© LA INTEGRIDAD PERSONAL
Nuestro poder está en cultivar y perseverar en los valores
personales, que son nuestra mejor herramienta
En el escrito publicado no hace mucho Nosotros
somos la semilla destacaba la función de todos aquellos
disconformes en la marcha que lleva el mundo, con estas palabras: Nosotros somos la semilla que debemos
plantar para que florezca si todo se derrumba. ¡Nosotros somos la semilla de un
mundo mejor!
Quiero insistir en ello porque nos da la impresión que hemos de alcanzar una masa crítica -que no acabamos de ver factible- para poder hacer frente a las maldades que nos están echando encima y por eso nos sentimos “débiles” ante este teórico poder omnipresente y casi omnipotente.
Por un lado creo que Todo
lo que sube, baja... ¡o cae! y que los que se mueven por “las
alturas” vendrá un momento que se pelearán entre ellos haciendo que todo el
entramado que han montado se vaya al garete.
Pero lo que quiero resaltar es que seamos conscientes de
que, esparcidos por todas partes, hay muchos grupos de “disidentes” que se
esfuerzan por mantener bien arriba nuestros valores y nuestra dignidad.
Por eso no debemos menospreciar (como hacen muchos, incluidos
gente de nuestra veta) nuestra capacidad real de poder hacer algo para darle la
vuelta a la situación.
Si consideramos las afirmaciones que hace la mecánica
cuántica de que todo está interrelacionado y así una partícula en un lugar
determinado interacciona con otra situada a mucha distancia, deberemos admitir
que no necesariamente todo el mundo que vibra en la misma onda debe estar
junta.
Acogiéndonos pues en esto, podemos creer en una interacción
entre los numerosos grupos que en todo el mundo se mueven en la dirección de
crear algo diferente a lo que ahora por desgracia nos rodea.
Mi opinión es que no son necesarias grandes demostraciones
externas por nuestra parte sino sólo una voluntad firme de profundizar y
perseverar en nuestros valores que “son la semilla” de un mundo mejor.
La energía que atesoramos y debemos seguir cultivando con
perseverancia es la consecuencia de nuestra bondad, de nuestra compasión, de
sentirnos parte de un todo y de compartir con otros nuestra ilusión y nuestra
confianza en los valores del ser humano.
Esta voluntad, que emerge de tantos y tantos grupos de
personas que siguen firmemente el camino de la libertad y la dignidad, origina
un volumen tal de buena energía que nada la podrá detener.
Así que no debemos tener dudas sobre nuestra “utilidad” en
esta contienda que, más pronto que tarde, se demostrará del todo efectiva en
beneficio de todos.
La integridad personal es nuestro rasgo distintivo que,
desde la más profunda humildad, refleja aquellos valores que nos mueven en el
día a día.
Sólo por nombrar algunos de los muchos valores que podemos
atesorar: honestidad, lealtad, comprensión, paciencia, gratitud, respeto...
AMOR.
Son un combustible potentísimo que está en nuestro interior.
Confiemos en ello y estemos tranquilos.
Recordémoslo: Nosotros somos la semilla. Así que vayámosla
abonando y cuidando porque en ella se va creando nuestro futuro... ¡un futuro
mejor para todos! ________________________________________________________________
Joan Martí – elcamidelavida@gmail.com – 29 septiembre 2023
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Es imprescindible conservar nuestro espíritu, nuestros valores, nuestros principios, nuestro amor y nuestra humanidad IMPOLUTA, INCORRUPTIBLE, bien asentada en la virtud, no se pueda virar como veleta o cambiar de chaqueta, hay que mantenerse FIRME anclado a tierra con raíces poderosas como las del roble o el tejo, y seguir dando nuestros frutos, sean bellotas, flores, o cariño y amor
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