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29.7.22

El dicho “no hay mal que por bien no venga” es muy adecuado para la actual situación

© LA JUSTA MEDIDA                               

Todo está bien medido aunque no nos demos cuenta. Todo tiene lo que debe tener: La duración, la consistencia, la oportunidad, la dificultad, la incertidumbre, la satisfacción, el miedo, la alegría... ¡El gran juego de la Vida!

Un montón de ingredientes aparentemente dispares se van alineando en nuestro camino y van confeccionándonos el marco para nuestro vivir y nuestro sentir.

Un grupo de circunstancias se van aunando para encauzarnos hacia nuestros objetivos que vamos descubriendo conforme los vamos alcanzando.

Nunca sabemos por adelantado lo que nos espera, si lo hacemos bien o no, si es el camino adecuado. El primer paso siempre debemos darlo nosotros, entonces es cuando la Vida hace su parte.

Nuestra intención es la que lo genera todo, pero sin garantía previa. La Vida no nos da nada, sólo nos apoya en las decisiones y el camino que vamos tomando al escuchar nuestro corazón.

Por eso de esta maldad del Covid ha surgido una situación que hay que agradecer: Nos ha juntado, nos ha hecho redescubrir la amistad, el compañerismo, el amor!!

Por experiencia propia debo decir que ahora valoro mucho más el contacto con la gente, en cualquier ambiente.

La relación con mis hermanos, el intercambio con nuevos amigos de grupos de conciencia, el esparcimiento y las confidencias con la persona con la que comparto la vida...

También han aflorado sentimientos y sensaciones profundas a raíz de actividades conjuntas que han ido creando unos vínculos firmes y hermosos entre personas que antes no nos conocíamos.

La necesidad de comunicarnos ha abierto nuestros corazones comunicándonos experiencias y emociones propias.

Todo ello un buen bagaje para abonar nuestro estado vital bastante dañado a raíz de la maldad esparcida por todas partes.

Las consecuencias de la sacudida a la que nos han sometido se han traducido afortunadamente en una intensificación de las relaciones y una profundización de las interacciones humanas con el espléndido resultado de un aumento de energía compartida.

El dicho “no hay mal que por bien no venga” es muy adecuado para la actual situación de inquietud y rabia ante las constantes agresiones que nos aplican o amenazan con aplicar.

Por tanto aboquémonos a vivir intensamente y disfrutemos de todo lo que podamos. Estrechemos nuestros lazos con todos los que tengamos a nuestro alrededor, intercambiando, compartiendo...

No perdamos de vista que nosotros tenemos el poder de decidir lo que hacemos con nuestra vida!

Amemos y seamos bien felices!

LA CERTEZA

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Joan Martí - elcamidelavida@gmail.com

29 julio 2022

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