CONTRA LA DICTADURA DEL NUEVO ORDEN MUNDIAL
Ciudadanos del mundo,
hermanos, hijos de Dios: en esta hora decisiva del mundo, donde
estamos siendo sometidos a un devastador ataque por parte de las hordas
satánicas que quieren implantar en el mundo un Gobierno Mundial dictatorial,
hacemos un llamamiento a la resistencia, a que nos unamos para ofrecer una
respuesta mancomunada a sus perversos propósitos.
Es hora de que tomemos
conciencia que el mundo está actualmente regido por una casta luciferina de
inimaginable maldad, de increíble perversidad, cuyo propósito manifiesto es
sembrar el caos en las sociedades, arruinar los países, destruir nuestros
valores y tradiciones, eliminar nuestros derechos y libertades, controlándonos
y sometiéndonos mediante una abominable utilización de tecnologías perversas,
con la intención de robarnos la bolsa, la vida, y el alma.
Este contubernio es el que
ha creado guerras, catástrofes, hambrunas, revoluciones y pandemias, es el que
ha originado esta situación crítica que vive ahora la Humanidad, donde acaban
de inaugurar un apocalipsis luciferino, un Armagedón horripilante
con el que quieren robarle almas a Dios para entregárselas al
Señor de las Moscas, el rey que los dirige.
Esta casta satánica está
empeñada en reducir la población mundial, de los actuales 7.800 millones, hasta
los 500, como han declarado en repetidas ocasiones sus más eximios prebostes,
pues esos seres malignos sienten un profundo asco y desprecio hacia todos
nosotros, un odio aterrador, y por esa razón quieren hacer un exterminio
masivo, dejando solamente en torno a 500 millones, para que los supervivientes
seamos sus esclavos, viviendo al límite de la miseria, chipeados a
mansalva, trabajando en sus empresas, consumiendo lo que podamos de sus
productos.
Para ellos somos un cáncer
maligno que hay que extirpar, seres indignos de vivir, de reproducirse, de
consumir recursos. Dicen que es porque respiramos, y con ello contaminamos a la
diosa del NOM, a su Pachamama, a la Madre Gaia,
consumiendo abusivamente sus escasos recursos. Es tal su inconcebible maldad,
que es lícito comenzar a preguntarse si esos personajes son realmente humanos,
o si pertenecen a un inframundo cavernario, a un Monte Pelado con nubes de
azufre, o a un planeta maligno donde han adquirido una condición reptiliana,
enemiga de la Humanidad.
Pero, ciudadanos del mundo,
si estos malvados maleantes nos odian y no nos respetan es porque han
comprobado infinidad de veces que nosotros no nos respetamos a nosotros mismos,
no nos queremos lo suficiente como para defender con uñas y dientes nuestra
dignidad de seres humanos, seres únicos e irrepetibles, hijos de Dios.
Nos odian porque nos sometemos a sus malvados principios, porque les
obedecemos, porque no tenemos el coraje necesario para enfrentarnos a sus
maquinaciones, porque saben que, hagan lo que hagan, vamos a aceptar nuestras
esclavitudes, nuestras humillaciones, nuestras ruinas, y toda la barbarie
dictatorial que nos quieran imponer. Y por eso nos dan lo que nos merecemos, y
nos apalean como a perros abandonados.
Es así como se ríen de
nosotros, se burlan de nuestra ignorancia, de nuestra cobardía, de nuestra
indiferencia, de esa ominosa falta de dignidad que nos lleva a ser «buenos
ciudadanos», ovejitas de camino al matadero, esclavos felices en sus fábricas,
feligreses tiernos de obediencia plena a una jerarquía eclesiástica que nos ha
abandonado, lameculos entusiastas recibidores de pagas, alucinados zombies ante
pantallas execrables que nos lavan el cerebro sin el menor pudor.
Ciudadanos del mundo, es
hora de gritar que ¡ya basta!, que ya no vamos a soportar más humillaciones,
más mentiras, más falsedades, más ruinas, más esclavismo, más dictaduras
policiacas.
Es hora de que, a través de
movimientos ciudadanos, plataformas, asociaciones civiles, bufetes de abogados,
asociaciones profesionales, organismos más o menos oficiales, etc., exijamos en
primer lugar responsabilidades a todos los que han tenido arte y parte en esta
horrible dictadura con la que nos han arruinado, engañado, aplastado... y
asesinado, planteando demandas judiciales contra todos ellos. Y es hora de que,
en segundo lugar, nos conjuremos para que, pase lo que pase, no nos quiten ni
el más mínimo resquicio de libertad ante las catástrofes futuras que se
avecinan, ya sean pandemias, guerras, desastres naturales, etc.
En el caso muy probable de
que suelten otro virus y organicen otra pandemia, tenemos que utilizar los
movimientos ciudadanos para oponernos a nuevos confinamientos, a nuevas
dictaduras, no cediendo jamás ninguna de nuestras libertades, defendiendo con
energía nuestros derechos, que nos pertenecen por nacimiento, no porque ellos
nos los regalen.
Es hora de pedir
responsabilidades a todos los que han intervenido en la creación del virus
COVID-19, que no es un virus chino exclusivamente sino de elaboración
internacional, en cuya manipulación han intervenido laboratorios y organismos
de muchos países occidentales.
Es hora de exigir a los
gobiernos de todo el mundo que prohíban de una vez los laboratorios de
biotecnología donde se experimenta con virus peligrosos para nuestra salud.
Es hora que denunciemos la
colaboración en este desastre de muchas entidades médicas que, sabiendo la
verdad sobre el virus, han callado, por connivencia con la secta satánica
responsable, o por miedo a sus represalias; entidades médicas que alaban las
vacunas, que tienen la desfachatez de ponderar la vacuna que prepara Bill Gates
como la solución perfecta. Gates tiene la desvergüenza de llamarla «la solución
final» para acabar con la tortura de los Estados policíacos, y recuperar «la
normalidad»; médicos que han mantenido la boca cerrada ante la barbarie de la
ley que obliga a llevar mascarillas, sabiendo que son malsanas para la salud;
médicos que tienen que entre sus filas a un porcentaje de carniceros que eutanasiaron a
ancianos en residencias geriátricas, hecho que es preciso denunciar con toda
firmeza, especialmente por los familiares de las víctimas, exigiendo
responsabilidades e indemnizaciones.
Médicos que han guardado silencio ante los
ilegales confinamientos, cuando ellos saben de sobra que la naturaleza de esta
pandemia no los justificaba en absoluto, ya que es una barbarie médica confinar
a la población sana, mientras se deja desprotegida a la población de más
riesgo; médicos que han silenciado el hecho de que esta pandemia ha producido
menos víctimas que una pandemia anual de gripe, cuya mortandad puede causar
hasta 650.000 víctimas anuales, y de que con una mortalidad que, según las
estadísticas más fiables es del 0,1%, ha parado el mundo, y nos ha robado las
libertades.
Es hora de que sepamos que
la prisión domiciliaria a la que han sometido a medio mundo está totalmente
injustificada por motivos sanitarios, como así lo empiezan a reconocer algunas
instancias oficiales. El objetivo principal del confinamiento, aparte de llevar
a la ruina a muchos países, es el de evitar que las poblaciones adquieran la
inmunidad grupal, que se transmite por el contacto entre las personas,
inmunidad que les imposibilitaría la obligación de someternos a una luciferina
vacuna.
Ante las nuevas epidemias
que esos profetas de la oscuridad ya vienen anunciando —con lo cual quieren
decir que son ellos quienes las van a ejecutar— hemos de saber que su objetivo
con esta pandemia del COVID-19 ha sido el de debilitar nuestro sistema
inmunológico para que los nuevos virus nos pillen bajos de defensas, y así
poder causar más mortandad, y un pavor tal, que las multitudes aterrorizadas
supliquen en masa por la letal vacunación que ya tienen prevista.
Debilitar el sistema
inmunológico es también el objetivo de las malsanas mascarillas, con las cuales
volvemos a meter en nuestro sistema respiratorio el aire viciado que exhalamos,
repletos de anhídrido carbónico y microorganismos, circunstancias que harán
surgir en nosotros los virus y bacterias que teníamos de manera inofensiva en
nuestro cuerpo. Sabedores de esto, y de que el contacto con el aire limpio, al
permitir el contacto de nuestro sistema inmunológico con los microorganismos
del exterior, es lo que refuerza la inmunidad grupal, las han hecho
obligatorias, por lo cual estamos en el deber de denunciar a los Colegios
Médicos que han callado ante este atentado a la salud pública, y a las
autoridades que ha aprobado estas medidas malsanas.
Para evitar que reforcemos
nuestro sistema inmunológico, también han cerrado parques y jardines, y nos
impiden tomar el Sol en las playas, y bañarnos en el mar... ¿Es posible que
aceptemos ovejunamente estas aberrantes disposiciones, que atentan contra la
dignidad humana, soportando tantas humillaciones?
Un virus que, según la OMS,
se contagia solamente cuando alguien tose o estornuda en vuestra dirección a
menos de un metro de distancia, no justifica ni los confinamientos, ni el
cierre de empresas, ni el uso de las mascarillas, ni la detención de la
economía mundial... Por ello, no es necesario usar mascarillas en lugares
públicos al aire libre, donde esa distancia de seguridad, y mucha más
separación, está más que garantizada en la mayoría de los casos. Entonces, ¿por
qué lleváis mascarillas incluso en vuestros vehículos privados? ¿Por qué
lleváis mascarilla incluso cuando estáis solos en el monte, o paseando por
parques y calles semivacías? ¿Seremos acaso tan estúpidos como para imponernos
todavía más restricciones, para quitarnos nosotros mismos más libertades?
Es posible que tengáis
miedo, pavor ante un mortal enemigo que nos acecha en cada esquina, en cada
portal, en cada árbol... Es muy posible que este terror os haya sido inoculado
por las telebasuras, pero más bien obedece a vuestro irracional
miedo a la muerte, el cual no es más que un síntoma de una vida vacía, sin
sentido, sin horizonte, que no cree en nada más allá, y por eso se aferra
desesperadamente a este mundo, viendo enemigos y amenazas por todas partes.
Por ello, otra manera de
luchar contra el miedo que nos inocula el Nuevo Orden Mundial es que tengamos
fe, que recuperemos nuestra dimensión espiritual, nuestra conciencia divina,
para que el miedo irracional a la muerte no nos lleve a entregarnos atados de
pies y manos a los correveidiles de Satanás, a cambio de un poco de «seguridad»
y una paga.
Por supuesto, también
estamos ante el ineludible deber de llevar a los tribunales a todos los
políticos responsables del aumento de víctimas en la epidemia, los cuales,
guiados por su ineptitud o por su connivencia, no han tomado las medidas
pertinentes en el momento adecuado, desabasteciendo de los materiales
necesarios a las poblaciones con riesgo de contagio, inflando las cifras para
crear el terror, desatendiendo a las residencias geriátricas... Ante la posible
llegada de otra pandemia provocada por la élite globalista, procuremos no dejar
a nuestros ancianos en las residencias, sabedores de que para esa élite son las
víctimas predilectas, porque no producen nada y consumen recursos, como ellos
mismos confiesan.
Y, ¿vais a seguir votando
por los partidos políticos que nos han traído hasta esta escombrera, todos
corruptos, todos conchabados con el Nuevo Orden Mundial, a quienes los han
puesto en el poder justamente para que ejecuten despiadadamente sus agendas?
¿Es que creéis todavía que existe la democracia, o que los niños vienen de
París?
No permitamos que vuelvan a
dejar a los abuelos sin ver a sus nietos, y a los hijos sin ver a sus padres;
no consintamos jamás que nos obliguen a separarnos de nuestros familiares si
éstos se encuentran en estado grave; no toleremos nunca que los funerales por
nuestros familiares sean tan vergonzosos que ni siquiera nos permitan acudir a
ellos... ¿Hasta cuándo vamos a consentir tanta arbitrariedad, tanta
humillación, tanta barbarie?
Y así nos va, sometidos a
estúpidas normas que nos dicen cuántas personas podemos reunirnos, cuántos
kilómetros podemos conducir con el automóvil, cuánta gente puede ir a misa,
cuánto tiempo tienen que durar las ceremonias religiosas, cuántos metros tienen
que tener los locales para que puedan abrir, cuánta gente puede nadar en una
piscina, a qué hora podemos pasear... ¿Es que no somos seres humanos? ¿Es que
os creéis tanta mentira?...
