© PARÉMOSNOS A PENSAR
En el vídeo UTOPIA -insertado al
final- se plasma crudamente la sociedad que nos están creando. Mejor dicho, que
dejamos que nos vayan creando.
Miedo, comodidad, apatía, desencanto... hay un montón de
razones (excusas) para nuestra inanidad. Lo que está fuera de dudas es que todo
lo que hace unos años parecía ciencia ficción se está haciendo realidad a
marchas forzadas... ¡y con nuestro consentimiento implícito (o explícito)!!
Es tan terrible lo que se visualiza en el vídeo que hace
estremecer y más porque lo tenemos a la vuelta de la esquina. Parecemos
masoquistas viendo todo esto sin desvelarnos.
Por qué no "dimitimos" de esta sociedad caduca que no nos traerá más que el aniquilamiento físico, mental y sobre todo espiritual. Más vale poco y bueno…
¿Qué sacamos de vivir mucho si estamos sometidos y no
podemos hacer nada de lo que nos apetezca?
¿Qué tipo de vida es ésta que se nos propone (se nos
impone)?
¿Vale la pena seguir angustiados, empapados de impotencia,
ante la enorme fechoría de la que somos destinatarios?
¿Tan poco valor le damos a la dignidad y la libertad?
¿En tan poca estima tenemos nuestra valía como seres
humanos?
No somos animales (con todo el respeto por nuestros hermanos
irracionales). No hace falta acudir a ninguna referencia religiosa para admitir
que somos unas entidades sagradas, trascendentes...
No entraremos en disquisiciones cósmicas aquí y ahora porque
no tenemos todas las respuestas, pero lo que sí tenemos son muchas señales de
lo que representamos en el marco de la creación.
Por tanto debemos estar a la altura de nuestra posición y
asumir nuestra responsabilidad en este programa de la vida en el que tenemos
mucho que decir y al que le debemos nuestra existencia.
En tiempos materialistas y huérfanos de valores, todo el
universo está al acecho de nuestra respuesta al reto que se nos plantea.
Todas las fuerzas cósmicas están a nuestro alcance para
darle la vuelta a la situación si las convocamos de corazón, con pasión y
convencimiento. El universo no puede hacer nada si no se lo pedimos y confiamos
en él.
O esto o “tirar la toalla” abdicando de nuestra tarea de
hacer de este mundo un lugar habitable para todos, un lugar magnífico del que
todos podamos disfrutar.
Si agachamos la cabeza, no nos mereceremos más que lo que
nos tienen preparado y... ¡demasiado poco!
Ha llegado un momento en que no hay que creer en
conspiraciones porque todo está a la vista para quien quiere verlo y por eso no
hay excusas... ni perdón, aunque suene muy fuerte.
Ver venir el tsunami y quedarse cruzados de brazos es,
además de estúpido, la muestra fehaciente de nuestro fracaso como seres
humanos.
Venga pues, dejémonos de esconder la cabeza bajo el ala y
encaremos decididos y convencidos nuestro “plante” ante todo lo que quieran
imponernos en detrimento de nuestra humanidad.
Joan Martí - elcamidelavida@gmail.com
5 de abril de 2023
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