DESTRUYE TU TELEVISOR (Y tu smartphone)
Hace un mes, una coacción ilegal y criminal con respecto a las inyecciones covid en el lugar de trabajo fue anunciada por la Administración Biden. Muchos han perdido sus empleos por correctamente rechazar ese procedimiento médico inseguro, ineficaz, y posiblemente alterador de la vida.
Ahora ha sido
anunciado por la FDA, poseída por la industria farmacéutica, y por el CDC, que
a los niños de entre 5 y 11 años puede dárseles la inyección. Los comentarios
de médicos y científicos públicos y renombrados estuvieron de manera aplastante
contra aquello, pero como ocurre con tantas otras juntas directivas a través
del país, los funcionarios a cargo votaron unánimemente de manera favorable,
como si ellos nunca hubieran escuchado nada.
Esa inyección será exigida ahora a pesar de que los niños mayores que ya han sido inyectados han experimentado problemas cardiacos y otras reacciones serias, incluyendo la muerte. Ninguna de esas categorías de edad ha estado alguna vez en peligro, y las inyecciones sólo pueden hacerles daño. Después serán los recién nacidos hasta niños de 4 años. ¿Qué debemos hacer frente a un gobierno dispuesto a sacrificar a niños para que se beneficien las compañías farmacéuticas, o para fines aún peores?
Las inyecciones impuestas, sin
valor para su propósito declarado, y ahora probablemente dañinas, son
claramente un medio para conseguir algún fin. Eso podría incluir el control
social por medio de pasaportes digitales, vigilancia totalitaria, la
reingeniería de la Humanidad por medio de la manipulación genética, la
reducción de la población del mundo (un sueño de mucho tiempo de los eugenistas),
enganchar a la gente a la "Internet de los cuerpos", o todo lo
anterior.
Una cosa es cierta: nada de
esto fue alguna vez acerca de la salud pública. Aquella mentira es imposible de
creer cuando miramos a trabajadores de la asistencia médica siendo despedidos,
dejando hospitales faltos de personal; cuando las noticias de daños provocados
por las "vacunas" son censuradas; cuando los médicos de salas de
emergencia no hacen caso de los daños de las inyecciones y dejan de
reportarlos; cuando se ve que la institución médica está bajo el control obvio
de la política y las corporaciones; cuando las líneas de meta son removidas,
nuevas reglas son inventadas, y se cambian las definiciones; cuando se deja que
se vayan los recogedores de la basura y ésta se amontone en las calles; cuando
a los bomberos y a la gente que responde a las emergencias se les dice que si
se van es sin paga; cuando los trabajadores a través del país pierden sus
empleos y ya no pueden proveer para ellos o para sus familias; cuando la salud
mental declina producto del aislamiento, el temor y la tensión nerviosa; cuando
la inmunidad natural repentinamente ya no es reconocida; y cuando fármacos
eficaces son retenidos mientras medicinas dañinas son el protocolo. El objetivo
por lo visto no es promover la salud pública, ni tampoco el orden social, sino destruirlos.
Uno podría pensar que el gobierno respondería al obvio deterioro de la
sociedad, pero los dos últimos años ha mostrado que eso es realmente lo que los
gobiernos quieren. Ésta es una guerra desde el interior. Es nuestro propio
gobierno el que está tratando de matarnos.
Nos han mentido con una sarta
de engaños de 20 meses de duración, pero las mentiras, con el paso del tiempo,
tienen un modo de desgastarse. En la tentativa de explicar evidencias
contradictorias, las explicaciones oficiales se hacen cada vez más complicadas,
y mientras más sucede, más fácil es para nosotros ver tanto las mentiras como a
los mentirosos. Nuestra gran ventaja consiste en que la verdad no necesita los
enormes recursos de Estados y medios corporativos para ser dicha. Cuando se
llegó al punto en que el Estado se vio forzado a simplemente censurar la verdad
completamente, ésa fue sólo otra lección para nosotros. Mientras más grande el
encubrimiento, más obvio es el crimen. La claridad crece cada día.
La tiranía que estamos
enfrentando no comenzó sólo en Marzo de 2020. Estamos en medio de un sistema
que ya nos había rodeado cuando comenzó la operación "pandemia". Es
por eso que un fraude tan obvio ganó tanto territorio tan rápidamente a través
del mundo. La operación misma fue cuidadosamente planeada, pero fue construida
sobre un fundamento establecido. Durante casi 60 años —contando atrás hasta el
asesinato de John F. Kennedy— el mundo ha estado sometido a una larga lista de
ataques planificados en los cuales operadores negros crearon un acontecimiento
público traumático, manipularon al público para que creyera que el
acontecimiento fue realizado por chivos expiatorios seleccionados, e hicieron
los cambios institucionales deseados sobre la base de aquel acontecimiento. El
ataque del 11 de Septiembre de 2001 pareció el pináculo de cualquier ambición
que esos operadores pudieran posiblemente haber tenido, hasta que vino el covid-19 y
de alguna manera golpeó a 193 países con los mismos resultados catastróficos,
todos al mismo tiempo.
