¿UNA «COÑAPANDEMIA» PERPETUA?
Año y pico más tarde del inicio de este “coñacirco”, con la
vacunación imaginaria ya en marcha y con la inmensa mayoría de la
población literalmente hechizada por la propaganda de los
medios generalistas, lo que ahora parece que toca es aprovechar la absoluta
sumisión de los ciudadanos para ESTIRAR el estado gratuito de
REPRESIÓN y las medidas TOTALITARIAS impuestas HASTA MÁS VER. Que de hecho
es como se dice “infinito” en la jerga de los globalistas secuenciales.
Pandilla de terroristas espaciales de laboratorio y de despacho que, no teniendo cojones para conquistar la Tierra abiertamente por la fuerza, han preferido recurrir a la estulticia generalizada de sus moradores y al placer -por lo visto infinito- de arrodillarse ante sus gobernantes, a fin de conseguir que los terrícolas REGALEN todos sus derechos democráticos sin pegar un solo tiro: “mejor pedir que robar” que me decía el de la navaja en el bolsillo cuando me asaltaban en el metro de pequeño.
Pues con el Nuevo Orden Mundial perfectamente encarrilado,
estoy empezando a oír hablar a los “expertos” del supuesto peligro de las
nuevas cepas de “coñavirus”; amenaza que como imaginas le viene a cada gobierno
tirano del mundo de perlas para poder seguir machacando
los estilos de vida de sus obedientes neoesclavos a placer:
“La letalidad se multiplica por cuatro con las nuevas cepas de
coronavirus” (OkDiario.com)
¡Uy! ¡Qué miedo!…
“La peor ola de [«coñavirus»] que ha sufrido un
país desde el inicio de la pandemia puede estar acelerada por una nueva versión
del virus, aunque los expertos piden cautela ante la falta de
datos [junto con «vergüenza», «cautela» es otra cosa de la que los medios
ni de broma pueden presumir].”
Narrativa, esta de las mutaciones, incluso razonable así de
entrada:
La “vacuna” X se ha quedado con el careto del virus Y, así
que cada vez que se lo encuentre por las venas… ¡paliza al canto! Pero eso
hasta que el virus canalla se practique la reconstrucción facial total,
claro está, porque entonces la “coñavacuna” carecerá de posibilidades de reconocer y
de ajusticiar al interfecto.
La teoría no está mal, ahora solo le falta tener un solo
miligramo de verdad. Que me da que no lo tiene.
Escuchar a este respecto de las potenciales “nuevas cepas”,
si no me creéis, las palabras del doctor Mike Yeadon, ex vicepresidente nada
menos que de Pfizer y con 32 años de experiencia en el negocio farmacéutico:
“La variante más diversa [del virus que sea] es
tan solo un 0,3% diferente de la secuencia original” Dicho de
otro modo “todas las variantes son en
un 99,7% idénticas” [quedáos con esa cifra].
“Ahora podrías pensar «hhhmm, ¿ese 0,3% es suficiente
para que [la ‘coñavariante’] escape a la inmunidad [de la
‘coñavacuna’] y se vuelva más peligrosa?»” La respuesta es no
“El sistema inmunológico humano es una maravilla. Cuando
se topa con un nuevo patógeno como el que nos ocupa, tú dispones de células
profesionales. Se llaman células presentadoras de antígeno, y son una especie de
tipos duros que no tienen por costumbre sucumbir ante los virus. Su trabajo
es atrapar cosas extrañas y desmontarlas pedazo a
pedazo dentro de la célula. Las llegan a cortar en cientos de
porciones. Después las exponen sobre la superficie de su célula para escrutinio
de otros agentes de tu sistema inmunológico. Sorprendentemente, gracias a la
variabilidad que Dios y la naturaleza te concedieron, a la enorme variabilidad
para reconocer elementos extraños, tu cuerpo termina utilizando entre 15 y 20
características particulares de ese virus.”
“Se llaman epítopos y
a la postre son como minúsculas fotografías de los detalles del
patógeno [bajo la lupa]. A eso es a lo que se dedican [tus células
presentadoras de antígenos]. A dicho [catálogo de tomas] se le conoce
como repertorio; tu repertorio inmune vendría a contener un conjunto de 20
precisos primeros planos de diversas partes del virus.”
“Ahora bien, si una pequeña parte del virus muta (como
ese 0,3% que ya he descrito) y resultas infectado por dicha variante, tus
células profesionales van a trocear ese virus como de costumbre, van a volver a
exponerlo de nuevo y, quién lo iba a decir, te vas a volver a encontrar
con la mayoría de las porciones que ya habías reconocido [en las cepas
originarias] previamente.
“Es imposible que ninguna de las porciones sean
reconocidas [por estar ya fichadas por la policía del sistema inmune], que
es precisamente de lo que trata [la llamada] escapada
inmunitaria [«inmune
escape»: se produce cuando el virus se salta todas las defensas y el
sistema inmunológico no actúa contra un agente infeccioso]. [Para que un
patógeno se libre de las iras de tu sistema inmunológico] debe presentarse
como un patógeno [totalmente] nuevo. Tiene que ser
lo suficientemente diferente para que cuando sea despedazado
por tus células profesionales, no reconozca la mayoría de los
fragmentos [que por supuesto ya tiene fichados de análisis previos]. Y eso
resulta ridículamente IMPOSIBLE cuando [la presunta nueva
cepa] conserva un 99,7% de SIMILITUDES [con la original].”
Vamos, de cajón. Para que un patógeno registrado se
pudiese colar hasta la cocina de tu organismo, necesitaría mucho más que un
simple cambio de peinado: le haría falta una reconstrucción facial completa.
Motivo exclusivo por el cual la zafia teoría de las nuevas cepas de la OMS y sus secuaces se
convierte en la falacia de estreno del mes; en otra mentira más
del arsenal secuencial a fin de estirar esta “coñapandemia” de
pacotilla ad infinitum, junto con la campaña que lo acompaña de
puro TERROR.
Primero fue la presunta nueva cepa británica,
después la sudafricana, la brasileña y ahora
la india. La mala noticia es que a la OMS tan solo le restan 191 gentilicios que utilizar; la buena es que,
teniendo en cuenta los niveles de ingenuidad del pueblo llano,
bien poco pasa si en nada nos empiezan a hablar de la cepa “venusiana” o la
“saturnina”, aduciendo algún experto que seguramente atravesaron nuestra
atmósfera a grupas del meteorito «C19».
Total, puestos a inventar.
BIENVENIDOS A LA TIERRA
http://www.bienvenidosalatierra.com/nuevas-cepas-conapandemia-perpetua/
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