La experiencia humana de nuestro espíritu es algo más trascendente de lo que parece

 © HA EMPEZADO EL BAILE                       

Nuestra querida élite se está desmandando sin freno. Nos empuja por todos lados y de todas las maneras que se le ocurren: provocando terremotos, haciéndonos comer insectos, encerrándonos en nuestros barrios, arrestando a los divulgadores de mensajes contrarios al relato oficial...

Se han "perdido las formas" ya no hilan fino y van a por todas de forma descarada e impune. Ya lo sabíamos que quieren atraparnos y aniquilarnos hasta el fondo, demasiado que lo han ido haciendo con “plandemias” y demás, pero ahora parece que se han desatado... ¡que están desesperados!!

Este ataque general sin tapujos ni disfraces es una provocación muy grande. Cuesta no entrar al trapo y lanzarse a una respuesta espontánea y violenta viendo que la cosa ya pasa de castaño oscuro.

Pues ahora es cuando toca ser más fríos y más conscientes de nuestro poder: Si han de presionar de la forma en que lo hacen y a cara descubierta, significa que la cosa no les funciona como quisieran.

Nosotros, sin embargo, hombres y mujeres conscientes, no debemos entretenernos ni poco ni mucho en valorar sus acciones en nuestra contra.

Con la seguridad de que el verdadero poder está en nuestras manos, debemos mantenernos quietos y tranquilos dejando que ellos solos se estrellen.

Nuestra trascendencia espiritual va más allá de las batallitas que nos plantean y por eso no debemos caer en las trampas que nos montan: ¡no es nuestra guerra!

¡¡Pero si nos hacen la puñeta por todas las esquinas!! ¡¡Pero si no nos dejan vivir!!

¿Debemos dejar que nos quiten todos los derechos y libertades?

Nosotros, hombres y mujeres conscientes, pasamos de ellos totalmente porque estamos en otro nivel, pertenecemos a otra dimensión... aunque suene atrevida esta afirmación.

Nuestro trabajo es estar presentes con calma y equilibrio, en paz y bienestar interior.

El temporal late con toda la furia pero nosotros estamos tranquilos, con los pies bien plantados en el suelo y confiados en que esto acabará.

Sentirnos fuertes interiormente y bien desapegados de todo lo que aparentemente nos amenaza, es la fórmula para salirnos del hechizo desplegado en el mundo actualmente. Aunque ya viene de tiempo, ahora parece que pongan todos los huevos en la misma cesta.

Nuestra suerte es que no les tenemos miedo, quizás un poco de rabia... pero debemos librarnos de ella rápidamente porque es un desperdicio de energía que no nos podemos permitir y no nos hace ningún provecho.

La batalla “física” no es la nuestra y no la podríamos ganar... Por tanto, llenémonos de serenidad y recordemos quiénes somos realmente. ¡Estamos en este mundo pero no somos de este mundo!

La experiencia humana de nuestro espíritu es algo más trascendente de lo que parece. La dificultad es que, al acceder a esta realidad, olvidamos todo lo que somos y de dónde venimos. Pero era la condición sine qua non para la experiencia.

De pequeños nos asustaban con el “hombre del saco” u otros “miedos”. Ahora de mayores somos conscientes de que en nuestra esencia real no tenemos nada que temer.

¿Qué nos pueden quitar la vida? Deberemos dejarla igual una hora u otra.

Mientras estemos aquí vivamos con paz y alegría. Disfrutemos todo lo que podamos con confianza. Compartamos los dones de los que disponemos y entre todos será un placer la vida.

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Joan Martí – elcamidelavida@gmail.com  

10 febrero 2023

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