© LA SOLEDAD: ¿Opción o condición vital?
De entrada dejar constancia que nacemos y morimos solos, por
tanto parece que la tan debatida soledad es algo inherente a nuestro existir.
También podemos recordar la sentencia: ¿Qué es mejor solos o
mal acompañados? Sin embargo, en la práctica, no paramos de buscar compañía y
nos quejamos si nos encontramos solos.
De acuerdo que la vida está llena de contradicciones,
dilemas, dualidades... Quizás es el sistema cómo hemos sido creados o cómo
hemos ido evolucionando (¿degenerando?)
La cuestión obvia es que no acabamos de hallar la fórmula adecuada: ¿Solos? ¿Acompañados? Ambas situaciones tienen sus pros y sus contras y no cesamos de darle vueltas.
Si contemplamos la vida en su totalidad nos daremos cuenta que
está compuesta de muchas partes, de muchos ingredientes, algunos de ellos
contradictorios a primera vista pero que siempre cumplen una finalidad, siempre
suponen el componente de alguna situación imprevista.
Lo primero que debemos tener siempre en cuenta es: aceptar
la realidad, aceptarnos tal como somos, aceptar lo que nos pasa, aceptar donde
quiera que estamos... ACEPTAR, siempre ACEPTAR!
Después vendrá elegir, decidir, cambiar... cualquier cosa
que queramos en nuestra vida, pero antes hemos de aceptarla, lo que nos
permitirá optar a mejorarla, cambiarla o eliminarla.
Se ha dicho por activa y pasiva que no podemos ir en contra
de la realidad, por eso toda la energía que dedicamos a resistirla es un
desperdicio pues lo que rechazamos lo reforzamos.
Otro concepto que se aviene a estas reflexiones es el
equilibrio. Ir siempre en busca del término medio: “Nunca demasiado de nada” y
en el caso de la soledad pensar en lo de “juntos pero no revueltos” y por ello
hay que definir los espacios propios y los compartidos en cualquier relación.
Tener siempre en cuenta el equilibrio, en todo lo que
hacemos o pensamos, es la forma de sentirse bien y en la senda adecuada de la
vida.
No nos ofusquemos con la soledad. Es una situación a la que
podemos ir a parar por diferentes motivos. Más bien sintámosla como una
interpelación que nos hace la vida para enderezar nuestro camino o elegir algún
otro.
La vida es una sucesión de estados físicos y anímicos:
Despiertos-dormidos, Energizados-cansados, Solos-acompañados,
Contentos-tristes, Hambrientos-saciados, Inspirados-desmotivados, etc., etc. y
cada estado en el que nos encontramos nos pide una actitud para hacernos cargo
del mismo.
Hasta ahí tenemos dos conceptos definidos para movernos por
la vida: Aceptación y Equilibrio. Y para poner la guinda, debemos mencionar el
tercero, que remata el triángulo mágico: El Amor.
Tres conceptos complementarios pero que suponen una
gradación que comienza en la aceptación, sigue en el equilibrio y culmina en el
amor. El amor que contiene todos los demás.
Retomando el tema del escrito, cabe decir que la soledad no
es más que una situación en la vida a la que, si queremos, podemos aplicar la
fórmula del “triángulo mágico” y ¡ver qué nos sale!
Y es que no hay nada del todo bueno o malo, sino adecuado
para determinadas situaciones en las que la vida interactúa con nosotros para
hacernos tomar las decisiones que nos corresponden en cada momento.
¡O así me lo parece!
___________________________________________________________________________
Joan Martí – elcamidelavida@gmail.com – 20 noviembre 2023
OTROS ESCRITOS DEL MISMO AUTOR
https://masacriticaconsciente.blogspot.com/p/escritos-propios.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario