Recuerde: ninguna vacuna ha curado nunca ninguna enfermedad.

ENEMIGOS DEL PUEBLO                                                

MÉDICOS POCO FIABLES PONEN VUESTRA SALUD EN PELIGRO

LOS VIRUS NUNCA MATAN A LA GENTE 
¡PERO LAS VACUNAS CON FRECUENCIA LO HACEN!

"Las vacunas son peligrosas y nunca deberían ser inyectadas en nadie por ninguna razón"  (Dra Suzanne Humphries, 2011).

     La popular obra teatral "Un Enemigo del Pueblo" fue primero escrita por el dramaturgo noruego Henrik Ibsen en 1882 y más tarde escrita de nuevo y algo modificada por el escritor estadounidense Arthur Miller en 1950. Innumerables películas y obras teatrales han sido desde entonces realizadas en muchos países que desarrollan el mismo tema de la batalla entre integridad y oportunidad, presentando a un heroico médico que advierte sobre una enfermedad y que lucha contra periodistas pragmáticos y políticos ansiosos por mantener las excusas políticas de sus tiempos.

     En las angustias de la atormentadora cuarentena de la población mundial de hoy tenemos exactamente la situación opuesta, donde la gente en la que se supone que nosotros confiamos ha engañado al mundo entero con dos mentiras colosales que amenazan las vidas de cada uno en la Tierra y presagian un futuro para la sociedad humana que sólo los muy ricos podrían amar. Este patético fenómeno no es nuevo.

     "Un Enemigo del Pueblo" cuenta la historia de un hombre que se atreve a decir una verdad impopular, y que es castigado por ello. El médico está a punto de imprimir un artículo en el periódico de su hermano explicando que el balneario de la ciudad está contaminado con bacterias. Los problemas en los intereses cruzados son el bienestar de los patrones del balneario versus la viabilidad financiera del balneario, de cuyas ganancias depende el bienestar de la ciudad. La insistencia del médico en decir la verdad provoca su propia ruina financiera y su exclusión del resto de su familia y amigos, destacando la obra el dilema aplastante entre la responsabilidad del médico hacia su juramento y la supresión de la desagradable verdad por ventajas financieras.

     La atormentadora situación de hoy con una presunta pandemia mundial que gente poderosa afirma que es auténtica involucra a médicos e investigadores con principios que protestan porque la situación no está siendo reportada de manera honesta por funcionarios médicos de la élite que tratan de poner en práctica un plan maestro para el control social que pone en oposición su intención coercitiva contra la salud y el bienestar de la población general.

     Es la Gran Industria Farmacéutica contra las masas no informadas de ciudadanos confiados.

     Hay dos cuestiones principales. La primera es un examen (PCR) que no mide de manera exacta si una persona realmente está infectada o no, y que sin embargo es usado para contar cuánta gente realmente ha contraído la enfermedad, así como cuánta gente ha muerto de ello. Los críticos informados insisten en que el examen no es válido y que muchas muertes de personas atribuidas a la enfermedad realmente deberían haber sido registradas como muertes normales de muchas enfermedades típicas de la vejez.

    Sin embargo los vendedores en la televisión siguen anunciando reportes de muertes crecientes mientras no se dice ni una sola palabra sobre la pobreza forzada ahora impuesta sobre la gente trabajadora del mundo.

     Complicando este asunto hay contradictorios informes de situaciones reales en terreno: personal médico sobretensionado y camiones de remolque siendo cargados con cuerpos que han sucumbido a la enfermedad, versus muchos informes de hospitales vacíos, personal de hospital despedido por falta de trabajo, y numerosos videos de salas de emergencia vacías.

     El segundo problema en este drama mundial de virus y vacunas pone en oposición la viabilidad de vacunas contra los peligros para la salud, al insertar sustancias foráneas no probadas en los cuerpos de la gente en este último capítulo de la telenovela humana de la incesante batalla entre la manipulación de la realidad y el respeto imparcial por el bienestar de la gente corriente.

     Por consiguiente, se ha permitido que diversas declaraciones falsas permanezcan como la verdad, desconcertando a un público confundido y perpetuando una cuarentena innecesaria que está asfixiando la vida social y comercial del mundo.

     La primera pregunta es sobre el examen, la segunda es sobre las vacunas.

     A medida que la sociedad humana se desmorona en un forzado estado de animación suspendida, el examen PCR usado para determinar si la gente tiene la enfermedad o no, es irremediablemente confuso.

