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7.2.21

Un guerrero elige un camino con corazón, cualquier camino con corazón, y lo sigue

EL ARTE DEL GUERRERO                                                

Un guerrero sabe que ocuparse demasiado de uno mismo produce una terrible fatiga. Un hombre en esa posición está ciego y sordo a todo lo demás. La fatiga misma le impide ver las maravillas que lo rodean.

Un guerrero sabe que enfadarse con la gente significa que uno consi­dera que los actos de los demás son importantes. Es imperativo dejar de sentir de esa manera. Los actos de los hombres no pueden ser lo suficiente­mente importantes como para contrarrestar nues­tra única alternativa viable: nuestro encuentro inmutable con el infinito.

Un guerrero sabe que cualquier cosa es un camino entre un millón de caminos. Por tanto, él siempre debe tener presente que un camino es sólo un camino; si siente que no debería seguirlo, no debe perma­necer en él bajo ninguna circunstancia. Su decisión de mantenerse en ese camino o de abandonarlo debe estar libre de miedo o ambición. Debe obser­var cada camino de cerca y de manera deliberada. Hay una pregunta que un guerrero tiene que hacerse, obligatoriamente ¿Tiene corazón este camino? Todos los caminos son lo mismo: no llevan a ninguna parte. Sin embargo, un camino sin cora­zón nunca es agradable. En cambio, un camino con corazón resulta sencillo: a un guerrero no le cuesta tomarle gusto; el viaje se hace gozoso; mientras un hombre lo sigue, es uno con él.

* Un guerrero sabe que… es sólo un hombre. Su único pesar es que su vida es tan corta que no le permite asir todas las cosas que quisiera. Pero, para él, eso no es un problema; es sólo una lástima.

* Un guerrero sabe que… sentirse importante lo hace a uno pesado, torpe y banal. Para ser un guerrero se necesita ser liviano y fluido.

* Un guerrero sabe que… elige un camino con corazón, cualquier camino con corazón, y lo sigue, y luego se regocija y ríe. Sabe, porque “ve”que su vida se acabará demasiado pronto. Sabe, porque “ve” que nada es más importante que lo demás.

* Un guerrero sabe que… el hombre corriente se preocupa demasiado por querer a otros o por ser querido por los de­más. Un guerrero quiere; eso es todo. Quiere lo que se le antoja o a quien se le antoja, sin más, por­que sí.

* Un guerrero sabe… aceptar la responsabilidad de sus actos, hasta del más trivial de sus actos. El hombre corriente actúa según sus pensamientos y nunca asume la responsabilidad por lo que hace.

* Un guerrero sabe que… el hombre corriente es o un ganador o un per­dedor y, dependiendo de ello, se convierte en perseguidor o en víctima. Estas dos condiciones prevalecen mientras uno no “ve”. “Ver” disipa la ilusión de la victoria, la derrota o el sufrimiento.

* Un guerrero sabe que… cuando un hombre se embarca en el camino del guerrero, poco a poco se va dando cuenta que la vida ordinaria ha quedado atrás para siem­pre. Los medios del mundo ordinario ya no le sir­ven de sostén y debe adoptar un nuevo modo de vida para sobrevivir.

* Un guerrero sabe que… sólo la idea de la muerte da al hombre el desa­pego suficiente para ser capaz de no abandonarse a nada. Un hombre así sabe que su muerte lo está acechando y que no le dará tiempo para aferrarse a nada; así que prueba, sin ansias, todo de todo.

* Un guerrero sabe que… cuando nada se da por cierto permanecemos alerta, permanentemente de puntillas. Es más emocionante no saber detrás de qué matorral sal­tará la liebre que comportarnos como si lo supiéramos todo.

* Un guerrero sabe que… mientras un hombre siente que lo más impor­tante del mundo es él mismo, no puede apreciar verdaderamente el mundo que lo rodea. Es como un caballo con anteojeras: sólo se ve a sí mismo, ajeno a todo lo demás.

