EL TRANSHUMANISMO DIGITAL: La santidad del grafeno
De hipnotizados, grafenados y ARNmensajero
"Nuestro objetivo es lanzar una campaña de vacunación con la vacuna intranasal este año, después de que todas las etapas clínicas finalicen con éxito", dijo el ministro de industria turco. Nanografi es una empresa que pretende fabricar la vacuna intranasal ¿Y por qué una empresa dedicada a la producción del grafeno fabrica este compuesto? Parece ciertamente absurdo. Una empresa dedicada a la producción del grafeno produce vacunas intranasales contra la Covid.
¿Cuáles son los componentes de estos viales? Estamos ante una estafa tan
manifiesta, que es precisamente este el principal motivo del adormecimiento
social.
La represión avanza: hace unas semanas que un juez de familia
alemán sentenció contra el fraude de las pruebas PCR
realizadas a los niños. El informe pericial fue contundente, demoledor.
Bastaron unos pocos días para que la policía alemana entrara en casa del
juez, sin orden judicial. Tal y como señala el abogado Reiner
Fuellmich "se llevaron sus móviles, ordenadores y le amenazaron
con retirarle el título". Incluso registraron las casas de los amigos del
juez.
Mientras tanto, en España, aún debatimos sobre si el estado de alarma impulsado por los socialistas, y apoyado por casi todos los grupos parlamentarios, fue legal o ilegal. Esperamos a que el Tribunal Constitucional resuelva, aunque a casi nadie se le escapa que el rey va desnudo.
¿Cómo detener la inoculación masiva?
Hace unos días, Ricardo Delgado, el bioestadístico que conduce el programa de la Quinta Columna, junto con el Doctor José Luis Sevillano, mandaron analizar un vial de Pfizer. El resultado fue asombroso, a espera de más análisis. El compuesto muy probablemente contiene grafeno o un derivado, además de una muy pequeña cantidad de ARNm. Así se muestra en el informe preliminar realizado por Pablo Campra Madrid, doctor en ciencias químicas y profesor de la Universidad de Almería. Esta revelación, de confirmarse, cambia por completo la dinámica y el discurso del régimen supranacional.
Las tesis que defienden desde la Quinta Columna es que el dióxido de grafeno es la Covid, que está en las inyecciones y en muchos productos, desde mascarillas hasta los geles. Consideran que esta sustancia causa el mismo cuadro clínico que la Covid-19. El grafeno es un material tóxico. En efecto, Srikanth y Vallabani caracterizaron el óxido de grafeno junto con los aspectos toxicológicos relacionados con la citotoxicidad y la apoptosis en células normales de pulmón humano y "se observó una proliferación significativa de células apoptóticas tempranas y tardías en comparación con células control. Este estudio demuestra que GO induce citotoxicidad y apoptosis en células de pulmón humano". También hay repercusiones negativas en otros órganos, como el hígado o el bazo, además de producir estrés oxidativo. Decenas de estudios revelan la toxicidad de este material.
Para colmo, toda esta lisérgica investigación coincide con el encendido de la tecnología militar del 5G, prevista a finales de julio/agosto.
El grafeno ha demostrado tener aplicaciones extraordinarias como hiper conductor, con aplicaciones para la neurociencia. Hay quienes alardean de una nueva era, por eso Boris Johnson o el presidente chileno Sebastián Piñera hablan abiertamente de insertar emociones y pensamientos, pero ¿cómo? ¿a través del óxido de grafeno inoculado?
Tanto el bioestadístico Ricardo Delgado como el Doctor Sevillano lo tienen claro; el Santo Grial, la pesadilla del transhumanismo digital, tiene un nombre y una enfermedad: es el óxido de grafeno, causante de la auténtica Covid y capaz de transformarnos en "una interfaz".
El transhumanismo emancipa al cerebro de la biología, de la religión, de las culturas y de las naciones. La ciencia ficción no es una disciplina científica, sino una categoría metafísica de la imaginación. ¿Acaso alguien cree con sinceridad que el electromagnetismo puede cambiar nuestra conducta e incluso implantar pensamientos y emociones? Sin embargo, es una realidad. En el 2015 descubrieron que el cuerpo humano puede funcionar "como un bluetooth". Esta tecnología inalámbrica es utilizada en el cuerpo humano "como interfaz", pero el cuerpo ofrece ciertas resistencias, por lo que "necesita un impulso": ¿Cuál es ese impulso?
