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8.1.21

Respeten que me salte todas esas normas, inadmisibles, disparatadas e infames.

HABLEMOS DE RESPETO                                              

Últimamente, a muchos individuos, se les llena la boca con la palabra "respeto", un sustantivo abstracto tan desgastado y prostituido que de vez en cuando conviene recordar su verdadero significado, y este no es otro que el de la consideración y la tolerancia hacia aquellas opiniones y actitudes divergentes partiendo de la base de un sentimiento reciproco.

A continuación quisiera dirigirme hacia esos ciudadanos ejemplares, que siguen las normas y mandatos de las autoridades, sin apenas cuestionarlas, para romper una lanza a favor del respeto verdadero y la sana convivencia.

Si quieren ustedes creerse toda la información emitida por los medios de comunicación oficiales públicos o privados, subvencionados por el estado, con el dinero de nuestros impuestos, me parece perfecto, pero respeten que yo discrepe y me informe a través de canales alternativos, porque considero que los oficiales mienten.


Si consideran ustedes que existe un bicho fantasma, que viaja por el aire y les puede atacar en cualquier momento causándoles un daño irreparable, aún sin tener ni una sola prueba de la secuencia genética del mismo, o de la patología que supuestamente provoca, me parece perfecto, pero respeten que yo considere que esa teoría es un camelo tan falso como el ratoncito Pérez o los reyes magos.

Si a ustedes les da igual que arruinen sus negocios, que restrinjan su libertad de movimiento, que les marquen un horario para volver a casa, y que les controlen y les vigilen como si fuesen delincuentes, me parece perfecto, pero respeten que yo me salte todas y cada una de esas normas, por considerarlas inadmisibles, disparatadas e infames.

Si a ustedes les parece bien dejar de relacionarse con sus familiares y seres queridos, distanciarse de sus semejantes, utilizar productos tóxicos para lavarse las manos, ponerse un bozal cada vez que salen a la calle, e incluso dejar que les inyecten el contenido de un experimento cientifista sin ningún tipo de garantía y cuya composición es una incógnita, me parece magnifico, pero respeten que yo me niegue rotundamente a seguir esas directrices por considerar que todas ellas son altamente perjudiciales para mi salud.

Si lo que les preocupa a ustedes es que la televisión afirme que todo aquel que no siga las normas puede ser un foco de contagio e infección, y puede poner en riesgo su salud, hay una solución muy fácil, ustedes no se acerquen a mí, y yo estaré encantado de no acercarme a ustedes, para su tranquilidad seré fácilmente identificable, porque no llevaré bozal e incumpliré todas las normas arriba mencionadas.

Por supuesto, en caso de sentirme afectado por ese bicho en el que ustedes creen, me comprometo a no acudir a ningún centro médico tutelado por el estado, para evitar colapsarlo, y que puedan así dispensar su atención, a otros ciudadanos que si hayan cumplido las normas... previa devolución como es lógico, del montante de mi cotización a la seguridad social desde la última vez que puse un pie en uno de sus santuarios... creo que es un trato justo ¿no les parece?

Sin más me despido deseándoles a ustedes ciudadanos de bien, que mediten sobre mi propuesta para una mejor convivencia desde el respeto y la tolerancia mutua, y a todos vosotros, guerreros, irresponsables, negacionistas, y conspiranoicos, feliz desobediencia y prospera resistencia, energía y Rock and roll, feliz semana!!!

Mártin Sánchez

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