¿Cómo llego a la línea 42?
Este es el diálogo entre dos UdC; a una le llamaremos "S" (Ser),
quién de repente se encuentra perdido. Y por otro lado tenemos a "C"
(Consciencia), quien ayudará a Ser a encontrar su camino.
S_ Hola, disculpe. Me llamo Ser. ¿Me podría ayudar?
C_ Si, Por supuesto. Yo soy Consciencia. Diga Ud.
S_ Pues, resulta que venía caminando por una calle muy bonita, llena de
color, alegría, vamos que se podía respirar vida. La gente muy amable, atenta a
prestar ayuda y todos con una sonrisa en la cara. De repente, me
distraje, imagino que por estar inmerso en el móvil, mensajes, noticias y cosas
banales y sin sentido que robaron toda mi atención y cuando me di cuenta, aquí
estaba perdido. Creo que esa bonita calle se llamaba Línea 42 o algo así.
C_ Correcto, es una calle mágica para algunos. Quienes la descubren anhelan
pasear todos los días por ahí. Es normal. Como bien dice, se respira vida. La
gente disfruta porque se siente viva, descubre a través de sus sentidos todo
eso que le regala la Madre Naturaleza. En esa calle siempre brilla el sol,
apenas hay sombra, salvo la necesaria para protegerse de tanto calor en el
verano. Uno puede captar el aroma de los distintos tipos de flores. La gente
que tiene la suerte de vivir ahí, podemos decir que es especial, sabe.
Desconozco el motivo, pero son de naturaleza positivos. Es curioso, porque pase
lo que pase, ellos lo toman todo como si fuese un juego. Es como si hubiesen
descubierto el secreto de la vida. Son como unos eternos niños.
S_ Pues no sé bien porqué, pero siento que necesito volver ahí. Y con más
razón ahora, que miro a mi alrededor y lo único que veo es un panorama
totalmente opuesto y deprimente. Todo descuidado, la gente es grosera y va a su
bola. Te chocan y te miran mal. Van a la defensiva y veo que en vez de ayudarse
sólo van en plan sálvese quien pueda. Sólo escucho gente quejándose,
lamentándose y peleando. No veo que nadie aporte nada, salvo división y
queriendo imponer su postura, teniendo o no razón. Nada que ver con la calle
Línea 42.
C_ Claro, veo que no se ha dado cuenta donde está. Esta es la Av. De
la Línea 33. Es una avenida muy larga y ancha, como puede
apreciar.
S_ Qué raro, que esto que es horrible sea tan inmenso en comparación a la
calle Línea 42.
C_ Lamentablemente, tiene su razón de ser. Si la Línea 33 fuese una calle
más estrecha y corta como la de Línea 42, aquí se multiplicaría por cien o más
este estado de decadencia y perdición como bien pudo apreciar. Al ser una
Avenida tan grande, pues cada uno va a su bola y simplemente deambulan de un
lado a otro, distraídos, fascinados con esa tecnología que les muestran esos
enormes escaparates y esta gente va corriendo como zombis llamados por esos
cantos de sirenas que sólo les roba el alma y su sentido de existencia. Aquí
ninguno tiene ni idea de cuál es su propósito de vida, así que mucho menos se
mueven por alguna intención, salvo el de sacar likes en sus redes sociales.
S_ Entiendo. ¿Me podría indicar cómo puedo hacer para volver a la Línea 42?
C_ Por supuesto. Tiene que doblar en esta esquina a mano derecha, esa es la
calle “Darse cuenta”. Es corta, pero es donde se empieza, no hay
otro camino. Después de unos metros se encontrará con la calle “existencia”. Esta es importante también, y aquí tiene que
tener sus sentidos atentos, porque deriva en otras calles más que le pueden
alejar de su destino.
Camine atento hasta llegar a un pequeño callejón, que casi nadie lo
consigue ver y mucho menos seguir. Se llama “El perdón”, también conocido como
el Primer Acto Consciente. Es curioso, como este pequeño
callejón pueda ser la diferencia entre encontrar la calle de la Conexión o
perderse en la Av. Del Ego. Si consigue llegar a la calle Conexión, podrá ver
que a lo lejos está la calle el Do. Pero para llegar hasta ahí, tendrá que ir
por la calle Voluntad primero, y ahora viene la parte del trayecto
más complicado y donde la mayoría abandona, se rinde y prefiere quedarse en la
Av. De la línea 33 por comodidad.
Son unas calles donde no todos están
dispuestos a transitar. La primera es una calle que se llama de la Humildad. Hay muchos que no están dispuestos a perder
privilegios y no piensan siquiera en ponerse en el lugar del prójimo. Después
se encontrará de lleno con otra avenida, la Del Miedo. Esta es particularmente jodida, porque suele
paralizar a los que hasta allí llegan. Pero le diré un secreto. Una vez
llegue a la esquina, gire a su izquierda y verá un pequeño cartel. Verá un
cruce casi imposible donde también muchos abandonan…
Ese cruce se llama Salto de FE. Le recomiendo tomar aire, cerrar los ojos y
cruzar corriendo. Sentirá bocinas, ruido de mucho tráfico y gritos… Pero no se
asuste, es un cruce sólo para Seres decididos, nada le pasará. Ya una vez al
otro lado de la calle, siga su camino por calle Fe, que inmediatamente después
llegará hasta calle Certeza. Una vez ahí camine directo y podrá saldrá
nuevamente a calle Línea 42.
Como puede ver, no es muy difícil llegar hasta ahí, pero muy fácil perderse.
S_ Si ya lo veo, espero no perderme de nuevo.
C_ Sólo ande tranquilo y siga su instinto, no se distraiga con nada. Y algo
muy importante que tiene que saber. Cuando esté por llegar, verá una especie de
atajo que le dice llegar a Línea 42. Pero no haga caso por más directo que
parezca ese camino.
S_ Vale… ¿se puede saber por qué no puedo ir por ahí, si es más corto?
C_ Porque esa es la Avenida de la Soberbia, la más peligrosa de todas. Entras pensando en
que llegarás antes, y sólo sirve para alejarte más de Línea 42 y terminas
perdido una y otra vez en calle de la Soledad...
Helimer.·.
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