Siempre
fui partidario de la idea de las logias salvajes, pertenecí y formé
(fundé) más de una. Creo que Helimer209 puede explicar mejor que
yo el concepto, pues su condición y cercanía a las mismas, lo hace
conocedor del término. Una de ellas fue S.F.M en 1982 y otra
C.I.F.E en 1985, la primera con orientación metafísica-empírica,
y la segunda con orientación filosófica-empírica. La línea de
conocimiento de ambas era la Hiperbórea, contrapuesta a Géndel que
era Cabalística. La mezcla de ambas líneas dio como resultado el
quinto camino de la cinta de Moebius. Hoy intentaremos comenzar a
amalgamar de forma consciente estas dos líneas del conocimiento,
para poder en un futuro, separar correctamente el sujeto del objeto,
proceso fundamental para lograr la expansión de la esfera de
consciencia de forma adecuada.
Primero, para comprender esto, es necesario un poco de historia. Como ya dije en su momento, existen tres líneas de conocimiento, la Hiperbórea, la de la Cábala y la del Dragón. En la actualidad sólo dos de ellas se encuentran activas, la occidental de la Cábala y la oriental del Dragón. La Hiperbórea existe, pero no está activa de forma visible, pues fue desterrada con el exterminio de las culturas indígenas y la invasión del Tíbet por el ejército popular de Liberación Chino en 1950.
Las primeras cepas o “Génesis” implantadas en el planeta eran formas de vida de una línea evolutiva común, sistemas genéticos que guardaban la información de todas las especies de las líneas evolutivas que luego poblarían el planeta. Células madre obtenidas del cigoto del Quantar correspondiente a este universo, y seleccionadas exclusivamente para este planeta y su jerarquía. En ese momento Gea tenía alma pero carecía de espíritu, era un Ser g13 enlazado a un Avatar g2 que necesitaba urgentemente desarrollar el cuerpo de enlace para mantener la coherencia, y crear formas de vida que elevaran los grados a un nivel aceptable para que el Avatar soportara la conexión.
Por tal motivo las primeras formas
que los Jardineros crearon, fueron las plantas con su grado
jerárquico g5, luego los animales y finalmente el manu a partir de
los saurios, animales que cumplían las expectativas requeridas para
una evolución natural y consciente sobre el planeta, que le
garantizara luego, la creación del cuerpo de enlace espíritu. La
creación entonces de líneas evolutivas fue g2→g5→g3→g4, y la
sumatoria de los grados jerárquicos generales sobre Gea, fue
entonces de g14, con un grado de diferencia entre Avatar y Ser,
pudiendo soportar perfectamente la conexión pero poniendo en riesgo
el campo morfológico de su estructura por estar un grado por encima
del de su correspondencia. Para subsanar tal inconveniente, se crea
una forma de vida evolutiva artificial o RBP (robots biológicos
programados), los insectos, del latín insectum,
tomado del griego éntomon ἔντομα,
“internamente seccionado” que Aristóteles usaba como sinónimo
de animal sin sangre.
Esta línea evolutiva, no tienen un grado
jerárquico natural, y lo toman de los demás, sea de las plantas,
animales o humanos, consiguiendo un “grado virtual” g(x) que le
da la consistencia para mantener su campo morfológico sin necesidad
de alma como cuerpo de enlace, pues no tiene con quién o qué
enlazar. Aquí hay que hacer una salvedad, no existe g1 en esta
realidad, pues esto implicaría que el avatar sea g1 o g0, y g1 es
el avatar de los minerales y g0 no tiene correspondencia con la vida
actual del planeta. Por este motivo el grado evolutivo no es
sinónimo de grado jerárquico, pudiendo ser un jerárquico alto en
uno evolutivo bajo o viceversa.
Teniendo
claro esta información podemos ahora comenzar con el tema. La línea
natural del conocimiento-información de nuestra línea evolutiva,
es la hiperbórea, pues fue la primera por consciencia genética del
Génesis primordial. Luego de la primera mutación, el Manu es
modificado y se crea el Lhulu, que pierde la capacidad natural de
conexión con la fuente, y el instinto es reemplazado por la razón
alejándose del conocimiento Hiperbóreo y reemplazándolo por el
del servidor y la línea de la Cábala, que era la línea natural de
sus creadores.
Tiempo después los Lhulus se aparean y se cruzan con
los Manus, dando origen a una nueva especie, los Lhu-Manus
(Lhumanus) de ellos descendemos nosotros los humanos, el homo
sapiens y la tercera línea de conocimiento, la del dragón, del
latín draco,
y éste del griego δρακων, drakon,
‘víbora’ o ‘serpiente’, del verbo δρακεῖν "ver
claramente", pues es la consecuencia de la cruza de genética
reptiliana pura (Manu) y reptiliana modificada (Lhulu), con una
cadena de doble hélice de 23 pares de cromosomas, que nos da la
posibilidad de adquirir consciencia y “ver claramente” quienes
somos.
Así, como un perro que supiera que es perro dejaría de ser
perro, un Lhumanu que supo que era Lhumanu dejó de serlo y se
convirtió en humano, dando forma a su línea evolutiva y
diferenciándose de la de los animales por ser el "portador de
luz" (lux-fero) de la consciencia del Ser (Christos) que lo
enlaza.
Resumiendo tenemos primero la línea Hiperbórea del Manu, segundo la línea de la Cábala de Lhulú, y tercero la línea del Dragón del Lhumanu, que se convirtió en la oriental al quedar exenta de la manipulación del pacto. Al faltar la hiperbórea, la del Dragón queda como la más natural de las dos, pues es la línea de la consciencia (portadora de luz) por naturaleza, que rescata como elemento fundamental la intuición del Ser, de la línea hiperbórea. De esta manera la línea del Dragón queda diferenciada con la de la Cábala cuya base es la inconsciencia de la razón y su elemento fundamental la cavilación del ego.
La línea hiperbórea amalgama la intuición
y la razón, pues es contenedora de la consciencia de la primera
cepa del Génesis primordial, y por tal motivo la correspondiente a
la línea de creación directa del Do, antes que se cometiera el
error cuando el Lhulu fue creado, y se enlazaron Seres a ellos, los
Lhulus, sin su consentimiento.
Pese a las notables diferencias,
producidas fundamentalmente por la intención inicial y el propósito
final, todas ellas tienen el mismo origen, la fuente, y por
consiguiente su diferencia es sólo subjetiva, producto de la mezcla
de sujeto y objeto de los depositarios de la información, pues la
esencia primordial, nos gusten o no, de las tres líneas de este
universo y realidad dual que compartimos, es la misma, donde los
unos y los otros, Chistos enlazados y Lux-feros portadores, buscan,
cada uno a su manera, el camino que los retorne a casa.
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