Entonces comenzaron a
desplegarse estadísticas manufacturadas de casos y muertes, fueron producidos
videos de gente muriendo en las calles, y la narrativa de una terrible
emergencia de salud pública sin precedentes estaba en todas partes alrededor de
nosotros. El verdadero acontecimiento era la enfermedad respiratoria estacional
exagerada como una "pandemia", con tal vez un toque de una bio-arma
real añadido. El chivo expiatorio fueron los murciélagos en China que
difundieron un misterioso virus mortal. Y el cambio institucional profundo
parece como una reorganización al por mayor de las economías nacionales, los
recursos y las poblaciones para satisfacer la fantasía de un gobierno mundial
de banqueros especialistas en inversiones, camarillas secretas, y la
abiertamente conspiradora élite de Davos.
Muchas más personas que las 3.000 personas que murieron el
11 de Septiembre fueron inmediatamente muertas por política de asistencia
médica y negligencia médica en los primeros días de la operación Covid —por
ejemplo, los ancianos enviados a morir en clínicas de ancianos, los asesinatos
con ventiladores— Sin la muerte y la sangre, no hay ningún trauma, y
la escala de esta operación requería mucho trauma. Según se pretendió en la
operación 11-S, Estados Unidos procedió con una serie de guerras
contra los enemigos de Israel. Tal como se pretendió con la operación Covid-19,
los oligarcas se han puesto a destruir las economías por todo el mundo.
El 11-S condujo a millones de muertes; el Covid-19 (la
operación) producirá muchas más.
Actores oscuros con malvados
planes han estado perfeccionando su arte a través de toda la Historia, pero
nunca han sido capaces de engañar a más personas que en la época de Edward
Bernays, medios de comunicación, e ingeniería social. Hoy, una falsedad
estremecedora puede ser creada a partir de la nada. El "alunizaje" de
1969 es un buen ejemplo. Por suerte esa psy-op fue llevada a
cabo sin asesinato de masas. Aquella fue una hazaña asombrosa. Desde el
acorazado Maine al Golfo de Tonkin, pasando por las
"armas de destrucción masiva", el bombardeo de autobús de Londres,
el 11-S, el bombazo en la maratón de Boston, la masacre del tirador
del hotel en Las Vegas, la "insurrección" en la Casa Blanca el 6 de
Enero, y muchísimas otras incitaciones de la policía para cometer crímenes, y
matanzas fraudulentas; todo realizado por una verdadera industria de actores de
crisis, informantes, cabezas de turco, policías secretos, agentes infiltrados,
provocadores, asesinos y espías; enormes mentiras han sido despiadadamente
producidas sobre un público inconsciente y cansado de las crisis, y las
mentiras han tenido éxito en su mayor parte porque la gente no puede creer que alguien
cometería crímenes de tal magnitud.
Quizá es tiempo de repensar
nuestra relación con la fuente de la mayor parte de esta manipulación: la
pantalla de televisión. Literalmente no vemos nada real cuando llega a nosotros
por ese medio. La imagen en la pantalla no es la realidad. Ella puede
mostrarnos fácilmente lo que algún otro quiere que nosotros creamos. El formato
es un campo abierto de par en par para los propagandistas. Nuestra experiencia
personal es limitada. La televisión hace que nuestra experiencia parezca casi
ilimitada, y llegamos a creer que esa experiencia expandida es auténtica. Hemos
sido seducidos por los medios y la tecnología hasta tal punto que hoy la mayor
parte de nuestra "realidad" no es ni siquiera real: es virtual. Todo
esto se trata de epistemología: qué es verdadero y qué realmente sabemos es una
de las preguntas centrales de la Filosofía. Pero por el bien de nuestra
supervivencia, obtener conocimiento mediante nuestra propia experiencia
directa, tratar con la gente cara a cara, relacionarse con el mundo natural en
nuestros alrededores inmediatos, parece ser el primer paso para tratar de
escapar del lavado de cerebro que conseguimos de los medios electrónicos.
