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7.9.23

El gozo es el alimento para nuestra alma y el que nos proporciona nuestro bienestar

© GOZAR DE LA VIDA                                  

En un anterior escrito publicado hace un tiempo (El sentit de la vida) reflexionaba sobre el “qué” y el “cómo” del vivir y ahora quisiera añadir el “porque”.

En unos tiempos bastante desoladores en todos los aspectos, vale la pena pensar en el por qué vivimos y si sacamos el provecho que se supone debemos sacar de ello.

Ante el panorama actual, las "ganas de vivir" pasan por horas bajas, resultado del desánimo y las nefastas expectativas que se vislumbran.

Reproduzco un trozo de lo que publiqué en el escrito que he mencionado al principio:

“Las tensiones en nuestra vida acontecen cuando nos resistimos a dar los pasos que nuestro espíritu nos pide. Cuando ahogamos nuestros sueños y nuestras ansias de vivir.

Sin errores, sin imprevistos… estamos donde queremos estar. Amorosamente, inevitablemente, vamos al lugar que nuestro corazón nos reclama. La vida no hace otra cosa que llevarnos allí”

Para disfrutar de la vida sólo necesitamos la voluntad. Hay un montón de posibilidades para explorar. El ambiente exterior es sólo un escenario, no es la obra, así que podemos movernos a voluntad.

Enfocar nuestra atención y dirigir nuestros pasos hacia donde nos interese, hacia donde haya motivo de disfrute, sin que nada nos distraiga ni aparte de nuestro camino.

Si lo hacemos así conseguiremos "matar dos pájaros de un tiro" porque, gozaremos de lo que más nos plazca y al mismo tiempo desactivaremos la presión que nos quieren imponer en todos los terrenos.

Se acabó seguirles la corriente. Basta ya de reproducir temas y proclamas desestabilizadores. Pasemos de ellos totalmente y de todo lo que digan: "que se lo coman con patatas". ¡Nosotros a la nuestra!

O sea que abstenernos de teléfono y televisión será la mejor opción para reencontrar la calma y las ganas de vivir sin que nada nos estorbe.

Una vez concentrados sólo en lo que queremos, en lo que nos gusta, nuestra capacidad y energía se agrandará y nos posibilitará ver muchos caminos que ahora quedan en segundo plano.

Puestos a hacer, me atrevo a tomar prestado de Kant sus términos para reflejar lo que parece sea un “imperativo categórico”: ¡Tenemos que disfrutar de la vida!

El gozo, al fin y al cabo, es el alimento para nuestra alma que si está bien ”alimentada” es la que nos proporciona nuestro bienestar general, tanto físico como espiritual.

Así que no perdamos de vista nuestra principal motivación en esta vida y dejemos de lado todo aquello que nos quite energía y nos aparte de lo que es más importante para nosotros:

GOZAR DE LA VIDA.

O así me lo parece. 

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Joan Martí – elcamidelavida@gmail.com  – 7 septiembre 2023

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https://masacriticaconsciente.blogspot.com/p/escritos-propios.html

 

2 comentarios:

  1. Teniendo en cuenta que estamos aquí y ahora porque así lo decimos( según lo siento) intentemos ser consecuentes hasta donde podamos, serenamente.

    Copio y pego unas palabras, de Steiner, del libro: "filosofía de la Libertad"
    Espero os inspiren tanto como a mí.
     
    "Ama, respira, vive. Observa cada amanecer de manera diferente. Genera paz y entusiasmo. Sonríe. No niegues ni prohíbas nada. Sé natural, no especules. Vive sin el reloj en la mente. No seas posesivo. Se feliz sin depender. Aprecia un cuadro, píntate uno. Cambia el peinado. Se jardinero. Sueña y realiza. Busca tu destino. Seduce. Confía. Brilla con luz propia. No te identifiques, eres solo un pasajero. Reza. Guarda los secretos. Vuélvete niño. Cultiva el espíritu. Cuida tu cuerpo."

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  2. Buena jornada familia, que gozada el poder leer sentimientos tan preciosos, con los cuales me identifico plenamente, ya que precisamente si algo valioso me concedió la vida al nacer, si recibí un regalo inigualable, fue la gran capacidad de sacar partido a la vida y poder gozar de ella y de todas las posibilidades bonitas que nos ofrece para alcanzar la plenitud y el gozo más esplendoroso. Mismamente acabo de ver a mi Pechirrojo con su Pechirroja jaja lo sabía, lo sentía, algo me decía que seguían juntos y he sentido mucho gozo y alegría, fué abrir la puerta salir, hechar sus miguitas de pan y al momento llegaron a desayunar jaja me encanta, como cantaba aquel, son esas pequeñas cosas, sencillas, pero llenas de grandeza las que a mi me provocan mayor gozo y satisfacción, momentos inolvidables, que van llenando tu alma con el mejor de los alimentos, por eso como bien dice Joan, AMOROSAMENTE, INEVITABLEMENTE, VAMOS AL LUGAR QUE NUESTRO CORAZÓN NOS RECLAMA. Y aún apesar de todo lo que tuve que esforzarme, y cumbres tan arriesgadas que ascender, sin tan siquiera ser escalador, desde que llegué al Paraiso he vivido los años más plenos y gozosos de mi vida, de la manera más sencilla y humilde pude disfrutar del mayor de los gozos y obtenerla mayor de las riquezas, yo no encontré el Paraiso, fué el Paraiso quien me atrajo hasta el, pues la misma vida bien sabía lo que mi corazon reclamaba, pero tuve que sacrificar otras muchas cosas, arriesgue todas esas "comodidades y zona de confort, incluso hasta tuve desprenderme de mi amada Isabel, que fue como tener que desprenderme de mi propia alma, para adentrarme en EL CAMI de la incertidumbre, y la aventura, SIN CERTEZAS como decía Don Roberto Assagioli, por eso os digo que no fue fácil encontrar y ver cumplido ese sueño que reclAMABA mi corazón. Luego esta mi CARÁCTER Wallace, Quijotesco, o protector del Bien y los desvalidos, o todo aquel que como norma le toca perder, y sufre el yugo de la injusticia, lo que me trajo estar de batalla en batalla jaja ¿Ese código Samurai, no sirviendo a un Señor, sino a la humanidad, pudo restarme gozo y la posibilidad de obtener más satisfacción y paz de la vida? No lo creo, no haber dado la talla como Guerrero que soy, omitiendo mi deber para evadir "problemas, amarguras y sinsabores" no me hubiese permitido vivir jamás en paz, y alcanzar el gozo, alcanzar el gozo te concede vivir en paz, aun estando inmerso en la Batalla. Y el día que yo calle mirando hacia otro lado ante un maltrato o una injusticia, no sería merecedor de un Paraiso, y más me valdría irme a vivir al Infierno de Mordor jaja.

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