© LA FUERZA DE LA VOLUNTAD
Pronto está dicho esto de canjear el odio por el amor. Hay que reflexionar un poco para tenerlo claro. No se trata -aunque se le parezca- de “poner la otra mejilla”. No, no es esto.
No es una actitud pasiva de comportarse como el saco de los
golpes, sino de una activa en la que nos impulsa la energía del amor y con la
que -como si lleváramos un lanzallamas- vamos esparciendo amor, cariño,
comprensión...
Estamos en una contienda, sí, pero con distinto “armamento”. Ellos son agresivos y nosotros empáticos. Unos quieren hacer daño y nosotros curar, sanar, amar...
Confiamos en nuestras “armas” porque son de efecto duradero y no suponen enfrentamiento sino desactivación, transformación...
Vivir en paz es un hito posible, si así lo creemos y
deseamos. Quizás seguirá habiendo maldad que habrá que seguir encarando con
bondad y compasión, pero, cuantos más seamos a querernos, más pronto
equilibraremos la situación evitando la inercia de deslizarnos todos hacia el
pozo.
Con nuestra fuerza de voluntad iremos sentando las bases de
una armonía general que nos hará ver la mejor forma de convivir y disfrutar del
gran don de la Vida y de la magnífica experiencia que supone.
El miedo que parece instalado en nosotros se irá
desvaneciendo y nos permitirá relacionarnos con confianza y afabilidad.
De la misma forma que hemos sido acobardados y
menospreciados a lo largo del tiempo, ahora podemos darle la vuelta y sentirnos
capaces, suficientes, generosos, entregados y, en definitiva, felices.
Compartirlo todo con los que nos rodean y acoger con
compasión a quienes todavía estén atrapados en la oscuridad, son las premisas
para nuestro enderezamiento.
La tarea es realmente enorme, aunque sólo es la falta de
costumbre de utilizar nuestro potencial y también por estar tan “contaminados”
por el legado destructivo acumulado fruto de un adoctrinamiento malvado que
siempre ha querido aniquilar nuestras posibilidades reales.
Nos han hecho creer incapaces y necesitados de conducción
ajena, cuando lo que somos es libres y poderosos pues contamos con la mejor
herramienta del universo: EL AMOR
Por tanto remanguémonos y pongámonos en marcha con los cinco
sentidos actuando con toda nuestra voluntad y con el corazón en la mano.
Los resultados no se harán esperar porque a nuestro impulso
se añadirá el apoyo del universo que coadyuvará con nuestra iniciativa y nos
irá empujando y protegiendo hasta conseguir ese gran hito que es el bienestar
de todos.
Merece la pena intentarlo aplicando
este método sencillo pero que me parece puede ser efectivo y que en todo
caso nos proporciona la satisfacción íntima de sentirnos comprometidos en una
empresa que reclama de todos nuestra colaboración.
Yo ya estoy en ello, ¿y tú?
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Joan Martí – elcamidelavida@gmail.com – 23 de agosto 2023
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