Y, ante el despiadado
ataque del laicismo satánico contra nuestros símbolos religiosos, contra
nuestros monumentos, contra nuestras tradiciones católicas, contra nuestros
valores morales emanados del cristianismo, ¿permaneceremos impasibles, bajando
la cerviz, mirando para otro lado, silbando, como si la cosa no fuera con
nosotros?
¿Consentiremos por más
tiempo que la dictadura luciferina continúe adoctrinando a nuestros hijos en
las escuelas con perniciosas ideologías, inculcándoles contravalores
completamente contrarios a la ley natural y a los valores emanados de la
civilización occidental cristiana?
Vosotros, comerciantes,
empresarios, hosteleros, que os habéis visto arruinados por esta tiránica
dictadura que, con la excusa de una falsa pandemia, ha arrasado con vuestros
negocios, ¿qué haréis?: ¿Os lameréis vuestras heridas? ¿Maldeciréis vuestra
suerte? ¿No es hora ya de que, a través de vuestras asociaciones profesionales,
demandéis a todos los maleantes que os han llevado al colapso?
¿Por qué habéis obedecido
sin rechistar al cierre de vuestras empresas? En un local donde la gente guarda
la distancia de seguridad preconizada por las autoridades, aun reduciendo el
aforo si hiciera falta, ¿qué problema habría en continuar trabajando? Si en un
hotel la gente permanece en su habitación, y sólo comparten de pasada el
vestíbulo de entrada, donde no hay ningún riesgo de contagio, ¿por qué los
hosteleros han aceptado el cierre de las instalaciones? En un bar en donde la
gente respeta la distancia, ¿por qué se ha aceptado su cierre?
Sin embargo, no habéis
hecho nada sino practicar el silencio de los corderos, obedecer sin rechistar,
sabiendo que eran medidas completamente desproporcionadas y ruinosas. Habéis
colaborado con la opresión, y ahora os veis en la ruina. ¿Para qué están
vuestras asociaciones profesionales? ¿Por qué no habéis resistido a la
dictadura?
Ciudadanos de todo el
mundo, ¿seguiréis viendo las televisiones luciferinas que os han lavado el
cerebro impunemente? ¿No tendréis la osadía de negaros a ver la televisión? ¿No
comprendéis acaso que ésa es la mejor manera de acabar con el Nuevo Orden
Mundial, porque las pantallas fueron inventadas justamente por la casta
luciferina para proceder al masivo adoctrinamiento de los rebaños, y sin esa
propaganda los turbios personajes que las dominan no podrán jamás ejecutar la
dictadura del pensamiento?
En medio del caos del
COVID-19, están desplegando el satánico 5G, la telefonía inalámbrica que,
además de un sinnúmero de perversos efectos malsanos sobre nuestra salud,
servirá al Nuevo Orden Mundial para ejecutar un pavoroso control mental, con el
que vigilar la disidencia y exterminarla a discreción. ¿Es que acaso no sabéis
que el 5G es un arma usada militarmente desde hace tiempo? Negaos a que en
vuestras comunidades de vecinos se implante esta cruel tecnología, luchad para
que vuestros municipios no la desplieguen, porque nos va la vida y la libertad
en ello. Buscad en internet las asociaciones y plataformas
que están llevando a cabo acciones contra el 5G, y colaborad con ellas.
Y, sobre todo, usad vuestra
razón para reflexionar, para pensar, para no aceptar sin rechistar todas las
mentiras con las que el NOM os quiere esclavizar y someter a su dictadura...
Poned en tela de juicio todo lo que os digan sus medios de comunicación; investigad,
reflexionad sobre las ordenanzas que van contra vuestros derechos y libertades,
contra vuestra dignidad de seres humanos e hijos de Dios.
Y, por lo que más queráis,
NO ACEPTÉIS JAMÁS LA VACUNA CONTRA EL CORONAVIRUS QUE ESTÁN PREPARANDO POR
ORDEN DE LA CASTA LUCIFERINA, cuyo verdadero objetivo es introducirnos un chip de
Bill Gates: ¡JAMÁS!.
por Laureano Benítez G-C.
29 de Mayo de 2020
Si todos somos hijos de un mismo dios porque siempre caen los mismos? Macaco.
