Yo era más feliz cuando no sabía nada acerca del envenenamiento
intencionado al que nos están sometiendo. Los años van pasando, y uno intenta
colaborar en la lucha difundiendo la información, traduciendo, etc., pero el
mal tiene tanta fuerza y es tan perseverante, y la gente se muestra tan pasiva,
que a veces uno piensa que todo este esfuerzo no sirve para nada. Es como nadar
contra corriente, y resulta agotador.
Veamos los consejos que nos ofrecen dos psicólogos, cuyos canales de Youtube son,
por cierto, muy positivos y recomendables.
7
cosas que debes aceptar para lograr la felicidad (Patricia Ramírez):
Al principio de esta exposición, se nos explica que hay una parte de la
vida que no depende de nosotros, y hay que separar el mundo útil (las cosas que
dependen de nosotros) del mundo inútil (las cosas que no dependen de nosotros),
ya que las preocupaciones inútiles nos quitan energía y nos roban el sueño, y
tenemos que aprender a pasar de aquello que no podemos cambiar o no podemos
controlar.
15
hábitos de las personas infelices (Omar Rueda):
En este vídeo, el décimo hábito de las personas infelices (minuto 12) es la
confusión en materia de responsabilidad: a las personas infelices les cuesta
diferenciar entre aquello que depende de ellas mismas y aquello que depende de
los demás; tienen la convicción de que pueden controlar aspectos que no
dependen de ellas mismas, lo cual es un gasto innecesario de energía y tiempo.
Todo esto está muy bien, y es verdad que quienes nos agobiamos cuando vemos
el cielo repleto de rayas, y nos indignamos ante la imposición de la tecnología
5G y el Internet de las cosas, y nos sentimos impotentes ante la proximidad de
la vacunación obligatoria, somos algo menos felices que aquellos que viven
ajenos a esta realidad.
Por ello, habrá quien piense, visto lo visto, que no podemos hacer nada
porque la gente hace más caso a lo que diga la televisión que a lo que le
digamos nosotros con nuestras pancartas y nuestras octavillas, y porque los de
arriba siguen erre que erre fumigando y alterando el tiempo atmosférico, a la
vez que afirman que el clima está loco por culpa del dióxido de carbono, y la
gente les hace caso, y siguen erre que erre anunciando tal o cual epidemia y
que hay que vacunarse, y la gente les hace caso, y siguen erre que erre
plantando antenas aquí y allá, diciendo que el 5G va a ser maravilloso porque
podremos descargarnos películas en cuestión de segundos, y la gente les hace
caso… Así que lo mejor y lo más práctico será pasar de todo, adaptarse a lo que
hay, y vivir la vida lo mejor que se pueda, que ya de por sí es bastante corta.
De hecho, es lo que hace la mayoría de la gente. Y también es la respuesta
de algunas personas cuando les explicamos lo que nos están haciendo: “Bueno, yo
prefiero no pensar en eso, porque yo ahí no puedo hacer nada”.
El problema es que la situación a la que quieren que nos adaptemos es una
situación de esclavitud total en la que tanto lo que quede del medio natural
como lo que quede de la humanidad tras el exterminio estarán totalmente
controlados a través de la tecnología, y hay que
decirles que no, que no vamos a ir por ahí, y hemos de actuar en consecuencia.
Por dignidad y para tener la conciencia tranquila.
Más o menos, la actitud debería ser la siguiente: “Venga, vale, esto es lo
que hay, pero, en lugar de amargarme, yo voy a hacer lo que pueda para
frenarlo. ¿Que hoy toca manifestación y reparto de hojas informativas? Pues
allá que voy, porque de esta manera voy a transmitir lo que he aprendido a
otras personas. ¿Que hoy se trata de apoyar tal o cual iniciativa que pretende
cambiar el corrompido sistema de partidos políticos que padecemos? Pues allá
que voy, que los políticos han demostrado una y otra vez que son nuestros
enemigos, y hay que ir contra ellos; sin violencia, pero contra ellos. ¿Que hoy
se trata de documentarme en profundidad para escribir un artículo o para
realizar un vídeo? Pues allá que voy, aunque me cueste tiempo y dinero.
Porque sí, aquí se trata de trabajar gratis, algo que mucha gente
no entiende. Trabajar gratis por el bien común, que también es el mío. Así,
al menos podré mirar a los ojos a los niños de mi entorno con la conciencia
tranquila, porque mientras que otros no querían saber y miraban para otro lado,
y otros, sabiéndolo, no hacían nada, yo hice algo, por pequeño que fuese, pero
hice algo, y no esperé a que los demás lo hicieran por mí”.
Los seres humanos somos maravillosos, somos obras de arte, y nuestro
cerebro es una maravilla de la creación. No somos ninguna plaga para el planeta,
como las elites exterminadoras nos repiten una y otra vez, a través de sus
infames medios de comunicación, con el aberrante objetivo de que no nos parezca
tan mal que la gente se muera antes de tiempo.
Cuidémonos mucho, que para hacernos daño ya están los de arriba. Ofrezcamos
la mejor versión de nosotros mismos a aquellos que nos rodean, y tratémosles
bien, que a ellos también los están envenenando y sometiendo a radiación. Y,
aunque sea muy difícil, intentemos ser personas consecuentes.
No todo está perdido. En distintos puntos del planeta se ha conseguido
frenar la implantación del 5G, y en otros ámbitos las manifestaciones masivas
han conseguido revertir decisiones políticas muy perjudiciales para la mayoría
de la población. Recientemente, en Madrid, la última contramanifestación de
denuncia de la manipulación climática (que se introdujo dentro de la
manifestación oficial de los estudiantes que hacían “huelga por el clima”) ha
congregado probablemente a más personas que nunca para denunciar las fumigaciones
aéreas clandestinas.
Repito: no todo está perdido. Ánimo, mantengamos la
esperanza y hagamos lo que podamos para cambiar esta situación, que todavía es
posible.
Conrad R.
VISTO EN: https://resistenciafrentealaviolencia.wordpress.com/2019/10/04/de-verdad-podemos-hacer-algo/
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