GLITCHES EN LA MATRIX
SINCRONÍAS DE ANDAR POR CASA
Lo que te voy a
contar a continuación, no es un relato de ficción, ni parte de una de mis
novelas. Se trata de un día cualquiera, en el que me levanto y me voy a
trabajar, haciendo una jornada como cualquier hijo de vecino, de casa al
trabajo y del trabajo a casa. Quizás lo único que me temo, es que conforme
avances en la lectura, vas a pensar: Perdona... ¿un día cualquiera?
Y la verdad es que
sí, pero con un matiz no menos importante: no todo lo que te cuento ocurrió en
el mismo día, pero digamos que ciertos fenómenos los observo prácticamente a
diario. En otros casos, de forma única, puntual y exclusiva. Y en otros, de
forma ocasional o esporádica. Te lo he juntado todo en una sola jornada, para
que te resulte más ameno. Ahora, todo lo que se narra a continuación, ha
sucedido tal cual te lo voy a contar:
Son las 7 de la mañana y me apetece cualquier cosa menos levantarme, pero qué se le va a hacer. Me incorporo sin pensármelo, y subo las persianas para que entre la luz. Me asomo por la ventana y sin demasiada sorpresa, veo que se me cruza a poca distancia una vieja amiga: una gaviota a la que llevo viendo, me levante a la hora a la que me levante, y que siempre vuela de la misma manera, pasando prácticamente a la misma distancia de mi ventana.
No tendría que ser
extraño, si no pasara prácticamente a diario de la misma manera. Añadiendo
además, que esto ya me ocurría también de manera casi exacta, en mi anterior
piso, ya que me mudé hace unos meses y cambié de ciudad. Vivo cerca del mar,
hay gaviotas... eso no es extraño. La cuestión es que ocurre de manera
prácticamente idéntica cada mañana, sin exageración.
UNA SINCRONÍA DE LAS
BUENAS
Me hago un café,
mientras pienso que tengo que llamar a un amigo del cual no sabía dónde estaba,
hasta hace poco que retomamos el contacto. Y el hecho es que cuando me estaba
mudando, yo le ubicaba en Barcelona, hasta que un día me llamó, porque es
cierto que soy bastante descuidado con algunas amistades, y siempre me tiene
que terminar llamando él. Tengo que hacérmelo mirar, porque uno se hace viejo,
y los buenos amigos que quedan, pueden contarse con los dedos de una mano.
Pues bueno, él no
sabía que yo me estaba mudando, porque llevábamos algo más de un año sin
contactar por mi culpa. Cuando veo su llamada perdida, inmediatamente la
devuelvo, y nos ponemos a hablar: le digo que cambio de trabajo, y me estoy
mudando a una nueva ciudad. El no me dice nada, me escucha y me deja terminar…
y al final me pregunta, si le estoy vacilando. Pero ¿por qué?
Me dice que ya me
daba por perdido, al no haberle cogido el teléfono, porque siempre me tiene que
llamar él y está harto. Y lo de que si le estaba vacilando, venía a cuento,
porque él ya llevaba 6 meses viviendo, en la misma ciudad, a la que yo me
estaba mudando, cuando yo a él le hacía en Barcelona. Y me confesó que me
terminó llamando, por qué se sentía obligado aunque estuvo a punto de pasar de
mí, pero que algo por dentro, le decía que tenía que hacerlo. Pues ahora somos
prácticamente vecinos. Cosas que pasan, casualidades ¿verdad? Le escribo para
tomar una cerveza el jueves. Y así nos guardamos una tarde.
A todo esto, miro la
aplicación de la EMT, mientras recojo con prisa para salir, y veo cuánto le
queda al autobús para pasar a mí altura. Bajo prácticamente corriendo y como cualquier
otro día, cojo el autobús para ir a trabajar, y como es costumbre, miro al cielo por si hay suerte
y nos dan un poco de descanso, para poder disfrutar de un cielo natural.
El cielo de momento
está despejado, pero ya aprecio algunos patrones en las pocas nubes que hay,
que me indican que están lanzando ondas en baja frecuencia. ¿Nunca te has
preguntado porque todo el mundo no se rebela por hartazgo y sale a la calle,
cuando nos han apretado tanto? Por ahí va la cosa... A estas formas en las
nubes, las llamo “las rufless”, porque pintan en franjas delgadas paralelas,
que serían imposibles de reproducir naturalmente. Me recuerdan a las patatas fritas
de bolsa, por eso las llamo así.
LA BÓVEDA ARTIFICIAL
Y LA LUNA
Y muy probablemente
conforme avance la mañana, se vayan cerrando las nubes de forma artificial,
conformando un entramado macizo, una bóveda blanquecina, que hará que las nubes
que han quedado debajo, hagan de pantalla y no dejen pasar el sol; y aparte de
ello, haga algo más de frío. Parece que nadie se da cuenta y que a nadie le
importa (I).