Al igual que la comida basura,
los medios electrónicos son omnipresentes y adictivos. No estamos físicamente o
psicológicamente preparados para tratar con ello. Simplemente no somos capaces
de "conocer" a toda la gente, sitios, ideas y eventos traídos a
nosotros en el alud de contenido en Internet. Los anfitriones del mundo
virtual, como Facebook y Google, están felices de
vernos ocupados con teléfonos inteligentes y medios sociales con un círculo
antes inimaginable de cientos de "amigos". Podemos incluso
organizarnos con nuestros cientos de amigos para romper Facebook y Google en
mil pedazos, pero Silicon Valley no se preocupa porque ellos ganan mucho más de
recolectar y vender nuestros datos.
La tecnología una vez pareció
estar allí para hacer la vida más fácil, pero entonces silenciosamente nos
esclavizó. Para luchar contra la tecnocracia —es decir, el gobierno que saca su
poder de la tecnología— nosotros
sólo tenemos que mirar los medios de control de los tecnócratas —códigos QR,
bases de datos, cámaras de vigilancia, lectores de matrículas de autos, algoritmos,
inteligencia artificial, exploradores de cuerpos, microchips, juegos de video,
películas éxitos de ventas, televisión por cable, smartphones, y
puntajes de crédito— y sacarlos uno tras otro de nuestras vidas. Ciertamente
está dentro de nuestros medios deshacernos de los dispositivos que nosotros
mismos llevamos. ¿Está opuesto usted a los "pasaportes de vacuna"?
Entonces no lleve o no posea el smartphone que los hace
posibles.
Facebook recientemente
anunció que quiere cambiar su nombre a "Meta", la palabra
latina para "más allá". Para los depredadores de pensamiento avanzado
que dirigen Facebook, el "metaverso" es la siguiente
frontera en la tentativa de capturar y controlar las mentes humanas. Con
audífonos de casco de Realidad Virtual, uno realmente cree que está en un
programa dado, y puede creer incluso que está interactuando con el programa. El
siguiente paso será una plataforma sin audífonos, o inalámbrica, de Realidad
Virtual.
Ya que los oligarcas quieren
usar a aquellos de nosotros que sobrevivamos a las Frankenvacunas como
trabajadores esclavos, ellos querrían que nosotros no fuéramos más que baterías
pasivas en una vaina con cables conectados a nuestras cabezas, como en The
Matrix. Humanos móviles cuya realidad les es alimentada inalámbricamente
sería una mejora enorme. Quizá la tecnología para eso está contenida en las
"vacunas", con sus extraños efectos magnéticos, hasta ahora no
reconocidos e inexplicados. En efecto, eso puede ser por qué Bill Gates dijo
que "lamentablemente cada uno en el planeta tendrá que ser
vacunado". Obviamente, los pocos privilegiados ¡no pueden tener
a gente no autorizada andando por ahí en su propia realidad!
La actual operación para la
esclavitud digital de la Humanidad es demencial. No somos un experimento de
Frankenstein. No somos programas de software. No somos
computadores. No somos unos y ceros. No somos transhumanos. Somos milagros
creados por Dios, no para ser manipulados. Es tiempo de
des-digitalizar el mundo alrededor de nosotros y volver a nuestras conexiones
espirituales y nuestra humanidad. Al igual que el gobierno, la tecnología está
para servirnos, no al revés. Al igual que con el gobierno, no debemos confiar
en la tecnología. Cuando el gobierno y la tecnología trabajan juntos, el potencial
para el abuso se incrementa exponencialmente. Para salvarnos a nosotros mismos,
aquellas dos fuerzas deben ser permanentemente puestas en su lugar.
Por estos días muchos de
nosotros estamos en las calles protestando. El beneficio de esto no es que
pudiéramos llamar la atención de políticos que nos consideran con desprecio,
sino que nos vemos y hablamos unos con otros en persona, y damos fuerza a
aquellos que están al margen, al ver una oposición sana y fuerte a la locura.
Cuando llegue el tiempo de encarar realmente a las autoridades, no
tendrán ninguna otra opción sino escuchar y no les va a gustar. En el camino hacia
aquel día, y quizá a fin de alcanzarlo, tenemos que sacar de nuestras cabezas
60 años de una muy sofisticada y altamente manipuladora programación de los
medios. Los fraudes y las banderas falsas serán inmediatamente
obvios entonces, y ya no serán usados contra nosotros. La "pandemia"
y el elenco de personajes que instigan esta atrocidad de dos años desaparecerán
como una pesadilla. Es como si pudiéramos derrotar esta operación simplemente
evolucionando.–
Richard
Hugus - richardhugus.com
- 8 Noviembre 2021
https://editorial-streicher.blogspot.com/2021/11/sobre-alienados-soberbios-y.html
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