     El Resumen de Autorización de Uso Acelerado de Emergencia, conocido como el examen Covid-19 T-PCR, afirma:

     "Los resultados positivos no excluyen una infección bacteriana o una co-infección con otros virus. El agente detectado puede no ser la causa definida de la enfermedad. A los laboratorios dentro de Estados Unidos y sus territorios se les requiere que reporten todos los resultados positivos a las autoridades de salud pública apropiadas.

     "Los resultados negativos no excluyen la infección por SARS-CoV-2 [Covid 19] y no deberían ser usados como la única base para decisiones de manejo de pacientes. Los resultados negativos deben ser combinados con observaciones clínicas, historia del paciente, e información epidemiológica".

     Para mí, y para otros observadores médicos más calificados, eso indica que el examen usado para declarar que la gente tiene esta enfermedad que ha hecho que el mundo se detenga, NO puede determinar si la gente tiene la enfermedad o no. Sin embargo, el mundo entero ha sido puesto en cuarentena sobre la base de un examen que NO puede establecer si usted tiene la enfermedad.

     Pero a mi parecer, la segunda pregunta es más importante: por qué desarrollar una vacuna que la gente será obligada a recibir si ellos quieren participar en una futura sociedad a fin de demostrar que  no tienen una enfermedad que las autoridades hoy no pueden demostrar concluyentemente que siquiera existe, o, que si existe realmente, cuán seria es realmente.

     Luego hay pregunta adicional de cómo las enfermedades infantiles típicas les confieren a los niños una necesaria inmunidad de por vida sin el uso de ninguna vacuna.

     Pero la pregunta más grande, entonces, es acerca de las vacunas que ellos prometen darle a usted, no sólo para aparentemente hacerle bien a usted sino para registrar todos los datos que desean saber de usted. Sugerir que para poder tener un trabajo usted debiera primero proporcionar su registro de vacunas acerca de los venenos que los médicos le han dado, le da un maloliente aire de corrupción al proceso entero.

     Esta pregunta más grande sobre las vacunas es una que la mayoría de los médicos tiene miedo siquiera de hacer, porque temen que eso les costará sus empleos y su sustento, ya que se han aprobado leyes que hacen inimputables a los fabricantes de vacunas y protegen a los médicos de consecuencias supuestamente imprevistas pero alarmantemente previsibles de las vacunas.

     Y finalmente está la perversa charla del Dr. Strangelove de esta generación que lleva el nombre de Bill Gates, un millonario que creó un sistema computacional que constantemente tiene que ser reparado y que ha invertido la mayor parte de su dinero en la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de crear una vacuna que pondría a cada uno en el mundo bajo el control de intereses del gran dinero.

     Cuando Bill Gates habla de vacunas y de reducir la población del mundo, ¿vuestro cerebro se queda en blanco? ¿Por qué piensa usted que sucede aquello? ¿Comprende usted de lo que él está hablando? ¿Comprende usted que nunca ha habido una vacuna que le haya hecho bien a usted, o que realmente haya prevenido o curado una enfermedad?

     Escuchando a todos los médicos sinceros hablar recientemente —Cowan, Kaufman, Buttar, Shiva— la persona no informada promedio ha aprendido ya que los virus no lo enferman, sino que le hacen bien, porque son sustancias excretadas por el cuerpo para luchar contra el envenenamiento de las células.

     Y, sin embargo, los zalameros supuestos médicos que rodean al Presidente Trump están diciendo constantemente que los virus están enfermando a cada uno y matando a la gente.

     Pero ésta es la nueva Edad Media, y los médicos y sus titiriteros como Bill Gates ahora hablan de una vacuna que va a remediar este problema, así como mostrar vuestro registro de vacunación entero.

     Recuerde: ninguna vacuna ha curado nunca ninguna enfermedad.

     Lo que las vacunas van a curar es el problema de salud que ellos consideran que es realmente una enfermedad, porque ellos son parásitos financieros que quieren alimentarse de usted, y ser capaces de verificar constantemente los venenos que le han dado a usted para curarlo de su salud natural innata, la cual ellos comienzan a contaminar 45 minutos después de que usted nace con su primera vacuna, para la Hepatitis B.

     Las increíblemente opresivas leyes de vacunación de California comienzan declarando que los padres no tienen que inmunizar a sus niños. Pero conforme a la ley, los niños deben ser inmunizados contra 10 serias enfermedades comunicables —difteria, influenza hemofílica tipo B (meningitis bacteriana), sarampión, paperas, pertusis (tos ferina), poliomielitis, sarampión, tétano, hepatitis B y viruela o varicela— si ellos quieren asistir a escuelas públicas o privadas y centros de cuidado infantil.