Hace un par de días
que fueron luna llena, y en esos días posteriores, veo también como la luna, todavía
visible de día, se va volviendo conforme avanza el trayecto, poco a poco más
translúcida. No se aprecia una sola sombra, que por cierto deberíamos ver a
plena luz del día, y más con el sol ya bien amanecido. Pero eso nunca pasa, ni
ahora ni nunca con la luna.
Es como si en lugar
de ser material, sólida y consistente, de forma que pudiera oponer alguna sombra,
que sería lo físicamente lógico y normal, en lugar de ello... va perdiendo su
consistencia y se funde en el azul del cielo, hasta desaparecer. Parece que
nadie se ha dado cuenta y que a nadie le importa (II).
Voy bien de tiempo y
todavía me quedan 15 minutos antes de entrar. De camino me dirijo al único bar
del polígono a por un café para llevar. Todo normal, aquí no hay nada extraño
salvo la calidad del café, que es bastante mala, y por ser el único bar del
polígono, digamos que no tiene la necesidad de competir, y que el café deja
bastante que desear.
Con el café ya en la
mano voy a paso ligero, porque quiero ser puntual para llegar al trabajo, a
pesar de saber que en el fondo de todo, en esta Matrix, hay más de una mentira
y que dentro de este escenario qué podría ser cualquier otro, vivo en sociedad
y tengo una función que cumplir. Soy consciente de que estoy en una Matrix
mientras miro al sol, justo antes de pasar la garita de seguridad.
El sol de cara no me
hace daño a la vista, porque en lo que he tardado de camino desde casa, ya se
encuentra prácticamente tapado por esa pseudo-calima, que cada vez es más
frecuente y repetitiva. El cielo ya está prácticamente blanco: un blanco
químico asqueroso, cuando un cielo natural aquí y en cualquier parte, es de
color azul. Pero parece que nadie se ha dado cuenta y que a nadie le importa
(III).
PARECE EL SHOW DE
TRUMAN PERO NO...
Me encuentro con un
compañero y empezamos a caminar juntos. Y como si estuviera planeado, de pronto
aparecen cuatro coches de la nada. Salen a la vez de 4 salidas de distintas
naves. Es un polígono y no hay tanto tráfico, como para poner semáforos, pero
da igual: nos ha pillado justo en medio del cruce de caminos, y no nos podemos
mover de ahí, hasta que se aclaren, porque tenemos todos los pasos cerrados. No
estamos ni a 10 metros del acceso. Parece de coña.
Me recuerda a la
escena del show de Truman, en la que quiere romper su rutina
habitual, y tratan de impedírselo a toda costa, cerrándole el paso, con
peatones, coches, autobuses y bicicletas. Pero en mi caso es al revés, solo
quiero seguir con mi rutina y llegar puntual al trabajo. Miro el reloj y
solamente quedan 2 minutos para fichar a tiempo. ¿Qué ha pasado ahora con el tiempo? Aquí hay algo
que no encaja.
Conseguimos pasar la
garita y damos los buenos días muy deprisa, casi huyendo, tratando de no
alargar la conversación porque vamos con la hora pegada al culo. Puede resultar
descortés y no me gusta ser así, pero es que llegamos muy justos. Normalmente
“el peaje” de acceso, es una conversación breve y un saludo amistoso, con el
compañero que está de control de entrada. Eso sería lo normal, pero hoy no hay
tiempo.
Ahora doblo la
esquina y no me lo puedo creer... un gato negro en la misma puerta de la
entrada a las oficinas. Ahí lo tienes: plantado como si estuviera esperando
para dar los buenos días. Pero en vez de los buenos días, obviamente maulla,
porque es lo que hacen los gatos. Y este gato es normal: lo que no es normal,
es que se me crucen prácticamente a diario. Te puede recordar a la escena del
deja vu de Neo en Matrix, pero no va por ahí la cosa. Quizás más tarde sí, ya lo verás.
Los gatos callejeros
suelen salir corriendo cuando se acerca gente, pero este gato, en lugar de
salir corriendo, o irse a otro lado… se queda allí plantado maullando, y
mirando a todo aquel que pasa hasta que entra, como dando “su visto bueno
gatuno interdimensional”. No seré tan egocéntrico, en pensar que el gato me
estaba esperando exclusivamente a mí. Pero por otra parte, no podía ser de otro
color el gato, por supuesto… tenía que ser negro.
Hasta aquí te he
contado el trayecto de casa al trabajo. Ahora pasamos al trayecto contrario,
del trabajo a casa, que tampoco tiene desperdicio. Salgo prácticamente
corriendo, porque en la aplicación de la EMT no veo cómo avanza el autobús, que
debería estar cerca de mi posición, y temo que justo ese día, haya podido pasar
más rápido de lo habitual. Y perder el autobús del polígono a casa, es una
auténtica putada, porque hasta que pase el siguiente, te puede dar más de una
hora esperando perfectamente.
¿MILITARES EN LA
ZONA?
