¿Hay que limitarse a seguir dando testimonio y yendo cada uno por su cuenta?

 © LA CAÍDA DE LOS MITOS                                            

Ilusiones y mitos (clásicos o actuales) han ido cayendo dejándonos huérfanos de guía y engrosando la masa de gente descreída y aniquilada, ahora a merced del Sistema sin resistencia, salvo grupos dispersos (como Soberanía y Salud) que siguen testimoniando la falsedad de todo.

En conjunto un panorama desolador con el añadido de las limitaciones todavía imperantes de la inventada pandemia que no permiten la reanudación de una vida social indispensable para vivir con alegría y dignidad.

Tanto es si todo es producto de una suma de factores o es la consecuencia de unas causas concretas la cuestión es que este cúmulo de cosas ha ocasionado una deriva penosa y espeluznante tanto por la magnitud cuantitativa como cualitativa.

Es una debacle similar a la que produce una gran riada que se lo lleva todo, desmontándolo todo desde los cimientos. La cuestión es si tendremos ánimo (o incluso ganas) de hacer limpieza y remontar.

Ya hacía tiempo que se habían ido perdiendo valores y puntos de referencia que ahora nos podrían servir para reponernos, al menos, para no dar el brazo a torcer.

Pero con el lavado de cerebro salvaje que se ha producido (que sigue produciéndose) las posibilidades de recomponer una estructura social digna no parecen a la vista.

¿Basta con la semilla y la energía de los grupos resistentes?

¿Se impondrá el "sálvese quien pueda"?

¿Pueden ser útiles los esfuerzos para implicar a la mayoría en el restablecimiento?

¿Hay que limitarse a seguir dando testimonio y yendo cada uno por su cuenta?

¿No podría ser que la rabia general nos acabe arrastrando a todos?

Todo depende de los enfrentamientos que haya en las "alturas". De momento se anuncia un corte de internet general y alargado a un semestre! (La actual caída de Facebook ¿ha sido un aperitivo? ¿Una prueba?)

Las consecuencias prácticas no hace falta decir que serían catastróficas al provocar a corto plazo la ley de la selva, separándonos aún más unos de otros, ante las carencias básicas que se podrían producir.

Mejor no llamar al mal tiempo y emplear la energía en convocar escenarios más propicios...

Porque necesitamos grandes dosis de fe para enfrentar lo que pueda venir!

 

CONQUISTA DEL PARAISO

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Joan Martí - el camidelavida@gmail.com

05/10/2021