3.12.19

Una ilusión en un juego que tiene las cartas marcadas desde el inicio del tiempo

EL BIEN COMO INSTRUMENTO DEL MAL                  
LA GRAN PARADOJAJA
Para entender una de las grandes claves del control social de todas las épocas, debes entender que conceptos arquetípicos del bien como la igualdad, la libertad, la democracia o el progreso han sido generados, alentados y manipulados con un fin muy diferente al que puede verse a simple vista.

Nuestra civilización es una construcción ideada directamente por la élite anónima que tiene el control del sistema.

En esa construcción el bien es utilizado como herramienta de manipulación de masas para lograr unos objetivos de control social y perpetuación en el poder de los amos del sistema  a lo largo de los milenios.

Paradójicamente para el profano, el bien como arquetipo social, es una construcción directa del más profundo mal. No hay una lucha maniquea entre el bien y el mal.


Desde el punto de vista de la construcción de nuestra sociedad, es en realidad el mal el que crea al bien.

Una de las columnas que sustentan la sociedad global es el arte de la manipulación de las masas a través de sus deseos, sus emociones y sus anhelos.

Imagínate que eres la élite anónima en el poder, la mejor manera de implementar un plan acorde con tus deseos es lograr que sea aceptado por sus afectados como algo propio y bueno.

Todas las religiones y sus dioses y mesías inventados, democracias, movimientos de derechos humanos, etc., han sido creados con la financiación y la supervisión de la élite oscura en el poder, como una manera de avanzar en su plan global de dominación humana.

Hay infinidad de ejemplos, os pongo dos que son muy gráficos.

Uno es el esclavismo

La esclavitud ha sido una pieza básica de la economía humana durante cientos de años. Los seres humanos eran utilizados como mercancías y como mano de obra en los procesos socio-económicos expansivos de los pueblos militarmente superiores.

El desarrollo tecnológico de las grandes corporaciones transnacionales con el inicio de la revolución industrial, provocó un cambio de paradigma.

Los grandes imperios absolutistas dejaron de ser útiles para el plan de control global de la élite anónima que ostenta el poder real en la sombra.

Progresivamente los territorios de estos imperios, fueron transformándose en repúblicas o monarquías parlamentarias supeditadas con mayor intensidad y libertad de acción al poder económico global y apátrida.

En este contexto socio económico, la élite financia el abolicionismo para suprimir la esclavitud.

Con la revolución industrial la población mundial creció significativamente.

Para las grandes corporaciones globales era mucho más barato tener obreros que esclavos.

Al esclavo había que comprarlo, proporcionarle comida, alojamiento y ropa de por vida.

Al obrero era suficiente con pagarle un sueldo miserable para que éste se gastara su precario salario en comida, alojamiento y ropa. Precario salario que de esta manera era de nuevo recuperado por el sistema.

A esto lo llamaron libertad y progreso. Sin duda, ¿ quién puede decir lo contrario ?

Pero el objetivo de la élite anónima al suprimir la esclavitud no era algo tan loable como la libertad, la justicia o los derechos humanos.

El abolicionismo era un paso más en el perfeccionamiento del control global sobre todos nosotros.

El otro ejemplo es el feminismo.

Durante siglos el papel de la mujer en la sociedad creada por la élite era la de la sumisión total al hombre.

Pero a principios del siglo xx la élite a través de los Rockefeller financia el feminismo como movimiento social de liberación de la mujer frente al patriarcado opresor.

A esto lo llamaron libertad y progreso. ¿Quién puede decir lo contrario?

Pero el objetivo de la élite anónima al fomentar la igualdad entre hombres y mujeres no era por un propósito tan loable como la libertad, la justicia o los derechos humanos.

El propósito era la incorporación de la mujer al sistema laboral para paulatinamente ir desnaturalizando la estructura familiar.

Quedando la educación de sus hijos a cargo del sistema y lograr mediante otras medidas combinadas décadas después, hacer de la maternidad algo incómodo, anacrónico y contraproducente para sus objetivos de desarrollo personal y profesional.

Hoy en día se busca el choque entre sexos y se fomenta el individualismo como doctrina para el control de la natalidad y la reducción demográfica.

La élite utiliza la progresividad en sus actuaciones, sus planes son a décadas vista, a siglos e incluso a milenios vista.
Bajo el velo de la justicia social, la libertad y el progreso, se esconde un plan que atiende única y exclusivamente a sus intereses de control y dominio del sistema.

Todos los cambios de régimen, todas las conquistas sociales han sido tuteladas y financiadas por la élite, siempre mediante cierto grado de tensión y enfrentamiento entre el rebaño humano manipulado.

Las diferentes fases de este plan necesitan por algún oscuro motivo de una situación de tensión social que deriva siempre más tarde o más temprano en disturbios o incluso en guerras.

Guerras donde todos los bandos en conflicto son manipulados por la misma mano anónima en las sombras.

Debes entender que lo que entendemos como progreso y bien social, en realidad es tan solo una herramienta en manos de los amos para alcanzar sus intereses.

Primero identifican una causa y la financian para que sea aceptada mayoritariamente como socialmente justa.

Después promocionan esa causa a través de la educación, los agentes sociales y los líderes de opinión.

Tercero, la instrumentalizan en favor de sus intereses ocultos que siempre son coincidentes con su gran plan de dominación global.

En definitiva, tenemos la libertad que nos permiten, en el tiempo que nos permiten y en la manera que ellos consideran que deben permitirnos.

No hay libertad real, ni progreso real. Todo es una ilusión en un tablero de juego que tiene las cartas marcadas desde el inicio de los tiempos.



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