Llego a la parada,
que es una parada por decir algo, ubicada en el margen de la carretera, en una
pequeña área de descanso, que simplemente es un arcén ampliado. Si estás
cansado y el día ha sido duro, esperas que el autobús llegue cuanto antes,
porque es un sitio que da un poco de bajón. Afortunadamente ahora sí me
funciona la aplicación, y veo que el autobús está todavía por llegar. Respiro y
me relajo.
Mientras espero,
aprovecho para mirar al cielo una vez más, y veo de pronto acercarse volando
muy bajo, un pedazo helicóptero militar, de color negro sin un solo distintivo,
número, logo o identificación, que además no hacía nada de ruido. Semejante
bicharraco se oiría a distancia, y más volando tan bajo. Pues este no, este
helicóptero pasó como un fantasma.
Enseguida saqué mi
móvil, para hacer una captura de vídeo. Pero con la mierda de cámara que tengo,
a pesar de que volaba muy bajo apenas se conseguía ver un miserable punto en la
grabación. Quizás por cosas como esta, la tecnología que dejan accesible al ciudadano, es
tan pobre. Después quieres grabar algo en condiciones, y es imposible hacerlo
bien.
Escribo enseguida a
un amigo y se lo cuento. A los 2 minutos me responde con una captura de
Twitter, que hace un rato han visto no solamente uno, sino dos helicópteros
negros por la misma zona. Bueno, parece que no es solo cosa mía. Pero espera:
lo mejor para el final...
CUANDO VES ALGO QUE
SABES QUE ES IMPOSIBLE
Llega una chica a la
parada con la que suelo coincidir y siempre hablamos un rato. Estábamos
manteniendo una conversación sin importancia, cuando por el rabillo del ojo a
unos escasos metros, sentía algo negro en el cielo, y pensé: el puto
helicóptero otra vez. Pero no, levanté la mirada y no me lo podía creer. Hice
como si no hubiera visto absolutamente nada y seguí hablando con la chica.
Pasaron unos segundos, volví a mirar y ahí seguía.
Querido amigo: lo
que estaba viendo, era un pájaro que se había quedado literalmente parado como
si lo hubieran dado al pause, a escasos metros sobre nuestras cabezas. Como si
estuvieras viendo un vídeo de un pájaro volando, le das al stop... y el pájaro
se queda ahí “muñeco”. No podía disimular más, porque yo pensaba que estas
cosas solo pasaban en los vídeos trucados de YouTube, pero no.
Y para hacer la
prueba, de que sí que lo estaba viendo, lo estaba viendo yo solo, poniendo una
expresión lo más tranquila y serena que pude, le pregunté a la chica a riesgo
de parecer alguien, que ve “cosas raras”, señalando con la mirada: Oye
¿tú también lo ves? La chica miró dónde estaba señalando y le cambió
la cara. Porque eso no podía estar pasando, los pájaros no se quedan
absolutamente congelados en pleno vuelo.
Pero ahí estaba el
pajarraco, que debería estar volando, o al menos moviéndose un poco, planeando,
o haciendo “cosas de pájaro” en el aire, pero no… estaba totalmente quieto e inmóvil,
cosa que es absolutamente imposible. Así se mantuvo unos segundos más, hasta
que alguien le volvió a “dar al play” y el pájaro,
empezó a volar como si nada hubiera pasado.
Estuvimos comentando
la jugada un poco más, hasta que por fin llegó el autobús y después al
coincidir en los siguientes días, no hemos vuelto a hablar de ello. Hay gente a
la que le gusta meterse en líos y en problemas, personas que buscan que les
pasen cosas, y que quieren vivir experiencias fuera de lo normal. Yo soy más
bien lo contrario: más de ir de casa al trabajo y del trabajo a casa, salir a
tomar algo y comer fuera los fines de semana.
Pero que después de
una jornada tal, que venga alguien y me diga, que no vivimos en una Matrix y
que todo esto, no es más que un escenario preparado, mucho me temo que con
fines poco nobles, por alguien que tiene más conocimiento que nosotros, acerca
de la verdadera naturaleza de la realidad.
VISTO EN:
Los Españoles, llevamos años viviendo en una Matrix creada por nuestros enemigos
ResponderEliminar24-03 @AnunnakiBot LA “LEY DEL SILENCIO” DEL RACISMO ANGLO
https://anunnakibot.blogspot.com/2020/12/24-03-anunnakibot-la-ley-del-silencio.html#more
y eatamos en este punto
24-02 @AnunnakiBot GUERRA SILENCIOSA PARA GENOCIDIO TRANQUILO
https://anunnakibot.blogspot.com/2020/12/24-02-anunnakibot-guerra-silenciosa.html#more
Ahora el NOM amplía ese programa utilizando "eso que aún llaman izquierda"
01 @AnunnakiBot LA #IZQUIERDA_INDEFINIDA LA AMIGA DE LA BANCA
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03-20 @AnunnakiBot EL NEO MARXISMO Y LA SOCIEDAD FRACTAL
ResponderEliminarhttps://anunnakibot.blogspot.com/2021/06/03-10-anunnakibot-el-neo-marxismo-y-la.html