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LA PREGUNTA DEL MILLÓN
¿El mundo
es de los jóvenes?
Quienes han nacido rodeados de los sistemas digitales, que no han conocido la NO-tecnología, no se hacen cabal de lo que se cuece en la sociedad actual. Es más, ¡les da igual!
A los veteranos que hemos vivido en el tiempo analógico, se
nos hace insoportable la deriva que está suponiendo la tecnología y por eso nos
resistimos y esforzamos para que pervivan el talante y los usos pasados. (Y no
por aquello de... ¡cualquier tiempo pasado fue mejor!)
Los avances tecnológicos siempre son bienvenidos si
facilitan la vida a la gente, pero últimamente lo que está creando la
tecnología es una dependencia casi total y además sirve para el control de la
misma gente que hace un uso desmedido de ella.
Ya se ha demostrado por activa y pasiva las malas influencias de los utensilios tecnológicos: desde la inefable televisión hasta el omnipresente móvil
Pero es una tarea inútil y desgastante: No lleva a ninguna
parte y no beneficiará a nadie porque las nuevas generaciones están en otra
onda y son ellos quienes tendrán que lidiar con la nueva sociedad que resulte
de todos los cambios que se van produciendo.
Cambios para mal, según quienes ya somos veteranos... pero
los jóvenes ya están adaptados a ellos y parece que ya les va bien todo esto
del control y la falta de libertades.
Ellos, con el móvil en la mano, se sienten los “reyes del
mambo” y todas las imposiciones que van cayendo no hacen sino darles un marco
definido por donde moverse a falta de otros puntos de referencia.
Quizás no toda la juventud está enajenada y aquellos que no
lo ven claro también sufren por la falta de valores de los que, si no han
disfrutado, al menos los intuyen como un componente necesario para estructurar
un comportamiento vital y una guía para encarar los retos sociales.
¿Qué puede hacerse? ¿Qué podemos o debemos hacer los
veteranos?
Para los que ya estamos en la etapa final del tránsito vital
como es mi caso, el dilema que se plantea es bien “maniqueo”.
No es tanto el “qué” como el “porque”, dado que nuestra
resistencia se podría interpretar como una interferencia para quienes ahora
ponen en marcha su propio proceso de vida al que tendrán que dar respuesta
desde su óptica y con sus propios condicionantes y expectativas.
Cada época tiene sus circunstancias y los medios para
enfrentarse a ellas.
Es la gran tarea de aprendizaje que todos venimos a realizar
en este mundo.
Por tanto, paso al lado, para bien o para mal y dejar el
camino libre para los que nos siguen.
JOVENES (The Young ones)
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Joan Martí – elcamidelavida@gmail.com
20 mayo 2022
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