* Un guerrero sabe que… ser inaccesible significa tocar frugalmente el mundo que lo rodea. Y, sobre todo, evitar deliberadamente agotarse a sí mismo y a los demás. Un guerrero no utiliza ni exprime a la gente hasta dejarla reducida a nada, en especial a la gente que ama.

* Un guerrero sabe que… cuando un hombre se preocupa, se aferra a cualquier cosa por desesperación; y una vez que se aferra, forzosamente se agota, o agota a la cosa o a la persona a la que está aferrado.

* Un guerrero sabe que… para el hombre corriente el mundo es extraño porque, cuando no se aburre de él, está enemista­do con él. Para un guerrero, el mundo es extraño porque es estupendo, pavoroso, misterioso, insondable.

* Un guerrero sabe que… lo más difícil en este mundo es adoptar el ánimo del guerrero. De nada sirve estar triste, que­jarse y sentirse justificado de hacerlo creyendo que alguien nos está siempre haciendo algo. Nadie le está haciendo nada a nadie, y mucho menos a un guerrero.

* Un guerrero sabe que… no es una hoja a merced del viento. Nadie puede empujarle; nadie puede obligarle a hacer cosas en contra de sí mismo o de lo que juzga correcto.

* Un guerrero sabe que… no importa cómo lo hayan criado a uno. Lo que determina el modo en que uno hace cualquier cosa es el poder personal. El poder personal es un sentimiento. Algo así como tener suerte. O podríamos llamarlo un talante, un ánimo.

* Un guerrero sabe que… el hombre corriente está enganchado a sus semejantes, mientras que el guerrero sólo está enganchado al infinito.

* Un guerrero sabe que… para tener éxito en cualquier empresa, el éxito debe llegar suavemente; con mucho esfuerzo, pero sin tensión ni obsesiones.

* Un guerrero sabe que… es el “diálogo interno” lo que ata a la gente al mundo cotidiano. El mundo es de tal y cual mane­ra sólo porque nos decimos nosotros mismos que es de tal y cual manera. El pasaje al mundo de los chamanes se abre cuando el guerrero ha aprendido a parar su diálogo interno.

* Un guerrero sabe que… cuando aprende a parar su diálo­go interno todo es posible; hasta los proyectos más descabellados se vuelven factibles.

* Un guerrero sabe que… lo malo de las palabras es que nos hacen sen­tirnos iluminados; pero cuando nos damos la vuelta para enfrentarnos al mundo, siempre nos fallan y terminamos enfrentándonos al mundo como siempre: sin iluminación. Por esta razón, un guerrero busca actuar en vez de hablar, y para ello obtiene una nueva descripción del mundo, una descripción en la que hablar no es tan importante y en la que los actos nuevos conllevan reflexiones nuevas.

* Un guerrero sabe que… no gana victorias golpeándose la cabeza contra los muros, sino rebasando los muros. Los guerreros saltan sobre los muros, no los derriban.

* Un guerrero sabe… reconocer su dolor, pero no se entrega a él.

* Un guerrero sabe que… el mundo de la gente tiene subidas y bajadas, y la gente sube y baja con su mundo; los guerreros no tienen por qué seguir las subidas y bajadas de sus semejantes.

* Un guerrero sabe que… todo el que quiera seguir el camino del guerrero ha de librarse de la compulsión de poseer cosas y de aferrarse a ellas.

* Un guerrero sabe que… cuando deja de tener cualquier clase de expectativas, las acciones de la gente ya no le afectan. Una extraña paz se convierte en la fuer­za que rige su vida. Ha adoptado uno de los con­ceptos de la vida del guerrero: el desapego.

Carlos Castaneda - Extractos del libro LA RUEDA DEL TIEMPO

https://loquepodemoshacer.wordpress.com/2020/04/10/la-fuerza-del-espiritu-42-el-arte-del-guerrero-por-carlos-castaneda/

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