EL AMANECER DE LA MAÑANA SIGUIENTE
AUN NO HEMOS VISTO NADA
Esta es la parte más extraña del PSYOP. Es como la mañana después de una fiesta en la oficina en la que te despiertas con una resaca casi terminal y con recuerdos borrosos de haberle hecho una felación con tequila a Bob, de Contabilidad, en lo que era la zona de recepción de la novena planta o posiblemente el vestíbulo de la planta baja de tu edificio, mientras alguien que se parece vagamente a ese chico sonriente de la sala de correo lo grababa con su teléfono.
Sí, es el día Después... ese repugnante coro regurgitante
que estás escuchando es el sonido de millones de Cultistas al Covid
arrodillados en sus baños de género neutro rezando al Dios de Porcelana.
Ha sido todo un viaje estos últimos dos años y medio, pero la orgía de miedo y odio ha terminado, la histeria de las masas está desapareciendo, y la realidad del daño que han hecho empieza a ser innegable. Miles de personas han muerto, han resultado gravemente heridas o han quedado permanentemente discapacitadas, víctimas de "vacunas" experimentales que no necesitaban pero que fueron obligadas a recibir.
Las sociedades han sido destrozadas, las economías paralizadas, las
instituciones desacreditadas, los preceptos democráticos como el Estado de
Derecho y los derechos constitucionales han sido ridiculizados, los amigos y
las familias se han vuelto unos contra otros, etc., y las cosas todavía no se
han calmado. Se necesitarán muchos años para evaluar los daños o, más bien,
para racionalizar, negar y ocultar los daños en los agujeros de la memoria (al
tiempo que se "normaliza" la distopía fascista de la bioseguridad que
los daños han permitido implementar).
Este proceso ya está en marcha. Como estoy seguro de que has
notado en los últimos meses, los gobiernos, las autoridades sanitarias
mundiales, los medios de comunicación corporativos y estatales, la industria
cultural y otros componentes clave del "Reich
de la Nueva Normalidad" han estado eliminando silenciosamente sus
"restricciones de Covid," reescribiendo "La Ciencia,"
reescribiendo la historia (es decir, la ciencia y la historia que habían
reescrito previamente), haciendo que las masas pasen del modo de
“emergencia” a la Nueva Normalidad.
En otras palabras, todo va según lo planeado.
No se puede mantener a la gente en un estado de histeria
total indefinidamente. Cuando estás desestabilizando y reestructurando
radicalmente una sociedad, los golpeas con fuerza con Shock-and-Awe (Dominio
rápido, es una doctrina militar: durante unas pocas semanas, meses o
años en este caso), y luego los llevas suavemente a la nueva
"realidad". Lo cual, después de ser sistemáticamente
aterrorizados, maltratados, amenazados y atormentados durante el tiempo que se
les ha infligido aquello, estarán agradecidos por cualquier cosa que se
parezca a la "normalidad", sin importar cuán fascista resulte ser.
Tienes que ser delicado en la ejecución de esta fase, en la
que la gran mayoría de las masas, habiendo sido forzada a creer lo que sea
que necesitaban que creyera durante la fase de Shock-and-Awe,
tiene que forzarse a creer que nunca ha creído lo que se quería que
creyera, y que crea lo que necesitan que crea ahora, lo que por lo
general contradice completamente lo que se había forzado a
creer previamente (y de hecho, literalmente, creyó) en un intento
desesperado de mantenerse feliz, para que tal vez eventualmente dejen de
golpearla, e implacablemente aterrorizarla mediante gaslighting (manipulación
de las emociones para hacer que la víctima dude de su propio criterio).
Ahora bien, parece que a mucha gente le cuesta entender o
aceptar este hecho, es decir, el hecho de que los seres humanos son capaces de
obligarse a creer lo que sea que necesiten creer para sobrevivir o mantenerse
en buena posición con la sociedad "normal" (o cualquier cuerpo social
del que sean miembros y del que dependan para satisfacer sus necesidades
básicas). No pretender creer, literalmente creer, como creen los convertidos a
la religión, como creemos todo lo que creemos hoy que no creíamos hace diez
años.
Debo decir que encuentro bastante desconcertante la falta de
comprensión y aceptación de este hecho por parte de la gente, ya que esta
capacidad es un atributo humano fundamental que ha sido documentado a lo largo
de la historia de la humanidad. No se trata de una "teoría" que acabo
de inventar. Así es como mantenemos la cohesión social. Así es como
socializamos a nuestros hijos. Así es como funcionan los ejércitos y los
departamentos universitarios. Es parte básica del funcionamiento de los
organismos sociales; se premia la conformidad y se castiga la disconformidad.
No hay nada nuevo en este fenómeno. La gente lleva aproximadamente cinco mil
años conformándose con las nuevas "realidades" oficiales y haciéndose
creer lo que sea necesario para sobrevivir en ellas.
Sin embargo, es raro que podamos observar el proceso con
tanta claridad. Suele tener lugar de forma más o menos invisible en el contexto
de la vida cotidiana normal. Sólo durante los cambios radicales y repentinos de
una "realidad" a otra "realidad" podemos observar cómo las
personas se obligan a sí mismas a creer lo que perciben que necesitan creer, o
lo que sus gobernantes les ordenan creer, para sobrevivir y prosperar en la
sociedad (adoctrinamientos de cultos, conversiones religiosas, estallido de una
guerra, la tortura física a raíz las revoluciones políticas).