     Todos están comenzando a comprender que es la ciencia la que ha sido puesta cabeza abajo en el servicio a la tiranía de los muy ricos, de quienes degradaron la educación de la mayor parte de las personas corrientes de modo que no puedan pensar por sí mismas ni descifrar el doble-hablar médico que innecesariamente complica y pone en peligro sus vidas.

     La lista de médicos calificados que protestan por esta política y que enfatizan que las vacunas son peligrosas, es asombrosamente larga.

     "Las vacunas nunca han demostrado ser realmente seguras", escribió la doctora Suzanne Humphries en su libro de 2011 Dissolving Illusions: Disease, Vaccines, and the Forgotten History.

     "La viruela no fue erradicada por las vacunas, como muchos médicos fácilmente dicen que lo fue. Ellos dicen eso por un condicionamiento más bien que por un entendimiento de la Historia o de la ciencia.

     "El virus de la polio no fue responsable de la parálisis en la primera parte del siglo XX. La investigación de la vacuna contra la polio, su desarrollo, puesta a prueba y distribución han cometido atrocidades sobre primates y humanos. Bill Gates no es un humanitario. Las vacunas son peligrosas y nunca deberían ser inyectadas en nadie por ninguna razón. Ellas no son la respuesta a enfermedades infecciosas. Hay muchas soluciones más sostenibles y benévolas que las vacunas".

     El inventor original de la vacuna contra la viruela aparentemente fue también el inventor de la enfermedad de la viruela, una fórmula que el estadounidense Centro para el Control de Enfermedades imita hoy.

     "Pienso que Edward Jenner es uno de los grandes criminales de la Historia", escribió el doctor Archivides "Archie" Kalokerinos (1927-2012), un famoso defensor de la vitamina C. Jenner no inventó la vacuna contra la viruela: él inventó la viruela. Hasta entonces desconocida, fue transmitida por todo el mundo por la vacuna que él inventó.

     "A los médicos y a las compañías farmacéuticas podría no gustarles esto pero la verdad es que la vigilancia, la cuarentena y las mejores condiciones de vida se deshicieron de la viruela, no la vacuna contra la viruela (...) Vale la pena indicar que Edward Jenner, generalmente celebrado como el inventor de la vacuna contra la viruela, probó la primera vacuna de viruela en su propio hijo de 10 meses. Su hijo permaneció mentalmente retardado hasta su muerte a la edad de 21 años. Jenner rechazó hacer vacunar a su segundo niño", escribió el doctor Vernon Coleman, autor de "Las Vacunas Son Peligrosas. Y No Funcionan".

     "...la conclusión es en cada caso la misma: que la vacunación es una ilusión gigantesca, que nunca ha salvado una sola vida, pero ha sido la causa de mucha enfermedad y tantas muertes, una cantidad tan enorme de sufrimiento completamente inútil y totalmente inmerecido que la vacunación será clasificada por la generación próxima entre los mayores errores de una época ignorante y prejuiciosa, y su imposición penal la mancha más sucia en el curso generalmente benéfico de la legislación durante nuestro siglo". Así escribió el naturalista británico Alfred Russel Wallace en su libro de 1898 "Vaccination a Delusion".

     Incluso todavía hoy, gracias al poder de manipuladores medios de comunicación, la mayor parte de los miembros del público consideran la vacunación contra la viruela un procedimiento necesario para la salud de sus niños.

     Y la historia para la vacuna de la polio, que todavía está siendo realizada, es todavía más horrorosa.

     En 1944 el centro de investigación federal estadounidense National Institutes of Health (NIH) reportó que el DDT dañaba la misma parte de la médula espinal (las células de cuerno anteriores) que es dañada en la parálisis infantil. El endocrinólogo doctor Morton Biskind posteriormente describió en 1949 cómo el DDT causaba "en los animales lesiones en la médula espinal que se parecen a aquellas en la polio humana". El mismo año en Alemania, Daniel Dresden encontró que el envenenamiento agudo por DDT producía "degeneración en el sistema nervioso central" que parecía idéntica a la reportada en casos severos de parálisis infantil.

     Sin embargo el DDT fue usado para reemplazar el arseniato de plomo como un pesticida en la agricultura frutal y para lavar a vacas lecheras. Fuertes niveles de DDT fueron reportados pronto en suministros de leche. El pesticida organocloro DDE (que es varias veces más peligroso que el DDT) también fue extensamente usado en EE.UU. Ambos eran conocidos por penetrar la barrera entre el cerebro y la sangre, que protege al cerebro humano de la invasión viral. A las dueñas de casa realmente les aconsejaron rociar DDT para detener la parálisis infantil. Los dormitorios de niños tenían el papel mural pre-empapado con DDT. Las epidemias de parálisis infantil comenzaron a ocurrir cada año.

