HABLEMOS DE RESPETO
Últimamente, a muchos individuos, se les llena la boca con la palabra "respeto", un sustantivo abstracto tan desgastado y prostituido que de vez en cuando conviene recordar su verdadero significado, y este no es otro que el de la consideración y la tolerancia hacia aquellas opiniones y actitudes divergentes partiendo de la base de un sentimiento reciproco.
A continuación quisiera dirigirme hacia esos ciudadanos ejemplares, que siguen las normas y mandatos de las autoridades, sin apenas cuestionarlas, para romper una lanza a favor del respeto verdadero y la sana convivencia.
Si quieren ustedes creerse toda la información emitida por los medios de comunicación oficiales públicos o privados, subvencionados por el estado, con el dinero de nuestros impuestos, me parece perfecto, pero respeten que yo discrepe y me informe a través de canales alternativos, porque considero que los oficiales mienten.
Si consideran ustedes que existe un bicho fantasma, que viaja por el aire y les puede atacar en cualquier momento causándoles un daño irreparable, aún sin tener ni una sola prueba de la secuencia genética del mismo, o de la patología que supuestamente provoca, me parece perfecto, pero respeten que yo considere que esa teoría es un camelo tan falso como el ratoncito Pérez o los reyes magos.
Si a ustedes les da igual que arruinen sus negocios, que restrinjan su libertad de movimiento, que les marquen un horario para volver a casa, y que les controlen y les vigilen como si fuesen delincuentes, me parece perfecto, pero respeten que yo me salte todas y cada una de esas normas, por considerarlas inadmisibles, disparatadas e infames.
Si a ustedes les parece bien dejar de relacionarse con sus
familiares y seres queridos, distanciarse de sus semejantes, utilizar productos
tóxicos para lavarse las manos, ponerse un bozal cada vez que salen a la calle,
e incluso dejar que les inyecten el contenido de un experimento cientifista sin
ningún tipo de garantía y cuya composición es una incógnita, me parece
magnifico, pero respeten que yo me niegue rotundamente a seguir esas
directrices por considerar que todas ellas son altamente perjudiciales para mi
salud.
Si lo que les preocupa a ustedes es que la televisión afirme que todo aquel que
no siga las normas puede ser un foco de contagio e infección, y puede poner en
riesgo su salud, hay una solución muy fácil, ustedes no se acerquen a mí, y yo
estaré encantado de no acercarme a ustedes, para su tranquilidad seré
fácilmente identificable, porque no llevaré bozal e incumpliré todas las normas
arriba mencionadas.
Por supuesto, en caso de sentirme afectado por ese bicho en el que ustedes
creen, me comprometo a no acudir a ningún centro médico tutelado por el estado,
para evitar colapsarlo, y que puedan así dispensar su atención, a otros
ciudadanos que si hayan cumplido las normas... previa devolución como es
lógico, del montante de mi cotización a la seguridad social desde la última vez
que puse un pie en uno de sus santuarios... creo que es un trato justo ¿no les
parece?
Sin más me despido deseándoles a ustedes ciudadanos de bien,
que mediten sobre mi propuesta para una mejor convivencia desde el respeto y la
tolerancia mutua, y a todos vosotros, guerreros, irresponsables, negacionistas,
y conspiranoicos, feliz desobediencia y prospera resistencia, energía y Rock
and roll, feliz semana!!!
Mártin Sánchez
http://astillasderealidad.blogspot.com/2021/01/hablemos-de-respeto.html
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