Esto es lo que hemos estado viendo desde marzo de
2020, no
una hipnosis masiva, o una psicosis de formación masiva, sino a las masas
forzándose a creer lo que sea que ellas sintieron que necesitaban creer (o
fueron instruidas por las autoridades a creer) para seguir siendo parte de la
sociedad "normal" y no ser demonizados por sus gobiernos y los medios
de comunicación, condenados al ostracismo por sus amigos y familiares,
despedidos de sus trabajos, segregados, censurados, golpeados y arrestados por
la policía, y castigados por su inconformismo, mientras
se fabricaba una nueva "realidad" que se imponía en las sociedades de
todo el mundo.
Y ahora su "realidad" está cambiando de nuevo, o
"La Ciencia está evolucionando", o lo que sea, y los disparates que
se obligaron a creer están siendo expuestos como... bueno, como disparates, y
sus comportamientos fanáticos y a menudo fascistas, como se ve, no estaban
basado en absolutamente nada.
A muchos de ellos no les importa, ya que su comportamiento
nunca estuvo "basado" en otra cosa que no fuera seguir al rebaño, por
lo que simplemente han pasado de odiar fanáticamente a "los no
vacunados" a odiar fanáticamente a "los rusos", y a apoyar
fanáticamente a los neonazis ucranianos, y a hacer fanáticamente cualquier otra
cosa que las marionetas de GloboCap en sus televisores les indiquen hacer
fanáticamente. Sin embargo, un número significativo de ellos ha conservado lo
suficiente de sus facultades críticas como para que el hecho de ser arrastrados
de un lado a otro de la "realidad" les haga experimentar una leve
disonancia cognitiva, confusión, y vergüenza, o psicosis al límite.
Lo creas o no, mi corazón está con ellos... estos anteriormente
fanáticos del culto covid que me querían segregar de la sociedad,
silenciar y encerrar
en un campo de internamiento. No
puedo hacérselo más fácil fingiendo que no hicieron lo que hicieron (y en
demasiados casos todavía lo hacen activamente), o fingiendo que estaban
hipnotizados, o en algún otro estado alterado de conciencia, mientras hacían lo
que hicieron durante los últimos dos años y medio, pero imagínate cómo deben
sentirse ahora que la fiesta ha terminado por fin y ha llegado la brutal mañana
siguiente.
Imagínese que se da cuenta a estas alturas de las cosas de
que todo lo que creyó, pensó y dijo, el daño incalculable que ha hecho a la
gente, y a la sociedad, nunca se trató de una pandemia, sino que siempre se
trató de condicionar a las masas para que respondan al miedo, la coerción y el
control como un experimento global de comportamiento pavloviano.
Y ahora viene la parte realmente nauseabunda, la parte en la
que las autoridades de la Nueva Normalidad admiten que "reaccionaron de
forma exagerada", y que "se cometieron errores", y que lamentan
profundamente haber asesinado y herido gravemente a Dios sabe cuántas personas,
y haber lisiado psicológicamente a innumerables niños, y haber desestabilizado
y reestructurado accidentalmente toda la economía mundial, y explican en un
largo artículo en The New Yorker que lo sienten, pero que estaban embriagados
en ese momento, y juran que nunca lo volverán a hacer.
¿Recuerdan esta parte de 2004, después de la invasión y
ocupación de Irak, cuando se publicaron las fotos de Abu Ghraib, y las masas
estadounidenses que habían estado vociferando y ondeando banderas
estadounidenses, y llamando a la gente "cabezas de trapo" y
"negros de la arena", tuvieron que mirarse a sí mismas y a sus
crímenes de guerra en la cara.
Recuerdan cómo los estadounidenses lidiaron con su
vergüenza. Así es, volvieron a elegir a George Bush y siguieron asesinando y
torturando a iraquíes, afganos y otros morenos, y gritando "somos el
número uno", y ondeando banderas estadounidenses, porque a cambio de un
céntimo, se gana una libra.
Verás, otro atributo humano fundamental (además de nuestra
capacidad para obligarnos a creer lo que sea necesario para sobrevivir y
prosperar en la sociedad) es que no solemos lidiar muy bien con la vergüenza.
Tendemos a reprimirla y a reaccionar agresivamente ante cualquiera que intente
obligarnos a enfrentarnos a ella. Si no me crees, pregunta a cualquier persona
que conozcas y que haya estado (o esté) en una relación abusiva. Pregúntales
cómo reacciona su maltratador cuando intentan que asuma la responsabilidad de
su comportamiento abusivo.
No puedo decirte exactamente lo que va a pasar en los
próximos meses, pero ya te dije que iba a haber llanto y crujir de
dientes, y llanto y crujir de dientes ha habido, y ciertamente va a haber mucho
más de eso ... y probablemente no sólo llanto y crujir.
Esto es sólo el amanecer de la mañana siguiente. Tengo la
sensación de que aún no hemos visto nada.
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