En todo caso, el óxido de grafeno u otros nanomateriales se utilizan como nano sensores que emiten señales. Así, es posible alcanzar los lugares más recónditos de los pensamientos.
Pero penetrar en este arcano no es una cosa de la imaginación. Es posible invadir el cerebro a través de la nanotecnología, por ejemplo, con implantes biocompatibles capaces de medir estados cerebrales, desarrollados por científicos de Flagship. Estos dispositivos se pueden implantar en el cerebro y medir estados cerebrales. Desde esta perspectiva, parece fascinante, pero ¿qué sucede si esta capacidad para leer pensamientos o modificarlos es empleado por delincuentes con carné de partido? ¿Qué sucedería si estuvieran inoculando óxido de grafeno a la población sin consentimiento informado? El estudio preliminar firmado digitalmente por el Dr Campra Madrid sugiere esta cuestión, a la espera de otros informes con más viales:
"El estudio microscópico de la muestra aporta
sólidas evidencias de presencia probable de derivados de grafeno, si bien la
microscopía no proporciona una prueba concluyente. La identificación
definitiva de grafeno, grafeno oxidado (GO) o grafeno oxidado reducido (rGO) en
la muestra RD1 precisa de la CARACTERIZACIÓN ESTRUCTURAL mediante el análisis
de patrones espectrales específicos comparables a los publicados en literatura
y a los obtenidos a partir de muestra patrón, obtenidos con técnicas
espectroscópicas como XPS, EDS, RMN, FTIR o Raman, entre otras.
Los análisis de este informe corresponden a UNA SOLA MUESTRA, limitada en
volumen total disponible para procesar. Es por tanto necesario realizar un
muestreo significativo de viales similares para extraer conclusiones
generalizables a muestras comparables, registrando origen, trazabilidad y
control de calidad durante la conservación y transporte previas a los análisis".
¿Es conspiranoia reflexionar sobre la alucinógena sincronía
entre la señalización de las antenas 5G, los satélites de Musk y las presuntas
inoculaciones de nanomateriales? ¿Existe algún vínculo? ¿Es posible una
modificación de la conducta a través del electromagnetismo de las antenas 5G en
interacción con estos nanomateriales? ¿A qué se deben los miles de vídeos que
inundan las redes con inoculados magnetizados a los que se les pega todo tipo
de estrafalarios objetos metálicos? ¿Es este nanomaterial una forma de marcar a
las personas como a las reses?
Negar los efectos de las ondas electromagnéticas sobre la salud humana es como
rechazar la misma biología, los pensamientos o los sentidos. Pero las personas
somos puro magnetismo. Emitimos una vibración capaz de transmitir una
información que termina por aprehenderse. ¿Es una locura acaso? Según The
Independent; "Inhabilitar partes del cerebro con imanes reduce la fe
en Dios" ¿Cómo es posible algo así?
La práctica se llama estimulación
magnética intracraneal: puede tratar la depresión, pero si se apunta a un lado
preciso del cerebro, es posible cambiar los sentimientos y las emociones. Esa
es la cuestión; han descubierto la capacidad terapéutica de los campos
magnéticos aplicados a la medicina y a la comunicación, cuando ese magnetismo
es tan antiguo como la humanidad. Por eso, cuentan que algunos sabios de la
antigüedad eran capaces de comunicarse con sus discípulos a miles de kilómetros
de distancia. Hay una misma vibración, una especie de música o matemática que
nos une.
¿Cómo es posible que miles de millones de personas acepten un tratamiento
experimental de este calibre, nunca probado antes en humanos? A todos estos les
une un misterioso consenso. El miedo, el temor a ser excluido o marginado, es
capaz de unir a individuos aterrorizados. Es preciso salir de este estado, y
sustituirlo por la luz de un magnetismo liberador.
Vivimos un último asalto al reducto de libertad que son los
pensamientos. Y eso es completamente inaceptable.
Javier López Astilleros
Sott.net
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