     El CDC una vez publicó una teoría de que los niños más limpios de padres de clase media estaban singularmente en riesgo de caer enfermos con parálisis infantil porque en su infancia sus padres los mantuvieron lejos de la suciedad en cual se origina el virus. Una vez más esa teoría contradecía todo lo conocido sobre la enfermedad infecciosa: la buena higiene casi siempre detiene las epidemias; en el caso de la parálisis infantil, argumentó el CDC, la buena higiene era la causa.

     Los escándalos más recientes sobre vacunas que implican a Gardasil y Rotateq son bastante repugnantes, pero el campeón de todos los fraudes fue la histeria generada por la poliomielitis a mediados de los años '50. Una vacuna rápidamente conseguida, insegura y pobremente investigada fue ciertamente el caso para una de las primeras vacunas de polio en 1955. De hecho la vacuna de polio recibió la aprobación y licencia de la FDA después de dos horas de revisión, el fármaco más rápidamente aprobado en la historia de la FDA. Conocido como el Incidente Cutter, porque la vacuna fue fabricada por los Laboratorios Cutter, unos días después de la vacunación 40.000 niños quedaron con la polio, 200 con parálisis severa y 10 resultaron muertos. Poco después la vacuna fue rápidamente retirada de circulación y abandonada.

     El sitio web del CDC todavía sostiene la obvia falsedad de que la vacuna de Salk fue un éxito médico moderno. El propio doctor Salk declaró en 1976 que su vacuna de virus vivo, que siguió siendo distribuida en Estados Unidos hasta el año 2000, era la "principal, si no la única causa" de todos los casos de poliomielitis en Estados Unidos desde 1961. Sin embargo, después de mucha presión e influencia política, la industria privada sedujo al Servicio de Salud Pública estadounidense para declarar como segura a dicha vacuna.

     Hoy, las autoridades estadounidenses orgullosamente proclaman que la nación está libre de polio. Las autoridades médicas y los abogados de la vacunación de masas defienden la vacuna de la polio como un ejemplo para erradicar un virus y como una prueba de la infundada "teoría de la inmunidad grupal", reportaron Richard Gale y Gary Null en su impresionante programa en la Progressive Radio en 2015.

     Uno de los escándalos médicos más grandes y más retorcidos en la historia de la medicina estadounidense también tiene que ver con la vacuna de la polio. En una excelente historia sobre dicha vacuna, Neil Miller comparte la historia de la doctora Bernice Eddy, una científica de los NIH que en 1959 "descubrió que las vacunas de polio administradas en todo el mundo contenían un agente infeccioso capaz de causar cáncer". Según la historia es contada, sus tentativas de advertir a los funcionarios federales provocaron la remoción del laboratorio de ella y su degradación en dicha agencia.

     Fue sólo más tarde que uno de los más famosos desarrolladores nacionales de vacunas, Maurice Hilleman, en el laboratorio Merck identificó al agente como un virus de mono causante de cáncer, el SV40, común en casi todos los monos Rhesus de la India que son usados para cultivar el virus de la polio para la vacuna. Ese virus contaminante fue encontrado en todas las muestras examinadas de la vacuna oral de polio Sabin. Dicho virus también fue encontrado en la vacuna inyectable contra la polio de Salk. Nadie sabe con seguridad cuántos estadounidenses han recibido las vacunas contaminadas con SV40, pero algunas estimaciones ponen la cifra tan alta como 100 millones de personas. Eso es más de la mitad de la población estadounidense en 1963 cuando la vacuna fue retirada del mercado.

     Después de casi 60 años de silencio y encubrimiento federalmente sancionado, el CDC finalmente admitió hace varios años que las vacunas de Salk y de Sabin en efecto estaban contaminadas con el virus cancerígeno de mono SV40.

   

     Hoy Bill Gates, su amigo el doctor Fauci y el Presidente de Estados Unidos están salivando por la oportunidad de vacunar a todos los estadounidenses para proteger a cada uno de este nuevo extraño virus. Y permanece el hecho para aquellos con el coraje para aprender: los virus no lo enferman a usted, ellos le hacen bien.

     Ésta es la nueva Edad Oscura. Cualquiera que abogue por una vacuna para cualquier cosa debería ser fusilado de inmediato.

John Kaminski – johnkaminski.org   

9 de Abril de 2020

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