabilizarnos del mundo que crea nuestras mentes, pero podemos responsabilizarnos de la mente con la que creamos nuestro mundo.
GABOR MATÉ

Este es el tipo de preguntas que la medicina occidental no se hace nunca.
Pero esta medicina está basada en dos separaciones fundamentales:

Separa la mente del cuerpo. De modo que las enfermedades consideradas puramente físicas como la artritis reumatoide, el cáncer, la esclerosis múltiple, o cualquier problema de salud crónico es entendido solo en términos de los órganos del cuerpo, pero no en términos de relaciones del cuerpo con la vida psicológica, espiritual y social de la persona.

Separa al individuo, al ser humano del entorno. Pensamos que si aparecer un cáncer o una enfermedad mental en alguien es estrictamente debido a factores individuales, como por ejemplo la genética. Entonces, tiene que ver con los genes, el ADN que heredamos de nuestros padres. O
tal vez en el resultado del estilo de vida que elegimos. Si fumas tendrás cáncer de pulmón, debido a una decisión que tomaste individualmente.

Estas son perspectivas individuales de la enfermedad, lo cual hace que obviemos muchas cosas.
Pero nuestras relaciones afectivas tienen una enorme influencia formativa en nuestra salud física y mental. Esto significa que si queremos entender la salud no podemos hacerlo tomando como referencia al individuo. No es posible explicar la enfermedad aislada de un entorno
psicosocial.

Dados estos hechos científicos obvios, y realmente son tan obvios que a un niño de 5 años se le podrían ocurrir, ¿por qué somos tan ciegos ante ello en esta cultura?

Eso tiene que ver con la ideología, ya que la ideología de cualquier cultura particular no evoluciona por accidente. De hecho, refleja los intereses dominantes de los grupos que controlan o se benefician más de esta sociedad.

Existe ahora la evidencia científica, y está más allá de la sombra de cualquier duda, que muestra que el cerebro humano de hecho se desarrolla en interacción con el entorno.

El tipo de cerebro que tenemos refleja lo que ocurre en el entorno. Pero la mayoría de médicos y educadores nunca han oído de ello, lo cual es una aseveración extraordinaria; de hecho es un reflejo extraordinario de lo ideológica que es la práctica médica y lo ideológico que es todo.

¿Qué promueve la salud positiva?

Si observamos la literatura sobre adversidad infantil, cuanto más adversas son las circunstancias presentes en la vida de un niño en los primeros años es exponencialmente mayor el riesgo a adicciones, a enfermedades mentales, a psicosis, a artritis reumatoide, a cáncer, a obesidad o todo tipo de problemas de comportamiento. ¿Por qué? Porque el entorno temprano cambia el cerebro.

Los mismos circuitos del cerebro dependen del entorno emocional y social para su desarrollo. Cuando este es tenso, el cerebro del niño no se desarrolla como debería, y esa es la razón por la cual tantos niños son diagnosticados. No es un problema individual. Pero insisto, como sociedad no lo entendemos: en lugar de observar el panorama general de qué condiciones realmente necesitan los niños para su salud, sólo intentamos lidiar con los síntomas. Generalmente,
hacemos eso según las necesidades y beneficios de las empresas farmacéuticas.

Porque hay mucho dinero para ganar en el desarrollo de nuevas drogas, pero no hay dinero para ganar en la investigación del estrés en la familia y cómo aliviarlo. Eso no va a ser rentable para nadie.

Es simplemente una cuestión de hecho histórico que la cultura intelectual dominante de cualquier sociedad particular refleja el interés del grupo dominante en esa sociedad. En una sociedad esclavista, las creencias sobre los seres humanos y los derechos humanos reflejarán las necesidades de los propietarios de los esclavos.

En la sociedad, que se basa en el poder de determinadas personas para controlar y aprovecharse de la vida y el trabajo de millones de personas, la cultura intelectual dominante reflejará las necesidades del grupo dominante.

Por lo tanto, si te fijas en todos los ámbitos, las ideas que impregnan la psicología, sociología, historia, economía política y ciencia política fundamentalmente reflejan ciertos intereses de élite. Y los académicos que cuestionan esto demasiado tienden a conseguir ser desviados o vistos como una especie de radicales.
GABOR MATÉ

Si observamos la literatura del estrés, los factores dominantes del estrés que afectan a las personas son: incertidumbre y falta de información.
Pensemos en la situación del ciudadano promedio en esta cultura.
Incertidumbre y falta de información, ya que la mayoría de las personas no tienen información porque las fuentes de información, como todos sabemos, son controladas por muy pocas personas (en 1983 el 90% de los medios en América estaban controlados por 50 compañías / en 2011 el 90% de los medios controlados por 6 compañías).

El sistema de propaganda y el sistema de control mental es mucho más efectivo aquí que en las brutales dictaduras en donde cualquiera puede ver a través de ellas. Pero hay muchas personas inteligentes aquí que están totalmente atrapadas, que de hecho piensan que son libres. Pero, ¿cómo puedes ser libre si no tienes información o cuando la información con la que trabajas es contraria a la realidad?

En segundo lugar: pérdida de control ¿Quién tiene control aquí? ¿Cuántas personas están realmente a cargo de sus vidas? Dada la manipulación que tiene lugar, y dado que las decisiones más importantes son tomadas por personas alejadas, que no están sujetas de ningún modo a ningún tipo de control democrático, porque lo hacen a través de los medios de producción o capital

Ninguna sociedad puede comprenderse a sí misma sin mirar su sombra.
GABOR MATÉ

Incertidumbre, falta de información, pérdida de control y pérdida de contacto humano.
Incertidumbre, falta de información, pérdida de control y finalmente, pérdida de contacto humano. Como indiqué al principio, para la salud se necesita una conexión social y humana. Eso mitiga el estrés, eso mitiga todo.
Ahora bien, a medida que aislamos más a las personas, a medida que las máquinas nos dominan cada vez más, a medida que hablamos menos con seres humanos

¿Esta sociedad es propicia para la salud humana?
La respuesta es no. No lo es.
Aunque no se puede cambiar la sociedad con un chasquido de dedos o con una varita mágica, ciertamente estar comprometido con la pregunta de qué tipo de sociedad nos gustaría y cómo trabajamos de la mejor manera hacia cualquier visión que tengamos es una pregunta muy importante con la que los seres humanos pueden comprometerse. De otro modo, somos víctimas pasivas de las circunstancias.


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