ResponderEliminarPorque Enki y Enlil, nos manipularon genéticamente para ser sus esclavos, desconectandonos de la fuente de toda vida, como ahora también pretenden proseguir con el mismo propósito. Se intuye que la desconexión tenía fecha de caducidad y quieren renovarla.
EliminarFue Shakespeare el que dijo que "hay mucha lógica en toda esta locura.
Se atribuye al Cristo, que les dijo a los apóstoles que la única diferencia entre El y los apóstoles es que el sabía que era hijo de Dios y ellos no. La desconexión de la fuente es lo que nos borra todo y nos hace sentirnos y actuar como esclavos, y así nos tratan.
Este blog de la masa crítica consciente, con este título, es lo que tenemos que lograr. Mientras no alcancemos esa suma de "conscientes", todos, grandes, pequeños, ricos y pobres, seguiremos siendo esclavos, y los peor de ello es que nadie se da cuenta de esta esclavitud.
Las traducciones de las tablillas sumerías tiene muchos agujeros, Zecharia Sitchin, las tradujo con muchos fallos ideológicos, era católico practicante, si investigamos a la ramera de babilonia, que es el actual Vaticano según otros escritos sacados de los Gnosticos actuales, veremos que las religiones, las tres más importante adoran al mismo dios, lucha de poder y control del rebaño, realmente no sabemos que dios adoramos, hace tiempo deje de investigad a los Arcontes, entes sin alma ni espíritu que controla a la especie humana desde la noche de los tiempos, algunos llaman a estos arcontes demonios o djinn en árabe, estoy de nuevo sobre esta lectura que creo obligada, de los escritos antiguos y dioses hermanos de un mismo padre hay mucha literatura, interesante y que suelo dejar en cuarentena, leídas todas las que puedo, eso si, de otra manera no me atrevería a comentar como otros en otras páginas o redes sociales que suelen decir cosas sin documentarse pero hay de todo en la viña del "señor", precisamente investigo estos tipos de temáticas en mi condición de no creyente de dioses ni de religiones que solo han echo esclavizar mentes y espiritus confundiendo a los creyentes en seguir falsos dioses, recuerdo que la Biblia, por ejemplo, es un compendio de escritos sagrados y antiguos, mezclado todo para mantener el relato, el relato de las cosas y hacer de esta sociedad un argumento lineal donde todo encaje... Saludos. Por mucho que el ser humano despierte a la realidad oculta nunca serán todos y unos pocos jamás podremos ayudarles, el poder es muy viejo y tener esperanzas es una herramienta también de control, esperar que? La era de la tecnología ha venido para quedarse y el borrego está muy feliz bajo su influencia y control...
ResponderEliminarA Zecharia Sitchin, se le desenmascaró, ya hace tiempo. Hay otros que le catalogan como desinformador. Nuevos estudios de las tablillas, coinciden en qué Yahve, sería Enlil, el que siempre quiso exterminar a la construcción del humano,(Lulú), y Enki, sería lo que llaman Lucifer, que junto a Ningursat, lograron el esclavo, para su servicio. Unos y otros se sirven de nuestro miedo. Y por sentado que todas las religiones, fueron configuradas por los mismos.
ResponderEliminarLa cuestión es que tanto miedo y con tanta prisa, mosquea.
Cómo será de imperioso esto del miedo, que los diarios deportivos están a la cabeza de esto de asustar. Ganan a las tvs. y ya es decir.
El despertar, o tomar conciencia del sí mismo, es cuestión individual, la experiencia es intransferible. Vivir en atención plena no se compra, y cuesta tener mucha disciplina. A ti, como a mí, nos podrán engañar está élite, pero cada vez les cuesta más, y eso les hace enredarnos más y más con sus juegos tecnológicos. Eso es cosa de los Enkinianos, cosa que los enfrenta a los Enlilianos, y en medio estamos, como tú dices, los de siempre.
Los que despiertan solo pueden dar ejemplo. Como digo la libertad no se gana a bombazos. Hace tiempo que leí que el despertar tenía dos formas de lograrse: por comprensión o por sufrimiento. Y puede ser que tanto sufrir la humanidad esté dando la vuelta a la tortilla. De esta forma sería comprensible que tratarán de resetear todo el sistema.
Un saludo.